Llevo una semana pillado: mucho lío en el currelo y el ordenador casero en el médico (sí, los ordenadores también necesitan sus cuidados médicos, aunque las consultas no corren a cargo de la Seguridad Social). Además, Javier Ortiz nos anuncia que deja sus apuntes (espero que pronto recupere el ardor guerrero suficiente para darnos la dosis diaria); otro periodista, Hasier Etxeberria, deja de escribir su columna sabatina en El Mundo del País Vasco; lo peor ha sido la muerte de un futbolista de elite de mi época infantil, un integrante de la generación que hizo bicampeona a la Real Sociedad: Genaro Celayeta.
Así, esta tarde de domingo he tenido que bajar al locutorio que tengo debajo de casa para escribiros sobre una cosa que me interesa: que hoy es mi último día en el Centro Cultural Ernest Lluch. Mañana me incorporaré al Departamento de Comunicación e Imagen de Donostia Kultura. Es decir, permanezco en la misma empresa (somos entidad pública empresarial), pero cambio de departamento.
Han sido cuatro años y medio en Amara (más otro año que pase en el Centro Cultural Casares, en Altza), y ya era hora de cambiar y probar nuevas cosas. He aprendido un montón, me ha dado mucho el puesto (aunque esté mal decirlo, también yo le he dedicado mucho), he conocido un porrón de gente, ha sido un placer trabajar con algunos compañeros y compañeras. En fin, una buena experiencia que toca a su fin, aunque nunca se sabe que nos deparará el futuro.
Voy con ganas e ilusión, pero ya veremos cómo es de cerca la cara B del mundo de la Comunicación. Espero que no se me quiten las ganas de escribir aquí. Y que tenga tiempo para ello. Amén.
El escritor Bernardo
Atxaga está pasando el curso escolar en Reno (Nevada). Según parece, aprovecha la estancia para cargar pilas, escribir su nuevo libro y observar
lo que sucede en los EUA. En su blog en euskera nos cuenta algunas de las cosas que ve. Por ejemplo, ayer
contó que el fin de semana estuvo por segunda vez en un mitin de Barack Obama.
La cosa es que un amigo mío, que está también oxigenándose este primer semestre de año en los EUA, me mandó un e-mail el domingo contándome que la víspera estuvo en un mitin del
candidato demócrata. Me da que los dos estuvieron en el mismo sitio, aunque no
lo podría asegurar. La cosa es que mi colega chupó frío de lo lindo. Para él, Atxaga tiene un pase especial. Ahí va su
relato:
El sábado Obama vino a Boise. Han pasado 25 años sin
que ningún candidato viniera por aquí (de los 4.000 representantes
demócratas, a Idaho sólo le corresponden 22), pero se le cayó de la agenda una
cita que tenía en Colorado y decidió venir para acá. Como es obvio, la gente
del lugar se volvió loca (¡joder, un candidato en la ciudad el fin de semana
anterior al Supertuesday!).
El mitin debía comenzar a las 8:30 de la
mañana (al mediodía tocaba estar en Utah y por la noche en Louisiana). Las
puertas del Arena se abrieron a las 7:00 de la mañana. Por si acaso,
estaba allí a las 6:30 horas. Había cuatro filas de dos kilómetros de
largo. Tras pasar más de hora y media esperando (-8 grados en la calle),
fui de los últimos que consiguió entrar, apenas cinco minutos antes del inicio
del mitin.
El Arena tiene un aforo de 20.000 asientos (como el
Velódromo donostiarra, pero con palcos, mezzanine y balcony en los cuatro lados)
más el parquet. Los tontos como yo estábamos de pie en el último piso, intentando divisar algo más allá de las
espaldas de los dos tipos de delante. 10.000 personas se quedaron sin poder entrar, siguiendo el mitin a través de las pantallas instaladas en el exterior.
De todas formas, más que Obama el espectáculo lo daba la
gente. No tienen término medio: son como suecos mientras hacen cola (no
dicen ni mu), pero se convierten en hinchas de Euskaltel siguiendo una etapa
pirenaica cuando están dentro.
