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2011/05/19 22:20:46.767000 GMT+2

También en inglés

Quilombo goes global! Bueno, no tanto. Desde ahora dispondré de una versión en inglés (híbrido, por supuesto), que la cosa no está como para desaprovechar la lengua del imperio. A veces traduciré mis entradas, otras me ayudarán y a lo mejor me animo a escribir pequeñas cosas en ese idioma. Ya me cuesta mantener el ritmo de este blog, así que el otro consistirá básicamente en refritos de éste y en colaboraciones amigas. No sé si crecerá o se estancará. De momento está:

http://quilombosphere.wordpress.com/

Por cierto, que acabo de publicar un comunicado de Tomás Herreros y Emmanuel Rodríguez (Universidad Nómada). La versión original es esta:

"
ES LA DEMOCRACIA, ESTÚPIDOS

15 de mayo: De la indignación a la Ilusión

Del domingo 15 de Mayo puede decirse que señala un importante punto de inflexión: de la red a la calle, de las conversaciones en casa y en la calle a la movilización, pero sobre todo, de la indignación a la ilusión. Decenas de miles de personas, convocadas a través de la red, ciudadanos y ciudadanas de a pie, han tomado las calles con una reivindicación nítida y cargada de ilusión: la exigencia de democracia real, de una democracia no al servicio de los grandes intereses, sino de las personas. Una crítica sin matices a una clase política que, desde los inicios de la crisis, ha gobernado a sus espaldas y bajo los dictados de los siempre tan eufemisticamente llamados “mercados”.

En las próximas semanas y meses, veremos cómo toma cuerpo la reivindicación y extensión del lema democracia real ya. Todo indica que su poder irá in crescendo. La mejor prueba radica en la toma de las plazas y en las acampadas declinadas en las distintas ciudades. La red social es hoy un hervidero en favor del movimiento y su réplica en calles y plazas lo hace aún más fuerte. A fecha de hoy, no obstante, y lejos de predicciones siempre discutibles, se pueden ya avanzar algunas cuestiones.

En primer lugar, el movimiento del 15 de Mayo es certero en sus críticas. La política, tal y como hoy la conocemos y tal y cómo la aplican los partidos políticos (hacer pagar la crisis a los sectores más débiles de la sociedad), ha llevado a la indignación a una parte creciente de la sociedad. En los últimos años hemos asistido, atónitos, al rescate multimillonario de grandes bancos a la vez que se producían constantes recortes sociales, agresiones a los derechos elementales y privatizaciones encubiertas que han disminuido a marchas forzadas, antes desconocidas, el ya escaso, por raquítico, Estado bienestar español. Hoy nadie duda que esta política es un peligro para nuestro presente y nuestro inmediato futuro. Precisamente, la indignación se explicita cuando se enfrenta a la cobardía de los políticos, incapaces de poner cerco al gobierno de las finanzas: ¿dónde quedaron las promesas de la humanización del capitalismo después de la crisis de las subprime? ¿Dónde quedó lo de acabar con los paraísos fiscales? ¿Dónde acabó el control sobre el sistema financiero? ¿Dónde lo de gravar a las rentas especulativas? ¿Dónde lo de dejar de subvencionar fiscalmente a aquellos que más tienen?

En segundo lugar, el movimiento del 15 de Mayo es mucho más que un toque de atención para las llamadas izquierdas. Pudiera ser (de hecho es lo más probable) que el 22 de Mayo, día de elecciones locales, y también autonómicas en muchas comunidades, la izquierda recibiera un rotunda varapalo. En tal caso se trataría quizás de la antesala de lo que seguramente ocurrirá en las elecciones generales. Lo que hoy se puede asegurar, con toda certeza, es que la izquierda institucional (partidos y grandes sindicatos) es blanco de la desafección política generalizada por su nula capacidad para presentar propuestas novedosas en el marco de la crisis. Y es ahí donde se encuentra la doble explicación de su derrota electoral. Por un lado, sus políticas no son capaces de salirse de un marco de lectura completamente tendencioso de la crisis, que acepta, ¡a día de hoy!, que el problema es un problema de escasez de recursos. Digámoslo alto y claro: no existe tal problema de escasez; el problema radica sencillamente en la extrema desigualdad de la distribución de la riqueza acentuada cada día por la disciplina financiera: ¿dónde están los beneficios infinitos de la burbuja inmobiliaria? ¿Y de las obras faraónicas como los aeropuertos de Castellón o Lleida, por poner solo algunos ejemplos? ¿A quién beneficia y enriquece el gigantesco problema de deuda de tantas y tantas familias y personas? Por otro lado, la izquierda no sabe ponerse al lado y trabajar con los movimientos emergentes que reivindican democracia y libertad: ¿quién no recuerda lo que dijo el presidente Zapatero cuando se presentó la propuesta de la dación de pago? ¿Quién le sirvió de contraparte: los millones de hipotecados/as o los grandes intereses bancarios? ¿Y qué decir de la indecente Ley Sinde? ¿Con quien estaba, con los que dan forma a la red o con quienes quieren hacer de ella un negocio como si la cultura fuera una mercancía más? Mientras la izquierda no sea capaz de ponerse al lado y al servicio de los movimientos de ciudadanía, mientras no sea capaz de salirse del guión de las élites financieras y económicas y proponer planes B para salir de la crisis, su travesía por la oposición se prolongará indefinidamente. Ya no hay tiempo de más prórrogas: sencillamente o cambian o mueren como actores sociales legítimos para los principios que dicen representar.

El tercer lugar, el Movimiento 15 de Mayo muestra como la ciudadanía, lejos de la pasividad que le suponen tantos analistas, ha sabido organizarse y autoformarse en una época de abandono institucional y fuerte crisis de la representación política. Las nuevas generaciones han sabido dar forma a la red inventando nuevas maneras de “estar juntos”, sin el recurso a clichés ideológicos, armados de un sabiopragmatismo, escapando de las categorías políticas preconcebidas y de los grandes aparatos burocráticos. Estamos asistiendo efectivamente a la construcción de “minorías mayoritarias” que exigen democracia frente a la guerra del “todos contra todos”, de la atomización imbécil propuesta por el neoliberalismo; y que exigen derechos sociales frente a las lógicas de privatización y ajuste impuestas por los poderes económicos. Y aquí es más que probable que no valgan (o valgan poco) los esquemas preestablecidos, las vueltas imposibles al pasado de la mano del retorno al Estado y a la plena ocupación, tal y como pretenden casi todas las izquierdas, desde la más radical hasta la más tibia. Reinventar la democracia exige cuanto menos apuntar nuevas formas de distribución de la riqueza, una ciudadanía para todos/as con independencia del lugar de origen (esto es, a la altura de los tiempos globales), la defensa sin ambages de los comunes (de los recursos ambientales pero también del conocimiento, la educación, internet y la salud) y otras formas de autogobierno de la multitud que superen la corrupción de las actuales.

