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2019/02/05 20:31:41.340091 GMT+1

La trampa argumental del miedo al progreso

Es innumerable el número de asuntos a los que se opone argumentalmente el miedo al progreso o al cambio como razón de cualquier resistencia social. Se trata de una respuesta comodín que rara vez necesita explicar qué es el progreso y por qué los cambios deberían ser siempre positivos, independientemente de su naturaleza.

Lo cierto es que la cosa viene de atrás, y tiene, se me ocurre, un rastro heredado en nuestro lenguaje diario en el adjetivo ludita, un término inequívocamente negativo que representa muy bien la trampa argumental a la que me refiero. Aquellos trabajadores que destruían telares a principios del siglo XIX tampoco tenían nada en contra del progreso o la tecnología, sino más bien en contra de la devaluación de sus condiciones de vida, de sus vínculos sociales y de su trabajo. Recomendación: leed La cólera de Ludd, de Julius Van Daal.

Cuando llegaron los automóviles a nuestras calles, no sufrieron la oposición de sus usuarios (los conductores eran entonces las clases altas) sino los apedreamientos de las clases populares cuyos niños eran atropellados por las nuevas máquinas y que se vieron obligadas a retirarse a las aceras. ¿Se trataba de una posición conservadora ante el cambio tecnológico o un acto de defensa propia?

El argumento del progreso se utiliza habitualmente, por ejemplo, por la industria inmobiliaria; hace años, muchos lo usamos alegremente para justificar la piratería musical sin matices (como si, para empezar, que una industria quede atrasada técnicamente hiciera inocua la precarización de los trabajadores, ¿qué clase de darwinismo social estábamos comprando?), y se está utilizando recurrentemente en el conflicto de los taxistas contra los VTC.

Son muchas las voces que han explicado ya que no hay un progreso técnico sustancial en unos coches que, de facto, actúan como taxis, haciendo dumping en un sector regulado, y que la novedad viene más bien por la precarización destajista de los chóferes, ¿es siempre bueno el cambio?

Nunca he visto a nadie quejarse de los adelantos en maquinaria médica, internet media nuestra vida desde hace pocas décadas y vivimos rodeados de sesentones que han adoptado el WhatsApp para comunicarse cotidianamente con sus amistades. ¿Rechazo a la tecnología?

Yo la próxima vez que me vengan con la cantinela del miedo al cambio y a la tecnología per se voy a contestar: "inténtalo con otra”.

 

Escrito por: eltransito.2019/02/05 20:31:41.340091 GMT+1
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Comentarios

La respuesta del ser humano al progreso es ambigüa, y lo que en un principio puede ser rechazado, su asunción por parte de la ciudadanía y la experiencia sobre el mismo (como las Nuevas Tecnologías, por ejemplo) hace que sea aceptado y usado. Quizá los psiquiatras y los antropólogos puedan explicar en qué se basa ese miedo al progreso. Progreso, concepto bastante subjetivo, muy personal. Que en el proceso de su Evolución el ser humano haya desarrollado un conocimiento científico, como la superación de enfermedades y el alargamiento de la vida eso es progreso; que con la Revolución Tecnológica haya logrado comunicarse a grandas distancias por el mundo en el que vive, eso es progreso; que el ser humano haya conseguido explorar el Espacio, eso es progreso; que haya creado la democracia como sistema político y social para convivir, eso es progreso; que pueda generar un pensamiento libre, aun sin saber con razón sus orígenes y su destino final, eso es progreso.

 

Cuando se tiene una cierta vida conformada en torno a unos ciertos parámetros diarios, se muestra un cierto recelo al cambio, se desconfía, porque impera el miedo a perder lo que se tiene y a no pensar que lo que se ofrece vaya a mejorar nuestro estado original.

La consecución en el siglo XIX de la jornada laboral de ocho horas de trabajo (vigente en la actualidad), eso es progreso, porque ha mejorado el trabajo del obrero. 

Sin embargo, hay cambios que son aceptados irremediablemente y no son pruebas claras de progreso para el bienestar del ciudadano y de la ciudadana, como la situación de esclavitud generada por la deuda con un banco por conseguir un techo donde vivir y resguardarse, eso no es progreso; la desigual aportación a través de los impuestos a las arcas del Estado de las distintas clases sociales, siendo eximidas cada vez más la clase alta, la perteneciente a la elite, eso no es progreso; el establecimiento de una jerarquía social como forma de organización de la sociedad en muchas regiones de este mundo, eso tampoco es progreso.

 

Ya, ya sé que existe una diversidad sobre el significado de progreso; pero echando un vistazo a lo largo de la Historia de la humanidad se puede apreciar una idea de progreso bastante objetiva. Y a pesar de ello, este concepto se lo apropian unos y otros (evolucionistas e involucionistas), generando la duda sobre si ese cambio es bueno o malo para la existencia.

 

Por lo tanto, sí al cambio, pero sin perder de vista el alcance del bienestar existencial global.

 

Gracias por este artículo, que es porgreso, porque invita a que las neuronas trabajen, piensen y se preocupen por la realidad actual.

 

Un saludo

Escrito por: Luis.2019/02/06 17:23:35.413456 GMT+1
Con el progreso hemos dado, amigo Sancho

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