Entendí más o menos la mitad de lo que dijo Obama. Soltó el
discurso que toca esta semana: Tax (subida del 38 %), Health
(crear un sistema) and War (marcharse). Cada día hay debates
televisivos y cada candidato cambia de discurso según lo que marquen las encuestas.
Él se mueve muy bien en el escenario
y controla igualmente cuándo y cómo levantar a la gente de sus asientos.
La gente que estaba a mi lado había venido de Washington
State (8 horas en coche), Alaska (2 horas de avión) y Montana (4 horas de carro).
¿Por qué? Como estos estados apenas cuentan demográficamente, seguro que nadie
se acerca por allí.
Por cierto, estoy extrañado de cómo cuenta Atxaga
en su blog lo que es ir a un mitin de los candidatos Obama o Clinton: vas, entras al recinto y
escuchas. Tendrá algún pase especial para ello.
Estuve el jueves en el primer concierto de la serie de tres que Mikel Erentxun ofrece este fin de semana en el Victoria Eugenia para dar (en principio) carpetazo a su segunda vida musical. El público llenó el teatro y Erentxun se puso en el medio del escenario para dar comienzo a su imparable alarde de guitarras (una por canción, como dicen que hace María Dolores Pradera con los chales), los guitarristas Fran Iturbe y Rubén Caballero a izquierda y derecha; detrás, el bajista (se me ha olvidado su nombre), el baterista Rufo Urbina y el pianista Joserra Senperena.
Mikel estaba encima de una alfombra de salón. Quizás querría estar como en casa, pero había nervios. El público, en cambio, frío. Había fans de Erentxun, lógicamente, pero me pareció que la gente era más del Victoria Eugenia que del músico. Lo digo por su actitud.
Hace unos diez años vino al teatro el tanguista madrileño Antonio Bartrina con su grupo Malevaje. Recuerdo que estaba extrañado por la frialdad de la gente y que al final del concierto dijo saber la razón: el terciopelo. Quizás por eso Juan Luis Etxeberria tituló su crítica "Aterciopelado". Tienen mérito los que como Etxeberria hacen sus crónicas en apenas media hora, con la guillotina del cierre de edición a punto de caer.
Jose Mari Goenaga (otro que estará muy nervioso, porque puede ganar un Goya por el documental Lucio que ha dirigido con Aitor Arregi y que ha producido Moriarti) habrá puesto su cámara ayer viernes y lo hará hoy sábado para hacer una peli que quieren estrenar en el festival de Donostia el próximo mes de septiembre. El viernes ya estuvieron los invitados, igual que hoy, pero el único que subió a escena el primer día fue el local Rafa Berrio. Buen detalle de Erentxun.
Por cierto, Mikel enseñó dos canciones nuevas. En una de ellas, a ritmo de blues, dice: "tengo una cita en el Boulevard a las nueve y diez" (creo que era para desayunar). Me acordé de la novela de Silveira, "A las ocho en el Bule", sobre la kale borroka, y de la iniciativa para dialogar del pacifista encarcelado Sabino Ormazabal. Todas distintas, todas en el mismo sitio.
Ayer por la mañana leí la noticia en La
Tafanera (una especie de Menéame catalán). Me pasé todo el día sin acceso
a internet y fue a la noche cuando lo leí con más calma.
Vicent
cuenta que todo comenzó el 17 de enero. Un
alumno llamado M citó en su blog, Jo també!, un trabajo hecho con
un compañero de clase. Para la asignatura "Edición y postproducción de vídeos",
decidieron realizar un clip del grupo navarro Lendakaris
Muertos, el cual practica un humor punkarro y bruto. La canción elegida fue ETA, deja alguna discoteca. Los dos alumnos de la Universidad de Girona hicieron un
vídeo en el que el protagonista simula poner bombas en varias discotecas de
dicha ciudad.
