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2016/01/13 20:44:27.079665 GMT+1

Miguitas de pan y urbanismo (antianálisis conservador y emotivo)

Alguien ha puesto un comentario despectivo en una noticia sobre la deriva frustrada del proceso participativo de la Plaza de España (Madrid): es "una plaza para dar de comer a las palomas". Miguitas de pan. Recuerdo haber ido de muy pequeño con mi abuela E. con el pan del día anterior. Bajar las escaleras que dan a la calle Princesa desde el barrio de Conde Duque, sentarnos en un banco y desmenuzar pedacitos de pan duro para ver cómo acudían las palomas a su llamada.

Días de apurar el sol en invierno, corretear y fantasear con escalar a lomos de la estatua de Don Quijote. Una de las imágenes que tengo más fresca de aquellos días en la Plaza de España es la de la sombra de la arboleda frondosa del lugar, muy poco habitual en el centro de la ciudad. El proyecto de reforma que heredó el actual Ayuntamiento de Madrid pasaba por perder más de 400 árboles, un buen número de ellos ejemplares catalogados para su conservación.

Es muy posible que la Plaza de España merezca de una operación de mimo urbanístico. Que nos presenten opciones claras o dejen involucrarse a los agentes sociales en su diseño, pero que no nos pidan que nos arrojemos al vacío de las excavadoras voluntariosamente. Las reformas de plazas cercanas, como la de Callao, la de Luna u Ópera, no animan a afrontar el cambio. Las tres citadas son hoy explanadas inhóspitas de hormigón pensadas para albergar ferias comerciales. Nos provocan insolaciones y nos hacen precavidos.

No abundan en el centro de Madrid lugares para dar de comer a las palomas y descalzarse junto a una fuente. Los sitios deben cambiar y nosotros tenemos la obligación de comprometernos con el cambio. Un cambio para que haya, por ejemplo, parques en las plazas, templetes en los parques y músicos en los templetes

Escrito por: eltransito.2016/01/13 20:44:27.079665 GMT+1
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Comentarios

Que avance el hormigón sacrificando espacios de pureza humana es un comportamiento animal, irracional, inhumano, es crear espacios vacíos, sin vida, es vaciar la vida, la contemplación y el disfrute de unos animales (las palomas) y de unos árboles, que dan vida a las personas. Venga hormigón, y más hormigón, para satisfacer inúteles cuentas, inútiles vidas, vidas vacías de humanismo, ineptas para la convivencia con nuestra madre Tierra. Nalditos y malditas las hormigoneras.

Escrito por: Juan.2016/01/14 18:09:57.809975 GMT+1

Muchas gracias por comentar Juan, aquí seguimos en nuestro empeño en que haya algo de verde y vida en el centro de la ciudad

Escrito por: Luis.2016/01/14 18:15:15.806413 GMT+1

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