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2010/01/19 09:24:5.977000 GMT+1

El pecado original de Haití

"Haití es una rebelión que se hace llamar república" Chicago Tribune, 5 de septiembre de 1915

El 14 de agosto de 1791, una semana antes de que los esclavos de Saint Domingue se alzaran contra sus amos, un grupo de esclavos y cimarrones se reunieron en una zona boscosa del Norte de la isla, llamada Bois Caïman, para celebrar una ceremonia dirigida por el ex esclavo y sacerdote vudú Dutty Boukman y una sacerdotisa mulata. El rito consistió en un pacto de sangre, mediante el sacrificio de un cerdo negro y la ingestión de su sangre por los asistentes, que prometieron acabar con todos los blancos de Saint Domingue.

Así suele relatarse el principio de la revolución que, tras trece años de guerras civiles, conduciría a la proclamación de la primera república negra moderna, la única surgida de las ruinas del sistema esclavista, y el primer país que abolió la esclavitud en tierras americanas. No debería extrañar, por tanto, que hace unos días, en plena conmoción por el terremoto que arrasó el país, el ultrareaccionario telepredicador evangelista Pat Robertson se refiriera a dicho pacto como un "pacto con el diablo" e hiciera al pueblo haitiano merecedor de su trágica suerte. El pecado original trasciende los siglos.

El impacto que tuvo en aquel entonces la exitosa revuelta de los esclavos negros (la mayoría, nacidos en el África subsahariana y transportados a la isla, tan elevada era la tasa de mortalidad) fue enorme, por lo que Francia, España, Gran Bretaña y los nacientes Estados Unidos hicieron todo lo posible por contener la onda expansiva de la revolución haitiana y hacer naufragar la experiencia. Estados Unidos aprobó en 1806 un embargo comercial y Francia logró imponer un resarcimiento millonario por la pérdida de las plantaciones, a cambio del fin del acoso militar y el reconocimiento del nuevo Estado (1825), uno de los primeros ejemplos de intervencionismo por medio del mecanismo de la deuda externa, factor que ha condicionado toda la historia del país. Posteriormente, Estados Unidos ocuparía el país entre 1915 y 1934. No fue la primera intervención militar, tampoco sería la última.

En el plano simbólico, Haití sería condenada al ostracismo. Las consecuencias de todo ello han sido menos evidentes que las de la intervención occidental. El evento revolucionario haitiano tuvo la misma relevancia -para una parte del mundo, más- que las revoluciones inglesa, estadounidense o francesa, pero acabó convertida en anécdota (o mero daño colateral de 1789) y su memoria, borrada. El pecado tenía que ser lavado. La razón principal es que, a diferencia de aquéllas, la revolución haitiana atacó de lleno la propiedad privada, al proclamar la libertad de los esclavos, e hizo tambalearse al capitalismo de la gran plantación colonial. Hay que tener en cuenta que en las décadas que precedieron a la independencia, Saint Domingue producía casi la mitad del azúcar y buena parte del café que se consumía en el mundo, y la colonia representaba nada menos que el 40 % del comercio exterior de la metrópolis francesa. La derrota de las tropas napoleónicas francesas en Saint Domingue fue uno de los factores principales para vender la Louisiana a los Estados Unidos. La victoria de los esclavos frente a las tropas bien pertrechadas de los franceses contradecía la imagen ideologizada del negro como un ser incapaz necesitado de un amo que lo dirija. Durante todo el siglo XIX, la reescritura de la historia por parte de una burguesía liberal que continuaría la empresa colonial con el reparto de África, hará de la esclavitud un arcaísmo medieval (cuando en realidad fue una institución básica del capitalismo mercantil) y la rebeldía haitiana se minusvalorará hasta el punto de que en el relato histórico dominante el fin de la trata se explica no por la fuga y la lucha de los esclavos sino por el descenso de la rentabilidad económica de las plantaciones (sin embargo, en Haití sucedía lo contrario) o la caridad de los abolicionistas blancos.

Con las demás revoluciones, la haitiana compartió conflictos entrecruzados (de raza, clase) y cierres en falso. La nueva elite, formada por oficiales del ejército de esclavos rebeldes y por mulatos y negros libertos (los "jacobinos negros" de C.L.R. James, que en 1789 poseían, pese a su subordinación política, un tercio de las tierras y una cuarta parte de los esclavos), tenía un proyecto de nación al estilo europeo que pasaba por integrar la república independiente en el concierto de las "naciones civilizadas", pese a la hostilidad de las grandes potencias. Para ello, se basó en las estructuras políticas y económicas de la antigua metrópolis a la hora de edificar el nuevo Estado.

