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2021/03/19 21:00:00 GMT+1

Rambal, un transformista en el imaginario gijonés

Alberto Alonso Blanco (Gijón, 29 de mayo de 1928 - Cimadevilla, 19 de abril de 1976). Más conocido como Rambal, fue un transformista que murió asesinado en su casa.

Esta breve descripción es el arranque adaptado del perfil en castellano de la Wikipedia.

La primera vez que oí hablar de Rambal fue una mañana de finales de septiembre de 2020 en Radio 3.

Me he acordado de aquel programa hace unos días cuando escuché por vez primera la canción Rambalín de Rodrigo Cuevas.

Publicada por el propio Cuevas en diciembre de 2019 en el álbum Manual de Cortejo, el disco fue producido por Raül Refree. En la canción participa el Coro Minero de Turón y se escucha la voz de La Tarabica en un audio rescatado gracias a AFOHSA (acrónimo del Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias).

Como he dicho al comienzo, en la Wikipedia hay un perfil dedicado a Alberto Alonso Blanco (Rambal). Está en castellano y en asturiano, pero el primero es más completo que el segundo en estos momentos.

Nacido en Gijón el 29 de mayo de 1928, su vida estuvo ligada al barrio de Cimavilla. De ambiente pesquero, era también el barrio de las prostituas. Por las mañanas Alberto ayudaba a las mujeres del lugar y por las noches se transformaba en Rambal. Reconocido homosexual, también fue activista en pro de los derechos del colectivo.

Fue asesinado en casa, a la edad de 47 años, la noche del 19 de abril de 1976. Además de matarlo, dieron fuego a la vivienda. El agua empleada por los bomberos y los métodos rudimentarios de la policía para abordar la investigación del crimen llevaron a su no esclarecimiento. Y así sigue.

Su figura sigue presente en el imaginario de Xixon y no hay más que repasar la mencionada Wikipedia para ello:

  • También en 2019, el cineasta José Fernández Riveiro hizo el documental Si yo hablara. Dura 20 minutos y se puede ver en Filmin (lo encontraréis como Rambal).
  • Ya en 2020, el día del aniversario de su muerte, Rodrigo Cuevas subió a la red Rambalín en cuarentena. Grabó una versión con Mapi Quintana, Rubén Bada, Tino Cuesta y Juanjo Díaz, cada uno en su casa (eran tiempos de confinamiento).
  • Antes de escuchar esta versión, diré que el año pasado varios nombres destacados de la vida cultural local pidieron que La Tabacalera de Gijón llevara el nombre de Rambal. Se abrirá en 2023.

Y hasta aquí lo que quería contaros de Rambal. Que su recuerdo permanezca.

Rambal, transformista bat Xixongo imajinarioan, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/03/19 21:00:00 GMT+1
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2021/03/14 22:50:00 GMT+1

Pedir es libre

12 de marzo, viernes.

Hoy se cumple un año de la última cerveza (zurito, si no recuerdo mal) en un bar antes del encierro pandémico.

13:45. Vacunódromo de Irun. Mi madre tiene cita para tomar la primera dosis en un local de la asociación de vecinos y vecinas del barrio.

Vamos andando desde casa. Diez minutos. Me pone al día de las novedades de las casas por las que pasamos: aquí esto, ahí eso, allí aquello... Conoce a mucha gente.

Llegamos al lugar. Un sitio húmedo y encima corre un aire frío que mata virus y lo que pille.

Antes de entrar, nos dan cita para dentro de tres semanas. Mi madre entra al local y yo espero en el otro lado.

Un cuarto de hora. Como ella, varias personas más vacunadas esperan ese tiempo en las sillas preparadas al efecto.

Pasado ese tiempo, y sin ningún síntoma raro, cada persona vuelve por donde vino.

13 de marzo, sábado.

Me voy a ver a Rüdiger al Doka. La sala tiene ahora un aforo para 60 personas sentadas. No está abierto el bar.