En cuarto y último lugar, es obligatorio recordar que el Movimiento del 15 de Mayo se vincula a una corriente de reivindicación que toma forma en distintas partes de Europa a partir del rechazo a las llamadas políticas de austeridad. Una reivindicación y movilización que empieza a poner en jaque al desierto de lo real, el sueño de esa Europa muda y amorfa a la que aspiran las élites políticas y económicas. Se trata aquí de las campañas de UKUnCuts frente a la política de Cameron, de la movilización de Geraçao a Rasca en Portugal o de lo sucedido en Islandia tras la negativa de la ciudadanía a pagar el rescate financiero. Y a la vez, y sobre todo, se inspira en la llamada “Primavera Árabe”, que a través de la revueltas democráticas Egipto y Túnez, consiguieron la destitución de sus corruptos gobernantes.

No sabemos, obviamente, cuál será el destino último del espíritu del 15 de Mayo. Pero lo que si podemos decir, con toda certeza, es que ya existen al menos dos planes contra la crisis: los recortes o la invención de la democracia real. Del primero conocemos sus resultados: no solo no nos han devuelto la “normalidad” económica sino que han derivado en un “todos contra todos” y “sálvese quien pueda”. Del segundo, que promete una política de la democracia absoluta, constituyente, sólo podemos decir que acaba de empezar y que marca nuestra ruta. Es a ese al que nos apuntamos.

Tomás Herreros y Emmanuel Rodríguez (Universidad Nómada)"

Escrito por: Samuel.2011/05/19 22:20:46.767000 GMT+2
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2011/05/18 13:48:48.943000 GMT+2

Entre el 15 y el 22

"Abajo encontramos a los que luchan y se escuchan en otras voces, en otras lenguas" Subcomandante Insurgente Marcos, Manifiesto de la Otra Campaña (2006)

Aún es pronto para establecer una genealogía de la revuelta en España -¿o habría que decir en Europa?-, como hizo Raúl Zibechi con respecto a la Argentina que explotó en 2001-2002 tras una década de privatizaciones, reformas y ajustes neoliberales. En su libro, Zibechi decía que "el mundo nuevo deja de ser el lugar al que se llega después de una larga travesía. Es la travesía misma". Y en esa travesía se encuentran los movimientos juveniles (y no tanto) que confluyeron en torno al 15 de mayo.

La mayoría de los periodistas españoles, demasiado acostumbrados hablar del poder desde y junto al poder, andan perplejos con los movimientos micropolíticos que están proliferando en las multiforme hidra española. La información mediática mantiene la perspectiva de los principales partidos políticos y se limita al impacto que pueda tener en las elecciones locales y autonómicas del 22 de mayo. Fue la intensa comunicación de miles de jóvenes precarios y parados, los que se manifestaron, los que tuitearon y los que luego acamparon, lo que les ha obligado a prestarles atención, aunque hasta ahora no haya habido otra violencia que la policial. Estos jóvenes (y, repito, no tan jóvenes) comienzan a compartir, como sus vecinos árabes y europeos, algunas de las características que hicieron de la experiencia argentina algo especial: su autonomía con respecto al Estado, los partidos políticos y los sindicatos tradicionales; la reapropiación de los espacios públicos urbanos; la horizontalidad; una práctica democrática antagónica con la representación; una renovada autoestima y la construcción de nuevas identidades. Las llamadas redes sociales aceleran y facilitan lo que hace diez años, en el momento álgido de los movimientos alterglobalizadores, se hacía vía correo electrónico o mediante las tradicionales asambleas. En la insurrección popular del 14 de marzo de 2004, el medio destacado fueron los SMS.

Las similitudes económicas y hasta políticas con el caso argentino comienzan a acumularse. La visita a Madrid, estos días, del grupo argentino de investigación militante Colectivo Situaciones, constituye por ello una feliz coincidencia. Quienes tengan la fortuna de encontrarse con ellos -o leerles- podrán conocer herramientas y métodos de interpretación de los que carecen los articulistas pendientes de la suerte de su partido favorito. Por lo que se refiere a los movimientos, hay con todo diferencias importantes con respecto a la Argentina: la densidad institucional europea, multinivel; la preeminencia del Estado como ámbito casi exclusivo de lo político; el diferente sistema de partidos; o la ausencia en las protestas españolas de los más pobres y excluidos, que en la Argentina de fuertes desigualdades fueron en cambio protagonistas. El pobre es una categoría relativa, pero en Europa tiende a identificarse con el lumpen que nunca encajó en la clase obrera clásica: hoy es el espectro que la aterra. Entre los pobres, hoy en España, podemos encontrar desde barrios miseria -donde se desarrollan estrategias de supervivencia, con frecuencia subversivas, que preferimos ignorar o despreciar- a inmigrantes como los que acamparon en Murcia tras el terremoto. En cierto modo, la protesta de estos días representa un rechazo al empobrecimiento -conocido como ajuste- promovido por los poderes públicos y económicos que secuestraron la palabra democracia.

Queda por ver la relación del 15 con el 22 de mayo. Entre los manifestantes y simpatizantes se oscila entre el #nolesvotes como rechazo a toda forma de representación (a todos los niveles) y la restricción de dicha petición a los partidos políticos dominantes a nivel estatal y autonómico: en suma, las fuerzas y familias políticas que protagonizaron la transición. En las elecciones locales lo que se juega es el fin de la hegemonía de partidos y caciques que durante años o décadas construyeron estructuras de poder basadas en  relaciones clientelares con raíces que en muchas ocasiones nacen del propio franquismo. A ellas se aferran políticos profesionales y clases medias desesperadas por mantener estatus y empleos. En esto cabe aprender también de las lecciones de Argentina, donde esta cuestión nunca llegó a resolverse.

Sea como fuere, en las elecciones del 22 de mayo son precisamente los movimientos ciudadanos, nacidos al calor de reivindicaciones diversas, los que en muchos casos aportan un aire nuevo en municipios gangrenados por el endeudamiento y la corrupción urbanística. Para ello han tenido que pagar el peaje de la forma-partido, o bien adoptan formas híbridas, pero al menos abren espacios y posibilidades. El problema no estriba tanto en elegir necesariamente entre voto o abstención, o entre movilización electoral y callejera, alternativas que sólo pueden valorarse estratégicamente en la situación concreta. Lo que importa es la infinita proliferación de experimentaciones políticas, dentro y fuera de los consistorios, la lenta y difícil construcción de un común democrático. No cabe juzgar: sólo participar y acompañar.

