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2007/06/07 19:51:28.880000 GMT+2

Piratas

Hace poco estrenaron Piratas del Caribe: en el fin del mundo (Gore Verbinski, 2007), la tercera parte de la conocida trilogía. No la he visto. Aunque me gustó la primera película de la serie, me decepcionó la segunda, por introducir la habitual y fastidiosa tendencia a la espectacularidad por la espectacularidad, que tiene que llegar a su clímax en la tercera, como insinúa el trailer.

La película es una excusa. Aprovecho la moda pasajera de los piratas, para comentar un gran libro: La hidra de la revolución: marineros, esclavos y campesinos en la historia oculta del Atlántico, de Peter Linebaugh y Marcus Rediker (2000, publicado en castellano en 2005 por Editorial Crítica).

Al igual que De la esclavitud al trabajo asalariado, el libro trata de la historia del desarrollo del capitalismo antes de la revolución industrial, desde la perspectiva de los hombres y mujeres que lucharon contra él "para preservar su libertad y sus medios de vida", como se indica en la contraportada. A diferencia de aquél, que trata de explicar la historia subterránea del trabajo dependiente desde un punto de vista económico y jurídico, basándose en el control de la movilidad de los hombres y de las mujeres, colectivamente, La hidra de la revolución, nos cuenta las historias de esos hombres y mujeres, con nombres y apellidos, y con una envidiable maestría narrativa. Lo cual convierte su lectura, más fácil y accesible, en un auténtico placer. Si el trabajo exhaustivo de investigación de aquél tiene la ambición de revisar por completo conceptos e ideas preestablecidas, en La hidra... la labor investigadora de Linebaugh y Rediker, que se enriquece recurriendo a interesantes fuentes primarias de información, se contenta con "abrir nuevos caminos y sugerir nuevas ideas", en palabras de Josep Fontana.

"Nuestro libro dirige la mirada desde abajo. Hemos intentado recuperar algo de la historia perdida que habla de una clase multiétnica que fue esencial para el surgimiento del capitalismo y de la economía global moderna. La invisibilidad histórica de un gran número de los temas que se tratan en este libro debe mucho a la represión que inicialmente se desencadenó contra ellos: la violencia de la hoguera, del tajo, del cadalso y de los grilletes en la oscura bodega de un barco. También debe mucho a la violencia de la abstracción utilizada a la hora de escribir la historia y a la severidad de la historia que durante mucho tiempo ha sido cautiva del Estado-Nación, el cual en la mayor parte de los estudios ha sido y es un marco de análisis que en gran medida no se cuestiona."

Siguiendo el movimiento circular de las corrientes oceánicas del Atlántico Norte, que va de Europa a África y el Caribe, y de ahí a Norteamérica, los autores persiguen el rastro de la experiencia humana de las rebeliones y luchas contra la expropiación, el trabajo forzado, la esclavitud y las conscripciones en los ejércitos estatales, el terror contra las mujeres en las campañas contra la brujería.

Una experiencia humana que siempre fue multiétnica, plural y diversa, pobre y subversiva: la cuadrilla variopinta (motley crew). Las clases dirigentes representaron el peligro mediante una figura mítica: la hidra, el monstruo de múltiples cabezas al que se enfrentó Hercules en uno de sus trabajos. Cuando Hércules cortaba una cabeza, crecían otras dos. Esta imagen se ha repetido de forma recurrente en escritos, grabados y viñetas periodísticas. 

Linebaugh y Rediker se centran en la cooperación de estas multitudes. Así, en la conspiración de Nueva York de 1741, que desembocó en el incendio de buena parte de la ciudad, participó el proletariado que solía frecuentar las tabernas de los muelles, donde surgió la revuelta. Un proletariado compuesto de soldados, marineros, esclavos y trabajadores con contratos de servidumbre.  La conspiración fue liderada por africanos, afroamericanos (de la América hispana) e irlandeses, una cooperación que no fue aislada, aunque sí olvidada en la historiografía oficial, por la institucionalización del racismo y el posterior imperialismo colonial.

El mundo marino ofreció algunos de los ejemplos más espectaculares de esta colaboración. La piratería de los siglos XVII-XVIII es uno de ellos, un fenómeno que tiene poco que ver con la imagen estereotipada que hemos heredado de la literatura y el cine. Vale la pena recoger algunos extractos.

