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2009/01/18 14:02:11.667000 GMT+1

La gran conspiración

Un argumento muy empleado por la (extrema) derecha para justificar las atrocidades cometidas por Israel es el de "evitar un mal mayor". Si antaño se actuó de forma preventiva para evitar que se implantara una dictadura roja (España en 1936, Chile en 1973), ahora sería necesario intervenir como sea para evitar la dictadura verde (Argelia en 1991, Palestina en 2006, Europa en los últimos años). La diferencia es que ahora este razonamiento encuentra simpatías entre los mismos socialdemócratas.

Sin embargo, es difícil llegar al grado de desvergüenza al que llegan los más reputados propagandistas de la derecha española. Gustavo de Arístegui, diputado del Partido Popular -partido que sigue siendo legal pese a no condenar el terrorismo, cosas de la legislación de excepción- sigue poniendo su granito de arena en la construcción del espantajo "islamo-fascista". El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso publicó en noviembre del año pasado un libro titulado Contra Occidente.

En él teoriza -es un decir- sobre la "emergente alianza antisistema": "la estratégica alianza que, desde la izquierda revolucionaria −antisistema y antiglobalización− a la extrema derecha −ultrarrigorista en lo religioso− que es el islamismo radical, se ha formado con quienes se declaran enemigos de Occidente." El libro pretende mantener viva la llama de la santa cruzada de la Administración Bush en nuestra reserva espiritual. Los fantasmas que invoca y el modo en que lo hace no difieren mucho de peligros fabricados en otros tiempos revueltos.

Contra Occidente

El título y la portada lo dicen todo. Comparando esta última con la portada del último número de la satírica Revista Barcelona, publicada en Argentina, me queda la duda acerca de quién parodia y quién va en serio.

Revista Barcelona - ¡Aguante Occidente!

Escrito por: Samuel.2009/01/18 14:02:11.667000 GMT+1
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2009/01/17 21:33:55.747000 GMT+1

En el blog del ministro

Los asesores del Ministro de Asuntos Exteriores Miguel Angel Moratinos deberían reflexionar seriamente acerca de la utilidad de su blog, tal y como está diseñado. No aporta gran cosa sobre su trabajo o sobre su persona. No espero que imite la frivolidad de su homólogo finlandés, Alex Stubb (ejem..), pero sí que lo actualice de vez en cuando y evite al menos cosas como ésta:  



Es la última entrada de su blog, de 19 de diciembre de 2008: España ingresa en la Organización Internacional para la Educación del Holocausto. Entiendo que el Ministro esté ahora muy ocupado, o que no tenga nada que decir sobre la agresión israelí en Gaza. Pero con la que está cayendo allí, y teniendo en cuenta la más que tibia posición del gobierno español en este grave asunto, puede que haya gente que no entienda el humor negro.

Escrito por: Samuel.2009/01/17 21:33:55.747000 GMT+1
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2009/01/15 21:46:3.023000 GMT+1

Israel postcolonial

"El hitlerismo consiste en la aplicación por Alemania al continente europeo, y en general a los países de raza blanca, los métodos de la conquista y de la dominación coloniales." Traducción de una cita de   « À propos de la question coloniale dans ses rapports avec le destin du peuple français » (1943), en Oeuvres, Simone Weil, éd. Gallimard, 1999, p. 431

Muchos partidarios de la agresión militar israelí contra la población de Gaza se quejan de que sus críticos comparen los crímenes del Tsahal con los cometidos por la Luftwaffe, la Wehrmacht o las de las SS en la Alemania nazi. Puede que no sea la comparación más acertada: sobre todo si comparamos Gaza solamente con los guetos y campos creados por los nazis. 

Podemos encontrar parecidos razonables en el colonialismo europeo y el imperialismo de su retoño estadounidense. Gracias al magnífico artículo de Santiago Alba Rico, Palestina:el derecho de existir, por recordar la cita de Weil e insistir en esta genealogía. ¿Cómo no van a ser comprensivos con Israel los Estados que se arrogan la representación de la "comunidad internacional"? ¿Acaso no reivindican la herencia de las "naciones civilizadas", rehabilitando la empresa colonial -como Sarkozy en Francia-, codificando un nuevo derecho indígena para determinadas categorías de migrantes y consolidando un derecho penal del enemigo con la excusa infame de la "lucha contra el terrorismo" (1)? ¿No se reconocen los Estados Unidos en la formación progresiva del Estado israelí sobre los cadáveres de sus "indios", aunque su apoyo estratégico haya sido tardío (básicamente, a partir de1967)?

La muerte a distancia y la misma asimetría de la que tanto se habla tiene su origen en el militarismo colonial europeo. Otro texto brillante, esta vez del israelí Shmuel Amir, reconoce que una guerra en la que sólo existe un contendiente no es otra cosa que una matanza, y que la proporción de muertos de uno (israelíes) a cien (palestinos) "describe el típico balance de una guerra colonial". En el siglo XIX, Alexis de Tocqueville hacía esta descripción de la ocupación francesa en Argelia, en 1847:

"Desde el principio hemos reconocido que no teníamos contra nosotros un verdadero ejército, sino a la propia población. La observación de esta primera verdad pronto nos condujo al conocimiento de esta otra, a saber, que mientras esta población fuera tan hostil hacia nosotros como lo es hoy, sería preciso, para mantenerse en semejante país, que nuestras tropas permaneciesen allí en tiempos de paz en número equivalente al de tiempos de guerra, porque se trataba menos de vencer a un gobierno, que de contener a un pueblo."