El batería Felix Buff viene a presentar su primer trabajo en solitario. Es un disco que ha grabado en un estudio casero con la ayuda de su hermano Johannes. Ha grabado todos los instrumentos y ahora lo presenta con una acústica acompañado de Joseba Irazoki. El concierto es breve. Canciones de ritmo lento, melodías, voces, poco ruido... Todo muy minimalista bajo el lema alegría y pandemia, la ironía que no falte.

En la última canción suben dos chicas (cuyos nombres no retuve) para hacer las voces. Se pueden escuchar los últimos 30 segundos aquí.

Felix dice que, si todo va bien, pronto podrá presentar el disco acompañado de su banda.

Cruzo un par de palabras con ellos al final. Irazoki dice que está grabando con su banda (Joseba Irazoki eta lagunak). Puede que salga algún tema antes de verano, pero el disco saldrá seguramente en otoño.

Tal y como he dicho, el bar está cerrado. Saludo a varias personas que hace tiempo que no he visto: Ion Martinez Txiki, Jon Iraundegi... Han abierto la sala únicamente para el concierto, gracias a una pequeña ayuda municipal (circuito Dkluba). Vendría bien parte del dinero que estamos gastando (¿en balde?) en el TAV para un circuito en condiciones.

Pedir es libre.

14 de marzo, domingo.

Me he despertado algo más tarde de las 7 de la mañana. He encendido la radio que tengo a mano y me he puesto a escuchar La hora extra. Marta García Miranda entrevista a una dramaturga que no conozco. Se llama Angélica Liddell.

A lo largo de la entrevista dicen que ha pasado casi cinco años sin hacer declaraciones y que esta es su primera entrevista tête à tête (ha hecho otra para El País, pero esta ha sido con cuestionario previo respondido por escrito).

Decidió hace tiempo ir a Francia, pero no queda claro por qué. La entrevistadora le dice que ya llenaba teatros aquí. Angélica responde que allí se siente más respetada.

Sus padres murieron hace un par de años y el duelo ha debido resultarle muy duro. Hija única de padre militar, las relaciones no debieron de ser muy buenas. A pesar de todo, su muerte la golpeó.

Es transgresora en muchos planteamientos: creyente a su manera, no le gusta nada el movimiento Mee To, tiene muchos reparos con la gente del mundo del teatro...

Podéis escucharla en el enlace superior o leeros la entrevista de El País.

O si no pasad directamente a escuchar a Rüdiger y su Medication.

Eskatzea libre baita, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/03/14 22:50:00 GMT+1
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2021/03/05 18:40:00 GMT+1

Querida Yoli

Actualización del 5 de marzo de 2021: este texto lo publiqué aquí el 28 de octubre de 2020. Entre otras cosas, porque quería que ella lo leyera. Porque me cuesta decirle a la gente que quiero lo mucho que me importa.

ELA. Siglas de la esclerosis lateral amiotrófica.

Pena, pero Yoli Rodrigo ya no está entre nosotros. Los papeles dirán que ha muerto hoy, pero ¿cuándo murió Yoli?

Mañana sábado será el día en el que la despidamos.

Esta semana he ido a su perfil de Facebook y le he robado la foto de la persona que yo conocí. Hoy añado la canción Mujer frontera de Clara Peya.

Yolanda Rodrigo Gozalo, in memoriam.

Texto publicado el 28 de octubre de 2020.

Hace unas semanas que los médicos le han dicho a nuestra amiga Yoli que tiene ELA. Las personas cercanas estamos todavía digiriendo la mala nueva. Ella, en cambio, se muestra fuerte.  «La Yoli que conocistéis está muerta. Ahora soy otra».

Conocí a Yoli a comienzos de la década de 1990. Por tanto, han pasado ya unos cuantos años.

Recuerdo que, por entonces, un día fuimos a tomar un trago a Hondarribia. No se animó nadie más y nos fuimos los dos solos. Aparqué el coche en una plaza de la Parte Vieja, tomamos un par de tragos en otros tantos bares y nos volvimos para casa. Era un día de entresemana. Primavera u otoño. Hacía buen tiempo.

Cuando nos acercamos al coche, la Guardia Municipal de Hondarribia le había puesto un cepo. Estábamos cerca del Ayuntamiento y nos dirigimos a las dependencias municipales. No me di cuenta (sí, así fue) que había aparcado encima de una plaza para personas minusválidas. Pagué la multa correspondiente y agur, ben hur.

