La regulación del comercio internacional contiene algunas paradojas. Veamos una de ellas. Resulta que algunas de las sustancias que pueden resultar dañinas para uno mismo, según cómo se consuman y las dosis que se empleen, son consideradas ilegales y se sitúan, por tanto, al margen del comercio legal y dentro del llamado narcotráfico. Sin embargo, hay productos destinadosexpresamente a producir daño a los demás (las armas), fabricados por empresas públicas o vinculadas a los Estados, que son objeto de restricciones pero sólo se prohíben de manera excepcional (minas antipersonales).
De modo que los narcotraficantes pueden comprar armas legalmente para arrebatar cuotas de mercado a la competencia y enfrentarse a la policía o, como en México, a un ejército bien pertrechado. En este país el enfrentamiento entre unos y otros cárteles (incluyendo al ejército mexicano, al que muchos acusan de complicidad con una de las bandas criminales) han dejado un saldo de muertos y heridos mucho mayor que el que provocan las tan temidas drogas.
La relación entre la prohibición de unas y la tolerancia de las otras es, pues, íntima y nada casual. La prohibición de determinadas drogas -insisto, no de todas- genera un negocio que constituye una importante fuente de financiación para el comercioparamilitarde armamento, es decir, entre grupos armados no estatales (guerrillas, narcotraficantes) o paraestatales (servicios secretos).La lista de ejemplos es amplia: México, Colombia, Afganistán, África Occidental, sudeste asiático, etc. A su vez, el comercio de armas se mueve a ambos lados de la frontera de
la legalidad, según convenga, tanto en lo que respecta al comercio de
armas ligeras como a la compraventa de fragatas o de aviones de combate (donde el pago de comisiones ilegales es moneda corriente). El blanqueo del dinero del narcotráfico sirve también para engrasar el motor del sistema financiero internacional, el cual probablemente no podría funcionar sin la liquidez que le proporcionan los comercios ilegales de todo tipo.
Las armas pueden exhibirse, con cierto pudor de cara al público general, de manera obscena frente a los entendidos. Ayer terminó en París la mayor feria de armamento de Europa, Eurosatory 2010. El incremento de participación en esta edición (de 1.210 empresas expositoras en 2008 se ha pasado a 1.315) indica el buen estado de salud del sector.
Según el SIPRI, en 2009 el gasto militar (básicamente público) llegó a alcanzar los 1,5 billones (millón de millones) de dólares (un 6 % más con respecto a 2008, y un 49 % más con respecto al año 2000). Esta cifra dobla la cuantía de los planes nacionales de estímulo a la economía durante el mismo período, aunque esta sea una comparación difícil de hacer pues algunas partidas pueden aparecer en ambas contabilidades. No obstante, da una idea de la importancia que se sigue dando al gasto militar para impulsar el crecimiento económico. Quienes gastaron más en armamento fueron los Estados Unidos (661.000 millones de dólares), China (100.000 millones) y Francia (63.900 millones). Según el SIPRI, España habría gastado 18.300 millones de euros, lo que supone un aumento del 34,4 % con respecto al año 2000 y el 1,2 % del PIB español en 2009. El área geográfica donde se incrementó más el gasto militar fue la zona Asia-Oceanía (+ 8,9 %), lo que coincide con algunas turbulencias en el Mar de China Oriental (entre las dos Coreas, entre China y Japón, entre China y Taiwan).
La presencia española en Eurosatory 2010 ha sido notable. El boletín Infodefensa lo explicaba así:
"Dentro del Pabellón España (Hall 06 - stand GH 281), organizado por primera vez por la Asociación Española de Tecnologías de Defensa Aeronáutica y Espacio (TEDAE), contará con la presencia institucional del Ministerio de Defensa cuyo stand albergará al INTA y la compañía pública ISDEFE, además de otras doce empresas: Amper Programas, Ibersystems de Defensa, DAS Photonics, EMC Arpa, Indra, OTO Melara Ibérica, Sapa Placencia, PromoMadrid/ Cluster Aeroespacial de la Comunidad de Madrid, SENER, Tecnobit, URO y UAV Navigation.
El Pabellón España contará con 600 metros cuadrados de exposición y cuenta con el apoyo del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).
También estarán presentes las empresas Airbus Military y Santa Bárbara Sistemas, en los pabellones interiores y exteriores de EADS y General Dynamics European Land Systems respectivamente, así como otras compañías españolas como EXPAL, Luna Equipos Industriales y Peli Products.
España junto a otros 53 países, y a raíz de los conflictos en curso, darán especial protagonismo a las soluciones destinadas a proteger a los soldados, vehículos blindados y tecnologías de vigilancia y reconocimiento como los sistemas no tripulados, entre los que destacan los aéreos, ampliamente utilizados tanto en el ámbito de la Defensa como el de la Seguridad. En este sentido, una de las novedades de la exhibición es el ‘Foro Anual UVS', un espacio para demostraciones en directo de este tipo de sistemas."
"O medo cega, disse a rapariga dos óculos escuros, São palavras certas,
já éramos cegos no momento em que cegámos, o medo nos cegou, o medo nos
fará continuar cegos, Quem está a falar, perguntou o médico, Um cego,
respondeu a voz, só um cego, é o que temos aqui."
Ensaio sobre a cegueira (1995)
José Saramago (Azinhaga, Golegã, 16 de noviembre de 1922 — Lanzarote, 18 de junio de 2010)
En el Mundial de fútbol de Sudáfrica, televisiones y jugadores visitantes han encontrado en las vuvuzelasun enemigo común. Las vuvuzelas (en zulú) o lepatatas (en setsuana) son las ruidosas trompetas, generalmente de plástico, que hacen sonar los aficionados sudafricanos durante los partidos y que también son muy populares en Botswana.
A las cadenas de televisión internacionales les preocupa que el estruendo producido por miles de vuvuzelas espante a una audiencia que, según parece, se muestra hipersensible ante las cornetas, aunque sea mucho más tolerante con la publicidad. La BBC sopesa incluso retransmitir los partidos alterando el sonido ambiente. De esta manera silenciaría el bramido de las trompetas zulúes que abruma a los británicos con el recuerdo de viejos agravios coloniales. Algunos jugadores se han quejado de que las vuvuzelas les dejan "medio sordos" (Lionel Messi) y les impide concentrarse y comunicarse con sus entrenadores. Los más afectados, por su cercanía con las gradas, parecen ser los porteros. Y ha sido un inglés, el portero Robert Green, el que ha cometido la pifia más sonada hasta ahora.
Ignoro si hay grandes diferencias entre el sonido que transmite una vuvuzela sudafricana y una bocina española, pero me da que lo que importa es que en Sudáfrica es todo un enjambre humano el que emite un zumbido constante, entre danzas y festejos que recuerdan al carnaval.Vista la efectividad de estos conciertos multitudinarios a la hora de poner de los nervios a los participantes y a los organizadores del acontecimiento mediático y comercial del año, y teniendo en cuenta la cantidad de aficionados que volverán a sus países con una vuvuzela de recuerdo, sugiero emplear estos instrumentos de forma masiva para ahogar otra transmisión, la de los mensajes nocivos que nos llegan desde el poder.
