2010/05/18 14:26:41.227000 GMT+2
Cisjordania no es Israel
A Noam Chomsky, repiten muchos medios siguiendo la nota de Associated Press, no le han dejado entrar en Israel. Incluso Amira Hass, por lo general bastante rigurosa, ha cometido el mismo error. En realidad, lo sucedido es bien diferente: a Noam Chomsky el ejército israelí le impidió entrar en la Cisjordania ocupada, lo cual es muy diferente. Chomsky quería viajar desde Amman (Jordania) hasta Ramala, donde iba a dar una conferencia, y esta vez no tenía la menor intención de viajar a Israel, como había hecho en anteriores ocasiones. Un ejemplo de cómo el Estado de Israel controla el acceso a los territorios ocupados y los movimientos en su interior. Afortunadamente ha habido honrosas excepciones que no han seguido la redacción de AP, como Gara, Público o, aunque parezca increíble, The New York Times.
No deja de resultar irónico que sea precisamente Noam Chomsky, coautor de Manufacturing consent (en España, Los guardianes de la libertad), quien se haya convertido en víctima involuntaria del consenso mediático.
Escrito por: Samuel.2010/05/18 14:26:41.227000 GMT+2
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2010/05/13 11:51:9.960000 GMT+2
Frente a la agresión
Entonces, como ahora y como en 1992, el discurso público del consenso neoliberal era el mismo: para evitar semejante purga y lograr un "círculo virtuoso" de "crecimiento y empleo" era necesario adaptarse al nuevo marco, que exigía continuas "reformas estructurales" para poder ser "competitivos" (véanse los criterios de Maastricht y la fracasada Estrategia de Lisboa). Conceptos aplicados también en los Estados Unidos y que ya sabemos en qué consistían: estancamiento salarial, precarización, privatización progresiva de las pensiones, fomento del crédito -especialmente el inmobiliario- como forma de distribución del ingreso y como forma de control social, todo ello acompañado de una fuerte segmentación del mercado laboral (entre los migrantes y los trabajadores comunitarios, entre migrantes legales e "ilegales") y un creciente autoritarismo. En Europa quedaban al margen cuestiones tan políticas como la fiscalidad, exclusivamente en manos de unos Estados que siempre privilegiaron las rentas más altas, tolerando cuando no promoviendo los paraísos fiscales. Las evidentes asimetrías socioeconómicas existentes en la Unión Europea obligaron a mantener fondos estructurales y de cohesión que compensaran el menor gasto público de los países periféricos, aunque con un presupuesto comunitario limitado y con un énfasis excesivo en obras públicas no siempre beneficiosas en términos ecológicos y sociales.
Desde el terremoto financiero de 2007-2008 las elites de Davos -sobre todo las europeas- han buscado cambiar lo justo para continuar aplicando la misma lógica, tras haber canalizado ingentes cantidades de dinero público para reflotar el sistema financiero. Según el discurso dominante, los objetivos eran indiscutibles y los métodos para alcanzarlos, los correctos. Lo que falló fue la ejecución de dichas políticas por culpa de la resistencia social y la timidez de los políticos. Se comprende así la celebración de políticos, patronal, banqueros, editorialistas y analistas ante el recorte del gasto público y social anunciado por José Luis Rodríguez Zapatero y que provocará un nuevo incremento del número de desempleados. Los recortes serían necesarios: el único problema, según parece, es que son insuficientes y se han llevado a cabo demasiado tarde. Algunos dogmas han caído, como los que se refieren al Banco Central Europeo, que se ha visto obligado a comprar bonos de deuda de los Estados miembros (quantitative easing), lo que apunta a la verdadera dimensión de la crisis, que es ante todo política. Pero en general el debate público continúa planteándose en términos de lo que "hay que hacer" en respuesta a la última sacudida de las bolsas, sin cuestionar las premisas de las que se parte.