Seguro que algún vecino o vecina se acordó de mí aquel día cuando trató de aparcar y no pudo. Mi memoria me dice que me di cuenta de que había metido la pata, pero vete tú a saber. Guardamos los recuerdos que nos favorecen y siempre salimos guapos en las fotos.

Hoy, la persona que podría necesitar la plaza de minusválido podría ser perfectamente Yoli.

Este pasado mes de junio, la cuadrilla de Irun nos juntamos por un funeral. Allí fue la última vez que estuve con Yoli.

Nos sentamos en una terraza de la Plaza Ensanche de Irun para comernos un bocata, beber un par de potes y hablar de nuestras cosas.

En un momento dado, Yoli se levantó para ir al baño e hizo un movimiento extraño. Le pregunté qué le pasaba. Me dijo, nos contó, que tenía problemas de movilidad desde abril. Le pregunté que qué le habían dicho los médicos. Que estaba esperando resultados tras acudir al médico de familia, ella. Le dije, le dijimos, que se fuera a urgencias. Ella que no, que las cosas necesitaban su tiempo.

Las cosas siguieron su camino y cuando volví a hablar con ella, pongamos que fuera agosto, me dijo que tenía una enfermedad rara. Que el diagnóstico no era totalmente seguro, pero que todo los indicios apuntaban a ello. Que podría necesitar un par de años para recuperarse lentamente, pero que le habían dado muchas esperanzas. Tendré que decir que me alegré, aunque fui consciente de la situación.

A finales de septiembre o principios de octubre, volví a mandarle un mensaje y me respondió que las cosas en vez de mejorar habían empeorado.

Pensé llamarle a Jun (una buena amiga de Yoli), pero fue esta quien se me adelantó. Me dijo que aquel mismo día le habían dado el peor diagnóstico posible. No habían pasado ni siquiera tres horas cuando recibimos un mensaje de la propia Yoli en el WhatsApp de la cuadrilla.

He mirado la fecha ahora mismo: 8 de octubre. Nos dijo que le habían dado el peor diagnóstico, que sabía que estábamos cerca, pero que, por favor, no la llamáramos por teléfono.

Todavía no la he llamado.

Aquel mismo día comencé a mirar cosas en la red. En el Estado español son 4.000 los casos activos. ¡Joder! Hay 4.000 casos y le tiene que tocar a alguien cercano, eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza.

No tardó mucho en venirme otra cosa que me dijo Mariano Ferrer la última vez que hablé con él. «Al principio, me pregunté ¿por qué a mí?. Pero estaba equivocado: ¿y por qué no a mí?». Porque esa es la cuestión clave. Que no somos super(wo)manes. Le puede pasar a cualquiera.

Este mismo verano hizo público el mismo diagnóstico Juan Carlos Unzué.

El 9 de octubre me encontré con Jordi Sabaté Pons. Le diagnosticaron la enfermedad tres años antes. Citarle así y recibir una contestación tan emotiva en tan poco tiempo... qué queréis que os diga. Me emocionó, pero me dejó también por los suelos.

Por los suelos, porque te empequeñecen. Mucho. Y más en estos tiempos en que no paramos de mirarnos continuamente el ombligo (o el pito, si puedes).

Las personas más cercanas a Yoli ahora mismo son su pareja (Lici), su hermano Javi y su madre. Sin olvidarnos de algunas amigas de la infancia.

A Lici lo conocimos hace unos pocos años, cuando Yoli nos lo presentó. Nacido en un pequeño pueblo de Portugal, es una persona de los pies a la cabeza. Una amiga me dijo, algo que corroboro, que es la persona ideal que te gustaría tener cerca en una situación como esta.

Dejo por aquí un enlace a ADELA Euskal Herria.

Le mando un beso gordo a Yoli. Y otro para ustedes-vosotros.

P.S. A veces pienso que estamos reaccionando como auténticos críos ante la crisis de la Covid. Anteayer, por ejemplo, me vino a la cabeza Luis Ortiz Alfau. Murió en marzo de 2019 a los 102 años. Hoy me he acordado de Maravillas y Josefina Lamberto. Tenemos cerca personas ejemplares. Fijémonos en ellas para tirar hacia adelante.