En las ruedas de prensa de los políticos profesionales y en las declaraciones de sus asesores, cuando mencionen las palabras "reforma", "recorte", "ajuste", "déficit", "crisis", "responsabilidad", "deberes", "empleo", "terrorismo" y otras por el estilo.
En las clases magistrales de ex presidentes con un notorio historial criminal y en las de economistas con un notorio desprecio por el prójimo.
En los desfiles militares.
En las reuniones de Davos, Bildelberg y equivalentes (como los desayunos-coloquio que organizan los empresarios y donde ministros y secretarios de estado rinden cuentas y pleitesía).
En la sesión de apertura de las bolsas y en las juntas de accionistas de las grandes corporaciones.
En las pequeñas manifestaciones y en los piquetes informativos durante las huelgas. Unos pocos centenares de personas no
serán muy visibles, pero pueden llegar a ser muy
ruidosos si todos disponen del instrumento adecuado.
En las
grandes manifestaciones las vuvuzelas pueden convertirse en un arma de
confusión masiva.
Cuando veamos un reportero de la BBC.
Frente a los muros que erigen los Estados, las barreras policiales y los cercamientos de la inteligencia colectiva, para intentar replicar lo que dicen que lograron, hace miles de años, unos trompetistas en la vieja ciudad de Jericó.
"Considerando la importancia de los tradicionales lazos existentes entre la Comunidad, sus Estados miembros e Israel, y los valores comunes que comparten"
Es
un error pensar que los gobiernos europeos apoyan al Estado de Israel sólo
porque responden a determinados intereses comerciales y a pesar de la opresión
del pueblo palestino. Con este razonamiento se da por hecho que nuestros
gobiernos no comparten las brutales políticas coloniales de Israel o que, como
mucho, son indiferentes a la suerte de los palestinos. Esto puede haber sido
así en el pasado, pero si hoy existe semejante consenso entre los 27 Estados
miembros de la Unión Europea, justo cuando el Estado de Israel incrementa su
violencia en el gueto de Gaza, cuando continúa imparable la construcción de
asentamientos en Cisjordania y cuando el discursoexplícitamente racista se vuelve moneda corriente en el debate
político de aquel país, entonces hay que buscar otras motivaciones.
Algunos
sucesos paralelos, acaecidos durante la semana pasada, nos proporcionan algunas pistas. En la
Knesset (Parlamento israelí) se produjo un espectáculo bochornoso, que debería haber hecho reflexionar a muchos acerca de la naturaleza de la democracia israelí: diputados ultraderechistas se encararon con la
diputada árabe Haneen Zoubi, la insultaron e
incluso intentaron agredirla en sesión plenaria por haber participado en la
flotilla de la libertad. Tras lo cual el ministro del interior israelí Eli Yishai propuso que a Zoubi -que ha recibido numerosas amenazas de muerte- se le retirara la ciudadanía israelí. El ministro trabaja además sobre un proyecto de ley que permita la expulsión de un diputado por conspirar contra el Estado. Por su parte, su homónimo francés Brice Hortefeux fue condenado judicialmente por injurias racistas vertidas contra los árabes. El ministro
continúa en su puesto como si nada. Más cosas: Israel justifica su acción
acusando a los participantes de la flotilla de colaborar con terroristas; al
mismo tiempo, los Estados miembros de la Unión Europea realizan una defensa muy tibia -cuando la ha habido- de sus nacionales secuestrados, dejándolo todo en manos de Turquía.
La primera pareja de sucesos nos remite a un sustrato racista, asumido cada vez con mayor naturalidad por la
clase política tanto de Europa como de Israel, fundamentalmente con respecto a la
población “musulmana”: de origen migrante, en Europa, originaria en
Israel/Palestina. La segunda nos sitúa en la órbita de la política
antiterrorista. Ambas premisas alimentaban la “guerra contra el terrorismo ”,
ahora rebautizada como lucha contra elextremismo.En este sentido, Israel tiene mucho que ofrecer a una Unión Europea que se atrinchera en torno al miedo.
Desde
que el conflicto palestino se transformó en un problema de terrorismo y de
defensa de una imaginaria “civilización judeo-cristiana”, el objetivo del mal
llamado “proceso de paz” consiste en establecer el grado de subordinación de los
palestinos en el marco político predeterminado por Israel, que desde los acuerdos de Oslo ha saboteado toda posibilidad de un Estado palestino viable. Quienes
se resisten serán llamados terroristas, radicales o extremistas, palabras
intercambiables. Ayer fue Al Fatah (la OLP), hoy es fundamentalmente Hamás el
que desempeña el papel de enemigo. De hecho, Gaza fue calificada de “entidad
hostil” por el gobierno israelí y Hamás fue incluido por la Unión Europea en la
inquisitorial lista de organizaciones terroristas. Tras la demonización de
quienes no aceptan jugar con las cartas marcadas, la llamada “desconexión” de
Gaza (que de ningún modo significó el fin de la ocupación) allanó el terreno al
“gran experimento”: dividir a los palestinos aplicando en Gaza un grado superior de represión y asfixia económica, para terminar de someterlos y poder apropiarse en los hechos de Jerusalén Este y las mejores tierras de Cisjordania. Desde el principio la Unión Europea, los gobiernos de sus
Estados miembros, colaboraron de buena gana en este juego macabro. La UE se
ofreció a vigilar el paso de Rafah, en la frontera con Egipto, mediante una
fuerza destacada pero dependiente del gobierno israelí. No reconoció la
victoria electoral de Hamás. Con una consecuencia importante: la interrupción
del flujo de ayuda exterior, que no sólo servía para proporcionar oxígeno a la
economía local y financiar las infraestructuras básicas que luego destruía
Israel, sino para pagar los sueldos de los funcionarios de la Autoridad
Palestina. Sólo cabía financiar a los palestinos que estaban dispuestos a
cambiar.
El
experimento no se limita al asedio de Gaza, pues a Israel lo que le interesa es
consolidar el control de Cisjordania, mediante ese sistema de permisos y
exclusiones -muro incluido- que tanto recuerda al apartheid sudafricano y a no pocos aspectos
de las políticas migratorias europeas. Un dispositivo que conlleva la
aplicación de un amplio arsenal tecnológico de control y vigilancia que va
desde el empleo de drones no tripulados hasta un sofisticado instrumental antidisturbios, pasando por la videovigilancia. Es decir, lo que se despliega en los
territorios palestinos ocupados –y en las ciudades iraquíes- es básicamente una
determinada gestión policial de las poblaciones urbanas. Concretamente, de los grupos humanos considerados conflictivos. Y es justamente en este sector
en el que se desarrolla la cooperación científica, tecnológica y militar con
Europa (en programas europeos y de la OTAN), es decir, en aquellos ámbitos en
los que Israel es una auténtica potencia.