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Escrito por: Samuel.2011/05/18 13:48:48.943000 GMT+2
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2011/05/14 09:59:27.087000 GMT+2

Democracia productiva

Excelente el pequeño clip documental que la Universidad Nómada ha preparado con extractos de las intervenciones de los y las participantes en el seminario Welfare, Renta Básica y Política del Común, organizado el año pasado. Participan Carlo Vercellone, Cristina Morini, Emmanuel Rodríguez, Yann Moulier Boutang, Giuseppe Cocco, Montserrat Galcerán y Michel Bauwens. Materia de reflexión para quienes salgan a manifestarse mañana por una democracia real.

Clip documental archivo Prolegómenos de la renta básica

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Escrito por: Samuel.2011/05/14 09:59:27.087000 GMT+2
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2011/05/08 21:14:43.423000 GMT+2

Ocho de mayo

El ocho de mayo de 1945 es recordado en Europa occidental y en Estados Unidos como el Día de la Victoria frente al ejército alemán. La fecha corresponde a la firma del armisticio en Berlín, con presencia de los aliados occidentales y el alto comando del ejército soviético. El júbilo se extendió entonces por la Europa liberada.

Ese mismo día el Gobierno Provisional de la República Francesa, dirigido por un triunfante Charles de Gaulle, permitió que los "indígenas" argelinos -muchos de los cuales habían formado parte del ejército de liberación- salieran a manifestarse por separado para celebrar el fin de la guerra, a condición de que no hicieran propaganda nacionalista. En Sétif miles de personas salieron a la calle desde primeras horas de la mañana, entonando cánticos como Min Djibalina ("De nuestras montañas") y gritando lemas como « Queremos ser sus iguales » o « Abajo el colonialismo ». La aparición de una bandera independentista argelina desató el caos. La policía intentó apoderarse de la misma y provocó una refriega en la que intervinieron europeos y argelinos. Entre tiros de la policía, los manifestantes atacaron a los franceses bajo el grito de "n'katlou ennessara" (matemos a los europeos). En pocas horas murieron unos 28 franceses y un número equivalente de argelinos. Los incidentes pronto se extiendieron a localidades vecinas, como Guelma, donde el sub-prefecto Achiary ordenó disparar contra los manifestantes. Durante los días siguientes, los ataques argelinos contra la población europea provocarán un centenar de muertos. El 11 de mayo Charles de Gaulle ordenó al general Raymond Duval reprimir y detener la insurrección del este argelino con todos los medios disponibles, lo que incluía el uso de la artillería y de la aviación contra la población civil. La represión llevada a cabo por el ejército francés, apoyado por tiralleurs senegaleses y por milicias europeas, entregadas a auténticas cacerías humanas, será de una violencia increíble: ejecuciones sumarias, masacres de civiles, bombardeos de poblados y aldeas -especialmente en Cabilia- por la Marina y la aviación. Más de diez mil argelinos perecieron, según las cifras más conservadoras, en apenas tres semanas. La lección era clara: la vida de un occidental valía al menos la de un centenar de indígenas, regla que continúa aplicándose en nuestros días en lugares como Gaza, Bagdad o Waziristán.

En Argelia el 8 mayo de 1945 representa el inicio de una guerra de liberación que los europeos acababan de concluir en su suelo, frente a los nazis. Sin colonias de ultramar, la Alemania nazi había hecho en Europa lo que otras potencias europeas seguían practicando en sus colonias pero, quizás precisamente por tratarse de europeos, llevando al extremo la lógica racial y el control totalitario de las poblaciones.

Estos son aspectos que Stéphane Hessel pasa por alto en su célebre "Indignez-vous!"*. En este panfleto el antiguo resistente francés pide a los jóvenes de hoy que hereden los valores del Consejo Nacional de Resistencia con los que se refundó la república francesa al término de la Segunda Guerra Mundial. Hessel se revuelve contra el trato dado a los "sin papeles" en Francia o a los palestinos en Gaza, pero le cuesta encontrar un hilo común. Aunque ambos ocupan un lugar destacado en el opúsculo, extrañamente el hecho colonial sólo se menciona de pasada:
"Para nosotros resistir era no aceptar la ocupación alemana, vencer. Esto fue relativamente sencillo. Simple como lo que siguió la descolonización. Entonces vino la guerra en Argelia. Era necesario que Argelia fuese independiente, era obvio."
Como sabe Hessel, que durante los años cincuenta fue diplomático del Estado francés, ni la descolonización fue tan simple ni la independencia argelina, tan obvia. El Programa del Consejo Nacional de Resistencia, cuyos extractos dan comienzo al libro de Hessel, promueve "una extensión de los derechos políticos, sociales y económicos de las poblaciones indígenas y coloniales", lo que no implicaba una equiparación completa con los ciudadanos franceses ni el reconocimiento de la autodeterminación. Pierre Mendès France, citado en el libro y con quien trabajó estrechamente, es el autor de la célebre frase "Argelia es Francia", resumen del modelo asimilacionista francés. Y muchos de los jóvenes franceses a los que se dirige Hessel son discriminados por una república que se reclama universal, como también lo fueron sus padres o abuelos, algunos de los cuales vivieron hechos como los de Sétif. Stéphane Hessel propone reducir la distancia que hay entre ricos y pobres y exigir a los Estados que apliquen los derechos humanos reconocidos en el derecho internacional. Hay que luchar, pues, por universalizar y hacer realidad el ideal republicano francés, hoy amenazado por el poder del dinero. Ahora bien, en Francia la república es indisociable del Imperio y la ideología colonial, cuya función es la producción de subalternidad, forma parte constitutiva de la identidad republicana. La figura de Jules Ferry, teórico de la colonización y creador del sistema educativo republicano, es ilustrativa de esta unión indisociable. Hessel concluye con un deleuziano "crear es resistir, resistir es crear". Pues habrá que crear, con los otros, otra cosa, otra república, otra universalidad (o pluriversalidad), otras memorias.

El 8 de mayo de 1945 Hessel celebraba en París, junto a miles de ciudadanos, el fin de la ocupación alemana. Ese mismo día, miles de argelinos salieron a las calles de Sétif, indignados, exigiendo el fin del colonialismo. En un sentido muy diferente, los europeos presentes se indignaron ante la osadía de los indígenas. La indignación encendió la insurrección argelina. Una mezcla de indignación y miedo alimentó por su parte la reacción europea. Pero la indignación del subalterno que es humillado cotidianamente no es la misma que la de quien teme perder una posición de dominio, como tampoco son iguales los proyectos éticos y políticos que pueden sustentar. Y hace falta algo más para dar forma a dicho sentimiento. Indignarse no basta.

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* Traducido en España como "Indignaos". En Argentina como "Indígnate", algo más apropiado para Canarias.