La brutalidad del ocupante es aleccionadora. Sólo el civilizado puede sentir un miedo que justifique una guerra permanente que asegure su tranquilidad; pero el bárbaro debe ser disuadido, educado, mediante el terror. El infame Thomas Friedman lo acaba de explicar en The New York Times:

"Israel básicamente dijo [en el bombardeo del Líbano en 2006] que cuando se trata con un actor no estatal, Hizbulá, que anida entre civiles, la única fuente de disuación a largo plazo era exactamente causar suficiente dolor en los civiles - las familias y empleados de los militantes- para contener a Hizbulá en el futuro. "

La intervención colonial también sirvió en su momento de aprendizaje para la represión en la metrópolis. Si guerra exterior e interior suelen venir de la mano, en el caso de Israel encontramos últimamente iniciativas encaminadas a excluir definitivamente del sistema político a los árabes israelíes (palestinos que residen en Israel). Dos partidos árabes acaban de ser prohibidos. La Knesset sigue de este modo el consejo de Tzipi Livni de que los árabes merecen otro Estado que responda a sus "aspiraciones nacionales", una forma enrevesada de anunciar futuras limpiezas étnicas, negar derechos de ciudadanía y enterrar cualquier reivindicación del "derecho de retorno".

Tocqueville exclamó, continuando su reflexión sobre la colonización francesa en Argelia: "¡Dios nos libre de ver alguna vez a Francia dirigida por uno de los oficiales del ejército de África!" España lo ha sufrido durante cuatro décadas, después de una guerra de exterminio y educación mediante el terror. E Israel ha estado dominado por generales de estilo "africanista" desde el principio. Generales y elite que comparten la obsesión de los neoconservadores estadounidenses por la pérdida de hegemonía y el falso remedio de la huida militarista hacia adelante.

Hace meses planteaba mis dudas en torno a la polémica de la solución un Estado/dos Estados al conflicto palestino. Entonces creía que si bien la solución uniestatal era la más deseable, por cuanto implicaba necesariamente la descolonización externa e interna de Israel -el fin del sionismo-, tal vez no era la más factible, habida cuenta de la situación (geo)política existente y la relación de fuerzas que había entonces. Hoy la situación es muy diferente, y la deriva criminal de Israel parece alimentar un consenso sobre la necesidad -y posibilidad- de construir a medio plazo un único país (¿Israel?¿Palestina?) que reúna a judíos, árabes y otros migrantes. Immanuel Wallerstein habla, en un artículo donde hace gala de nuevo de una increíble capacidad de síntesis, de "crónica de un suicidio anunciado".

Concluyo con el citado Shmuel Amir:

"La raíz del conflicto israelo-palestino era y sigue siendo hasta la fecha las relaciones entre el ocupante y el ocupado; el opresor y el oprimido; el colonizador y el indígena.

Al Estado de Israel le gustaría ver solamente palestinos derrotados en los territorios ocupados, palestinos que no se atrevan a levantar su cabeza contra el actual dominio sobre sus vidas. Aquellos que desean una paz verdadera y sostenible deben saber que el fin de la resistencia palestina y el comienzo de la paz sólo llegará cuando se elimine el colonialismo en todas sus formas."

Una lección que sirve también para sus valedores.

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(1) David Milliband, Ministro de Asuntos Exteriores, y posible candidato a primer ministro, publica en The Guardian un artículo-confesión en el que considera un error la Guerra contra el Terrorismo promovida desde Washington y asumida por el gobierno británico. Otro movimiento de fichas antes de la investidura de Barack Obama. Obsérvese que nada dice acerca de la legislación de excepción que se ha venido implantando. Su crítica se dirige más bien a la idea de un "terrorismo internacional" único al que enfrentarse, como si las acciones de Lashkar e-Toiba, Hizbulá y ETA obedecieran a los mismos móviles y como si estas organizaciones constituyeran una misma estructura. Un reconocimiento de que la fracasada cruzada neocon está perjudicando, más que beneficiando, los intereses del gobierno británico en el Medio Oriente.

Escrito por: Samuel.2009/01/15 21:46:3.023000 GMT+1
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2009/01/11 20:54:59.441000 GMT+1

La cuestión Hamas

Llevaba tiempo queriendo escribir sobre Hamas y el dilema que tanto este movimiento de resistencia como el libanés Hizbulá plantean a la izquierda europea. Prácticamente no hay condena de los bombardeos que no incluya una declaración de rechazo a Hamas, no vaya a ser que asocien a uno con los terroristas. En Gaza, la distinción entre la población llamada "civil" (mujeres, niños) que merece nuestra solidaridad y los varones armados que merecen nuestra desaprobación opera en el mismo sentido. Apoyo a los palestínos sí, pero...

He asistido a dos manifestaciones contra la agresión a Gaza. En Tenerife y en Bruselas. En Tenerife algo así como la mitad de los escasos congregados eran palestinos. En Bruselas, donde hoy ha desfilado una gran multitud, la inmensa mayoría de los participantes eran de origen magrebí, turco, libanés, iraní,  palestino, negroafricano, etc. Se echaban en falta una mayor participación de otros belgas, de otros europeos. En la marcha se podía apreciar que la criminalización de Hamas por parte de la Unión Europea obedece casi más a consideraciones de política interior que de política exterior. Una práctica, la del divide et impera, que me parece que está teniendo más exito en la Europa continental que en el Reino Unido.