No existe un problema llamado déficit, sino una crisis fiscal y de deuda como consecuencia de la recesión económica y el rechazo de las elites financieras a ceder una parte del pastel que han expropiado. Como dice Frederic Lordon en Le Monde Diplomatique, "en buena lógica si el Estado no muere por suspensión de pagos, no es el Estado lo que se salva. ¿Entonces quién? Sus acreedores, por supuesto". Las medidas de ajuste que se están imponiendo en la zona euro o las que pronto se aplicarán en el Reino Unido pretenden liquidar, a precio de saldo, los sistemas sociales europeos. Constituyen toda una declaración de guerra social y atentan contra cualquier noción elemental de bien común. Por esta razón hay que rechazarlas de plano. Pero no es suficiente.
Los neokeynesianos como Stiglitz, Krugman o Navarro aciertan al señalar las limitaciones políticas del neoliberalismo (en el caso del euro, la ausencia de una comunidad política que lo sustente), pero se quedan a medio camino. Cuando reclaman que hay que reactivar la demanda para impulsar el crecimiento (como en Estados Unidos), habría que aclarar qué se entiende por crecimiento en tiempos de crisis ecológica. Cuando apuestan por la creación de empleo habría que replantear el sistema salarial y tener en cuenta que el trabajo -y la explotación- va más allá de la actividad asalariada. Y cuando reclaman una regulación de los mercados financieros y una gobernanza global, habría que contraponer una democracia global. En medio del caos, una cosa sí parece clara: no podemos continuar hablando de una supuesta contradicción entre la economía productiva -nacional- y la economía financiera globalizada y seguir resistiendo como en los años noventa del siglo pasado.
Escrito por: Samuel.2010/05/13 11:51:9.960000 GMT+2
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2010/05/11 00:50:39.481000 GMT+2
Éxito diplomático de Israel
Con su ingreso en la organización que incluye a algunas de las principales economías del mundo, tras veinte años de intentos frustrados, Israel despeja las dudas que podían quedar acerca de su posible aislamiento tras las masacres cometidas en Gaza entre los meses de diciembre de 2008 y enero de 2009. En los meses que precedieron a esta votación, Uruguay, Brasil y Paraguay habían ratificado el tratado de libre comercio entre Mercosur e Israel. Incluso aquellos países que apoyaron el Informe Goldstone en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, como Irlanda, México, Portugal, Suiza y Turquía, esta vez han votado a favor de la incorporación de Israel a la OCDE.
De nada han servido las peticiones para que se retrasara esta votación hasta que Israel no cumpliera con sus obligaciones internacionales más elementales. Israel podrá cooperar con el resto de miembros en la elaboración de estándares "en muchos ámbitos de la política como el medio ambiente, el comercio, la innovación y los asuntos sociales." No hay que olvidar que Israel mantiene un brutal bloqueo sobre Gaza y que controla el comercio exterior de Cisjordania. Según el comunicado de la OCDE, Israel se ha comprometido a aportar datos estadísticos desagregados para los territorios ocupados, "sin perjuicio de su estatus bajo el derecho internacional". Las organizaciones que reclaman el boicot a Israel señalan que este país vulnera los "valores fundamentales" que comparten los demás miembros. Bueno, España es miembro fundador desde 1961, en pleno franquismo, por lo que no parece que la "democracia" haya sido nunca una de las grandes preocupaciones del organismo.
Es muy significativo que dicho comunicado mencione que Israel acogió favorablemente la revisión de su política social y del mercado de trabajo. Cómo no iba a hacerlo: en lugar de criticar la existencia de un auténtico apartheid, con la vigencia de una treintena de leyes que explícitamente discriminan entre judíos y no judíos (como denuncia el periodista Jonathan Cook en un excelente artículo), la OCDE se limita a constatar la creciente distancia social y laboral que existe entre los judíos ultraortodoxos haredim y la población árabe, mezclando dos casos distintos y, por lo que respecta a los palestinos, como si se tratara de un problema social y cultural que hubiera que resolver con las políticas "adecuadas" y no el resultado de políticas deliberadas de discriminación. Visto el enfoque adoptado, bien podría ser que, efectivamente, los gobiernos de los países desarrollados deseen aprender de las técnicas de segmentación y control desplegadas por los israelíes para aplicarlas, por ejemplo, a las respectivas poblaciones de origen migrante.