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Escrito por: Samuel.2011/05/08 21:14:43.423000 GMT+2
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2011/05/04 23:26:39.478000 GMT+2

Gerónimo

Necrológica del apache Gerónimo, tal y como fue publicada en The New York Times el 18 de febrero de 1909. Aunque parezca mentira, no lo escribió Thomas Friedman.

"La carrera de Gerónimo, jefe de los Apaches, dio origen al proverbio de que el mejor indio es el indio muerto. Gerónimo ha muerto a la edad de noventa años. Hábil, increíblemente cruel y feroz, fue durante toda su vida el peor arquetipo del salvaje aborigen americano. Incluso su supuesta conversión religiosa no dejó de ser astuta. Abrazó la fe de la Iglesia reformada holandesa, que es la del presidente Roosevelt, esperando de este modo obtener del Ejecutivo clemencia y libertad. En sus terribles incursiones en la frontera mexicana, que terminaron con su captura durante la campaña Apache de 1886 del general Miles y del médico Leonard Wood, que entonces comandaba los exploradores de infantería, Gerónimo llegó a asesinar a cientos de hombres y mujeres. El General Miles le enseñó el uso que el hombre blanco daba a la máquina de vapor, el aerostato o el telégrafo; y él reconoció la inutilidad de seguir enfrentándose a las autoridades militares de los Estados Unidos. Sus captores blancos fueron más clementes que Gerónimo o su tribu y sus enemigos pieles rojas. Quienes menosprecian los modernos refinamientos, más mortíferos, en el arte de la guerra, olvidan que cuando el rifle sucedió a la flecha y al tomahawk, y el telégrafo dejó atrás las señales de humo, se acabaron las disputas intestinas en este continente."


Geronimo

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Escrito por: Samuel.2011/05/04 23:26:39.478000 GMT+2
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2011/05/03 12:08:39.292000 GMT+2

Sigue vivo

No, no digo que Osama bin Laden esté vivo. ¿Acaso importa? En los últimos años de él sólo nos llegaban imágenes y voces cuya autoría debía ser certificada por sus perseguidores. Hace tiempo que bin Laden había dejado de ser un líder político para convertirse en un espectro televisivo. Ayer su ejecución extrajudicial apenas movilizó a un millar de personas en Quetta, Pakistán. En realidad, tampoco importa si fue él quien coordinó directamente el atentado del 11 de septiembre de 2001, una evidencia que parece que nunca necesitó un proceso penal. La desaparición del cadáver reaviva su figura y augura futuras especulaciones. El islamista sudanés Hassan al Turabi, que conoció a bin Laden cuando vivió en Sudán allá por los años noventa, lo explicó en su día: "Es popular porque la gente lee los periódicos. Bin Laden siempre está en la televisión. ¿Quiere un consejo? Denle le libertad total. Si los americanos lo mataran, harían de él un mártir. Nosotros todavía veneramos al nieto del Mahdi, mártir en el siglo XIX. Bin Laden es una especie de Mahdi, en versión internacional". Un Mahdi pop, como Elvis u Obi wan Kenobi.

El operativo que condujo a la muerte del saudí tiene que ver más con la vendetta mafiosa o el sacrificio religioso que con una idea de justicia. La extorsión permite generar la suficiente percepción de inseguridad como para justificar los servicios de protección que ofrecen los líderes mundiales. El mundo es más seguro, pero al mismo tiempo sigue siendo inseguro. La amenaza no ha concluido, nos repiten, esperamos todo tipo de represalias. Por otro lado, su sacrificio restaura un poder soberano que pocos respetaban ya. "Esta noche, volvemos a recordar que Estados Unidos puede hacer lo que se proponga", destacó Barack Obama en el discurso en el que anunció la muerte de bin Laden. Obama sabe que dice una media verdad, y por eso insiste en ello: Estados Unidos puede matar todo lo que quiera con impunidad, pero ya no puede ejercer la dominación que ejercía antaño.

Todos denuncian la connivencia de los servicios secretos paquistaníes (bin Laden vivía en los últimos años a tan sólo 50 kilómetros de la capital Islamabad), aunque no podemos saber si en algún momento hubo connivencia por parte del propio gobierno estadounidense. El momento escogido se inserta entre la ola contrarrevolucionaria desatada contra las revueltas democráticas de los países árabes y las necesidades de la política interior. Vuelve a hablarse de una omnipresente Al Qaeda. La muerte de bin Laden vuelve a hacer del miedo la base de la política institucional, frente a la alegría y la esperanza vividas en estos primeros meses de 2011.

Lo que sigue vivo, en cambio, es un concepto de terrorismo que había sido completamente desacreditado, entre otros, por los árabes que salieron a las calles. Esto, y no otra cosa, es lo que celebran con alborozo nuestros gobiernos y medios de comunicación. De hecho, el asesinato de bin Laden ha coincidido en España con la negación de los derechos democráticos de numerosos ciudadanos vascos en nombre de la lucha contra un "terrorismo" que es ya tan fantasmagórico como lo era bin Laden antes de su muerte. Quieren reanimar al muerto que los ciudadanos estaban enterrando sin su ayuda.

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Escrito por: Samuel.2011/05/03 12:08:39.292000 GMT+2
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2011/04/30 22:50:53.887000 GMT+2

Autóctonos y alógenos

Para el historiador y politólogo camerunés Achille Mbembe, "la problemática de la democracia por venir está profundamente ligada al futuro de esa institución específica que es la frontera - por la cual hay que entender tanto la relación entre la constitución del poder político y el control de los espacios como la cuestión más general que consiste en saber quién es mi prójimo, cómo tratar al enemigo y qué hacer con el extranjero." (Sortir de la grande nuit, La découverte, 2010). Sobre todo porque en la modernidad dicha institución fue modulada en todo momento por el concepto de raza y por el colonialismo. Como he comentado en otras ocasiones, la acumulación capitalista se ha basado desde el principio en el control de la movilidad de la fuerza de trabajo (en definitiva, el control de los seres humanos libres), tratando de fijarla como fuera, por lo que la construcción del Otro reflejó la dificultad que existe a la hora de llevar a cabo ese control y esa fijación. Por contra, para quienes luchan por construir un común democrático, la dificultad es otra. Como dice Mbembe, "el problema de quienes, aunque estén con nosotros, entre nosotros o a nuestro lado, finalmente no son de los nuestros a pesar de tener un pasado común, no fue resuelto ni con la abolición de la esclavitud ni con la descolonización." ¿Cómo hacer comunidad política en movimiento? ¿Cómo integrar una dinámica democrática entre autóctonos y alógenos sin fijar estos roles en identidades que establezcan jerarquías o distribuyan privilegios y exclusiones?