* * *
En
la Unión Europea, este tipo de gestión se va imponiendo también, poco a poco,
de manera más tímida y prudente.Pero
igual de selectiva. Así, por ejemplo, el pasado 26 de abril el Consejo de Asuntos
Generales de la Unión Europea, presidido por España, aprobó en las Conclusiones
un documento sobre la "radicalización en la UE". El informe aborda la “utilización de un instrumento estandarizado, multidimensional y semiestructurado de recogida de datos e información relativos a los procesos de radicalización en la UE”. Este instrumento constituye un "mecanismo básico de recogida de datos e información sobre procesos de radicalización violenta" y consiste en
un cuestionario armonizado y en una tabla con la que los servicios secretos y
las agencias policiales podrán compartir información acerca de personas
susceptibles de radicalizarse y, a la larga, de cometer actos terroristas. Un paso más hacia la criminalización de las personas, no de sus actos. Para
ello se analizará, primero, el ambiente más propicio para la radicalización y,
segundo, se introducirán mecanismos sistemáticos de intercambio de información
acerca de individuos y grupos que “inciten” al terrorismo. Europol generará "listas de radicalizadores/reclutadores o transmisores del mensaje radical y la adopción de medidas concretas, en consonancia con el marco jurídico actual de Europol en materia de protección de datos personales.”. En el
documento la palabra terrorismo sólo se menciona una vez. No es necesario: en su lugar, se habla preferentemente de radicalización y de extremismo, lo que implica una ambigüedad jurídica y una carga
ideológica aún mayores.
En el anexo -que no fue hecho público, pero cuya versión en inglés sí ha sido publicada por Statewatch- se especifica el ámbito de aplicación de este
instrumento:
“Descripción
de la ideología que apoya directamente la violencia:
1.¿Espectro en el que se sitúa la
ideología?” Una nota a pie de página aclara a qué espectro político se refiere:
“Extrema derecha/izquierda, islamista, nacionalista, anti-globalización, etc.”
El
anexo comprende 70 preguntas como ésta, que se agrupan en cuatro líneas que a
su vez se desglosan en 14 factores:
A.Ideologías y mensajes que apoyan la
radicalización violenta (RV).
B.Canales de diseminación de RV: incluyendo
cuáles son las direcciones Internet empleadas.
C.Factores que afectan a la RV:
-Individuales: edad, lugar de
nacimiento, situación económica, situación administrativa (importante en el
caso de los inmigrantes), “naturaleza y nivel de conocimiento ideológico y/o de
compromiso”, “nivel de exposicióna la
violencia”, etc.
-De grupo: lugar de socialización, grado
de integración social, dinámica de grupo observada, etc.
-Factores macrosociales y lugares donde
se desarrolla la RV.
D.Impacto y cambios en el individuo:
cognitivos, emocionales y afectivos, de comportamiento.
El
“instrumento” , por tanto, no se aplica a personas o grupos de las que
se sospecha que estén preparando actos terroristas. Se dirige más bien a personas y
grupos que sostienen puntos de vista “radicales”, quienes propaganmensajes radicales. Son los servicios
secretos, la policía, los que definirán quiénes son “extrema izquierda” y
quiénes son “islamistas”: en definitiva, quiénes son peligrosos, lo que puede tener consecuencias jurídicas, como sucedió con el juicio de los "11 del Raval".
Por eso, cuando el
gobierno de Israel se defiende argumentando que los integrantes de la flotilla
de la libertad son unos extremistas violentos sabe muy bien cómo lo van a entender
sus socios europeos. Y cuando el gobierno español obstaculiza la celebración del Congreso de la Resistencia de Iraq en Gijón (prevista para los días 18-20 de junio), a
petición del gobierno de Iraq, lo hace asumiendo que los asistentes iraquíes son unos radicales violentos que se oponen a los hechos consumados de la ocupación. Este tipo de enfoques preventivos favorece
además la confección, por parte de la policía, de perfiles raciales o étnicos (racial profiling) en una Europa cada vez más segmentada en
guetos, “barrios difíciles” y personas difíciles de "integrar" (en ocasiones, simplemente por manifestar públicamente una determinada identidad).
Categorías enteras de inmigrantes son consideradas de un modo cada vez más parecido al que tienen que sufrir los palestinos en Israel. En un barrio de Birmingham (Reino Unido) de mayoría musulmana la policía ha instalado todo un sistema de vídeo-reconocimiento de las matrículas de los coches subvencionado con fondos estatales de lucha contra el terrorismo. En
otros barrios ingleses ya sobrevuelan drones, de momento sólo de vigilancia y no armados como en Gaza o Afganistán.
Esta
que he mencionado es sólo una de las iniciativas que se enmarcan en el Programa
de Estocolmo, cuyo tema más destacado es, significativamente, la inmigración. La Unión Europea, que en medio de una grave crisis económica ha optado por liquidar de un solo tiro el
federalismo y la solidaridad, apuesta sin ambages por enfrentar futuras tormentas sociales y políticas desde una óptica fundamentalmente policial y racista. De continuar por este camino, poco tendrá esta Europa que reprochar al Estado de Israel. Ambos compartirán, efectivamente, una misma filiación: no la de la Europa de las revoluciones, la de la lucha contra los fascismos o contra el antisemitismo, sino el del autoritarismo colonial. Esta es la herencia que asumen, estos son los valores que comparten.
Es impresionante cómo el aparato propagandístico israelí ha llevado a
todo el mundo a su terreno. En lugar de contar lo sucedido sobre la
base de los hechos y testimonios disponibles, aplicando el razonamiento y
el sentido común, los medios de comunicación se han dedicado a
transmitir una guerra asimétrica de vídeos, fotografías y
declaraciones en las que toda valoración debía hacerse en función de
los parámetros de realidad determinados por el gobierno israelí y,
concretamente, por el ministerio de defensa que dirige el criminal de
guerra Ehud Barak, reponsable directo de la masacre de Gaza.
Sólo
cuando llegaron los nueve cadáveres a Turquía, tres días después del
asalto, pudimos conocer, gracias a la prensa
turca o a medios como Al Jazeera, una lista de fallecidos
que podría ser incompleta. A la prensa occidental no le ha interesado
demasiado averiguar quiénes eran los muertos y heridos, los
desaparecidos. Las nueve víctimas murieron por disparos, según confirman
los
informes forenses. Estos son los nombres y las caras, con información
que he tenido que extraer de la prensa turca y que he completado (por lo
que se refiere a alguna fotografía y la edad de alguna de las personas)
con datos extraídos del blog Lawrence
de cyberia. Algunas de las
personas que aparecen en esta lista tenían perfiles en Facebook, aunque
es probable que se creen perfiles falsos con sus nombres. Si hubiera que
corregir o modificar algún dato lo haré.
Ibrahim Bilgen
(61 años): de Siirt. Ingeniero, miembro del Partido Saadet (de la Felicidad) y
de la Cámara de Ingenieros Eléctricos de Turquía. Casado y con seis
hijos. En la fotografía de abajo, a la derecha. Recibió cuatro disparos: en la sien, en el pecho, en la cadera y en la espalda.
Necdet
Yildirim (31 años): de Estambul. Miembro del Partido Saadet (de la
Felicidad) y de la organización IHH,
una de las principales organizadoras de la flotilla. Casado y con una
hija de tres años.