En Israel gobierno y prensa sí que le dan importancia a la OCDE. La noticia ha sido recibida con júbilo, como si se hubiera obtenido, por fin, un reconocimiento negado hasta ahora. Para celebrarlo, nada mejor que un bombardeo.
Escrito por: Samuel.2010/05/11 00:50:39.481000 GMT+2
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2010/05/09 17:12:1.280000 GMT+2
Democracia
"He aquí el fondo del problema. Existe un orden natural de las cosas según el cual los hombres que se reúnen son gobernados por aquellos que poseen los títulos para gobernar. La historia ha conocido dos grandes títulos para gobernar a los hombres: uno que obedece a la filiación humana o divina, esto es, la superioridad en el nacimiento; y otro que responde a la organización de las actividades productivas y reproductivas de la sociedad, esto es, el poder de la riqueza. Habitualmente, las sociedades son gobernadas por una combinación de estas dos potencias las cuales son reforzadas, en proporciones diversas, por la ciencia y la fuerza. Pero si los ancianos deben gobernar no sólo a los jóvenes, sino también a los sabios e ignorantes, si los sabios deben gobernar no sólo a los ignorantes sino a los ricos y a los pobres, si deben hacerse obedecer por quienes detentan la fuerza y hacerse comprender por los ignorantes, hay algo más, un título suplementario, común a quienes poseen todos estos títulos pero común también a quienes los poseen y a quienes no los poseen. Ahora bien, el único que queda es el título anárquico, el título propio de aquellos que no tienen más título para gobernar que para ser gobernados.
Es esto lo primero que la democracia quiere decir. La democracia no es ni un tipo de constitución, ni una forma de sociedad. El poder del pueblo no es el de la población reunida, de su mayoría o el de las clases laboriosas. Es simplemente el poder propio de quienes no tienen más título para gobernar que para ser gobernados. No podemos librarnos de este poder denunciando la tiranía de las mayorías, la estupidez de los toscos animales, o la frivolidad de los consumidores. Porque entonces habría que librarse de la misma política. Ésta no existe a menos que exista un título que se añada a aquéllos que funcionan en lo ordinario de las relaciones sociales. El escándalo de la democracia, y del sorteo del cual ella es su esencia, es revelar que este título no puede ser sino la ausencia de título, que en última instancia el gobierno de las sociedades sólo puede basarse en su propia contingencia. Hay personas que gobiernan porque son los más viejos, los mejores nacidos, los más ricos o los más sabios. Hay modelos de gobierno y prácticas de autoridad que se basan en tal y cual distribución de lugares y competencias. Es la lógica que he propuesto pensar bajo el término de policía. Pero si el poder de los ancianos debe ser algo más que una gerontocracia, el poder de los ricos algo más que una plutocracia, si los ignorantes deben comprender que tienen que obedecer las órdenes de los sabios, su poder debe basarse en un título suplementario, el poder de aquellos que no tienen ninguna propiedad que les predisponga más a gobernar que a ser gobernados. Debe convertirse en un poder político. Y un poder político significa, en última instancia, el poder de quienes no tienen una razón natural para gobernar sobre los que no tienen una razón natural para ser gobernados. En definitiva, el poder de los mejores sólo puede legitimarse por el poder de los iguales.