Estas cuestiones no se limitan a Europa, donde prevalece una visión nacionalista que está íntimamente ligada a una reflexión sobre la diferencia racial, aunque se esconda bajo ropajes universalistas y republicanos, como en Francia. Las revoluciones del Mediterráneo y del Medio Oriente mostraron cómo en muchos países amplias capas de la población no sólo quedaban al margen del debate democrático sino que eran agredidas por considerarlas tan ilegítimas como los gobiernos que pretenden derribar, en parte como consecuencia del tratamiento que estos últimos han hecho de aquéllas (véase por ejemplo el empleo de chadianos o de paquistaníes en las fuerzas de seguridad libias o bareiníes, respectivamente). Pero es en África donde en las últimas décadas el cuestionamiento de quién es originario o local (lo que otorga determinados derechos) y quién es de fuera (lo que implica negarlos) ha desatado las violencias más extremas.

Desde los años noventa del pasado siglo cierta literatura africanista hace referencia al problema de la autoctonía (porque es desde este punto de vista que se plantea como tal). Autores como Jean-François Bayart o Peter Geshiere destacan las tendencias exclusivistas que se han venido desarrollando en África mediante la producción de identidades arraigadas en lo local. Tendencias que, paradójicamente, se potenciaron con los intentos de instauración del multipartidismo de los años noventa, tras un prolongado primer período de gobiernos de partido único y líderes carismáticos. A diferencia de lo que sucede en Europa, explican Bayart y Geshiere, "al sur del Sáhara, (...) es la rehabilitación de las elecciones como procedimiento real de devolución de un poder efectivo lo que alimentó el mito de la autoctonía al volver cruciales preguntas como « ¿Quién puede votar y dónde? », « ¿Quién puede presentarse como candidato? ¿Y dónde? »". Porque esto determina además el acceso a recursos sociales y económicos que se volvieron más escasos con la aplicación de los planes de ajuste: la tierra, pero también el crédito, las infraestructuras, la atención sanitaria. Muchos africanos, "saben que tienen que razonar en términos de un juego de suma cero: al contrario que los niños flamencos y valones, los niños tutsi y hutu, o bamileké y ewondo [Camerún] no pueden confiar en acceder a la escuela, al hospital, a la universidad, y la cuestión de la definición de la autoctonía se vuelve literalmente vital." La estigmatización del alógeno, del que "viene de fuera", no solo vino desde los gobiernos autoritarios que se resistían al cambio (masacres de tutsis en Ruanda entre 1990-1994; los pogroms recurrentes en el valle del Rift y en la costa de Kenia), sino también -y con frecuencia, principalmente- de las fuerzas opositoras (Costa de Marfil, Camerún), que de este modo pretendían reconstruir en su beneficio la base social de las instituciones de gobierno.

Un claro ejemplo es la violencia endémica que persiste en el país africano más poblado, en Nigeria. En Jos, capital del Estado nigeriano de Plateau, el conflicto se plantea entre grupos hausa-fulani musulmanes, originarios del norte, y diversas minorías autóctonas -indígenas, según el vocabulario oficial- predominantemente cristianas (afizere, anaguta y berom), especialmente tras la descentralización promovida bajo la presidencia de Ibrahim Babangida. El general dividió el gobierno local en dos circunscripciones, Jos Sur y Jos Norte, lo que permitió a la comunidad musulmana hausa - fulani, que hasta entonces había sido marginada de la vida política, disponer de una administración propia. El trasfondo es el control de los recursos económicos derivados de la explotación petrolífera en el Delta del Níger a través de los gobiernos federal, regional y local. Quien controla el gobierno local controla la emisión de los papeles que certifican la autoctonía (certificates of indigeneity), que son los que dan derecho a un mejor acceso a la tierra, al dinero, al empleo, a la educación, a la salud, gracias a las redes clientelares que se tejen según líneas étnicas o comunitarias. Así, los hausa-fulani de Jos reivindican su carácter autóctono, al haberse establecido en la zona desde hace un siglo por lo menos, mientras que las demás tribus rememoran la resistencia armada de finales del siglo XIX y denuncian la islamización de sus tierras. Tensiones que afloran con cada convocatoria electoral, donde todos intentan manipular a su favor el recuento de votos: los enfrentamientos intercomunitarios provocaron más de mil muertos en 2001 y medio millar en noviembre de 2008. Las últimas elecciones han vuelto a derivar en violencia.

Esta dinámica local suele ignorarse, pero hay que tener en cuenta que, aunque desde las independencias se ha preservado el principio de la intangibilidad de las fronteras -salvo contadas excepciones, como Eritrea o Sudán del Sur-, en los países del África Subsahariana son las fronteras interiores de los Estados las que se han transformado en virtud de sucesivas reformas administrativas, con la creación de regiones, provincias y municipios. Todo ello forma parte de un proceso inestable de formación o consolidación del Estado, que a su vez está sometido a potentes fuerzas de dispersión.

Y es que África siempre fue un continente de circulación y de movimiento. Europa también, como en definitiva todas las regiones habitadas por humanos, pero lo que distingue a África es que sus fronteras precoloniales tenían un significado diferente. Volviendo a Mbembe:

"Estos conjuntos regionales y multiétnicos se caracterizaban no por fronteras estables y precisas, ni tampoco por figuras claras de soberanía, sino por una gama compleja de colores verticales, de ejes laterales, de redes a menudo imbricadas las unas con las otras según el principio de la mezcla y de la multiplicidad."

(...)

"El drama de la colonización no consistió en el recorte arbitrario de entidades que antes estaban unidas - la balcanización que siempre denunció la vulgata afronacionalista. Por el contrario, consistió en tallar pseudo-Estados a partir de lo que fundamentalmente era una federación de redes, un espacio multinacional constituido, no por "pueblos" o "naciones" en cuanto tales, sino por redes. Consistió en querer fijar fronteras rígidas a lo que estructuralmente era un espacio de circulación y mercadeo, flexible, de geometría variable."

Y en el fondo, lo sigue siendo. Bayart y Geshiere concluyen que, pese a todo, las diferentes nociones de autoctonía podrían contribuir en el largo plazo al desarrollo de nuevas "comunidades imaginadas" que den soporte a la democracia en África, que vinculan a cierta concepción del Estado. Pero, ¿no será que la democracia en África -y, por qué no, también en Europa- necesita otra manera de entender esa conflictiva trinidad formada por la identidad, la propiedad y la ciudadanía?

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Escrito por: Samuel.2011/04/30 22:50:53.887000 GMT+2
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2011/04/16 20:45:13.390000 GMT+2

El bueno, el feo y el malo

Los protagonistas del último episodio de la crisis política en Costa de Marfil, Laurent Gbagbo y Alassane Dramane Ouattara, son dos viejos conocidos que se han intercambiado los papeles a lo largo de las últimas tres décadas. Ambos han venido disputándose la herencia política de Felix Houphouët-Boigny (presidente entre 1960 y 1993) en una sucesión de elecciones siempre controvertidas y con el impacto de la guerra civil de 2002-2006.