La nueva república trató de mantener las plantaciones y los monocultivos de exportación, incluso con variantes de trabajo obligatorio, pese al rechazo de la población campesina. El Código Civil y los sucesivos Códigos Rurales (1826, 1864 y 1961), redactados a imagen de la legislación napoleónica francesa, pretendieron consagrar un sistema de propiedad ajeno por completo a los usos de la población rural mayoritaria. Sin éxito, como prueba la inexistencia, aún hoy, de catastro. Mientras, se promulgaron leyes contra vagos y maleantes que prohibieron la libre circulación entre pueblos y ciudades a quienes no fueran propietarios y las leyes penales (1835, 1935) criminalizaron oficialmente la práctica del vudú, aunque en la práctica el Estado (ya estuviera dirigido por Duvalier como por Aristide) tratara más bien de manipularlo. Como explica Joan Gimeno Prats en la obra colectiva "La frontera ambigua" (Ed. Bellaterra, 2007), coincidiendo por cierto con el análisis de Yann Moulier Boutang sobre la esclavitud, "el objetivo por parte del Estado era el de asegurarse el control y fijación de la población campesina" en las plantaciones. Sin embargo, no pudieron evitar un segundo gran movimiento de cimarronaje al interior montañoso del país o hacia la República Dominicana, donde podían cultivar la tierra sin servidumbre.

La destrucción del mundo rural haitiano no ha permitido consolidar un Estado nacional con una sociedad civil formada por ciudadanos en el sentido europeo liberal del término. La exportación masiva de madera durante el siglo XIX para pagar la deuda contraída con Francia inició la deforestación que suele achacarse en exclusiva a los propios campesinos negros. La erradicación del cerdo creole, objeto de sacrificio en Bois Caïman, bajo la dictadura de Duvalier a instancias de los Estados Unidos, dio paso a la importación del cerdo norteamericano, cuyo mantenimiento es mucho más caro y obliga a la importación de productos estadounidenses. Y la liberalización comercial de los años 80 favoreció la importación masiva de arroz subvencionado proveniente también de los Estados Unidos, lo que arruinó la producción local y provocó que los haitianos importen la mayor parte de los alimentos que consumen (equiparándose así con el resto de islas y países caribeños, incluyendo Cuba). Estos factores han conducido a una modificación sustancial de los flujos migratorios: del cimarronaje hacia las montañas al desplazamiento hacia los suburbios de Port-au-Prince y la emigración hacia el exterior (República Dominicana, Estados Unidos y Europa). Pero, como en África, la urbanización no ha zanjado las contradicciones de la Modernidad capitalista en una tierra cuyos habitantes se han resistido a identificarse con el homo oeconomicus que el desarrollismo teológico promueve como medida de toda humanidad. 

A la necesaria ayuda de emergencia que necesita el país tras el terrible terremoto que el pasado 12 de enero arrasó la capital, y a la solidaridad internacional de los televidentes, probablemente no le siga una cooperación realmente fraternal, que anule la deuda externa o que muestre una genuina hospitalidad acogiendo a sus emigrantes sin pedir o hacer cuentas. Vuelven los marines estadounidenses mientras algunos gringos reflexionan sobre cómo hacer de la necesidad virtud. Volverán las ONG, ya presentes de forma masiva en un país que ya estaba ocupado y co-gestionado por las tropas de la Minustah (con amplia presencia de soldados enviados por gobiernos latinoamericanos de izquierda). Ya se trate del puño de hierro norteamericano o de la gestión "suave" y multilateral de la ONU, los objetivos finales no serán muy diferentes. Todos buscan, de un modo u otro, redimir a los haitianos de su pecado original.

Escrito por: Samuel.2010/01/19 09:24:5.977000 GMT+1
Etiquetas: quilombo estados-unidos capitalismo deuda-externa haití esclavitud onu | Permalink | Comentarios (7) | Referencias (0)

Comentarios

Los primeros que gritaron "La liberté ou la mort", "Libertad o muerte" lo han pagado muy caro. Como lo pagaron la Rusia de los soviets, la España revolucionaria o la Cuba revolucionaria a las que también se aplicaría muy bien el comentario del editorialista del Chicago Tribune del año de la invasión norteamericana de Haití: "una rebelión que se hace llamar república". Traducido en términos afroamericanos, un quilombo. Más allá de la forma republicana estaba la revolución, en la medida en que la república de Haití como la soviética, como la cubana, como las zonas donde prendió la revolución en la España republicana ponían en cuestión el sacrosanto principio de propiedad. Como recordaba Linguet: "L'esprit des lois c'est la propriété"(El espíritu de las leyes es la propiedad). Fuera de la propiedad, según todas las burguesías, esclavistas o progresistas, sólo puede haber barbarie, una barbarie que justifica todas las intervenciones, los embargos y los bloqueos. Haití fue la primera Cuba. Por eso tiene que volver a haber en la propria Haití y en el resto del mundo "cien Haitís, muchos Haitís". De momento lo más urgente es oponerse a la intervención humanitaria americana denunciada en atroz soledad por Hugo Chávez, una intervención que, como en Bagdad ha empezado, no por el reparto de ayuda, sino por el control de los puntos neurálgicos de Puerto Príncipe y del resto del país. Felicidades de nuevo por tu oportunísimo texto. Juan Domingo

Escrito por: Juan Domingo.2010/01/19 18:31:46.096000 GMT+1
iohannesmaurus.blogspot.com

Suponía que escribirías sobre Haití, pero creía que harías alguna referencia a "El Reino De Este Mundo". Por supuesto que es una obra de ficción, pero una muy interesante acerca de la Revolución Haitiana, qué duda cabe. Y además la leí hace unos meses, vaya.