Esta es la paradoja con la que se encuentra Platón al tratar el gobierno del azar y que, en su recusación furiosa o bromista de la democracia, debe sin embargo tomarla en cuenta al hacer del gobernante un hombre sin propiedad al que sólo la fortuna lo ha llamado a ocupar ese lugar. Es lo que Hobbes, Rousseau, y todos los pensadores modernos del contrato y de la soberanía se encuentran por su parte a través de las cuestiones del consentimiento y de la legitimidad. La igualdad no es una ficción. Todo superior la sufre, por el contrario, como la más banal de las realidades. No hay amo que no se duerma y se arriesgue así a que su esclavo huya, no hay hombre que no sea capaz de matar a otro, no hay fuerza que se imponga sin que tenga que legitimarse, que por tanto reconozca, para que la desigualdad pueda funcionar, una igualdad irreductible. Desde que la obediencia debe pasar por un principio de legitimidad, desde que debe haber leyes que se impongan en tanto que leyes e instituciones que encarnen el común de la comunidad, el mando debe presuponer una igualdad entre el que manda y el que es dirigido. Quienes se creen astutos y realistas pueden siempre decir que la igualdad no es sino el dulce sueño angelical de los imbéciles y de las almas tiernas. Desgraciadamente para ellos, es una realidad que se verifica en todas partes y sin cesar. No hay servicio que se ejecute, no hay saber que se transmita, no hay autoridad que se establezca, sin que el amo tenga que hablar, por poco que sea,"de igual a igual" con aquel al que ordena o instruye. La sociedad desigual sólo puede funcionar gracias a una multitud de relaciones igualitarias. Esta intricación de la igualdad en la desigualdad es lo que el escándalo de la democracia viene a manifestar para hacer de ella el fundamento mismo del poder común. No es sólo, como suele decirse, que la igualdad de la ley esté ahí para corregir o atenuar la desigualdad de la naturaleza. Es que la "naturaleza" misma se desdobla, la desigualdad natural no se ejerce sino presuponiendo una igualdad natural que la secunda y la contradice. Imposible, si no, que los alumnos comprendan a los maestros y que los ignorantes obedezcan al gobierno de los sabios. Se dirá que para ello hay soldados y policías. Pero aún hace falta que éstos comprendan las órdenes de los sabios y el interés que hay en obedecerles, y así sucesivamente.
Esto es lo que la política requiere y lo que la democracia le aporta. Para que haya política, hace falta un título de excepción, un título que se añada a aquéllos por los cuales las sociedades pequeñas y grandes se rigen normalmente y que en un último análisis remiten al nacimiento y a la riqueza. La riqueza persigue su crecimiento indefinido, pero no tiene el poder de excederse a sí misma. El nacimiento lo pretende, pero no puede hacerlo si no es al precio de saltar de la filiación humana a la divina. Entonces funda el gobierno de los pastores, lo que resuelve el problema, pero al precio de suprimir la política. Queda la excepción ordinaria, el poder del pueblo, que no es el de la población o el de su mayoría, sino el poder de cualquiera, la indiferencia de las capacidades para ocupar las posiciones de gobernante y de gobernado. El gobierno político tiene entonces un fundamento. Pero este fundamento también hace del mismo una contradicción: la política es el fundamento del poder de gobernar en su ausencia de fundamento. El gobierno de los Estados sólo es legítimo si es político. Y sólo es político si descansa en su propia ausencia de fundamento. Es lo que quiere decir la democracia entendida exactamente como "ley de la fortuna". Las quejas ordinarias sobre la democracia ingobernable nos reenvían finalmente a esto: la democracia no es ni una sociedad que haya que gobernar, ni un gobierno de la sociedad, ella es propiamente este ingobernable en el que todo gobierno debe descubrir, en definitiva, su fundamento."
Escrito por: Samuel.2010/05/09 17:12:1.280000 GMT+2
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2010/05/07 13:30:47.511000 GMT+2
Un sueño y una pesadilla

Gráfico que muestra la brusca caída del valor de las acciones ayer en Nueva York (índice Dow Jones), favorecida, al parecer, por el empleo informatizado de fórmulas algorítmicas que permiten la emisión masiva y automática de órdenes de compraventa de acciones. Fuente: The Guardian
El capitalismo tenía un sueño: crear valor sin trabajadores. En otras palabras, que el capital deje de constituirse como una relación social. Pero cuando despertó, los trabajadores (brokers, funcionarios, asalariados estables, precarios, inmigrantes y hasta desempleados) seguían ahí, en carne y hueso. Explotados, sí, unos más y otros menos, unos con más ingresos y otros en la miseria, pero entre todos, también viviendo y cooperando al margen del capital. Algunos, incluso, bastante indignados con su situación. El capitalismo volvió a adormitarse y el sueño se tornó en pesadilla. Angustiado, se hizo a sí mismo, en silencio, una pregunta: ¿cómo expropiar valor sin que deje de producirse en común, para que unos pocos sigan acumulando?