Hasta ahí, todo dentro de un orden. Los problemas, sin
embargo, comenzaron el 22
de enero, cuando el Diari de Girona se hizo eco del trabajo de los jóvenes
universitarios.
Podéis seguir
leyendo en el blog de Vicent. Consultad también si queréis el blog de M,
triste protagonista de esta historia. Un abrazo para él.
El próximo viernes, 1 de febrero, se inaugurará en el centro cultural la primera exposición del fotógrafo donostiarra Yosigo. La muestra se titula 0607
y en ella se verán, sobre todo, fotografías hechas en Donosti y sobre Donosti. Eso sí, no vengáis buscando lo de siempre. Yosigo
es conocido en la red por los trabajos que ha ido poniendo en su cuenta de flickr.com. Tiene reputados fans como Processblack o Love.
Como he dicho más arriba, la inauguración será el 1 de febrero, a las 19:30 horas. Tened en cuenta que la entrada a la sala de exposiciones está situada al lado de la puerta 8 del Estadio Anoeta. Quien lo desee podrá ver los trabajos hasta el 23 de febrero si acude dentro de este horario: de lunes a viernes, entre las 16:00 y las 20:30 horas; los sábados, entre las 17:00 y las 21:00 horas.
Como dato curioso, esta exposición contará con dos imágenes que rularán por ahí. Una, la oficial, la elegida por el centro; dos, la oficiosa, la elegida por el artista para dar cuenta del acontecimiento entre sus amistades. Ahí va la primera:
Juan Luis Etxeberria ha preparado un texto del que entresaco un párrafo: "Autodidacta, con ese arte que sólo la
inquietud enseña, Yosigo consigue una abstracción total. El autor nos muestra
una Donostia única, no ya por los brillos o los encuadres ni por unos preciosos
fondos que en el caso que nos ocupa suelen venir brumosos, sino por conseguir
lo que nadie más hace: hacernos invisibles en el momento de la instantánea".
Como alguien dice en los comentarios del vídeo en youtube, ya nos cae mejor el Houdini de las finanzas, Jerome Kerviel.
La canción es obra de Giorgio, el songwriter barbado con gafas de intelectual y sombrero bohemio.
Actualización 31 de enero, 9:00: como dice Manoukian, la canción ha aparecido hasta en el diario francés Le Figaro (hablando de la kervielmanía: "L'ode, en espagnol, d'un certain Giorgio Bassmatti est visible sur l'autre grand site de vidéos amateurs YouTube". Grande peligro, Giorgio.
Hace aproximadamente una semana leí esta breve nota en
un blog que sigo desde el otoño y que se llama Escritores vascos. Me quedé
de piedra con los comentarios del post (recordaban el tiempo de nazis y
judíos, entre otras cosas). Estuve a punto de dejar una respuesta, pero no
me animé.
Esta mañana de domingo he buceado por la red a la búsqueda
de más información sobre el asunto. En la web de Areatza he encontrado
este documento pdf, donde
aparece una especie de nota de prensa del ayuntamiento que dice así
(traducido):
"Como es sabido, en Areatza se aprobó el Plan de
Euskara (EBPN) para la recuperación y la normalización de esta lengua. El
objetivo principal del plan consiste en ofrecer a los vascohablantes
condiciones que les permitan vivir en euskara. Con ese fin, se ha apostado
por fortalecer el conocimiento, el uso y la presencia de dicho idioma".
"(…) Para subrayar el compromiso de las familias,
hemos puesto en marcha la campaña Etxe honetan euskarari eutsi nahian
gabiltza (En esta casa intentamos mantener el euskera)".
"El lema, además de señalar claramente la opción familiar, recuerda
a todos los miembros de la unidad familiar y a todos los visitantes la apuesta
por vivir en euskera (...) A todas las familias del pueblo que asuman el
compromiso se les entregará un felpudo con el lema Etxe honetan
euskarari eutsi nahian gabiltza para que lo pongan a la puerta de casa".