Yoli maitea, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/03/05 18:40:00 GMT+1
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2021/03/02 20:30:00 GMT+1

Migrantes

Estos días estoy leyendo «Formas de estar lejos» de Edurne Portela. Alicia es una chica vasca que en la década de 1990 se marcha a los Estados Unidos. Allí conoce a Matty. Comienza una relación de pareja, se casan, las cosas se complican y toca separarse.

Tal y como he dicho, no lo he acabado aún, pero sé que se separan porque así se dice al comienzo del libro.

Hoy le quiero poner el foco a algo que se dice en la página 75.

La mejor amiga de Alicia se llama Garbiñe y dice esto la narradora.

«Cuando Alicia se fue a América, el correo electrónico era una novedad. Ninguna de las dos tenía ordenador en casa: Alicia tenía que escribir desde la universidad y Garbiñe desde la biblioteca pública, así que los dos primeros años mantuvieron una activa correspondencia por carta. Cuando las dos consiguieron un ordenador les costó abandonar la costumbre de enviarse cartas manuscritas, pero se rindieron ante la obviedad de que era más fácil y más barato comunicarse digitalmente».

En la segunda parte de la década de 1990, un amigo, Alberto, se fue a currar a Miami. Le escribía cartas en el ordenador, las imprimía y se las enviaba por correo. Porque Internet no entró en casa hasta comienzos del siglo XXI, ni tampoco tenía yo correo electrónico.

Alberto pasó cinco o seis años en Miami y siempre decía: «Yo aquí hago vida de emigrante y no me quiero integrar». Pasados esos años, volvió a cruzar el charco en sentido contrario: se quedó a vivir en Madrid.

Aurora Mora es una artista colombiana que vive en el País Vasco. Cuando muere su madre, recibe la llamada de su hermana para que vuelva. La obra «Atzerrian lurra garratz» versa, entre otras cosas, sobre las dudas que tiene Aurora entre quedarse o irse. La nueva producción de Artedrama está girando por el país (el vasco) y el pasado fin de semana estuvo en Donostia. No me acabó de convencer del todo, pero siempre hay que ir a ver lo que propone Artedrama y esta obra también lo merece. Echadle un ojo a la gira y a ver qué os parece la obra si podéis verla.

«Bost egun, bost gau» (Cinco días, cinco noches) es un libro que también pone negro sobre blanco historias de migrantes. El autor es Manuel Tiago (el pseudónimo literario del político comunista portugués Álvaro Cunhal). Traducido por Iñigo Roque Eguzkitza, lo ha publicado en euskera la editorial pamplonesa Katakrak.

El relato que da nombre al libro cuenta las peripecias de un migrante que, durante las dictaduras de Salazar y Franco, trata de cruzar de Portugal a España. El destino final está allende los Pirineos y de esto trata otro breve relato que también aparece en el libro: «Pirinioetako muga-pasa» (El paso fronterizo de los Pirineos).

Siguiendo con el tema, el domingo apareció en mi muro de Twitter este tuit de Gorka Erostarbe. Hablaba de los migrantes portugueses en el libro «Bidasoan gora» de Eneko Aizpurua.

No lo he leído, pero cada vez es más la gente cercana que lo cita, por lo que pronto le deberá llegar su turno.

He empezado de manera un tanto ligera, pero la cosa va cogiendo gravedad. El de abajo es un tuit que leí ayer lunes. La fotografía es del fotoperiodista Unai Beroiz. A ver quién es capaz de aguantarle la mirada a ese hombre roto.

Iba a decir algo más al respecto, pero es mejor que leáis la crónica de Unai: ¿Cómo mirarles a los ojos ante la crueldad de Europa?

No quiero acabar estas líneas con este mensaje tan desgarrador. Vamos a aportar algo de luz con la canción del dúo Oki Moki (Paula Estévez y Aritz Aranburu). Su título: «Intzak/n higatik» (Hazlo por ti).

