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2019/03/24 18:00:00 GMT+1

Desahucios en San Sebastián

Sin techo

Siempre he dicho que resulta muy difícil saber qué hacer cuando te encuentras con alguien que pide dinero en la calle: si le echas unas monedas, mal; si no se las echas y miras para otro lado, peor.

Este otoño-invierno me he encontrado más de una vez con una persona durmiendo en uno de los cajeros de Caixabank del barrio. El hombre me dijo que llevaba ya más de un año en esa situación.

También lo he visto por el centro, siempre solo. Aparentemente no está mal, pero todos sabemos que la calle pasa factura y a saber cómo está realmente.

Tomo nota de las categorías de los bancos en este apartado. Por ejemplo, los cajeros de Kutxabank bajan la persiana automáticamente a eso de las 22:00 o 23:00 horas y nadie puede pasar la noche dentro.

Es una cuestión que me marcó mucho este pasado octubre en el viaje a San Francisco: el hecho de encontrarme cada día a todas horas con un montón de gente sin techo.

El pasado fin de semana me leí un librito de la escritora Sara Mesa titulado Silencio administrativo. La pobreza en el laberinto burocrático. Cuenta el horror vivido al tratar de ayudar a una mujer treintañera sin hogar de Sevilla. Pone negro sobre blanco que una cosa son los derechos que la legislación nombra y otra muy diferente el reconocimiento efectivo y económico de esos derechos.

La propia Sara Mesa lo contaba de manera más resumida en este artículo de El País, Pobreza: Silencio administrativo.

Desahucios

Llamó mucho la atención que el Tambor de Oro 2019 le fuera concedido a Rosa García, activa militante de Stop Desahucios Donostia / Gipuzkoa.

Hay que recordar que San Sebastián es una "ciudad sin desahucios" a tenor de la declaración que tomó el pleno municipal en septiembre de 2015 y que, como consecuencia de ello, el Ayuntamiento está obligado a ejercer labores de mediación ante bancos y fondos de inversión en el caso de deudores de buena fe.

Esta semana se ha paralizado gracias a la labor de la plataforma, entre otras cosas, el desahucio de Txomin, Bea y sus dos hijos.

Me lo contó Txomin, a media voz, el martes mientras tomábamos un café. Yo estaba leyendo un periódico y no le presté la atención debida. Luego cambiamos de conversación y se me olvidó lo que me dijo.

Hasta que a las pocas horas me encontré con esta fotografía. Bea es la que aparece sentada a la izquierda, al lado de Rosa García. La cabeza de Txomin sobresale en la zona arbolada por su altura.

Argazkia: Irati Salsamendi (Irutxuloko Hitza)

Fotografía: Irati Salsamendi (Irutxuloko Hitza)

Un par de párrafos para centrar la cuestión traducidos de Irutxuloko Hitza:

"Según ha comunicado la plataforma, la familia no pudo pagar cinco cuotas de 778,02 euros en el 2018, porque el padre estuvo seis meses de baja, cobrando el 60% del sueldo, y luego fue despedido".

(...)

"El Gobierno Vasco, en la década de los 90, otorgó el derecho de superficie de la vivienda de esta familia y de otras de protección oficial de Benta Berri para 75 años a las promotoras Metrovacesa y Vallhermoso. En el año 2016, se fusionaron con Testa Residencial-Socimi, empresa que gestiona los activos de bancos como el Santander, BBVA y Caixa. Explicaron que, en la actualidad, el principal inversor de Testa Residencial-Socimi es el fondo buitre Blackstone".

La empresa dispone de más de 400 viviendas en el barrio y, a partir del 2028, puede subir el precio del alquiler porque se acabará, en lo que a esta urbanización se refiere, la labor de tasación que hasta entonces corresponde al Gobierno Vasco. La plataforma teme que, sin ese límite, los precios suban.

La pregunta que se nos ocurre a muchos es cómo puede acabar la gestión de estas viviendas públicas en manos de un fondo buitre.

Etxegabetzeak Donostian, apunte hau euskaraz.

Nota del 1 de abril: buen reportaje firmado por Jorge Napal en Noticias de Gipuzkoa, Los buitres sobrevuelan Benta Berri.

Escrito por: iturri.2019/03/24 18:00:00 GMT+1
Etiquetas: desahucios donostia rosa_garcía sara_mesa | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

En Austria, un tercio de la vivienda está amparada por el Estado, es decir, es pública, otro tercio está regulada, y un porcentaje reducido está regida por el derecho privado. No sé si esto responde a una herencia del sistema comunista, pero es bastante adecuado para la población austríaca, sobre todo para los que pertenecen a la clase trabajadora y disponen de rentas muy bajas del trabajo. Un ejemplo más que quizá pueda servirnos; pero no resulta muy común recoger medidas políticas, económicas, educativas, sociales de otros países y traerlas y aplicarlas aquí, no forma parte de la existencia en nueestra clase política de una cultura de intercambio e interculturalidad regional, tampoco dentro de nuestras fornteras.

En España existe un ridículo 2% de vivienda pública, por lo que el Estado o la propia Administración Pública la han preparado bastante bien para que no pueda competir con las inmobiliarias, las promotoras de la construcción, los bancos y los fondos buitres o llamados eufemísticamente fondos de inversión. ¿Qué cómo puede acabar la vivienda pública en un fondo buitre?, pues sencillamente legislando a favor de esas operaciones de capital, esos trasvases de la propiedad pública a la privada, algo que ya hizo el anterior gobierno del Partido Popular en el año 2012; o el caso de la gestión de la venta de viviendas públicas a fondos buitres desde el gobierno municipal del Partido Popular dirigido por la alcaldesa Ana Botella en Madrid.

Hace dos semanas una chica joven llamó a mi puerta y me pidió algo de dinero para comer y dar de comer a sus dos hijos. Resulta que hacía dos semanas que la habían desahuciado y vivía en una cochera ayudada por algunos vecinos; matrimonialmente estaba separada. Le di algo de dinero (¿una limosna?), no puedo ayudarla mucho más, porque mi situación tampoco es muy halagüeña. Cuando se fue tuve un doble sentimiento: una profunda tristeza y una rabia tremenda contra toda esa élite bien vestida, que domina la sociedad actual, y contra esa clase intelectual que vive de sus ediciones, vive en su limbo, sin mostrar absolutamente ningún ápice de repulsa, de denuncia, ninguna manifestación contraria y alternativa a las injusticias que prevalecen en esta sociedad capitalista, claro, no vaya a ser que si denuncian vean peligrar sus privilegios, sus buenas vidas contemplativas para crear sus ficciones y publicarlas y cobrarlas muy satisfactoriamente.

Desde hace mucho tiempo, sobre todo desde la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS, se viene abominando contra las funciones de respaldo del Estado sobre los ciudadanos y las ciudadanas. Se trata de una demonización de lo público, de rendir y subordinar lo colectivo al interés personal privado, y ello ha generado un estado de desamparo bastante grave de muchos habitantes de este país.

En realidad, a los gobernantes y a gran parte de la ciudadanía les importa un carajo lo público. Si no recuerdo mal, como decía el profesor Vicenç Navarro: a los conservadores les interesa el poder estatal para administrar los recursos públicos, sobre los que piensan que les pertenecen y deben disponer de ellos a su libre albedrío, es decir, concediéndoselos a la empresa privada, al mercado privado, del que forman parte indisolublemente, asfaltándoles un buen camino.

¡Con la propiedad privada hemos dado, amigo Sancho!

Escrito por: Luis.2019/03/25 18:15:52.662215 GMT+1
"Con la propiedad privada hemos dado, amigo Sancho"

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