"El barco pirata de principios del siglo XVIII fue un "mundo vuelto del revés", debido al convenio que establecía las normas y costumbres del orden social de los piratas: una hidrarquía desde abajo. Los piratas administraban justicia, elegían a sus oficiales, repartían el botín a partes iguales y establecieron una disciplina diferente. Limitaron la autoridad del capitán, se resistieron a aceptar muchas de las prácticas de la marina mercante capitalista y mantuvieron un orden social multicultural, multirracial y multinacional. Intentaban demostrar que los barcos no tenían que ser gobernados del modo brutal y opresivo que reinaba en los buques de la flota mercante y de la armada real.

(...)

El barco pirata era democrático en una época no democrática. Los piratas reconocían a su capitán una autoridad incuestionable en la caza de navíos y en la batalla, pero en los demás casos insistían en que estuviera sometido al "gobierno de la mayoría". Como señalaba un observador, "le permitían ser capitán a condición de que ellos pudieran ser capitanes por encima de él". No le concedían la cantidad extra de comida, ni el rancho exclusivo, ni el alojamiento especial que reclamaban habitualmente los capitanes de la marina mercante o de la flota de guerra. Aún más, si la mayoría lo decidía, podía quitarle el puesto, y así se destituía a los capitanes por cobardía, por crueldad, por negarse "a capturar y saquear navíos ingleses" e incluso por ser "demasiado aristocráticos". Los capitanes que se atrevían a excederse en su autoridad fueron en algunos casos ejecutados. La mayoría de los piratas, "tras haber sufrido anteriormente por lo malos tratos de sus oficiales, vigilaban cuidadosamente  para que no volviera a producirse ninguno de estos hechos malvados", una vez que se encontraron en libertad para organizar el barco a su voluntad.

(...)

El barco pirata era una organización igualitaria en una época jerárquica, ya que los piratas repartían su botín a partes iguales, nivelando la elaborada estructura de las categorías de salario que era común a todo el resto de empleos marítimos. El capitán y el intendente recibían entre una y dos partes del botín; a los oficiales de rango inferior y a los artesanos se les daba una parte y un cuarto o una parte y media; todos los demás recibían una parte cada uno.

(...)

El barco pirata albergaba una sociedad variopinta, multinacional, multicultural y multirracial. El gobernador de Jamaica, Nicholas Lawes, no era más que un eco de las ideas de todos los oficiales del rey cuando llamaba a los piratas "bandidos de todas las naciones". (...) En 1717, la tripulación del negro Sam Bellamy era "una multitud mezclada de todos los países", incluidos británicos, franceses, holandeses, españoles, suecos, americanos nativos y afroamericanos, además de dos docenas de africanos liberados de un barco negrero. Los principales amotinados a bordo del George Galley de 1724 eran un inglés, un galés, un irlandés, dos escoceses, dos suecos y un danés, todos los cuales se hicieron piratas. La tripulación del Benjamin Evans estaba formada por hombres de origen inglés, francés, irlandés, español y africano. "

 

Escrito por: Samuel.2007/06/07 19:51:28.880000 GMT+2
Etiquetas: hidra piratas capitalismo atlántico markus-rediker democracia peter-linebaugh multitudes esclavitud | Permalink | Comentarios (3) | Referencias (0)

Comentarios

Despierto de mi letargo y me estreno en tu estupendo blog para agradecerte la sugerencia. El estudio de fenómenos que han permanecido invisibles para la historiografía oficial es una de mis debilidades. Bastará decir que Braudel y Febvre son dos de mis héroes del siglo XX.
Aunque tengo una abultada lista de lecturas pendientes, voy a intentar hacerme con él pronto. Si eso sucede y encuentro el momento ya te contaré mis impresiones

Escrito por: Fransmestier.2007/06/13 13:59:29.263000 GMT+2

Gracias por tu participación. Espero tus comentarios!

Escrito por: Samuel.2007/06/13 15:39:38.379000 GMT+2

sera que "otro mundo" siempre ha sido posible? será que, a fin de cuentas, vengamos de donde vengamos, somos lo que hacemos? gracias por el post

Escrito por: .2008/12/31 13:06:4.381000 GMT+1

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