Escrito por: Samuel.2010/05/07 13:30:47.511000 GMT+2
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2010/05/05 13:55:0.711000 GMT+2
El evento griego
La BBC también ha relatado lo sucedido. Y ésta es mi traducción imperfecta del comunicado que leyeron los profesores (a partir de una versión en inglés del blog After the Greek riots):
“Somos miembros de la Coordinadora de Profesores con Derechos Laborales Limitados y del Sindicato Panhelénico de Profesores Desempleados. Hemos decidido venir aquí hoy, a los estudios de la televisión del gobierno, por dos razones: la primera es que durante los últimos seis meses los medios de comunicación han silenciado las medidas económicas del gobierno. Y la segunda es que queremos romper, en la práctica, el monólogo del Ministerio de Educación, el monólogo de la señora Diamantopoulou, quien calla acerca del paquete legislativo que quiere que se vote y destruya la educación pública y no comercial. Nos han dado la "bienvenida", dentro y fuera del estudio, un equipo del MAT (policías antidisturbios), listos para golpearnos. Condenamos tanto al Ministerio de Educación como a las autoridades del canal NET por un hecho cierto: ya ven que se producen ataques violentos contra nosotros.
El gobierno trae el "Programa de Estabilidad" en realidad para reunir a más de 30 estudiantes por clase y mantener fuera de las escuelas a miles de profesores desempleados. La "Nueva Escuela", como el gobierno prefiere llamarla, en realidad no tiene nada de nueva. Es realmente vieja y nos retrotrae al pasado. Será una ley contra las necesidades y derechos de la sociedad en Grecia. Contra los trabajadores, los padres, los estudiantes, los profesores. El gobierno quiere que paguemos por el coste de la educación. Reclama a los padres, a sus niños que estudian, a nosotros que enseñamos. Después del paquete legislativo de la Sra. Diamantopoulou seremos despedidos; ¡despedirá alrededor de 17.000 profesores que cobran por horas o que están empleados de manera temporal! Creíamos que éramos la minoría, pero según parece nos estamos convirtiendo en la mayoría desde que trajeron al FMI, lo que resultará en un incremento de la pobreza y el desempleo para miles de trabajadores. ¡Todos a las calles para bloquear las medidas económicas, echar al FMI y a todos los que lo trajeron aquí!. Mañana [martes 4 de mayo] nos manifestaremos para bloquear las medidas económicas que destruyen el sistema educativo. El miércoles 5 de mayo todos harán huelga, nadie trabajará. Nos reuniremos en frente del Museo Arqueológico a las 11:00 para bloquear las medidas económicas.
¡Salgamos a las calles, levantémonos!”
Los subrayados son míos. Podrá decirse que cuarenta profesores no son muchos, pero lo cierto es que este tipo de iniciativas, aparentemente pequeñas, se han multiplicado por todo el país, como durante las revueltas de diciembre de 2008. Algunos se empeñan en echar mano del manifestómetro para valorar el alcance de las protestas, si asisten más o menos personas de las que se esperaba, pero no estoy seguro de que sea ésta la mejor manera (o la única) de apreciarla. Me parece más potente el hecho de que unas decenas de profesores, algunos de los cuales tal vez apenas si se habría manifestado antes ni enfrentado a la policía, hayan decidido cruzar una línea roja vital y, por una noche, se hayan apropiado del micrófono y las cámaras.
Escrito por: Samuel.2010/05/05 13:55:0.711000 GMT+2
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2010/05/04 17:35:58.888000 GMT+2
Todo Ken Loach
Escrito por: Samuel.2010/05/04 17:35:58.888000 GMT+2
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2010/05/03 09:29:12.050000 GMT+2
Interdependencias
El gráfico publicado por The New York Times (pulsar para ampliar) ayuda a visualizar el entramado financiero que vincula las crecientes deudas públicas de algunos de los países europeos hoy en la picota. Las cifras de las deudas respectivas aparecen desglosadas en función del origen nacional de los principales acreedores: inversores y entidades financieras de Alemania, Francia y el Reino Unido. Entre los datos interesantes encontramos la fuerte exposición de los inversores franceses a las deudas griega e italiana. Las cifras de deuda que muestra son en dólares y en términos absolutos, no como porcentaje del PIB (por eso las cifras griegas son más reducidas). El dibujo es incompleto: quienes aparecen como acreedores también mantienen niveles altos de deuda pública.