Laurent Gbagbo (nacido en Mama, en país beté) fue el principal opositor de Houphouët-Boigny, pero a la muerte de éste el acceso al poder del delfín Henri Konan Bedié (baulé responsable del partido único PDCI) frustró sus aspiraciones presidenciales. También las de Alassane Ouatara (diula nacido en Dimbokro). Educado en el Alto Volta (actual Burkina Faso), Ouattara hizo luego carrera como economista en los Estados Unidos y trabajó en el Fondo Monetario Internacional hasta que fue nombrado primer ministro (el único que tuvo Houphouët-Boigny) en 1990. Su misión consistió en aplicar un duro programa de ajuste estructural. Fue Alassane Ouattara quien anunció la muerte del Vieux en 1993. Y fue Bedié quien en 1994 reformuló oficialmente el concepto de "marfileñidad" (ivoirité) para cortar de raíz toda posibilidad de que Ouattara -acusado de ser burkinés y no lo suficientemente marfileño- pudiera disputarle la presidencia. Una iniciativa que había partido de Gbagbo, que consideraba a los "extranjeros" como un voto cautivo, el "ganado" del PDCI. Por diferentes motivos, en las elecciones de 1995 los dos grandes perdedores en la carrera sucesoria se aliaron, por una vez, para boicotear su celebración.

La marfileñidad implicaba una definición restrictiva de la identidad nacional que obligaba a probar los orígenes marfileños para poder votar o ser elegido. De golpe, la cuarta parte del país, considerada de origen extranjero (inmigrantes burkineses, malienses, ganeses, liberianos, etc.) que llegaron atraídos por la pujanza del cacao en los sesenta pero también su descendencia), quedaba excluida de la política partidaria. Una exclusión que contribuyó a estigmatizar a buena parte de la población que habitaba el norte agrícola del país.

Las tensiones se agravaron con la reforma, en 1998, del régimen de propiedad de la tierra, que reservó la misma a los "autóctonos" que obtuvieran títulos de propiedad en reconocimiento de derechos consuetudinarios precedentes. Ahora bien, entre los burkineses instalados en el campo desde antes de la independencia (en realidad la mitad de ellos nacieron en el país) la mayoría había adquirido tierras (ya sea mediante compra o donación) y se consideraban "propietarios" aunque no poseyeran títulos de propiedad. De ahí su apoyo a un Houphouët-Boigny que había mantenido el impulso a la agricultura de exportación y favorecido la inmigración. Sin embargo, otros marfileños consideraban a los llamados "extranjeros" (una noción que fue ampliándose con el tiempo) como colonizadores de "sus" tierras, y la reforma les reafirmó en esta percepción, especialmente entre la creciente masa de jóvenes urbanos desempleados por la crisis económica iniciada en los años ochenta y agravada con los planes de ajuste. 

En 1999 un grupo de militares dirigidos por Robert Gueï dio un golpe de estado que puso fin al gobierno de Bedié y a cuarenta años de gobierno ininterrumpido del PDCI. Inicialmente crítico con la marfileñidad, luego la asumió gustosamente para continuar manteniendo a raya a Ouattara. En 2000 se aprobó una nueva Constitución, aún vigente, que en su artículo 35 estipula que el presidente "Debe ser marfileño de origen, nacido de padre y madre marfileños de origen.  No debe haber renunciado nunca a la nacionalidad marfileña. No debe haberse valido de ninguna otra nacionalidad." Las elecciones presidenciales de octubre de 2000 fueron especialmente convulsas. Gueï interrumpió un recuento de votos que favorecía al eterno opositor Laurent Gbagbo, que entonces contaba con el beneplácito de Francia. Finalmente, después de que se produjeran centenares de muertos en violentos enfrentamientos, terminó por reconocerse la victoria de Gbagbo con un 60 % de los votos pero con apenas un 37 % de participación.

Asimismo, con el cambio de siglo irrumpió con fuerza una nueva generación, surgida de la Federación Estudiantil y Escolar de Costa de Marfil, la poderosa Fesci. El líder de la rebelión armada del norte en 2002, Guillaume Soro, había sido secretario general de la Fesci. Y en 1998 le sustituyó en el puesto Charles Blé Goudé, apadrinado por Gbagbo, quien usará las estructuras de la Fesci para controlar los campus universitarios mediante la captación de becas y la extorsión de estudiantes y los pequeños comerciantes que rondaban la universidad. En 2001 crea el Congreso Panafricano de Jóvenes Patriotas y con el estallido del conflicto armado en 2002 la Alianza de Jóvenes Patriotas, que constituirán una milicia de choque nacionalista y xenófoba que apoyaba a Laurent Gbagbo. De los, es Soro quien ha salido ganando. Tras los acuerdos de Uagadugú de 2007 que establecieron un reparto provisional del poder, Guillaume Soro fue nombrado primer ministro con Gbagbo. Pero en diciembre de 2010 le abandonó por considerar que el legítimo ganador de las elecciones había sido Alassane Ouattara. Una apuesta que le ha permitido volver a ser primer ministro con este último. Por su parte, Blé Goudé sigue en paradero desconocido tras la detención de Gbagbo por las fuerzas de Ouattara.

Como muestra de la volatilidad de las enemistades y alianzas en función de la coyuntura del momento, en 2005 se crea -con vistas a las elecciones presidenciales, previstas para ese año pero finalmente suspendidas- la Reunión de los Houphouetistas para la Democracia y la Paz (RHDP), que reunió a los otrora enemigos Henri Konan Bedié y Alassane Ouattara. En un giro copernicano, el 15 de noviembre de 2010 Bedié pidió el voto baulé para Ouattara, dejando a un lado una marfileñidad que sigue causando estragos. La reivindicación oportunista del "houphouetismo" apela a una renovada unión entre las gentes del norte y del sur y a la mistificación nostálgica de una prosperidad perdida. De manera más sorprendente, Gbagbo se reclamará único heredero de Houphouët-Boigny, con el que al menos en un punto mantuvo una línea de continuidad no exenta de tensiones: la Françafrique. Este concepto fue acuñado por Houphouët-Boigny para destacar de manera positiva el mantenimiento de vínculos económicos y políticos con Francia -que mantuvo en todo momento un contigente militar en el país y unos 12000 expatriados-. Pese los enfrentamientos de Abiyán de noviembre de 2004 y la articulación de un discurso en torno a la defensa de la soberanía nacional, Gbagbo abrió la economía marfileña a las grandes corporaciones francesas (Bouygues, Bolloré, Total, Vinci, Orange).