Muchos europeos que se califican como progresistas o de izquierdas deberían reflexionar seriamente sobre la incomodidad que le produce la compañía de gentes que lo que en el fondo están exigiendo es que se les trate como seres humanos de igual calidad que cualquier otro sin dejar de ser como son. Sobre el significado del hecho colonial (en Palestina, en las mentalidades europeas) y el significado de la resistencia. Mucho me temo que la islamofobia está más arraigada de lo que queremos admitir. Cuanto mayor es la visibilidad de signos identitarios vinculados a "lo musulmán", más "peros" se añaden al apoyo a una resistencia justa y legítima.


Manifestación en Bruselas - Domingo 11 de enero de 2009. Foto: Samuel

He traducido un texto de Esther Benbassa y François Burgat que plantea la cuestión de manera acertada. Fue escrito en 2006, con motivo de otros ataques sobre Gaza, poco tiempo después de que Hamas ganara las elecciones legislativas en los territorios ocupados. Hoy leo que John Brown hace algo parecido en su blog, donde también cita a Burgat. Espero que ambos textos sirvan para pensar. 

[Por cierto, tal día como hoy hace 17 años tuvo lugar el golpe de Estado en Argelia que derogó otras elecciones e inició la guerra de la junta militar contra el movimiento islamista. Y el 9 de enero decenas de miles de jóvenes argelinos salieron a la calle para apoyar a los palestinos y desafiar la prohibición del gobierno.]

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No al boicot de Hamas

Esther Benbassa y François Burgat
Libération, 5/6/06

* La negación de la legitimidad del movimiento palestino frena la marcha hacia la paz

"¿Por donde pasa la frontera entre el Islam y el terrorismo, el musulmán frecuentable y el agente de Bin Laden, el buen « ciudadano » y el villano « comunitarista », el palestino que resiste a una despiadada ocupación militar y el « partidario de los integristas » ? De la lectura de los discursos dominantes en Europa y en Francia, se nos hace cada vez más dificil de decirlo: para ser un interlocutor aceptable, parece que un musulmán debe ser no solamente « laico », sino también abdicar, copa de vino en mano, los signos de su pertenencia religiosa y/o cultural.  Si no, los miedos que suscita son capaces de desestabilizar algunos elementos de la intelligentsia francesa, hacer tambalear sus principios sacrosantos (República, ciudadanía, laicidad, etc.) o llevarles a emplearlos de manera poco rigurosa y sesgada.

La larga lista de razones de tipo humanitario para retomar el apoyo a la economía agonizante de la Palestina ocupada ya ha sido puesta sobre la mesa. ¿Todavía es necesario reafirmar su pertinencia y sacudir la hipocresía y el inmobilismo de Francia y de Europa? Pero la mera gestión « humanitaria » sigue siendo insuficiente y, llegado el momento, contraproducente. Exige contorsiones diplomáticas y jurídicas intolerables: esquivar el resultado de uno de los raros escrutinios celebrados en un país árabe (bajo estrecha supervisión internacional) para que no sea contestado.

Hamas « rechaza reconocer Israel ». Pero diez años después del reconocimiento de la OLP, ¿dónde se encuentra el reconocimiento recíproco de un Estado palestino por Israel, cuyas fronteras fluctúan según la conveniencia de sus mayorías electorales y de las anexiones en Cisjordania? Hamas rechaza el abandono de la violencia, se nos asesta cotidianamente a modo de análisis. Sin embargo, durante dieciocho meses, declaró una huelga explícita que mantuvo. ¿Qué decir en cambio del recurso sistemático a los asesinatos  « selectivos » (ejecuciones extrajudiciales), de las casas destruidas por centenas, del cañoneo incesante de la gran prisión « cerrada» de Gaza ? Hamas, finalmente, « no quiere reconocer los acuerdos de paz ». ¿E Israel, que no los respeta desde hace años, desde la Hoja de Ruta al plan saudí de 2002  (aprobado por la Autoridad Palestina, la Unión Europea, Estados Unidos y la ONU)? Todo esto no significa, desde luego, que no haya que incitar a Hamas (cuyo desarrollo en otra época habría sido alentado por Israel para dividir el campo palestino) a abandonar definitivamente los hábitos del terrorismo por los de la negociación y a reconocer a Israel.  Pero para ello hay sin duda otras vías que la negación pura y simple de su legitimidad.

¿Cómo se ha llegado con semejante inconsciencia a justificar el boicot de las urnas y, de la misma manera, a escamotear el derecho internacional, entre otras cosas? ¿Cómo el unilateralismo de la acción occidental logra triunfar tan fácilmente? Mirándolo de cerca, si el rechazo de justicia que hacemos a « sus » urnas y a « nuestros » principios democráticos no suscita más protestas es porque mobiliza de nuevo la magia de los miedos instintivos del otro que « habla musulmán », y sería por tanto teócrata. Tampoco en Israel hay separación absoluta entre el Estado y la religión. ¿Basta ello para declararlo no democrático ? Su fundación también fue precedida por actos terroristas judíos contra el ocupante británico. ¿Descalifica para siempre a los israelíes para crear un Estado moderno? ¿Y qué decir del peso de estos partidos ortodoxos y ultraortodoxos (no especialmente feministas ni tolerantes hacia las lesbianas-gays-bisexuales-transexuales) sin los cuales toda coalición parlamentaria es a menudo imposible? 