Fotografía de arriba, a la izquierda. Ali Haydar Bengi (39
años):
Casado y con cuatro hijos, procedente
de Diyarbakir, en el Kurdistán turco. Licenciado en Literatura Árabe por
la Universidad Al-Azhar, El Cairo. Al conocer su muerte, en la ciudad
montaron una tienda para que su familia pudiera recibir las condolencias de la
gente en espera del funeral. Dentro de la tienda se mostraron
fotografías de Ali junto con carteles de protesta contra Israel. En la
plaza Dagkapi, unas 2000 personas protestaron entonando cantos contra
Israel. Cevdet Kiliçlar (38
años):
De Estambul. Periodista,
casado y con dos hijos. Según los testigos, un soldado israelí le
reventó la cabeza con un disparo efectuado a un metro de distancia. Fue
de los primeros en caer. Miembro de la organización IHH. Algunas de sus
fotografías pueden encontrarse en Flickr. Çetin Topçuoğlu (54 años):
Ex
campeón de Europa de Taekwondo. Casado y con un hijo. Su mujer, Cigdem
Topcuoglu, aparece en varias imágenes del funeral de ayer jueves
(fotografía de abajo, Getty images).
Fahri Yaldiz (43 años):
Bombero que trabajaba en la
municipalidad de Ayidaman. Casado y con cuatro hijos. Cengiz
Songür (47 años):
Procedente de Izmir. Casado y con
siete hijos. Cengiz Akyüz (41 años):
Procedente de Izkenderun, provincia de Hatay. Casado
y con tres hijos. Furkan Doğan
(19 años):
Nacido en los Estados Unidos, tenía
doble nacionalidad (turca y estadounidense).
Estudiante en la Escuela Secundaria de Kayseri, donde vivía, se
preparaba para estudiar
medicina. Tenía dos hermanos. Según la autopsia, recibió cinco disparos a una distancia menor de 45 centímetros: en la cara, en la parte anterior de la cabeza, dos veces en la pierna y una en la espalda. La fotografía
procede del álbum familiar y fue tomada el 6 de noviembre de 2008.
El
gobierno turco
ha enviado dos aviones ambulancia a Israel para recoger a los
siguientes activistas, gravemente heridos: Uğur Süleyman Söylemez, Osman Kurt, Çelebi
Bozan, Ahmet Ayhan Beker y Mehmet Ali Zeybek. Ante la presión
internacional, finalmente el gobierno israelí liberó
a los ciudadanos palestino-israelíes tras el pago de una fianza y con
la prohibición de salir del país durante los próximos 45 días: el jeque Raed
Salah, dirigente del Movimiento Islámico en el norte de Israel; el
jeque Hamad Abu Daabes, dirigente del Movimiento Islámico en el sur de
Israel; Muhammed Zeidan, director del Comité
de Supervisión de los Ciudadanos Árabes de Israel; y Lubna
Masarwa del Free
Gaza Movement y la Universidad Al Quds. Sin embargo, se mantienen
acusaciones kafkianas, como la de que pusieron en peligro las vidas de
los soldados israelíes.
Lo más inquietante es que las cifras de
muertos contradicen las declaraciones de algunos testigos presenciales
que hablan de una quincena de muertos. Nadie, ni siquiera los
activistas, saben con certeza cuántos ni quiénes son, por lo que habrá que esperar a
que sus compañeros puedan coordinar un recuento definitivo, aunque carezcan del
valioso material documental, audiovisual e informático que ha sido
robado por las autoridades israelíes. Realmente se ha tratado de
una auténtica operación de "conmoción y espanto" (shock and awe), altamente selectiva (todas las víctimas son turcas),
frente a la más importante iniciativa de solidaridad internacional que
se haya realizado nunca contra el asedio de Gaza. Según
el español Manuel Tapial y otros
testigos, ya había muertos antes
de que desembarcaran las tropas de elite israelíes. Bulent Yildirim,
director de la organización IHH, una de las organizadoras de la Flotilla
de la Libertad, declaró
que "los soldados mataron a un doctor que quería rendirse y tiraron
algunos cadáveres al mar. Todavía no sabemos qué ha pasado con ellos".
Como
la mayor parte de la información que no produce Israel la está
generando la
prensa turca, me gustaría hacer algunas observaciones al respecto. Está
claro que el primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan está aprovechando el incidente para justificar su
distanciamiento de Israel y ganarse a
la opinión pública árabe, hartos de que sus gobiernos ignoren o
manipulen la causa palestina. Esta causa es, además, una de las pocas
cosas que unen a una sociedad turca políticamente muy fragmentada, y
permite superar la tradicional división entre los
nacionalistas kemalistas y los islamistas que se aglutinan en torno al
AKP y otros partidos. Por esta razón me parece que las motivaciones más
importantes del gobierno turco son de política
interior. Aunque no faltan voces de
la elite que de manera sutil expresan su incomodidad ante el deterioro
de las relaciones con Israel y la apropiación islamista de la lucha
contra la opresión israelí, lo cierto es que el fervor nacionalista ha
logrado situarlas en un segundo plano. Una efervescencia que podría
servir
para legitimar una renovada ofensiva contra los movimientos políticos
kurdos. El pasado fin de semana, coincidiendo con el ataque israelí, un
ataque de militantes del PKK dejó un saldo de seis
soldados turcos muertos. Ironías de la geopolítica, cuando el
ejército turco vuelva actuar, lo hará con
armamento israelí.
La lucha contra el asedio de Gaza, contra la opresión de los palestinos en Israel, no es, no puede ser, una causa nacional. Quienes murieron no lo hicieron para defender la Sublime Puerta o Teherán frente al sionismo. Ni para reivindicar el Islam frente a los infieles. Ni para apoyar a los palestinos frente al pueblo judío. Aunque fueran turcos y musulmanes, su motivación no se explica por vínculos atávicos de sangre o de raza, como sugiere los asesinatos selectivos del comando israelí y toda una verborrea racial -y, en el fondo, racista- que sólo habla de "propalestinos" e "islamistas". Si la variopinta Flotilla de la Libertad molesta es porque con su acción los activistas muestran hasta dónde llega la resistencia del poder a toda posibilidad de democracia global.
Lo inconcebible finalmente sucedió: un comando de elite israelí atacó en
la madrugada del lunes la flota que transportaba ayuda humanitaria para
la población de Gaza, provocando, según las últimas informaciones, al
menos diez muertos y varias decenas de heridos. La mayoría de los tripulantes permanecen detenidos de manera ilegal en Israel. Seguimos sin tener datos fiables y definitivos debido a la censura militar israelí. Los seis barcos se encontraban en aguas
internacionales, sus tripulantes (750 civiles de 40 países diferentes,
incluyendo 44 parlamentarios y políticos) iban desarmados y sin la
escolta que acompaña a los pescadores europeos frente a las costas de
Somalia. Es un crimen atroz cometido en directo -había reporteros a
bordo y varias cámaras de vídeo retransmitían el viaje, esperando que la
exposición pública disuadiera al ejército israelí de cometer una
locura-. Desde un punto del derecho internacional, constituye un acto de
piratería*, un acto de agresión evidente. Claro que al Tzáhal nunca le han preocupado las leyes.