Migratzaileak, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/03/02 20:30:00 GMT+1
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2021/02/21 11:25:00 GMT+1

Memoria: siempre es la primera vez de alguien

Este mes de febrero he leído un par de libros sobre el holocausto judío. El primero es «Seguir viviendo» de Ruth Klüger, una superviviente de Auschwitz; el segundo es «Memorias de un historiador del Holocausto» de Raul Hilberg, quien estudió durante buena parte de su vida la destrucción de los judíos europeos.

A la hora de contar sus vivencias, Klüger no utiliza ningún tono épico ni heroico. Ella va por aquí:

Hilberg escribió este libro para contar las penurias que pasó y los obstáculos que tuvo que vencer con The Destruction of the European Jews (en castellano en Akal: La destrucción de los judíos europeos). Las tesis que defendía no eran del gusto de muchos, tampoco de la comunidad judía oficial.

Es decir, ambos utilizan un tono bastante descarnado en sus textos.

Nacidos en Viena, pasaron allí los primeros años. Hilberg nació en 1926 y Klüger en 1931. Las familias huyeron a los Estados Unidos y ambos sacaron su vida adelante trabajando en el mundo universitario.

La familia Hilberg no conoció los campos de concentración, porque huyó unos meses antes. Regresó a Europa al final de la Segunda Guerra Mundial como soldado norteamericano. Los nazis asesinaron al padre y a un hermanastro de Klüger. Ella y su madre sobrevivieron y cruzaron el Atlántico.

Se preguntaba anoche Josu Goiko en Twitter si nos conviene recordar anualmente hechos tan terribles. No lo decía de manera tajante: dudaba y planteaba esa duda en voz alta.

Yo creo que no tenemos otro remedio.

Esta misma semana hemos recordado el cierre de Euskaldunon Egunkaria en 2003, el atentado contra Eduardo Madina en 2002... y un atentado en Santander del año 1992.

ETA puso un coche-bomba en esta ciudad cántabra y asesinó a tres ciudadanos que pasaban por allí en mala hora. Silvia Gómez Ríos tenía 18 años, su hermano Jesús 16. Perdieron a sus padres (Eutimio Gómez y Julia Ríos).

En el 2015 le escribió una carta a Iñaki Rekarte tras ver la entrevista que Évole le hizo en televisión. Yo no había leído ese texto. Lo hice ayer o anteayer tras escuchar esta entrevista en la COPE.

Además de perder a sus padres siendo tan joven, el hermano de Silvia murió años más tarde en accidente de tráfico.

Volvamos a la Alemania nazi. En San Sebastián, el KM ha montado la exposición «Seeing Auschwitz» para este semestre. También ha organizado el ciclo «Más allá de Auschwitz». Cuesta entender la escasa presencia del euskera en los actos paralelos: ¿sólo las visitas guiadas?

En fin, me quedo con el punto de vista de Iñigo Astiz a la duda de Josu Goiko: «Pienso (y me sucede a mí) que esos recuerdos anuales siempre son la primera vez de alguien».

Memoria: norbaiten lehen aldia beti, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/02/21 11:25:00 GMT+1
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2021/02/13 21:45:00 GMT+1

Una actividad cultural en vivo a la semana

Antes no tenía en cuenta a cuántas actividades culturales en vivo asistía mensualmente. Ahora que se nos ha caído encima esta pandemia, a comienzos de año decidí que iría a una actividad de este tipo a la semana siempre que pudiera. Por ahora lo estoy cumpliendo y ya tengo atadas las de las próximas cuatro semanas.

Hasta ahora

El primer concierto del año fue el que Niña Coyote eta Chico Tornado dieron en el Victoria Eugenia el 6 de enero.

El 15 de enero me acerqué a escuchar la presentación de «Los últimos románticos» en el Centro Cultural Okendo. La autora, Txani Rodríguez, dialogó con Ylenia Benito sobre el libro.

El 21 de enero me fui a Lugaritz al concierto de Pelax.

El 29 estuve en el Victoria Eugenia para ver la obra de teatro «Sisiforen paperak».

Volví el 7 de febrero al teatro: concierto de Olatz Salvador.