No conozco la realidad de Areatza. Sé que es un pueblo de 1000
habitantes situado en el Valle de Arratia. Yo vivo en Donostia, la
ciudad con más número de vascohablantes. Este mediodía he salido a comprar el
pan a la panadería a la que acudo normalmente los fines de semana. Cada
tipo de pan tenía un lema o marca. El mío ponía barra larga.
Podemos poner miles de ejemplos como éste. ¿Qué debemos pensar? ¿Que los
vascohablantes no tenemos sitio en este pueblo? ¿Qué es lo que estamos haciendo
mal los euskaldunes?
Una vez más queda probado que es más fácil abrir trincheras
que construir puentes.
El miércoles pasado participé en una mesa redonda que llevaba por título ¿Se consume producción cultural en euskera? Haré primero una previa de los participantes y luego añadiré, traducida al castellano, la chapa que solté.
El director de Berria, Martxelo Otamendi, (también director del clausurado Euskaldunon Egunkaria: ¡al loro, parece que pronto puede comenzar el juicio y pintan bastos! Ánimo, Martxelo y compañía) fue quien ejerció de moderador.
El actor, entre otras cosas, Eneko Olasagasti analizó los datos del 2006 de la red de teatros de la CAPV y también se refirió al cine. El, también entre otras cosas, sociolingüista Kike Amonarriz leyó un muy interesante decálogo que me parece que voy a traducir al castellano uno de estos días. Olatz Osa, directora de la editorial Elkar, analizó el sector del libro e Iñaki Gómez, director de Promoción de la Cultura del Gobierno Vasco, se ocupó de la parte institucional. Yo intervine el penúltimo y tiré por aquí.
Introducción
Me presenté diciendo que trabajo en un centro cultural, casa de cultura, pero que acudía allí en mi nombre. Términos como mercado, consumo, producción y demás no son de mi ámbito (en principio). Decidí tirar por la vía de mezclar mi afición por la red (internet) y los pequeños espectáculos, sobre todo la música. Preparé la intervención tirando de lo guardado en mi cuenta del.icio.us bajo la etiqueta de kultura. Utilicé varios de los artículos y noticias allí almacenados para apoyar mis ideas (los enlaces utilizados y algunos más están recopilados bajo esta etiqueta).
¿Hay que llenar Gipuzkoa de auditorios?
Las infraestructuras culturales de base son más importantes que el Guggenheim o el teatro Victoria Eugenia donostiarra. No sólo en el día a día; también para que la gente se sumerja en el ambiente cultural, para el fomento de la lectura, para la creación de públicos.
Cuando leí este artículo, me pregunté hacia dónde vamos. El periodista afirma que tal como en los años 80 se hacían instalaciones deportivas, ahora es el momento de los auditorios. ¿Acaso Gipuzkoa necesita tantos auditorios?
Aprovechando que estábamos en Andoain, me interrogué en alto si ese pueblo necesita un auditorio para 500 personas a 10 kilómetros de San Sebastián. ¿No es más eficaz para que la gente se meta de lleno en la vida cultural un espacio polivalente para 250 personas y ocupar el resto con talleres y otros usos?
Mancomunidades culturales
Oier Araolaza fue recientemente con su criatura a ver una obra de teatro infantil a Elgoibar. Volvió apenado a casa porque había muy poca gente en el teatro. Entre otras cosas, recogió en su blog unas palabras de un profesor suyo:
"Cuando hace 15 años nos acercamos a aprender danzas vascas a Elgoibar, Jose Inazio Sarasua nos dijo muy claramente: si los ayuntamientos se han organizado en mancomunidades para la recogida de basura, no tiene sentido que en un ámbito como la cultura, más necesitado, cada cual campe a sus anchas".
El Café Teatro Espaloia de Elgeta y la coordinación
En este café teatro, como espectador, me siento muy bien tratado. Y creo que también piensan lo mismo los artistas que acuden allí.