En seguida se puso en marcha la maquinaria propagandística
del gobierno israelí, que ha seguido punto por punto el
guión descrito en su día por James Zogby, del Instituto Árabe
Americano: (1) define los términos del debate, y lo ganarás; (2) asume
que los estereotipos funcionan; (3) anticipa y cuenta con las meteduras
de pata de tus oponentes; (4) preséntate en todas partes y di siempre lo
mismo (con portavoces anglófonos, trolls en la blogosfera y en
la prensa digital), procurando que tus oponentes sean invisibles; (5) no
reconozcas nada; (6) niega, niega, niega; (7) cuando todo falla,
siempre nos quedará la acusación de antisemitismo (eligiendo algún
ejemplo grosero, sobredimensionándolo y generalizándolo como motivación
de los críticos). Todo ello aderezado con buenas dosis de cinismo, victimismo y vídeos manipulados. Estos esfuerzos del gobierno israelí por reescribir la realidad a
fuerza de repetir mentiras
resultarían cómicos si no hubiera tanta gente dispuesta a comprar una
versión de los hechos que conforte sus prejuicios, y si no estuviéramos
hablando de muertos y heridos.
Hay que dar un paso atrás y
recordar por
qué se organizó la Flotilla de la Libertad. Diversas
organizaciones sociales y políticas se coordinaron para poner en marcha
un convoy de ayuda humanitaria que rompiera simbólicamente el durísimo
bloqueo que mantiene Israel en Gaza. Con ello se trataba de enseñar al
mundo que el inhumano asedio continuaba y mostrar al millón y medio de habitantes
de Gaza la solidaridad que habían pisoteado los Estados que integran la
llamada "comunidad internacional". La acción de la flotilla de la
libertad ponía
en
evidencia no sólo la complicidad de muchos gobiernos sino también la
posición de aquellas organizaciones no gubernamentales que, aunque
críticas con el bloqueo, acababan aceptando las condiciones impuestas
por Israel para la entrada por goteo de algunos productos.
Los
integrantes del llamado Cuarteto -que incluye a Estados Unidos y a la
Unión Europea- en todo momento han privilegiado las relaciones con
Israel, aunque dicho Estado haya perpetrado masacres como la de Gaza
(enero de 2009) y aunque su sistema político se base en un apartheid
cada vez más discriminatorio y excluyente. No hace mucho los países que
integran la OCDE invitaron a Israel a unirse a la organización. Recientemente Israel firmó un tratado de libre comercio con Mercosur. Y el
nivel de colaboración de Israel con la OTAN en materia de defensa y
seguridad es tan elevado que el periodista David Cronin lo considera
"el otro miembro de la OTAN". Si a sus países miembros ni se les
ocurre aplicar la defensa colectiva prevista en el artículo 5 del
Tratado del Atlántico Norte (con la excepción de Turquía)
es porque la agresión no se contempla desde el punto de vista militar
clásico (un país ataca a otro) sino policial (se atacan
terroristas o sus cómplices). En esto, todos ellos están en el mismo barco y sólo caben reproches a la desproporcionalidad. De
ahí la reiterada y explícita brutalidad del gobierno israelí, que ni
siquiera se molesta en cuidar las formas, como sus colegas europeos. Con
el ataque Israel trata de amedrentar a los activistas internacionales
solidarios con Palestina y poner a prueba una vez más el apoyo de sus
aliados.
En el pecado de la arrogancia está la penitencia. A pesar de algunos recientes éxitos diplomáticos, puede decirse que
Estado de Israel se suicidó políticamente con la masacre de Gaza. Ya no
basta con el apoyo incondicional de Estados Unidos y de una Unión
Europea de influencia menguante. Turquía, que hasta no hace mucho era
el aliado más importante con el que podía contar en la región, ha
comprendido mucho mejor que los soberbios políticos israelíes el nuevo
contexto geopolítico, y lo está sabiendo aprovechar. El acuerdo
turco-brasileño sobre la cuestión nuclear iraní supuso la irrupción de
estas potencias regionales en un terreno ocupado hasta entonces por
Estados Unidos e Israel. Y en las últimas semanas, el problema iraní se
ha convertido, por fin, en la cuestión nuclear israelí: en la
última conferencia de los 189 países firmantes del Tratado de No
Proliferación Nuclear se aprobó una declaración final en la que se
pide a Israel, por vez primera, que se una al TNPN y que acepte
la supervisión multilateral de sus instalaciones nucleares.
Antes
de convertirse en primera ministra de Israel, y dirigiéndose a los británicos
durante la crisis de la embarcación SS Exodus en 1947 (que
transportaba inmigrantes judíos a tierras palestinas), Golda Meir afirmó de manera contundente: "es
una gran ilusión creer que somos débiles." Ahora los papeles se invierten. Con esta
nueva matanza, es el Estado colonial de Israel, y no los palestinos, el que muestra una gran debilidad y el que vive atrapado en una peligrosa ilusión. Al contrario que la heroica flotilla, con un carguero -el Rachel Corrie- que al parecer mantiene firme su rumbo en dirección a Gaza con el apoyo de millones de personas en todo el mundo, el de Israel es un barco a la deriva.
* Para otras calificaciones jurídicas, véanse la opinión del abogado José María Ruiz Soroa y la opinión de Craig Murray. Ambos coinciden en que es "Turquía como Estado de bandera el país legitimado para perseguir a
los culpables y solicitar el amparo del Derecho Internacional para su
entrega, incluyendo la posibilidad de acudir al Tribunal Internacional
de Justicia en caso de que Israel se niegue a entregarlos." Los Estados de otras nacionalidades, como España, también.
Llevamos varios días mirando embobados el
petróleo que sale a chorro del accidentado pozo submarino de la
plataforma Deepwater Horizon, propiedad de Transocean y alquilada
por BP (la antigua British Petroleum), y que se ha ido esparciendo progresivamente
frente a las costas de los Estados de Luisiana, Mississippi y Alabama. Pero el vertido comenzó en realidad hace más de un mes,
desde el mismo momento (el 20 de abril) en que se produjo una explosión
en la plataforma que acabó con la vida de once trabajadores
procedentes en su mayor parte de los citados Estados. Al principio
tanto BP como la Guardia Costera estadounidense negaron,
primero, y minimizaron, después, la importancia del derrame. El
gobierno de los Estados Unidos, con el Presidente Barack Obama a la
cabeza, reaccionó tarde y mal.
Con
independencia de cuáles hayan sido las causas inmediatas del accidente,
existe una razón de fondo por la que se ha producido el desastre: "la
existencia de una empresa a la que el gobierno autorizó a explotar
reservas de petróleo y gas natural en entornos remotos y bajo
condiciones de operación altamente riesgosas." (Michael T. Klare en Tomgram,
traducido
en Rebelión). Es la carrera por el "nuevo petróleo"
ante el progresivo agotamiento de las reservas existentes: de menor
calidad y en zonas más profundas y difíciles para extraer, lo que entraña riesgos más elevados. Como
ha puesto de manifiesto el accidente de Deepwater, el potencial impacto ecológico de estas
actividades sigue sin ser una de las principales preocupaciones de las
corporaciones y de los gobiernos.