El día 12 tocó ir a Ernest Lluch para ver y escuchar el espectáculo «Kax kax kax» del dúo Katixa Agirre y Maite Larburu.

Las próximas semanas

Joseba Irazoki estará en el Dabadaba el próximo viernes, día 19.

Volveré a Egia el 26, pero a Gazteszena: «Atzerrian lurra garratz» es la obra que Artedrama está moviendo ahora por los escenarios vascos.

El 4 de marzo una escritora presentará libro en Ernest Lluch, pero como no lo han adelantado aún, yo no diré quién es.

El 13 de marzo me quedaré en el barrio: Rüdiger (Felix Buff) en el Doka.

Por qué

En estos tiempos pandémicos (ahora leo que le dicen sindemia) creo que es suficiente con acudir una vez por semana.

Pero puede que alguna semana haga una segunda incursión. Aunque no sea stricto sensu en vivo, al cine, por ejemplo. Porque no he ido desde octubre y en casa no veo ni series ni películas. Me paso todo el día atado a las pantallas del ordenador, de los móviles y de la tablet. Para relajarme prefiero libros en papel.

Puede que os preguntéis: «¿Por qué cuentas esto?». Pues porque lo quería compartir y, además, esta semana no tenía ningún tema para el blog que me convenciera.

La música se la dejo a JP Lohian: «Alperrik da apaintzea» (Resulta baldío embellecerse/embellecerlo).

P.S.: la fotografía es de un perro con el que me encontré a la puerta de Ernest Lluch el viernes al atardecer. Estaba más tranquilo que todos nosotros. A ver si aprendemos.

Astean behin zuzeneko kultur ekitaldiren bat, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/02/13 21:45:00 GMT+1
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2021/02/07 09:25:00 GMT+1

Nuestras contradicciones al desnudo

Voy a hablar de una polémica que saltó a comienzos de esta semana en la comunidad twittera en euskera.

A finales de 2020, leí gracias a este tuit de Ibon RG una entrevista a Xabier Bastida «Abaunz» en Argia.

Abaunz decía que no conocía música urbana (trap, reggaetón...) interesante en euskera y Kepa Matxain le preguntaba: «¿Ninguna?»

Traduzco la respuesta de Xabier Bastida: «El trap en euskera que conozco es del nivel Wazemank (un programa humorístico de hace unos años en ETB). En el País Vasco quienes hacen trap con fundamento son los hijos y las hijas de las personas migrantes. En los alrededores de Bilbao, hay jóvenes de 18-20 años haciendo cosas majas. Por ejemplo, Nickzzy o The Poing. Además, obtienen bastante mejores cifras en Youtube que los grupos en euskera que ponen en Gaztea (radio-fórmula del grupo EITB). Son bastantes “comerciales”, fáciles de pinchar en la radio, pero nadie los cita. ¿Porque cantan en castellano? ¿Será por eso? Belako canta en inglés y entran por la puerta grande. ¿Por qué pasa lo contrario con estos? Ellos nos enseñan donde vivimos. Pensamos que somos los más progres, pero tenemos mucho camino por recorrer aún».

En la cadena de tuits alguien cita a Nizuri Tazuneri. Los he escuchado poco, pero me parece que tienen una propuesta muy interesante.

Así las cosas, un colectivo que hace una semana no conocía casi nadie, Chill Mafia, echa la puerta abajo: más de 90.000 vistas en Youtube, Gabi de la Maza haciendo sus famosos vídeos-karaoke, una conocida marca deportiva de ropa que se pone en contacto con ellos, entrevistas en varios medios...

¿Cómo consiguen unos jóvenes que hacen trap, reggaetón (música urbana) llamar la atención de los medios y del stablishment?

Kiliki (uno de los miembros del citado colectivo): «Para lograr el éxito necesitamos haters».

Creo que tenían el género lo suficientemente bueno para no tener que crear polémicas, pero lo han hecho. Allá ellos. Han metido la pata en algunas cosas y seguro que la seguirán metiendo.

¿Qué caso se le hace desde el stablishment a estos jóvenes traperos? Poco o casi nada. Mirarles por encima del hombro: «el reggaetón, el trap y todo esto no es música». Les miramos como nuestros padres y madres nos miraban a nosotros cuando escuchábamos Rock Radical Vasco.