Poco más pudo hacer Laurent Gbagbo durante un mandato dominado por conflictos militares, la búsqueda de delicados equilibrios políticos entre las distintas regiones del país y el afianzamiento de su poder personal, en parte con el apoyo de sus dos mujeres. Simone Gbagbo le ayudó a fundar el Frente Popular Marfileño, pero tras su conversión al milenarismo pentecotista desplegó una retórica xenófoba y antimusulmana que le llevó a amistarse con la derecha estadounidense e israelí al tiempo que se alienaba a los musulmanes del norte. Su segundo matrimonio, por el rito malinké, con Nadiana Bamba, tuvo como objetivo recuperar posiciones en el norte y apoyarse en el grupo mediático que dirigía "Nady", el grupo Cyclone, que edita el diario Le Temps y los semanarios Le Temps Hebdo y Prestige Magazine. Pero la falta de un consenso en torno al establecimiento de un censo electoral fiable y aceptado por todas las partes retrasó las elecciones hasta 2010, que volvieron a ser conflictivas y violentas. Gbagbo no dudó en llevar a cabo una campaña de terror mientras las tropas leales a Ouattara atacaron indiscriminadamente a quienes consideraban partidarios de Gbagbo. Esta vez, sin embargo, se invirtió el guión del año 2000: será Ouattara quien cuente con el apoyo francés y quien finalmente acabe tomando las riendas del Estado.

Si nos empeñamos en buscar quién es el bueno, el feo y el malo en esta historia corremos el riesgo de llevarnos más de un chasco. Sobre todo si los incluimos en una narración dualista de izquierdas y derechas, imperialismos y antiimperialismos o, por usar los términos de Simone Gbagbo, Bien contra el Mal. La prolongada guerra de sucesión marfileña refleja el fracaso en la consolidación de un Estado postcolonial democrático mediante la construcción de una comunidad imaginada y un sistema representativo multipartidista, a expensas de una multiplicidad de grupos étnicos, en un territorio caracterizado por una intensa movilidad transnacional. Territorio que en las zonas rurales no es compartido en común sino que se pretende privatizado y distribuido según líneas étnicas con el objetivo de potenciar la agricultura de exportación y la inversión extranjera. Con urbes que en poco tiempo han crecido en población y en complejidad, y donde los jóvenes sólo encuentran como alternativas la emigración o su vinculación a algunos de los hombres que compiten por controlar los recursos del Estado.

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Escrito por: Samuel.2011/04/16 20:45:13.390000 GMT+2
Etiquetas: alassane-ouattara houphouet-boigny postcolonial guillaume-soro costa-de-marfil françafrique xenofobia laurent-gbagbo nacionalismo ivoirité | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (2)

2011/04/09 22:47:36.149000 GMT+2

Todo eso no te devolverá el Congo

Todo eso no te devolverá el Congo * (2007) - Baloji**



"Por más que cierre los ojos, todavía tengo visiones
Cuerpos deformados sobre el suelo del camino a la perdición,
Y grité como hice después de mi circuncisión,
¿Estoy rodeado de fantasmas o es la muerte que hace su aparición?
Me oriné en la cama, sueño interrumpido
Me cuesta hablar de ello a trompicones.

Agosto del 89.
Recuerdo...

Atrapé calambres, un talón sobre la sien
Implorando que los niños escapen,
Quisieron humillarnos por medio de nuestra descendencia
Que los ovarios de nuestras mujeres sean mancillados con su simiente,
Después de ese día digo que nuestra familia está maldita
La muerte gravita en torno nuestro y yo la siento.

Tras los saqueos, volví a la ciudad.
Abandoné a Lucienne, a los niños y mi tierra de arraigo,
Con la excusa de que el ejército perseguía a la gente de Kasai,
Pero aquello de lo que había huído volvió a atraparme por otro medio,
La prueba es que, aunque el país esté dividido,
Mi hijo mayor de 13 años volvió a una de sus unidades,
En el país de los lemas y las mañas,
No esperamos a Ebay para hacer trueque,
Paso del tajo a la cocina,
Del cemento a la mandioca,
Hay que invertir en el país, como dice el Frente común

Reparo un camión para hacer transporte público
Volveré a tu casa en cuanto arreglen mis papeles,
Con una camiseta con la efigie de Lumumba,
Para hacerles olvidar el Che,
Sueño con jugar a la loto, con beber esta cerveza
De los tiempos de la Unión Minera y del MPR,
Visitar tu Matongé, chausée d'Ixelles
Dame noticias tuyas por teléfono o email,
Que Dios te guarde,
Te llevo en mis oraciones,
Besos.

Recibí tu carta a finales de junio, bueno
Me dejó mal, pero sin embargo
No dejé de releer cada palabra, cada frase
Cada nombre, cada detalle, cada foto, cada rostro
¿Es un espejismo, una ilusión, un holograma?
¿O es la razón que ha devuelto el alma?
El terror visto desde aquí es como la tierra vista desde el cielo
Parece lejos de nosotros, parece irreal.
Cuando pienso que has abandonado Kin y los tuyos
Que expulsan nuestra etnia como los nombres cristianos
Que tu hijo es un asesino con mirada de fuego
Que a los 13 años encuentra seguridad en un M16
A los 14 años en cuarentena
Lo tomaron por un brujo porque se coloca con queroseno
Al llegar al este, mató por accidente
Uno de sus primos lo tomó por un guerrillero
¡Mierda!, el horror es humano y nos exterminamos
Quería ser un salvador, no un soldado anónimo

Aunque sea fácil culpar a Occidente, Eso no te devolverá el Congo
El pillaje de nuestros minerales, de nuestros lingotes, Eso no te devolverá el Congo
Reproducir los esquemas coloniales, Eso no te devolverá el Congo
Porque el terror de aquí es como la tierra vista desde el cielo
Parece lejano, parece irreal


Los hijos de la Liberación no juegan a los indios
Ven Europa como el far west en vano, por nada
Esperando su cheque de la Western Union
Sueña con desvalijar una delegación
Dicen los países en transición, que la guerra es una escala
Para este ideal, paso al plan Marshall
El reino del Mariscal lo dejó cojo
Y parece que la Unesco sólo ayuda a los países cartas postales
En vez de dedicarse a los asuntos corrientes
Porque un tercio del país está sin corriente eléctrica ni agua corriente,
Nuestras guerras étnicas refuerzan este statu quo
El Congo es terreno de stratego
Para estos países vecinos convertidos en rivales
En el pillaje de sus minerales, de sus lingotes,
Y se hunde, el país está bajo control
Es peor que en tiempos de Leopoldo
Entre la ley de la jungla y la de los protocolos
La revolución necesita voluntarios
Mientras la opinión pública abdica
El congoleño sigue siendo el negro de África

Aunque sea fácil culpar a Occidente, Eso no te devolverá el Congo
El pillaje de nuestros minerales, de nuestros lingotes, Eso no te devolverá el Congo
Reproducir los esquemas coloniales, Eso no te devolverá el Congo