Ante lo que ya es la mayor
catástrofe medioambiental de la historia de los Estados Unidos, Barack
Obama ha declarado que la responsabilidad es de BP y que será esta
compañía la que pague por los daños ocasionados (¿quién se atreve a poner un precio?). Sin embargo, pese a la campaña de
comunicación de la Casa Blanca, difícilmente se puede ocultar la responsabilidad
del gobierno, que es enorme. BP alquiló la plataforma bajo la
administración Bush en 2007 (en el marco del plan de perforación en el
fondo marino 2007-2012) y obtuvo la
licencia de perforación ya con la administración Obama el 6 de abril de
2009. Días después, el 18 de abril, un tribunal federal canceló
el programa de extracción en aguas abiertas (offshore) de nuevas
reservas de gas y de petróleo en el Ártico, aprobado por George W.
Bush, precisamente porque no se había estudiado adecuadamente el impacto
medioambiental. En lugar de revisar a fondo los planes de exploración y
perforación en el Golfo de México, aprovechando además el impulso a las
energías renovables que había prometido, a los pocos meses el gobierno
estadounidense obtuvo por
vía judicial el permiso para continuar con la extracción de petróleo
en aguas del Golfo de México. El gobierno deseaba conseguir la
"autosuficiencia" en materia de hidrocarburos para depender menos de las importaciones. La decisión de financiar la construcción del primer reactor nuclear en tres décadas apunta en la misma dirección. Finalmente, el 31 de marzo de 2010, apenas
veinte días antes de la catástrofe, Barack Obama anunció
una expansión de la extracción de hidrocarburos en los fondos marinos
de la costa Atlántica, del Golfo de México y de Alaska, pese a las protestas
de las organizaciones ecologistas. Las propuestas económicas de Obama son tan verdes como el logo de BP.
Palabras
para la historia (31 de marzo de 2010): Barack Obama autorizando la
extracción de petróleo en el subsuelo marino pocos días antes del
desastre de BP.
La falta de control sobre las posibles
consecuencias negativas de estas extracciones es asombrosa: el Centro
para la Diversidad Biológica (CDB), una de las organizaciones
ecologistas más importantes del país, ha demostrado cómo el Servicio de
Gestión de Minerales concedió y concede licencias de explotación con una
cláusula -denominada de "exención categórica"- que exime a las
compañías de realizar estudios completos de impacto medioambiental. La
licencia de la explotación de BP incluye una de estas cláusulas, al
igual que 26
de las 27nuevas licencias que ha concedido el gobierno desde
la explosión del 20 de abril. El CDB ha hecho una comparación muy
ilustrativa entre dos licencias otorgadas a BP, la del accidente y la
que obtuvo después -y a pesar- de la explosión.
BP Plan de Exploración, Mississippi
Canyon Area,
Aprobado el 6 de abril de 2009
(esta es la que se refiere a la plataforma que
explotó)
BP Plan de Exploración, Green
Canyon Area,
Aprobado el 6 de mayo de 2010
“2.7
Posibilidad
de Blowout [flujo incontrolado de hidrocarburos desde un pozo
petrolífero] - Para las operaciones propuestas en este Plan no se
requiere plantear la hipótesis de una fuga potencial del pozo desde el
cual BP podría esperar tener el mayor volumen de hidrocarburos
líquidos.”
"II.J.
Posibilidad de Blowout- No se requiere información para las
actividades propuestas en este Plan Inicial de Exploración."
“14.5
Alternativas - No se han considerado alternativas a las actividades
propuestas para reducir el impacto medioambiental.”
"VI.
Alternativas - No se han considerado
alternativas a las
actividades propuestas para reducir el impacto ambiental."
“14.6
Medidas de mitigación - No se emplearán otras medidas de mitigación que
las requeridas por la normativa y la política de BP para evitar,
disminuir o eliminar los impactos potenciales sobre los recursos
naturales.”
"VII.
Medidas de mitigación - No se
emplearán otras medidas de mitigación que
las requeridas por la normativa para evitar,
disminuir o eliminar los impactos potenciales sobre los recursos
naturales."
“14.7
Consultas - Ninguna agencia o persona fue consultada en relación con
los impactos potenciales asociados con las actividades propuestas. ”
"VIII.
Consultas - Ninguna agencia o persona fue
consultada en
relación con los impactos potenciales asociados con las actividades
propuestas. Por tanto, no se ha entregado una lista de dichas entidades."
“14.3 Impactos
en las actividades propuestas- Para la realización de las
actividades propuestas se han tenido en cuenta las condiciones
medioambientales específicas del lugar y no se espera impacto alguno
como resultado de estas condiciones.”
"IV.
Impactos
en las actividades propuestas - Se
evaluaron los factores geológicos y humanos bajo la superficie y las
condiciones que podrían afectar negativamente las operaciones. No se
esperan impactos como resultado de las condiciones medioambientales
específicas del lugar."
“14.2.3.2
Humedales -
Un vertido accidental de petróleo desde las actividades propuestas
podría causar impactos en los pantanos. Sin embargo, debido a la
distancia que hay desde la costa (48 millas) y las capacidades de
respuesta que se pondrían en práctica, no
se esperan impactos adversos significativos.” (p. 45)
"III.C.2.
Humedales - ...Debido a la distancia que hay con la costa y las
capacidades disponibles de respuesta ante un vertido de petróleo, no se
prevén impactos adversos en los humedales como consecuencia de las
actividades propuestas. Las actividades propuestas en el Plan serán
cubiertas por el Plan de Respuesta ante Vertidos Petrolíferos de BP
(OSRP)."
“14.2.2.1
Hábitat esencial para peces - …En el caso de que se produzca un blowout
imprevisto que resultara en un vertido de petróleo, es improbable
que tenga un impacto, sobre la base de los estándares ampliamente usados
por la industria en el uso de equipamientos y tecnología probada para
tales respuestas, la aplicación del Plan de Respuesta ante Vertidos
Petrolíferos (OSRP) de BP, que emplea los equipos disponibles y la
eliminación del vertido petrolífero.”
"III.B.11.
Hábitat esencial para peces...En el caso de que se produzca un vertido en una zona
donde haya peces adultos móbiles o moluscos, los efectos serían
probablemente subletales y la extensión del daño se reduciría a la
capacidad que tenga un pez adulto y un molusco de evitar el vertido, de
metabolizar los hidrocarburos, y de excretar tanto los metabolitos como
los compuestos originales. Las actividades propuestas en el Plan serán
cubiertas por el Plan de Respuesta ante
Vertidos Petrolíferos
(OSRP) de BP."
Resumiendo, los Planes de Exploración que se incluyen en las licencias que ha concedido el gobierno lo
dejan todo en manos de la empresa y no exigen ningún tipo de
garantías dignas de tal nombre. Se supone que hay un "Comando Unificado"
que reuniría a BP con diversas agencias estadounidenses, como la
Guardia Costera o el Departamento de Interior. En la práctica, es BP la
que dirige la operación de sellado de la fuga (lo que se justifica por sus conocimientos técnicos), pero también las
de limpieza, mediante el empleo de agentes químicos de dispersión muy
tóxicos, haciendo caso omiso a la Agencia
de Protección del Medio Ambiente. BP, con el beneplácito inicial del gobierno, quiso encubrir las verdaderas dimensiones de la tragedia. Aún hoy sigue sin compartir toda la información
de que dispone ni con la comunidad científica, ni con el gobierno
federal, ni con las autoridades locales, las cuales se encuentran
supeditadas a lo que decida la compañía. Por ello resulta poco creíble la declaración de Barack Obama de hace unos días, cuando afirmó que estaba determinado a poner fin la "escandalosa" relación corrupta entre la
industria petrolera y la agencia de gobierno a cargo de su supervisión.