Existe, pues, una fuerte interdependencia de las economías de los países de la Unión Europea. Algo lógico, desde que se creó un mercado interior europeo, se implantó una moneda común y se liberalizó la circulación de capitales. Pero sin una política fiscal común, descartada la imposición de las transacciones financieras y sin un auténtico sistema federal de ayudas, la reacción nacionalista -un "rescate" basado en préstamos bilaterales de los países de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional- continuará la lógica neoliberal de expropiación privada de la riqueza común, pero ahora poniendo en riesgo la misma construcción institucional europea, lo que en última instancia perjudica al capital europeo. El Tratado de Lisboa ya estaba caduco antes de entrar en vigor. A pesar de todo, Immanuel Wallerstein argumenta, a propósito de la crisis del euro y de la crisis nacional belga, que de las dos, la primera "es más fácil de resolver. Básicamente, sólo requiere que Alemania se dé cuenta de que puede satisfacer mejor sus necesidades con el proteccionismo europeo y no con el proteccionismo alemán". Es decir, que favorezca una salida federal que, añado, no se someta a los famosos criterios de Maastricht. No sé si es tan fácil. No parece que los gobiernos europeos sepan o quieran renunciar a lógicas bien arraigadas, a la única técnica de gobierno que conocen, si no es para incorporar la ira popular en clave ultraconservadora.
Escrito por: Samuel.2010/05/03 09:29:12.050000 GMT+2
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2010/04/29 10:03:45.689000 GMT+2
De Argentina a Grecia pasando por Wall Street
Martínez de Hoz simboliza el inicio de las políticas neoliberales en Argentina. Bajo su mandato se decretó el congelamiento de los salarios, se liberalizó el sistema de crédito y el Estado asumió la deuda privada frente a los bancos, dando inicio a la explosión de la deuda externa en aquel país. Quien le indultó, Carlos Menem, dio un nuevo impulso a esta política a través de las privatizaciones y la vinculación del peso argentino con el dólar, con el apoyo entusiasta de instituciones como el Fondo Monetario Internacional y entidades financieras extranjeras como Goldman Sachs, Citibank, o los españoles Santander y BBVA. El tipo de cambio con el dólar (la famosa "convertibilidad" del 1 a 1) pudo sostenerse únicamente gracias a un creciente endeudamiento externo, que acabó produciendo un nivel insostenible de deuda pública.En esas circunstancias, la economía argentina era muy vulnerable a los choques externos, como se vio tras la crisis asiática de 1997-98. En 1998 comienza una recesión que duraría hasta el segundo semestre de 2002, durante la cual la economía perdió el 20 % del PIB y la tasa de pobreza se duplicó (pasando del 18 % al 42 % del total de hogares argentinos). En ese momento, el sistema de convertibilidad se convirtió en una "camisa de fuerza" que, como sucede con el euro y Grecia, impedía emplear la política monetaria para superar la crisis. Los gobiernos que se sucedieron en ese momento, junto con el FMI, resolvieron que sólo aplicando duras políticas de ajuste fiscal -como las que ahora Alemania exige para Grecia- podría resolverse la crisis económica. El resultado es conocido por todos: los recortes en el gasto no permitieron recuperar la "confianza de los mercados" y estimularon una revuelta social que culminaría en el "que se vayan todos" de diciembre de 2001. Finalmente, se abandonó el sistema de la convertibilidad cambiaria y Argentina declaró el "default", la cesación de los pagos de la deuda. Los mismos analistas que alentaron las políticas neoliberales de los noventa auguraron entonces una catástrofe para el país como consecuencia del impago de la deuda. Los hechos desmintieron estos augurios y los inversores tuvieron que aceptar la mayor reestructuración de deuda de la historia financiera.