Todos congoleños completos, todos emparentados
Dejemos nuestras diferencias aparte, tenemos un país que rehacer
Mientras los virus se reparten como los prospectos
Los nuevos misioneros hacen sus Emaús
Pequeñas, medianas empresas
Que no conocen la crisis
La credulidad de la gente a modo de presupuesto
Invierten allí donde se detienen las ONG
Y yo admiro tu coraje, cómo logras arreglártelas
Tu corazón se empapa de zinc, no se oxida
Pero deja de creer en sus sesiones de exorcismo
No curan contra el paludismo
Yo soy un gigante entre pigmeos
Desde que mi carta verde caducó, el negro me deprime
La despigmentación de la piel deja secuelas
Y el choque es cultural
Nuestro desarrollo está tan estancado como la Gécamines
Acomplejado por nuestra tasa de melanina
La integración pasará por el dinero
Pero la determinación es el factor determinante

Aunque sea fácil culpar a Occidente, Eso no te devolverá el Congo
El pillaje de nuestros minerales, de nuestros lingotes, Eso no te devolverá el Congo
Reproducir los esquemas coloniales, Eso no te devolverá el Congo

Porque el terror de aquí es como la tierra vista desde el cielo
Parece lejano, parece irreal


Antes de largarme a la congoleña
Quería volver a la génesis
El cambio da vértigo
Mano que da, mano que dirige
Evolucionado*** pero dependiente
Mano que da mano que aprende
Los hermanos se atormentan por billetes con la efigie de Lincoln
Siempre el mismo cáncer que carcome el trópico de capricornio
Es el reino del vellocino de oro
Los hermanos ahogan su espíritu en la espirituosa. Creen en Dios antes de creer en ellos mismos"

(al final de la canción y de fondo, sermón de Dieudonné Kabongo) :

« Escúchame, escúchame bien hijo
¿Sabes por qué, sabes por qué muanami?

Un día llegaron los bwanas en barco.
Descendieron, portaban una bandera.
La plantaron ante nosotros gritando
que nuestra tierra sería desde entonces su tierra.
Por más que refunfuñamos gritando y rezando,
No teníamos bandera así que tuvimos que callarnos.

Y cómo rezábamos. Cómo rezábamos.
Sacaron una Biblia.
Nos enseñaron a rezar con los ojos cerrados.
Y cuando volvimos a abrir los ojos, teníamos su Biblia en la mano,
Y en sus manos, ellos tenían nuestra tierra.
 
Hará falta echar un vistazo a Mamá Congo
Hará falta recuperar su prestigio de Tierra prometida
Hará falta que retomemos nuestra tierra, aunque guardemos la Biblia
Porque ella nos enseña el amor al prójimo,

Amar el Congo, es ser capaz de amar al congoleño.
Hacer feliz al otro, la prioridad de nuestra propia felicidad.
Mamá Congo, Mamá Congo no caerá,
Gracias a tí, a mí, a nosotros »

------------------------

* Expresión irónica que se emplea en Bélgica para lamentarse de lo que va mal "minimizar los bienes presentes frente a la nostalgia del pasado" (gracias JD).

** Artista congoleño nacido en Katanga, en la República Democrática de Congo (entonces Zaire) y criado en Bélgica. Su padre, un hombre adinerado propietario de un hotel, se lo llevó a Bélgica cuando tenía 4 años. A los 13 comienza a cantar hip hop, a los 15 ingresa en un grupo de Lieja (Starflam) y a los 16 abandona una casa que no sentía suya. Abandona el colectivo en 2004, pero también la música. Ese mismo año recibe una carta de su madre biológica desde el Congo e inicia un proceso de reencuentro con su país de origen que culmina con la grabación de Hotel Impala (2007), potente álbum del que forma parte esta canción. Finalmente terminó por aceptar y reivindicar su nombre: Baloji significa 'brujo' y tiene connotaciones muy negativas en el Congo. Información extraída de Africultures y otros sitios. Ya había incluido otro vídeo de Baloji en este blog.

*** Élite occidentalizada del Congo Belga a la que Bélgica otorgó un estatuto especial tras la Segunda Guerra Mundial.

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Escrito por: Samuel.2011/04/09 22:47:36.149000 GMT+2
Etiquetas: bélgica música neocolonialismo baloji congo rdc colonialismo hip-hop | Permalink | Comentarios (3) | Referencias (0)

2011/04/07 22:45:2.912000 GMT+2

Business, turista o ilegal

El azar quiso que durante la misma sesión plenaria del Parlamento Europeo coincidieran dos tomas de posiciones: por un lado, la mayoría de los eurodiputados rechazó una enmienda que proponía que como regla general viajasen en turista si querían que se les reembolsase el precio del vuelo; luego, esas mismas señorías guardaron un minuto de silencio por los migrantes africanos ahogados en aguas mediterráneas al huir de la guerra en Libia.

El empecinamiento por volar en clase business desató una fuerte indignación en Espana, que se ha expresado básicamente por internet. El razonamiento dominante coincide con el esgrimido por los eurodiputados de verdes y de izquierda: cómo van a exigirse ajustes o recortes en el gasto público mientras se mantienen semejantes privilegios. Desgraciadamente, la manera en que se ha planteado el problema asume una falacia como dogma de fe: la reducción indiscriminada del gasto público forma parte de la "solución" de la crisis económica. Lo rechazable, en cambio, es la pretensión de los eurodiputados de mostrarse como algo más que los ciudadanos que dicen representar, violentando con ello el principio democrático que les permite ejercer su trabajo.

Quienes rehúsan verse como iguales a la mayoría de sus representados también mostraron sus lágrimas de cocodrilo por las últimas víctimas de nuestras políticas migratorias. A lo más que llegaron algunos fue a proponer la acogida de los migrantes procedentes de Libia como refugiados mediante un "mecanismo de emergencia" y su distribución entre los distintos Estados miembros, algo que los gobiernos europeos rechazan. Una solución excepcional para un "problema" puntual. Sin embargo, las estadísticas de la última década nos indican que los fallecimientos en aguas mediterráneas exceden con creces los centenares de fallecidos de este año. Personas que podrían haber comprado un billete de avión en clase turista pero que nunca obtendrán un visado tienen que pagar pasadores clandestinos para poder salir de su país de manera extremadamente precaria e indigna.

La pregunta que cabe hacerse es por qué a buena parte de los senegaleses, guineanos, marroquíes, saharauis o o argelinos prácticamente se les impide volar a territorio europeo no ya en primera clase sino en turista, incluso aunque puedan pagárselo. Los eurodiputados, con su acto de soberbia, y sus representados, con su indiferencia, nos han dado la respuesta.

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Escrito por: Samuel.2011/04/07 22:45:2.912000 GMT+2
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