Iban Arantzabal tiene alguna responsabilidad en ello. Hace poco hizo una reflexión en su blog sobre los centros culturales (en castellano, vía Love):
"Los ayuntamientos montan casas de cultura en todos los pueblos (…) Aunque no son espacios muertos, sí que son espacios enfermos desde su nacimiento, sin mucho movimiento de gente. Los comparo con los campos de fútbol de hierba que hay en los pueblos. Los campos de fútbol se utilizan cada quince días y lo mismo pasa con las casas de cultura… El resto de los días son edificios vacíos, metros cuadrados fríos".
Cita cuatro modelos inadecuados
Uno: Es erróneo que el Ayuntamiento, por encima del bien y del mal, pretenda trabajar en solitario en el campo de la cultura.
Dos: Es erróneo que los grupos y asociaciones culturales anden como satélites fuera del mundo, solos.
Tres: Es erróneo no apoyar los proyectos en marcha.
Cuatro: Es erróneo llenar la agenda cultural del pueblo con actividades en las que no se han puesto de acuerdo Ayuntamiento y agentes sociales.
El defecto Guggenheim o "nos vamos, que estos señores tendrán que especular"
El promotor donostiarra Sergio Cruzado dijo en una rueda de prensa: "Creo que nos estamos volviendo un poco locos buscando las megacifras, los macroeventos, el marketing de ciudad, el acontecimiento del verano... Con los macros estamos creando público de eventos y no público de música. Eso es pan para hoy y hambre para mañana".
Bruce Springsteen, Ken Follet, etc. Más que gastos de la partida de cultura, deberían pagarse de la partida de turismo o imagen de la ciudad.
El defecto Guggenheim o la cultura como una excusa para fomentar el turismo, la economía u operaciones urbanísticas. Luego, claro, un espacio como Ladinamo, en el madrileño barrio de Lavapiés, ha de cerrar sus puertas y volverse itinerante: nos vamos, que estos señores querrán especular.
Funcionarios-funcionarios y artistas-funcionarios
Recuerdo algo que le pasó a Pako Aristi. Fue a algún pueblo a ofrecer alguna charla o espectáculo y casi lo primero que le preguntó el funcionario fue: ¿cuándo vais a terminar? Y eso me da que sucede a menudo. No voy a pedir pasión, pero la gente tiene que cumplir con su labor, hacer bien su trabajo.
Otra pregunta: ¿a los artistas les interesa conocer qué hacen otros artistas? ¿Acuden a actuaciones, conciertos, exposiciones y demás de colegas de profesión? ¿O están demasiado ocupados en la auto-contemplación y el ombliguismo?
Una anécdota ilustrativa. Recuerdo un concierto. Se pidió a un grupo del barrio que ejerciera de telonero. Terminaron su parte, recogieron los bártulos… y se fueron para casa… sin quedarse a la actuación del grupo estrella.
Puentes
Juancar Landa ha grabado varias canciones en euskara de Serge Gainsbourg. Se ha rodeado de un nutrido grupo de músicos y cantantes que trabajan algunos en euskara y otros en castellano. ¿El público euskaldun hará caso a gente como Diego Vasallo, Mikel Aguirre, Rafa Berrio… que normalmente canta en castellano? ¿O no se sentirá interpelado por este trabajo?
Internet ya está aquí
Un buen ejemplo de artistas que trabajan a sabiendas de estar ya en la versión 2.0 de internet: Gu ta gutarrak.
A cuenta de las políticas institucionales, Santi Eraso ofreció sabrosas entrevistas cuando dijo adiós al frente de Arteleku a finales de 2006:
"Las políticas institucionales han ido por detrás y desde el punto de vista cultural, siguen ancladas en modelos previos a este fenómeno; podríamos llamarlos, modelos analógicos. Habría que contemplar un cambio sustancial para que las políticas culturales se adaptaran a la sociedad de la diversidad y de las nuevas tecnologías".