Cuando se trata de musulmanes, principios éticos y políticos no operan de la misma manera.  « ¿Puede ser de los nuestros aquel que rechaza beber su copa como los demás? » A esta pregunta, de Philippe de Villiers a Charlie Hebdo, pasando por sectores enteros de la derecha y de la izquierda parlamentaria, un vasto « frente nacional » responde enérgicamente no. De hecho, Hamas no amenazaría solamente la existencia del Estado más poderoso de la región, sostenido por la primera potencia mundial. Pondría también en peligro la « modernidad », la racionalidad de las « Luces » y, argumento supremo que se reitera sin cesar, ¡los derechos de las mujeres y los de todas las minorías! Ahí residen los motivos no confesos de las medidas adoptadas contra el nuevo gobierno palestino. Todo ello sin preguntarse por qué los palestinos votaron por Hamas. Y sin medir los riesgos de una guerra civil que hundiría al país en la miseria y en un callejón sin salida.

Nuestro apasionado interés por la « liberación de las mujeres musulmanas », amenazadas por los « integristas », acaba insensiblemente, en el caso de Palestina, anteponiéndose a la defensa de la humanidad la más elemental. Ellas sólo merecen nuestra atención humanista a causa de la naturaleza de la amenaza que se identifica: la violencia machista de estos hombres barbudos que sin embargo ellas han elegido de forma masiva, y no la de los bulldozers o las de las balas del ejército que perpetúa su ocupación. Estas mujeres y sus próximos, ¿son asfixiadas económica y financieramente, expropiadas de sus viviendas o eliminadas por las balas del ejército de ocupación? Poco importa: conservamos intacta nuestra conmoción para « luchar contra el integrismo » de Hamas. A riesgo de avalar la humillación y la miseria que resultan de la suspensión de la ayuda internacional y de la confiscación de las tasas aduaneras por Israel, y que claramente no pretenden hacer recular el integrismo ni el terrorismo sino, por el contrario, alimentarlo. 

Los proyectores de algunos de nuestros « periodistas de investigación » y las « Luces» de nuestros grandes filósofos mediáticos se guardarán bien de aclarar este lado de las tinieblas de nuestro tiempo. Desde que, en la Argelia en guerra, la esposa del general francés Jacques Massu explicaba a las argelinas que Francia debía quedarse allí para « quitarles el velo » y por tanto liberarlas, esta « tribalización de lo universal » que constituye la desviación y la instrumentalización del combate de las mujeres al servicio de las lógicas de dominación continúa con el mismo ardor y, desgraciadamente, la misma eficacia.

A golpes de cañón, sin pan y, sobre todo, sin respeto, no se « moderniza » a nadie. Nuestras ideas « iluminadas » necesitan pragmatismo, más que estos fantasmas que agitamos para justificar políticas de las que Occidente ha sido tan ávido en el siglo XX y a las que continúa siendo aficionado en el siglo XXI, susceptibles de llevar al callejón sin salida de la confrontación sin fin. "

Escrito por: Samuel.2009/01/11 20:54:59.441000 GMT+1
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2009/01/10 12:04:7.453000 GMT+1

El precedente

"Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas.
¡Y los mismos, los mismos poetas!
" León Felipe

He podido encontrar por internet un documental del honesto periodista John Pilger: Paying the price: killing the children of Iraq (ver más abajo). Recuerdo que me había gustado mucho porque en la época en que se realizó, en 2000, a casi nadie le importaba un pimiento lo que estaba sucediendo en Iraq. Entonces el país se encontraba exhausto tras años de duras sanciones, sin parangón en la historia contemporánea (el caso cubano es una broma en comparación). El Programa Petróleo por Alimentos, en lugar de aliviar la suerte de los iraquíes, formaba parte de la estrategia de sometimiento y era fuente de toda clase de corruptelas. Y desde 1998 el país venía siendo bombardeado regularmente por la aviación de Estados Unidos y Reino Unido, acciones que recuerdo que si acaso se mencionaban únicamente en la sección de "Breves" de algún periódico. 

Ya he comentado aquí las similitudes entre el experimento de Gaza y el programa de acoso y derribo desarrollado por Estados Unidos en Iraq. La gran diferencia es que en la ratonera de Gaza es mucho más fácil aplicar con eficacia un bloqueo que asfixie a la población y aterrorizarla con misiles que multiplican su poder destructivo en un territorio densamente poblado.

Ahora que, por comparación con el desastroso gobierno de George W. Bush y por memoria selectiva, se tiende a idealizar los dorados años noventa, no voy a dejar de insistir en el hecho de que fue un gobierno demócrata, cuando sólo se hablaba de los neoconservadores por su obsesión por los líos de faldas del presidente, el responsable de los crímenes que relata el documental. Eso sí: de forma multilateral (ONU) y por razones humanitarias.

El título de la película de Pilger hace referencia a una frase de Madeleine Albright. En el programa de televisión 60 minutos, el 12 de mayo de 1996, el periodista Lesley Stahl le preguntó a Madeleine Albright, entonces embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (y más tarde secretaria de Estado):

"Hemos oído decir que en Irak han muerto medio millón de niños (a causa de las sanciones y el embargo). Más que en Hiroshima. ¿Vale la pena pagar ese precio?"

El periodista se refería a un informe de Unicef. Albright respondió: "Es una decisión difícil, pero creo que el precio vale la pena pagarlo" ("This is a very hard choice, but we think the price is worth it"). En la película desfilan también Bush padre, Tony Blair y miembros de la administración Clinton. Las declaraciones de todos ellos no difieren sustancialmente de lo expresado en varias ocasiones por la antigua espía del Mossad Tzipi Livni y por Ehud Barak.  ¡Las mismas, las mismas mentiras!.

