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2022/06/30 12:29:48.981249 GMT+2

OTAN NO, BASES FUERA

Cuando el referéndum de la OTAN no había cumplido los 9 años, era un poquito mayor de lo que es D. ahora, lo que me ayuda a hacerme una idea de la altura desde la que miraba el mundo entonces. Aunque era pequeño, puedo recordar cómo el debate inundaba toda la sociedad del momento. Tengo el pálido recuerdo de una conversación con mi padre en la que le preguntaba sobre las palabras que Felipe González había pronunciado en la televisión. Entonces la primera cadena era un lugar de encuentro intergeneracional. Queda aún en mi cabeza la imagen borrosa de un hombre hablando para todo el mundo y mi padre, supongo que explicándose como pudiera ante la mirada abierta de un mico, traduciéndome el giro felipista. Lo que más nítido veo son las pintadas en las calles. Siempre, desde muy pequeñito, me ha gustado leer los trazos de pintura en las paredes.

Estos días han vuelto las mismas pintadas de entonces a mi calle: OTAN NO, BASES FUERA. Desde que empezó la invasión de Ucrania se han criticado desde algunos sectores de la izquierda las iniciativas que apelaban a la OTAN en el marco de las protestas contra la guerra. Es, desde luego, una posición fácil de caricaturizar como nostálgica, idealista o simple. Basta con señalar la poca afluencia a las manifestaciones, alguna bandera soviética sacada a pasear o el carácter extemporáneo de la conocida proclama.

Si bien hay argumentos inapelables sobre la necesidad de poner en primer término el conflicto en curso –algo que no necesariamente negamos quienes también miramos hacia otros lugares–, los críticos con la oportunidad de señalar hacia la Alianza Atlántica obvian sistemáticamente un hecho que es, mi modo de ver, crucial. España pertenece a la OTAN.

Aquella batalla la perdimos ya en el 86, yéndose por el desagüe buena parte de la potencia antagonista del Estado, que había depositado allí sus últimas energías. Entonces, ¿por qué hablan como si de otros se tratara? ¿Como si la OTAN fuera un ente con el que no tuviéramos nada que ver? En el marco de las protestas por la paz que yo he conocido, se apelaba al gobierno ruso y a nuestro propio gobierno, implicado en esta estructura militar, exigiendo poner mayor ahínco en una salida diplomática para la crisis.

Equivocada o certeramente, quienes apostábamos por no ayudar a escalar el conflicto no apoyamos la invasión rusa ni necesariamente somos nostálgicos de la Guerra Fría, como se empeñan en clamar algunos compañeros mientras señalan las voces más caricaturizables para cargarse de razón. Porque, esto me maravilla, siendo ellos quienes se dedican a dictar de qué manera se debe o no enfrentar la situación bélica desde España, acusan a los demás de vestir superioridad moral.

El argumento más utilizado es que cargar las tintas en la OTAN en el momento en el que se está produciendo una invasión en Ucrania resta gravedad a esta agresión e incluso, según algunas versiones, equivale a mostrar un apoyo tácito al régimen putinista. Sin embargo, me pregunto si no podría darse la vuelta al razonamiento. Si, usando ese juego de simetrías, no enfrentar la OTAN en aras de que no se confunda con un alineamiento, al menos equidistante, con el imperialismo ruso, no equivale a condenar al fondo del saco de la historia a otros desheredados de la misma. A abandonar a los kurdos disidentes en Turquía, a asumir una mayor militarización de las fronteras del sur de Europa, a apoyar la expansión militar nuestros patios traseros, alinearnos con el mayor proceso de rearme mundial planificado en décadas, a ponernos mirando hacia China con gesto desafiante, a abandonar al pueblo saharaui…

Todavía estos días, en los que algunas de estas intenciones se estaban firmando en España, mi ciudad se encuentra militarizada y se ha suspendido en ella el derecho fundamental de manifestación, he tenido que leer críticas desde la izquierda hacia quienes han protestado contra la OTAN. Nada de esto que sentimos como lacerante, urgente y sintomático de los vectores de un mundo cuesta abajo tiene que ver con la nostalgia del niño que contaba en el primer párrafo. Del eco de aquellas pintadas en las que hoy se reproducen similares en las paredes guardo el orgullo por la dignidad de quienes estuvieron, pero no catequismo alguno.

Yo, por mi parte, a falta de fuerzas, entorno y capacidad para cargarme la Organización del Tratado del Atlántico Norte, estoy exorcizando a voces al maldito Covid para que abandone mi cuerpo. He planeado bajar al chino a por un spray y salir por la noche a pintar el OTAN NO, BASES FUERA de rigor. Soy consciente de eso que ahora llaman la correlación de fuerzas –no lo voy a ser, con un tío armado apostado en cada esquina–. Me pregunto si quienes apuestan por elegir bien las batallas, las realistas, las de su tiempo, son también conscientes de su lugar en esa correlación. Esto no lo tengo tan claro.

 

Escrito por: eltransito.2022/06/30 12:29:48.981249 GMT+2
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Comentarios

<<El egoísmo se ha hecho compasión y la crueldad altruismo>>, dice Freud en su libro El Malestar de la Cultura, hablando de las motivaciones y los efectos de la guerra, de la Primera Guerra Mundial. Esto es la OTAN y el capitalismo.

¡OTAN NO, BASES FUERA!

Escrito por: José.2022/06/30 20:11:40.189710 GMT+2

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