Estoy de acuerdo con tu tesis final. Ver tantos llamamientos a la solidaridad con Haití hasta en el metro ya me mosquea, y no puedo compartir mi escepticismo con todos mis conocidos, de tanto como ha calado la mentalidad biempensante. Te paso este enlace, ya que denunciabas el papel de los estados latinoamericanos en el país: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=99072

Un día hay que comentar esas declaraciones en la televisión pública venezolana sobre las "armas de terremotos" de EEUU. Estoy buscando el vídeo original para enterarme, porque de ser cierto que habló con tanta frivolidad, nos hace un flaco favor a quienes criticamos el intervencionismo de los Obama, Zapatero y Sarkozy. Un abrazo, Samuel.

Escrito por: Gonzaga.2010/01/21 14:22:10.579000 GMT+1

Estoy de acuerdo, Gonzaga. Me parece lamentable lo fácil que cae la autoproclamada "prensa alternativa" - y bocazas como Hugo Chávez, que acusa sin aportar pruebas- en historias conspirativas como la del proyecto Haarp, pasando por alto olímpicamente la existencia de una falla que cruza el país. Estados Unidos no necesita una máquina fantástica para justificar la invasión.

Escrito por: Samuel.2010/01/22 09:29:37.354000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel

Hola, Samuel:

Sobre Hugo Chávez estoy de acuerdo en que es un bocazas, pero no me consta que haya dicho lo que le atribuyes. De hecho, el video de Youtube remite al diario español ABC que a su vez no se remite a ninguna fuente y que puede que esté simplemente fabricando la noticia. No sería la primera vez. En el vídeo, la voz de Chávez está cubierta por la de la presentadora y no se entiende nada. Me da la impresión de que las imágenes son las de una conferencia en la que explica la catastrófica situación del sector eléctrico en su país y las soluciones que propone. Pero allí sólo habla en algún momento de los buques y aviones venzolanos cargados de instrumentos de samvamento y de combustible que Venezuela ha enviado a Haití.

Lo que hay en este momento es 1) una campaña informal de los teóricos de la conspiración de siempre  por internet para acreditar la imbecilidad de que el HAARP puede producir terremotos y 2) una segunda campaña destinada a crear confusión en torno a lo que sí que ha dicho Chávez: que se está produciendo al amparo del terremoto y de la consiguiente intervención humanitaria una invasión en toda regla de Haití.

La teoría de la conspiración es absurda cuando todos los desmanes y barbaridades se hacen a la luz del día y con el aplauso de los medios de comunicación y de gran parte de la opinión pública.

Un abrazo

Juan Domingo

Escrito por: Juan Domingo.2010/01/22 10:37:6.044000 GMT+1
iohannesmaurus@blogspot.com

Tienes toda la razón, Juan Domingo, aquí me he precipitado yo -en la referencia y en el enlace-, no parece que Hugo Chávez haya pronunciado estas palabras. Mea culpa. Es más, parece que efectivamente el origen de esta versión proviene de Rusia. Mil disculpas.

Escrito por: Samuel.2010/01/22 10:53:9.056000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel

Si por más que miré no hallé el vídeo, por algo era. Me dijo un venezolano que conocí hace poco -ahora sé de qué pie cojea- que Chávez lo dijo en "Aló Presidente", y yo no repliqué a la espera de saber más. Total, que una colleja para el "liberal" venezolano y otra para los "alternativos" de Kaosenlared -que a día de hoy no me sorprenden nada: http://www.pascualserrano.net/noticias/aprendiendo-formas-del-enemigo

Aclarado esto, y por centrarme en Haití, vuelvo al enlace que colgué, ya que da una de cal y una de arena. Por una parte, la colusión entre estados como Venezuela, Bolivia y Nicaragua y estados como Francia y Brasil a la hora de criticar el papel de EEUU en el país. Por la otra, la connivencia del gobierno español, que apoyó la intervención de 2004 y encima ostenta ahora la presidencia de la UE. ¿Tendrá todo esto alguna repercusión, o será agua pasada?

Escrito por: Gonzaga.2010/01/22 16:09:42.536000 GMT+1

Esta bien de bien la historia muy buen esplicada

Escrito por: enmanuel.2017/02/04 01:05:15.628529 GMT+1
http://consejos-internet.blogspot.com/?sec=269058404490341216

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