Al enfatizar la suerte de los niños iraquíes, John Pilger trata de encontrar la compasión y comprensión del público occidental al que se dirige. La imagen de un niño está virgen de todo aquello que cualifica al Otro como tal, aquellos elementos que pueden interferir en nuestra valoración moral (hiyab, velo, barba, idioma, etc.). Para mí, esta insistencia sobraba. Además, la sofisticada propaganda ya ha encontrado mecanismos para sortear esta acusación. Por más que mostremos niños llorando, muertos o ruinas, poco importa. Los culpables son precisamente los padres, los barbudos, las veladas, chillones y salvajes, los que se resisten a ser víctimas.

Afortunadamente, John Pilger es más elegante, y al principio de la película nos interpela del siguiente modo:

"¿Qué sucede cuando la vida civilizada moderna desaparece? Imaginen que toda las cosas que damos por descontado de repente ya no están disponibles o están severamente limitadas, como el agua potable, alimentos frescos, sopa, lápices, papel, libros, bombillas o medicinas. Imaginen que cuando caen enfermos tienen que vender los muebles para poder comprar medicamentos, cuando te extraen una muela no hay anestesia, ningún país comercia con el tuyo y tu dinero no vale absolutamente nada. Pronto tus niños se convierten en mendigos. Es como si el mundo entero hubiera condenado toda tu sociedad a una muerte lenta...Esto es lo que ha sucedido en Iraq, donde casi diez años [en 2000] de extraordinario aislamiento impuesto por la ONU y ejecutado por Estados Unidos y el Reino Unido han matado más gente que las dos bombas atómicas lanzadas sobre Japón.

En 2000, antes del fatídico año de 2003, Pilger nos pedía que imagináramos, que nos pusiéramos en lugar del otro. Lo mismo vale para la Franja de Gaza de los últimos años. Pero se ve que cuesta cuando se trata de árabes o musulmanes. En estos días leo el periódico y veo la televisión, y recuerdo una frase de Edward S. Herman que suele citar Pilger : "Es función de los expertos, y de los medios corporativos, normalizar lo inimaginable para el gran público."

Si se animan a ver el documental, presten atención a los iraquíes que aparecen. A lo que todavía quedaba de país. Estremece pensar en todo lo que ha sucedido desde entonces.


Paying the price: killing the children of Iraq
(2000).
Dirigida por John Pilger. Pulsar para ver más grande.

Escrito por: Samuel.2009/01/10 12:04:7.453000 GMT+1
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2009/01/08 00:22:55.418000 GMT+1

Formas de contarlo

Los gobiernos y la prensa europea, también la que se presenta o es calificada como "progresista", asumen por lo general los principales argumentos del gobierno de Israel. Básicamente, que todo ataque israelí es una respuesta a alguna acción palestina calificada de "terrorista". Este axioma es compartido por casi todos, incluso por organizaciones que se dicen defensoras de los derechos humanos. La diferencia con la prensa estadounidense es que suelen añadir el término "desproporcionado", lo que no hace sino constatar una evidencia, pero que de ningún modo implica un trato más favorable para los palestinos. Dan a entender que hay un castigo (es decir, una sanción o respuesta a una acción previa), merecido o necesario, aunque excesivo (y aquí se añade la coletilla de colectivo). El comunicado del gobierno español sobre la intervención militar israelí resume muy bien esta posición:

"Ha expresado además su firme condena de la irresponsable provocación de Hamás por el lanzamiento de cohetes así como de la respuesta desproporcionada de las Fuerzas Armadas israelíes."

Para mucha gente, esto es motivo suficiente como para calificar a un gobierno o a un medio de comunicación como filo-palestino. Simplemente por no hacer una apología explícita del genocidio. El prestigioso columnista del Washington Post, coleccionista de premios Pulitzer, Richard Cohen, criticaba en julio de 2006, durante los bombardeos israelíes sobre Líbano que provocaron más de un millar de muertos, el reproche europeo sobre la desproporcionalidad. Y concluía diciendo lo siguiente:

"Israel is, as I have often said, unfortunately located, gentrifying a pretty bad neighborhood. But the world is full of dislocated peoples, and we ourselves live in a country where the Indians were pushed out of the way so that -- oh, what irony! -- the owners of slaves could spread liberty and democracy from sea to shining sea. As for Europe, who today cries for the Greeks of Anatolia or the Germans of Bohemia?"

La referencia a los indios americanos lo dice todo. Por su parte, el escritor israelí Abraham B. Yehoshúa, en una entrevista al diario El País, que lo presenta como "profeta laico" y de izquierdas, afirmaba algo parecido de otra manera:

"La comunidad internacional dice que es una respuesta brutal y demasiado fuerte. La gente habla de David contra Goliat, pero hay que darse cuenta de que la capacidad de sufrimiento de los palestinos es mucho mayor y eso les hace más fuertes. Por eso nuestra respuesta tiene que ser mucho mayor, porque hay que hacerles entender que tienen que parar los cohetes. Una respuesta moderada no les impresionaría. Cerramos los pasos fronterizos, cortamos la electricidad y eso no les hizo pensar en parar los disparos."

La virtud que tienen tipejos como Cohen y Yeshohúa frente al fariseísmo europeo es la franqueza.