La magnitud de la catástrofe y la indignación ciudadana han
obligado a Barack Obama a suspender nuevas exploraciones y perforaciones
petroleras durante los próximos seis meses, pero nada garantiza que
se eliminen las "exenciones" medioambientales ni que se retomen las
perforaciones en Alaska.
No parece que todo esto vaya a afectar a la extracción offshore de hidrocarburos. Brasil sigue apostando por esta vía. En el futuro podrían reiniciarse las exploraciones de Repsol -ahora interrumpidas- frente a las costas canarias, cerca de las cuales pasan por cierto 1.500 barcos petroleros cada año. Y Nigeria se ha convertido en el cuarto proveedor de petróleo de Estados Unidos, con un elevadísimo coste que no aparece en los libros de contabilidad: en el delta del río Níger se vierte cada añouna cantidad equivalente a la que se calcula que se ha vertido hasta ahora en el Golfo de México. La destrucción de los medios de vida y la degradación del medio ambiente han llevado a muchas personas, a menudo organizadas en grupos armados, a extraer petróleo de los oleoductos y a
destruir infraestructuras petroleras con el objeto de conseguir indemnizaciones o contratos de limpieza, unas infraestructuras degradadas que suelen sufrir bastantes accidentes.
Las compañías petroleras saben que alguien tiene que saciar nuestra sed por los combustibles fósiles. Una discusión seria sobre los costes reales de su actividad, que incluya los riesgos y las externalidades negativas, es lo último que quieren los gobiernos, la industria y los accionistas. A cambio, nos ofrecen espectáculo, en forma de un hipnótico vídeo.
Si en Europa fue Barack Obama quien se tomó la molestia de llamar por
teléfono a varios gobiernos para que exigir ajustes económicos drásticos, con el objetivo de impedir que la crisis de la deuda soberana cruzara el
Atlántico, en otras zonas del mundo son sicarios como el Fondo Monetario
Internacional o el Banco Mundial los que se encargan de hacer el
trabajo sucio.
Según publica la prensa
pakistaní, Pakistán tiene 48 horas (hasta el jueves 27 de mayo) para que suba en un 6 % el precio de las tarifas de la
electricidad y para que adopte la decisión de introducir
el IVA a partir del 1 de julio. Si no lo hace, como parece probable, el Banco Mundial no desembolsará el préstamo de 300 millones de dólares previsto en el programa de apoyo a la
reducción de la pobreza acordado con la institución financiera. Ambas medidas afectarían sobre todo a la población más pobre del país. La introducción del IVA -controvertida y compleja, por la estructura federal del país y por la debilidad política del gobierno central- forma parte también de
las condicionalidades del FMI.
Y es que Pakistán se ha vuelto más
dependiente de la financiación occidental desde que en 2007 se
interrumpiera el fuerte crecimiento económico de años anteriores, como
consecuencia de la "guerra contra el terror" y debido a choques externos como el
aumento incremento de los precios del petróleo y de los alimentos en 2008, que
liquidaron sus reservas de divisas. En noviembre de 2008 Pakistán acordó
con el FMI un préstamo por valor de 7.600 millones de dólares (que
luego se incrementó)
para evitar
la suspensión de pagos. En una década la deuda
externa del país habría aumentado significativamente, pasando de
$33.350 millones de dólares en 1999 a unos $55.000 millones de dólares
en 2009. Cabe suponer que el incremento del gasto militar tiene algo que ver con todo ello, en un contexto de guerra (abierta en Waziristán, encubierta en otras zonas del país) en el que el gobierno pakistaní se ve constantemente presionado por Estados Unidos para que intensifique sus ataques contra los talibanes y otros militantes islamistas y acepte las incursiones aéreas de los drones estadounidenses.
Algunos no están por la labor. A finales de abril el gobierno de la provincia de Khyberrechazó un préstamo de 100 millones de dólares del Banco Mundial, para evitar endeudarse más y sobre todo para evitar someterse a sus exigencias políticas. Pese a todo, queda guerra (militar y financiera) para rato.
'Should I die on this day · I'd not trouble to look. I
know not Paternoster · as the priest it singeth, But I know rhymes
of Robin Hood · and Earl Randolph of Chester, But of our Lord or our
Lady · not the least ever made.'
Piers Ploughman / Pedro el
labrador (escrito entre 1360 y 1387; transcripción en inglés moderno)
Derecha: Primera página de 'A Gest of Robyn Hode'. Impreso por Wynkyn de Worde, Londres, entre 1491 y 1534.
El
último Robin Hoodque ha llegado a las pantallas, el de Ridley Scott, pretende
ser una aproximación realista del legendario personaje. Para lograrlo, el director cree necesario que Russel Crowe interprete a un Robin Hood maduro,
sombrío y de vuelta de todo, no sólo de las Cruzadas, muy alejado de la
figura jovial e irreverente que predomina en las representaciones
cinematográficas de principios del siglo XX. Pero en el fondo la película de Scott continúa el esfuerzo de Hollywood por separar a Robin Hood de la tradición popular medieval inglesa y convertirle en un héroe mítico que encarne valores más aceptables para el orden establecido contemporáneo.
Así pues, Robin Hood debe ser algo más que un forajido, condición a la que llega forzado por las circunstancias (aviso para quienes no hayan visto la película: incluyo referencias a la trama). Robin es un arquero de origen plebeyo que regresa de las Cruzadas con las tropas
del rey Ricardo I de Inglaterra. Tras enterarse de la muerte del rey Ricardo durante el
asedio a un castillo normando, Robin decide huir con compañeros como Little John y regresar a Inglaterra haciéndose pasar por el caballero Robert Loxley, asesinado por un espía al servicio de los franceses. Al regresar a la isla, acaba en Nottingham, donde conocerá al padre de Loxley (Max Von Sydow), que lo acoge, y a su viuda,
Lady Marion (Cate Blanchett). Desde allí, liderará la rebelión de los
barones contra los franceses y contra la tiranía del rey Juan I -conocido como Sin tierra-, a quien obliga a suscribir
una conocida carta de derechos y libertades, la Carta Magna. Se trata, pues, de un hombre corriente que, como el herrero Balian
de Ibelin en la anterior película de Ridley Scott (Kingdom of heaven,
2005), termina ennobleciéndose (en el caso de Balian, al conocer su filiación), convirtiéndose en un
héroe y protagonizando una épica batalla
por la libertad. El relato abunda en licencias históricas, lo cual no sería un problema si los hechos estuvieran conectados de manera más convincente.
"Robin
Hood and the Golden Arrow." (1795), por Thomas Bewick.