"Los ciudadanos ya no son pasivos… ¿Cómo se comunican ahora los ciudadanos? A través de los SMS, de los blogs, de la comunicación transversal. No es una comunicación sólo verbal, sino que va acompañada de producción de contenidos (textos, vídeos, audios). Las instituciones que nosotros hemos gobernado han sido muy verticales, un poco paternalistas. Proponíamos actividades culturales y la gente acudía. Ahora, las políticas culturales deberían ser más horizontales, de modo que en lugar de que la gente sólo fuese a las instituciones, éstas deberían ir hacia las casas, barrios, espacios reales y redes en los que vive y se comunica la gente. Es una cultura que está por inventar".
He
releído lo escrito por mí el 5 de noviembre.
Aunque ha pasado poco tiempo, han cambiado muchas cosas. Por ejemplo, las
páginas, el apoyo prestado entonces por el Diario Vasco tuvo fecha de
caducidad. Lo más duro fue el editorial
dedicado al candidato Badiola.
A
pesar de todo, el donostiarra logró el apoyo
de más del 70 % de las acciones presentes en la Junta del 3 de enero. Yo no estaba aquel día en Donosti y le pasé a una colega mis cinco
acciones. Le dije que hiciera lo que estimara oportuno, porque yo tenía muchas
dudas.
Bastan
veinte días para
comprobar de lo que es capaz este hombre que está más solo que la una. Fichó
como asesor deportivo a Pako Aiestaran y esa era una de las principales
razones para mirar con buenos ojos esta candidatura. Pero Pako ha dicho basta hoy.
“El dinero lo pongo yo” es lo que le ha repetido estos últimos días Badiola. La
razón oficial del adiós es que Juan Carlos Oliva, el entrenador elegido
por Aiestaran, no era del agrado del presidente. Pako ha hecho bien en irse,
porque de lo contrario quedaría en una posición complicada.
Nos
vendió la moto de que tenía hecho el fichaje del gigante Zigic. Que
tenía listo el plan B para el banquillo si Coleman
no continuaba: Jabo Irureta. Está bien que haya traído al joven Fran
Mérida y al veterano Pep Martí. Está bien, pero no es suficiente, porque Iñaki es un mentiroso compulsivo.
En
una anterior pedrada decía que
debíamos mirar a Osasuna para saber
qué hacían bien en Pamplona. Hoy digo que deberemos mirar a Vitoria para ver lo
que ha hecho Piterman con el Alavés.
Preparémonos.
No me
jodas que hemos puesto a uno que va a hacer buenos a Astiazaran, Fuentes, De
la Peña...
Como ya conté que iba a suceder en un mensaje anterior, Xabi Strubell estuvo el jueves pasado en la casa presentando una nueva propuesta, “Uneguneak”. Él sólo en escena, ayudado por algunos amigos con las imágenes y el sonido (Hannot también colaboraba; veremos si lo explica él). Creo que es la primera vez que escucho a Strubell tocando a ritmo de bossa-nova, pero no hubo sólo bossa. La mayoría de los textos eran en euskera, pero también hubo hueco para el portugués, el catalán y el inglés. El objetivo del programa Erakusleihoa no es enseñar trabajos acabados e impolutos; es más probar nuevas vías. El proyecto de Xabi va por ahí. Le faltan varias cosas por cerrar, añadir quizás algún tema más, pero el resultado se acerca ya al producto final.
Entre otros números, que dicen algunos cantantes cubanos, Xabi interpretó “Kordoba”, canción basada en un poema de Lorca: Canción de jinete. Usando la traducción del poeta vasco Lauaxeta, este tema fue grabado para el disco de Zura.
Rafa Berrio es seguidor de Strubell y también estaba en la sala. En unas semanas tiene un concierto en Córdoba y se comprometió ante Xabi a tocar una versión de este tema. En euskera. Me gustó el detalle de Rafa.
Y todo esto sucedía en los alrededores del Estadio Anoeta, lugar donde juega la Real, ese club que dice el entrenador que acaba de dimitir que va camino de convertirse en circo. Bueno, pues los blanquiazules juegan mañana en Córdoba. A ver si ganan.