No pretendo recopilar las estupideces, mentiras o sutilezas de la propaganda informativa. Ya hay observatorios, periodistas y particulares que se encargan de ello. Pero visto el éxito de la misma, sugiero que cuando leamos un artículo o editorial por lo menos nos preguntemos lo siguiente:

  • ¿Cuántas veces se mencionan informes o resoluciones de la ONU?
  • ¿Cuántas veces se mencionan informes, comunicados o investigaciones realizadas por organismos de derechos humanos?
  • ¿Se han usado los términos "ocupación/ocupado" de manera correcta?
  • ¿Se muestran mapas sobre el Estado palestino que propone Israel en las negociaciones?
  • ¿Se muestran mapas que muestren el control real de las autoridades palestinas sobre el territorio ocupado junto con los checkpoints, colonias y vías de comunicación israelíes?
  • ¿Cuántas veces se empleó la palabra "terror" o "terrorista" para describir a los palestinos o a acciones palestinas? ¿Y cuántas para describir las acciones israelíes? 
  • ¿Cuántas veces se empleó la palabra "violencia" para describir las acciones palestinas frente a las israelíes?
  • ¿Se empleó la palabra "respuesta" para describir las acciones palestinas?
  • ¿Se describen las acciones palestinas en su contexto? (por ejemplo, "milicianos palestinos lanzaron cohetes después de que Israel cerrara el acceso a Gaza de alimentos y medicinas")?
  • ¿Cuántos detalles personales acerca de las víctimas palestinas incluye la noticia, en comparación con las víctimas israelíes?
  • ¿Emplea la narración de forma adecuada las palabras "presunto" o "supuesto"?
  • ¿Cuántas citas directas de palestinos incluye la narración de la noticia?
  • ¿Menciona el editorial el hecho de que los palestinos se encuentran bajo ocupación israelí?
  • ¿Lamenta el editorial el sufrimiento del pueblo palestino?
  • ¿Emplea el editorial la palabra "condena" para referirse a las acciones militares israelíes?
  • ¿Menciona el editorial el hecho de que Israel es receptor de ayuda militar y económica de Estados Unidos?
  • ¿Menciona la noticia o el editorial el hecho de que la Unión Europea acaba de mejorar las relaciones bilaterales con Israel, y que nunca ha aplicado la cláusula de derechos humanos prevista en el vigente acuerdo de asociación?
Algunas de estas preguntas y otras más pueden encontrarse en un viejo sitio web desactualizado, el de Palestine Media Watch (no confundir con otra web propagandística sionista, con siglas parecidas).

Escrito por: Samuel.2009/01/08 00:22:55.418000 GMT+1
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2008/12/30 11:32:50.468000 GMT+1

Llueven bombas sobre mojado

Leo los comentarios que publican los israelíes en sus medios de comunicación o en la prensa internacional. Uno de ellos resume la tónica habitual del resto: "no podemos ir al colegio o vivir normalmente. En Sderot y las demás ciudades del sur de Israel tenemos que ir a refugios y tenemos síndromes post traumáticos." El propio gobierno israelí reconoce en un texto propagandístico que los cohetes (caseros y de calidades muy diversas, aunque aquí no distingan) son mucho menos letales que los atentados cometidos por suicidas "pero tienen un efecto devastador en la vida cotidiana y el sentido de seguridad de los 200.000 residentes del Negev occidental."  El texto no aporta datos sobre víctimas mortales y heridos -para no quedar en ridículo-  e insiste en que el "daño provocado por los cohetes [...] no puede ser medido sólo con estadísticas sobre muertos o heridos". El principal daño que producen los cohetes palestinos es que impiden vivir normalmente en una contexto anormal (sometimiento colonial de los palestinos, asfixia de Gaza, saqueo -lento, pero sostenido- de sus tierras más valiosas en Cisjordania).

El precio de la normalidad israelí -llevar la vida que podemos llevar en Europa o en Estados Unidos, es decir, con miedos mucho más llevaderos- es el sometimiento del otro. La tranquilidad de unos exige que los otros vivan aterrorizados. No es habitual leer que los palestinos viven con miedo. La seguridad es patrimonio exclusivo de los israelíes. Son los israelíes los que sienten el miedo. Son humanos con los que podemos empatizar y que se dirigen a nosotros en un lenguaje civilizado como es el inglés, sin gesticulaciones salvajes que no entendemos.

Quienes se centran exclusivamente en el miedo provocado por los cohetes caseros palestinos deberían pararse a pensar un momento sobre lo que están diciendo. Y establecer la fácil comparación con la lluvia de misiles, muchísimo más letales, que caen desde los F-16 israelíes sobre una población pauperizada. No es la primera vez que Gaza es bombardeada, pero nunca había sido con tanto ensañamiento. Si viven en determinadas ciudades españolas o europeas, podrían preguntar a sus abuelos sobre sus sentimientos cuando de niños escuchaban los silbidos de las bombas y el estruendo de su impacto.

Tiene razón Santiago Alba Rico. Si el "modelo Auschwitz" de la barbarie humana ha pasado a la historia como encarnación del mal absoluto, el "modelo Hiroshima" (o mejor, Hiroshima-Dresde), la destrucción total que llueve desde el cielo, absuelto por la justicia de los vencedores, sigue campando a sus anchas sin ser objeto de crítica ni de condena. Un modelo basado precisamente en el terror. Existen campañas que promueven la prohibición de las bombas de racimo, lo cual me parece muy bien. Pero podría hacerse una campaña con cada uno de los ingenios, a cual más mortífero e indiscriminado, que pueden soltar los aviones de combate. Ya va siendo hora de cuestionar seriamente el terror y el exterminio a distancia (privilegio de los poderosos), por más que lo sigan adornando -ya cansa- con eufemismos como "ataques selectivos" y mentiras como "daños colaterales" o "escudos humanos".

Mientras, el gobierno israelí prepara una ofensiva terrestre. Sabra y Chatila sin intermediarios. Se atreve incluso a hablar de "guerra hasta el final" (all-out war) como Francisco Franco, o como aquel que propuso una solución final para la "cuestión judía". La única solución posible para los que se niegan a "hablar con terroristas".