Ridley Scott establece un diálogo político entre el
pasado y el presente, tal y como hiciera anteriormente en la citada Kingdom of heaven,
de la que Robin Hood (2010) constituye una especie de continuación. Aquellapelícula, que equiparaba las Cruzadas con las
aventuras imperiales de George W. Bush en Oriente Medio, terminaba con el rey Ricardo
Corazón de León partiendo hacia una nueva Cruzada. Robin Hood, en cambio, comienza con el fallido regreso del rey hacia Inglaterra. Evoca la guerra contra los musulmanes, pero aquí
cobran más relevancia dos factores: las exacciones de los poderosos, tanto de la
Iglesia como del rey Juan, que abusan de barones y campesinos
empobrecidos, con una Corona que ha desperdiciado el erario público en
guerras extranjeras; y, especialmente, el acoso militar del rey Felipe II de Francia, con una invasión que en realidad nunca se produjo. El primer elemento alude claramente a la crisis económica y a los conflictos sociales del presente, pero sus potencialidades se desvanecen frente a las intrigas palaciegas y la lucha por la libertad se convierte en una lucha por la causa nacional inglesa frente al invasor francés. Este desequilibrio lastra la película y condiciona la caracterización del personaje de Robin Hood (tanto como el innecesario trauma infantil que se expone en sucesivos flashbacks).
"Robin
Hood and Queen Katherine" (1795), por Thomas Bewick.
La figura de Robin Hood nació, efectivamente, en el contexto histórico en el que lo sitúa Ridley Scott, pero su enfoque es más bien conservador. Su película muestra de manera deslavazada las tensiones sociales y políticas que condujeron a la sanción de la Carta Magna por el Rey Juan I. "La Carta", recuerda el historiador Peter Linebaugh, "protegió los intereses de la Iglesia, la aristocracia feudal, los mercaderes, los judíosy reconoció a los commoners (comuneros o plebeyos)". La restricción de la arbitrariedad del monarca "asumió la existencia de los comunes", al reconocer, por ejemplo, derechos comunes sobre los recursos del bosque, un concepto legal que hacía referencia a los dominios reales reservados para la caza y que constituye el escenario principal donde se desenvolvía un forajido que la tradición popular ha celebrado por atentar contra la autoridad...y la propiedad privada. La Carta Magna también reconoció el derecho de las mujeres viudas a no verse obligadas a casarse para subsistir (algo que logra evitar Lady Marion en la película, manteniendo la ficción de su matrimonio), al poder tener acceso a los recursos forestales. Ridley Scott, en cambio, recupera la visión restrictiva del histórico documento que dominó a partir de la revolución americana y durante el imperialismo británico: como un producto de la "raza anglosajona", garantía de un concepto de libertad enraizado en la propiedad privada y la nación. En un momento de la película, el rey Juan pregunta a Robin: "¿Qué sugieres? ¿Que le dé un castillo a cada hombre?". A lo que responde Robin Hood: "¡El hogar de un inglés es su castillo!"
Este intercambio de palabras resulta ridículo, pero precisamente porque pone en evidencia los límites de la rebeldía de este Robin que todavía no es "de los bosques": familia, propiedad y nación. Asistimos a una operación ideológica no muy diferente a la de otra película, Up in the air (Jason Reitman, 2009), que relata una historia de encuentros y desencuentros en medio del desolado paisaje humano que deja la crisis financiera. Esta última comienza con los títulos de crédito evocando el "This land is your land" de Woody Guthrie (en la estupenda versión de Sharon Jones, quien mantiene íntegra la letra original), pero finaliza mostrando a unos desempleados que, lejos de expresar algún tipo de crítica política, muestran su satisfacción por haber redescubierto los valores familiares.
"Robin
Hood and the Golden Arrow." (1795), por Thomas Bewick.
Si en el caso de la Carta Magna existe "una interpretación conservadora que la restringe a la elite, y una interpretación popular que incluye a hombres y mujeres libres, y a los comuneros [plebeyos]" (P. Linebaugh), algo parecido sucede con el yeoman Robin Hood. La conversión
de Robin Hood en algo más "noble" que un vulgar bandido parece que se remonta a
finales del siglo XVI, con la obra de Anthony Munday. En The
Downfall of Robert Earle of Huntington (1598) y The Death
of Robert Earle of Huntington (1599) Munday convierte a Robin, por
primera vez, en un noble desposeído pero leal al rey Ricardo, un
elemento que ha permanecido invariable desde entonces. Significativamente, las baladas medievales más antiguas que se conocen no mencionan la cualidad más conocida de Robin Hood, el que robe a los ricos para repartir el botín entre los pobres, aunque en A gest of Robyn Hode (segunda mitad del siglo XV) el arquero preste dinero a un caballero pobre. El guionista Brian Helgeland y el director Ridley Scott renuncian a explorar esta faceta, a pesar de su pertinencia en la actualidad. En cualquier caso, es posible que este elemento redistributivo se trate de una incorporación más o menos reciente que provenga de cierta tradición oral.
Lo que es seguro es que Robin Hood es fundamentalmente un personaje popular, una construcción transhistórica que, a pesar de sus múltiples variantes, desde el principio ha transmitido dos ideas principales: "resistencia a la autoridad y desprecio por los 'derechos de propiedad'" (William Morris). Bueno, en realidad tres: siempre actuó en compañía de amigos, hombres alegres (merry men), no como un lobo solitario y atormentado. Su libertad es colectiva. Su alegría es compartida, ya sea cazando, asaltando o en las tabernas. Su territorio es el que trabajan campesinos, yeomen y commoners, los bosques de Sherwood y Barnsdale, que el soberano pretende reservarse como dominios exclusivos. Quizás sea por esta razón que el Robin Hood de Ridley Scott resulta irreconocible, salvo para quienes denuncian la elite a la manera de los neopopulistas del tea party. La libertad que defiende es principalmente la de la propiedad de los
barones. No es uno más -aunque destacado- entre sus pares, sino un elegido que cumple con el destino que le había reservado su padre, un destino personal estrechamente vinculado al destino de la nación inglesa. Sus acciones no son fruto de una pasión, sino una cruz con la que tiene que cargar. Puede que haya ira e indignación en ellas, pero apenas encontramos algún rastro de alegría, salvo en contadas ocasiones. Sólo al final, cuando se refugia en el bosque con sus amigos y Marion, atisbamos un Robin Hood que nos resulta más familiar, preludio de una previsible secuela. Da igual el envoltorio con el que lo venda Scott: es difícil que este Robin pueda ser el nuestro.
Francia (18 de mayo de 2010): enfermeros y enfermeras organizaron una sentada en las vías del tren para protestar por sus salarios.
Rumanía (19 de mayo de 2010): protesta contra los recortes de pensiones y salarios, medidas que forman parte del plan de ajuste que el gobierno rumano ha acordado con el Fondo Monetario Internacional.
Eslovenia (19 de mayo de 2010): manifestación de estudiantes universitarios contra una nueva legislación que limita las horas que pueden trabajar mientras estudian y el salario que pueden recibir.
Grecia (20 de mayo de 2010): quinta huelga general contra las medidas de ajuste.