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2017/03/08 19:32:40.042345 GMT+1

¿Dónde están los relatos colectivos?

 

1. La semana pasada escribía en Somos Malasaña acerca de la historia de María Lejárrega, escritora cuya memoria se ha reivindicado mucho después de que fueran escritas sus obras de teatro y novelas. No es de extrañar: las firmó con el nombre de su marido. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido colocar el nombre de mujeres, más o menos olvidadas, de la Generación del 27 en algunas fachadas que vienen a cuento por ser espacio de sus vidas o sus obras.

2. Desde hace unos meses, cada vez que entro en mi estación de metro veo la cara de Pedro de Alvarado conquistador de Guatemala, que da nombre a la misma. La imagen, y su leyenda, pertenecen a un proyecto de Metro de Madrid y la Real Academia de la Historia, que les sonará de grandes hitos de la producción de moho como su diccionario biográfico.

Echo un vistazo a los protagonistas del proyecto de recuperación de la memoria histórica de la nomenclatura del suburbano: 4 mujeres y media (por los Reyes Católicos), de las cuales sólo una, Manuela Malasaña, no es de origen noble. De 53. Casi todos los representados pertenecen a las  élites sociales de su momento.

  Los días que voy a casa de mis padres tengo el gusto de toparme con el careto de Ángel Herrera Oria, obispo franquista. Si, en cambio, bajo las escaleras de la siguiente estación más cercana a mi casa, Estrecho, no encuentro ninguna explicación acerca del nombre. Nunca es fácil ponerle rúbrica la memoria popular, pero se dice que el barrio era así conocido porque  “ había que cruzar el Estrecho para ir desde Tetuán (hoy un barrio de Madrid, antaño parte de otro pueblo) hasta Madrid”. Una suerte de patera de la memoria que a nadie importa, por lo visto, como el resto de historias protagonizadas por las clases populares y por sujetos colectivos que jalonan la toponimia de nuestras ciudades.

3. Con motivo del 8 de marzo, ocupé un buen rato en recopilar distintos artículos sobre mujeres trabajadoras, pioneras o feministas, que he escrito en Somos Malasaña durante los últimos siete años. Hay varios – probablemente he olvidado unos cuantos-, y sin duda los mejores son los que tienen que ver con sujetos colectivos: verduleras, brujas, putas o telefonistas.

4. Hoy no he podido ir con J. y  D. a ninguna de las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El jueves, en cambio, haremos huelga (hay convocado un paro general en Educación), e iremos a la manifestación. J. ha estado en unas cuantas, pero era más bien pequeña. Entonces, era fácil para ella captar la parte festiva de la multitud, pero creo que nunca le expliqué suficientemente bien la potencia que palpita en la rabia de la multitud.

Ella, a sus seis años, tiene ya a mano relatos héroes y heroínas –pongan un rato Clan TV si no saben a qué me refiero-. J. tiene que entender hoy que es nieta de las brujas que no pudieron quemar y el jueves que será la nieta de los obreros que no pudieron matar.

¿Quién me presta relatos populares y colectivos para explicar a J. la energía que intuirá? ¡Los necesito!

* La imagen que ilustra el post es un detalle de Las Brujas de Goya | http://museolazarogaldiano.files.wordpress.com

 

Escrito por: eltransito.2017/03/08 19:32:40.042345 GMT+1
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