Escrito por: Samuel.2008/12/30 11:32:50.468000 GMT+1
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2008/12/28 20:42:12.480000 GMT+1

Sangrienta inocentada

Debido a las muy precarias condiciones sanitarias existentes en Gaza, como consecuencia del espantoso bloqueo llevado a cabo por Israel desde hace dos años, a los centenares de muertos provocados por los bombardeos israelíes pronto habrá que sumar los muertos de quienes no hayan podido acceder a los cuidados más elementales, junto a un nuevo incremento de la pobreza extrema y la desnutrición. Concretamente, el bombardeo de los túneles que conectan Gaza con el exterior no se dirige tanto a evitar el tráfico de armas como cualquier tipo de tráfico incluyendo el de alimentos y medicinas. Los túneles pusieron en evidencia la efectividad del cierre del mayor campo de concentración del mundo. Sólo Israel puede decidir cuándo y cómo pueden los habitantes de Gaza acceder a productos de primera necesidad, en la creencia de que así acabarán con el movimiento de resistencia de Hamas. Es el gran experimento del que habló Uri Avnery en 2006:

"¿Es posible obligar mediante el hambre a todo un pueblo a someterse a una ocupación extranjera? Una interesante cuestión, sin duda. Tan interesante, de hecho, que los gobiernos de Israel y de USA, en estrecha colaboración con Europa, se encuentran en estos momentos realizando un riguroso experimento científico destinado a obtener una respuesta definitiva al respecto.

El laboratorio elegido para el experimento es la Franja de Gaza, y los conejillos de indias son el millón y cuarto de palestinos que allí viven."

Sólo el hecho de retirar las colonias judías para poder llevar a cabo el experimento ha logrado recrear una ilusión: Gaza ya no es un territorio ocupado sino una entidad hostil, una especie de tumor que debe ser extirpado, o al menos contenido, como una enfermedad crónica. El racismo de semejantes términos no es gratuito, impregna toda la política israelí: hace poco la Ministra de Asuntos Exteriores y candidata a primera ministra Tzipi Livni declaró que la creación de un Estado palestino (bantustán querría decir) podría ser una solución para las aspiraciones nacionales de lo que allí llaman árabes israelíes.

La colaboración europea en este desastre es decisiva. La Unión Europea no se ha apeado de la catastrófica decisión de no reconocer la legitimidad democrática de las elecciones legislativas que ganó Hamas en enero de 2006, hecho que está en el origen de este prolongado y cruel asedio. Hamas sigue en una lista de organizaciones terroristas que para lo único que ha servido es para ratificar la política militarista de los neoconservadores estadounidenses e israelíes. Y para colmo, el Consejo de la Unión Europea aprobó el pasado 9 de diciembre mejorar sus relaciones con Israel, ante la presión de Nicolas Sarkozy.

La excusa de la protección de los habitantes del sur de Israel es tan débil que la cadena BBC se puede permitir preguntar al ministro de defensa tengo-una-oferta-que-no-puedes-rechazar Ehud Barak si no se trata más bien de la campaña electoral y de enviar mensajes envenenados a la nueva administración Obama. La respuesta repite el cinismo de Bush (padre e hijo) o Blair: "no tengo nada contra los habitantes de Gaza", "hice todo lo posible por evitarlo", etc.. Sin embargo, el diario Haaretz ya ha revelado que el ataque había sido preparado desde hacía seis meses, es decir, desde que se acordó el alto el fuego con Hamas, formalmente roto hace unos días. 

Que sea precisamente el laborista Ehud Barak el artífice de los bombardeos tiene su miga. Barak parece enviar recuerdos a Hillary Clinton, futura secretaria de Estado, y a su marido, con quien enterró el proceso de Oslo en Camp David (2000). Fueron Barak y Clinton quienes abrieron el camino para Ariel Sharon, el responsable de las matanzas de Quibya (1953), Shabra y Shatila (1982) y Jenín (2002), ahora en coma. Se están haciendo comparaciones entre la intervención israelí y la operación "conmoción y espanto" que dio paso a la invasión y ocupación de Iraq en 2003. Pero si en algo se parece el experimento iniciado por Sharon en Gaza es al que intentó Clinton en Iraq durante los años noventa: contener Iraq mediante un bloqueo económico brutal (el shock del que habla Naomi Klein) que reduzca a todo un pueblo a un estado de inanición con respiración asistida (en Iraq, el programa petróleo por alimentos).

Después de años de embargo y ataques esporádicos, Bill Clinton ordenó, como ha hecho ahora Barak, el bombardeo de Iraq en diciembre de 1998. Se cumplen diez años de la Operación Zorro del Desierto, que supuso un punto de inflexión en la estrategia aplicada hasta entonces. Carlos Varea, en la presentación de un libro de Hans von Sponeck, recordaba el año pasado cómo el Coordinador Humanitario de Naciones Unidas en Iraq

"fue testigo —y protagonista— privilegiado del punto de inflexión determinante en la evolución de la estrategia de EEUU y Reino Unido contra Iraq, el marcado por la mencionada Operación Zorro del Desierto, desencadenada por la Administración Clinton a finales de 1998: la sustitución por parte de EEUU de la estrategia de prolongación indefinida de las sanciones contra Iraq —llamada también de contención— por la de cambio de régimen político en Bagdad. De manera habitual, y erróneamente, se asocia la llegada a la Casa Blanca en enero de 2001 del presidente Bush hijo (y con él la de los denominados neocons, muy vinculados al negocio petrolero) con la decisión de EEUU de invadir Iraq, decisión cuya ejecución habría sido favorecida mediáticamente por los posteriores ataques del 11 de septiembre de ese mismo año. Pero no es así. El derrocamiento del régimen iraquí utilizando medidas más agresivas y directas que la simple prolongación del embargo, incluida la opción militar, fue una decisión tomada por la anterior Administración demócrata, la presidida por Clinton."