Algunos nombres que protagonizaron el descalabro argentino (Goldman Sachs, el FMI) vuelven a aparecer en otro crimen anunciado. En Página 12 recuerdan los parecidos entre el caso argentino y el griego:
"La similitudes con la situación argentina abundan. Economías atadas a una moneda fuerte, con una inflación acumulada que derivó en pérdida de competitividad. En el caso griego, se estima que la desventaja de las empresas por vía cambiaria llega al 30 por ciento. Otras características comunes son el alto endeudamiento como porción del PBI, el deterioro fiscal y la brecha externa negativa, aunque en la comparación los números macroeconómicos griegos resultan en general bastante peores. Ambos modelos se identifican con la “represión cambiaria” y liberalización financiera, políticas impulsadas por los organismos internacionales de crédito."
La gran diferencia con Argentina es que Grecia, Portugal y España forman parte de la eurozona y de la Unión Europea. Sus economías están estrechamente vinculadas con el resto de estados miembros, y singularmente con Alemania, cuya patronal se ha aprovechado en los años anteriores de un superávit comercial que pudiera compensar el congelamiento de los salarios de sus trabajadores. Los gobiernos europeos podrían haber reaccionado mostrando algo de lucidez política estableciendo mecanismos reales de solidaridad, en lugar de derrochar mezquindad y cortedad de miras. Al haber descartado por el momento una imposición común de las transacciones financieras o de las entidades bancarias, los gobiernos europeos continuarán endeudándose a un coste cada vez más alto y poniendo énfasis en recortar el gasto.En esta revancha neoliberal, banqueros e inversores están presionando -con éxito- para que el previsible estallido de la burbuja de la deuda soberana la paguen los trabajadores y ciudadanos europeos. El Financial Times ayer explicaba el chantaje de manera brutal:
"El problema es simple. Los enormes déficits presupuestarios que resultan de la crisis financiera han puesto la deuda pública en una trayectoria insostenible y cada vez hay más dudas de que exista voluntad política para tragarse la amarga medicina."
Como he comentado en otra ocasión, éste es el motivo del "castigo" a Grecia. Existe la preocupación de que la movilización ciudadana impida que los gobiernos adopten las "medidas necesarias". Si en el resto de Europa por ahora el miedo vence a la indignación, en Grecia cada vez hay más muestras de rechazo al ajuste. De continuar la espiral del encarecimiento de la deuda es muy probable que el gobierno acabe anunciando la cesación de pagos e incluso la salida de la zona euro. Es decir, que finalmente se reproduzca lo que sucedió en Argentina, pero amplificado.
La actual depresión es el principio de una historia conflictiva, compleja e incierta. Más nos vale que los árboles nos dejen ver el bosque.
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Posdata: hace un año y un día que nos dejó Javier Ortiz. ¡Vaya si le echamos de menos! Muy a mi pesar, no podré asistir al homenaje que han organizado para mañana viernes 30 de abril las Juntas Generales y la diputación de Gipuzkoa. Desde este espacio que tan generosamente me han concedido, envío mucho cariño para JOR, su familia y amigos.
Escrito por: Samuel.2010/04/29 10:03:45.689000 GMT+2
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2010/04/27 10:58:55.760000 GMT+2
Nuestras normas y costumbres
Albiol promete que los ciudadanos puedan ser atracados sin salir de casa: no por los inmigrantes, sino por la gente de su partido, que tanta experiencia tiene en materia de saqueo, privatización y corrupción. Albiol y su grupo político pretenden que quien viva en Badalona tenga que adaptarse a las normas reaccionarias que ellos inventen, no a las que su gente ha impugnado, ni tampoco a las normas internacionales en materia de derechos y libertades. En fin, Albiol, su partido y otros quieren que los inmigrantes adopten sus respectivas costumbres, es decir, que renuncien a querer ser como deseen para convertirse en alguien tan despreciable como Albiol.
Escrito por: Samuel.2010/04/27 10:58:55.760000 GMT+2
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