La cuestión es qué Clinton y qué Obama veremos en la secretaría de Estado. El gobierno de Israel les tiene preparado hechos consumados en forma de ruinas y muerte, con apoyo de los neoconservadores estadounidenses. La UE ya ha dado su palmadita en la espalda. Intelectuales como Amos Oz, respetados por nuestra gente respetable, han aplaudido. Los gobiernos árabes han protestado sin creérselo. Y Mahmud Abbas ha terminado de perder toda credibilidad.

Pero los inocentes son los de siempre.

Escrito por: Samuel.2008/12/28 20:42:12.480000 GMT+1
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2008/12/25 12:22:29.729000 GMT+1

Postales navideñas

El mundo en viñetas. Mucho más en viñetódromo.
¡Que pasen unas felices fiestas!



Steve Bell - Reino Unido


Khalil Bendib - Estados Unidos


Andrés Boligán - México


El Roto - España



Nik - Argentina


Chappatte - Suiza


Miguel Rep - Argentina


Dilem - Argelia


Damien Glez - Burkina Faso

Escrito por: Samuel.2008/12/25 12:22:29.729000 GMT+1
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2008/12/20 16:47:21.533000 GMT+1

Americanos, os recibimos con alegría...

No he encontrado, en los medios de comunicación canarios, ninguna referencia a la siguiente noticia: el Cabildo de Tenerife aparece en la lista de contribuyentes a la Fundación Clinton que acaba de ser publicada en la página web de dicha organización. Según la Fundación Clinton, el Cabildo habría aportado una cantidad situada entre los 25.000 y los 50.000 euros.

En julio de 2005 el ex presidente Bill Clinton visitó la isla de Tenerife, invitado por el Cabildo de la isla y un grupo de empresarios, en uno de los episodios más esperpénticos y berlanguianos de la política canaria. Teniendo en cuenta el caché de la estrella, la visita no salió gratis. Costó unos 300.000 euros. Según Ricardo Melchior, todavía presidente del Cabildo de Tenerife, ninguna administración pública canaria aportó un solo euro. Pero parece que sí, que entonces Clinton sí recibió dinero público.

Clinton en Tenerife
Vaya par. Bill Clinton y Ricardo Melchior, presidente
del Cabildo de Tenerife, con el inevitable toque
folclórico - 25 de julio de 2005. Fuente: EFE


Detrás de la "histórica" visita estaba el ubicuo Juan Verde: responsable de la delegación canaria de la Cámara Americana de Comercio en España, presidente de The Climate Project Spain -el negocio que ha montado Al Gore a cuenta del cambio climático- y asesor en las campañas electorales de los candidatos presidenciales demócratas. El diario La Opinión de Tenerife difundió hace poco un vídeo -que no cuelgo por vergüenza ajena- que muestra a un exultante Juan Verde en la noche del triunfo electoral de Barack Obama. Lo que dice no tiene desperdicio: "Estamos ante una de las noches más históricas de la humanidad. Desde luego para Estados Unidos, hacían (sic) décadas que no se veía algo así."

El objetivo de Verde y de los empresarios que jugaron al golf con Bill Clinton no es otro que vender Canarias como puerta de entrada al África occidental: una plataforma logística y de servicios que ayude a las empresas estadounidenses a hacer negocios en África, con la excusa de la ayuda al desarrollo. El proyecto más conocido es el del NAP, la construcción en Tenerife de una infraestructura de telecomunicaciones que facilite la conexión de África con América y Europa. Sin embargo, los socios norteamericanos que participan en el proyecto hacen dudar del carácter meramente técnico de este proyecto y de su neutralidad en relación con las necesidades militares de los Estados Unidos. "Nos ayudará a situarnos en el mapa", justificó en su momento Melchior. O en el ojo del huracán. El renovado interés de los Estados Unidos por África está estrechamente vinculado con el acceso a los hidrocarburos y otros recursos naturales y está apuntalado por una estrategia militar que incluye la creación de un mando militar específico para África, el Africom. No sería la primera vez que se intenta promover Canarias como zona estratégica para el ejército estadounidense o la OTAN: ahí tenemos los intentos por implantar una lanzadera en El Hierro, o radares en El Hierro y en Tenerife.

El presidente del Cabildo correspondió la visita con varios viajes a Estados Unidos en 2006 y en 2007, para participar en sendos eventos organizados por la Fundación Clinton. Ahora promete que Barack Obama visitará Tenerife, con ayuda, cómo no, de Juan Verde, quien asegura que Obama conoce las islas gracias a él.  Pero la estrategia consistente en atraer capitales estadounidenses a la isla se ha dado de bruces con la crisis financiera. Además, la cola de gente que espera un retorno de su inversión es larga: son más de doscientas mil las personas que han contribuido a la Fundación Clinton, y muchos los que han invertido bastante más de cincuenta mil euros. Dinero y viajes sobre los que el Cabildo de Tenerife debería dar explicaciones más convincentes que la ayuda al desarrollo o la promoción turística.

Escrito por: Samuel.2008/12/20 16:47:21.533000 GMT+1
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