En la agenda cultural (no hablemos ya de la institucional) apenas hay contenido para menores de 25 años.

Los vídeos de los arriba citados The Poing y Nickzzy tienen 200.000, 500.000, 800.000 visitas en Youtube. Sabíamos todos que algo se estaría cociendo en las bajeras.

Machismo: que levante la mano quien esté a salvo. Si ponemos las gafas violetas al rock, muchos quedan retratados. Hace un año el programa Etxeko uzta dedicó un monográfico en euskera a la cuestión (Feminismo y reggaetón). En la parte final del programa, Ramon Zabalegi tomó algunas canciones y los otro cuatro miembros presentes en la charla (Kattalin Miner, Iñigo Etxezarreta, Axi Bukowski y una mujer que se escondía bajo un seudónimo que ahora no recuerdo -¡perdón!-) tenían que acertar cuál era del mundo del rock y cuál era puro reggaetón. Pues a veces la cosa estaba jodida.

También es triste que la chica del colectivo Chill Mafia (Irene) haya tenido que poner el candado a su perfil de Twitter. Según ellos, por los ataques recibidos. No olvidemos que Irene tiene 18-19 años.

Ha explotado esto entre nosotros y bien explotado que está. A ver si entre todas y todos somos capaces de reconducirlo y conseguir que esta polémica sera provechosa, porque tenemos Chill Mafia por un tiempo.

El 14 de febrero publicarán su mixtape (sus canciones) en todas las plataformas. Además de la versión de Xabier Lete que publicaron el domingo pasado, y que podéis escuchar abajo, anuncian una colaboración de Erramun Martikorena.

Dejo por aquí diverso material en euskera que he escuchado, visto o leído a lo largo de la semana.

Gazte autotuneatuen egunerokotasuna kantu bihurtu du Chill Mafiak. Edu Lartzanguren en Berria.

Tocaron el tema en el informativo y el magacín matinal de Euskadi Irratia, creo que el viernes: Faktoria.

Colmuna de Angel Erro en Berria: 'Nihil novum'.

Columna de Samara Velte en Berria: Ikusle arruntaren koplak.

Luistxo Fernandez en Sustatu: Broma, jaja, serio: Chill Mafia ulertzeko moduak.

Entrevista de Pello Argiñarena en Euskalerria Irratia: Chill Mafia: “Euskal kulturan jende toxiko asko dago”.

Pego aquí abajo el comentario de una profesora en Twitter.

Gure kontraesanak agerian, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/02/07 09:25:00 GMT+1
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2021/01/31 19:15:00 GMT+1

Sísifos

Los papeles de Sísifo. Stop. Ikerne Giménez. Stop. Poch. Stop. Rafael Berrio. Stop. Nagore Etxabe.

Los Sísifos vascos deben volver a partir de cero llevando la piedra monte arriba, enfadados y contentos. Con sus contradicciones internas.

Siempre pobre y débil Sísifo -y mejor así, mientras sea capaz de enrabietarse.

Joxe Azurmendi, Gezurra ari du.

Tenía marcado en rojo la obra de teatro «Los papeles de Sísifo» y fui a verla el viernes, 29 de enero, al Teatro Victoria Eugenia.

El 20 de febrero de 2003 nos cerraron Euskaldunon Egunkaria. Gobernaba con mayoría absoluta José María Aznar y nos tocó ser los pagafantas, porque cerraron el único diario en euskera de tirada nacional (vasca) que teníamos. Luego los tribunales nos dieron la razón, pero ya estaba el daño hecho.

Los tres teatros principales de las capitales de la Comunidad Autónoma Vasca más el Centro Dramático Nacional han producido esta obra que habla del cierre de aquel periódico. Ya estuvo tanto en Bilbao como en Vitoria y estará un mes entre abril y mayo en el madrileño Teatro María Guerrero (se podrán ver las versiones en euskera y en castellano y parece que también habrá mesas redondas con Marta Sanz, Isaac Rosa...)

Fernando Bernués es el director de la obra que ha escrito Harkaitz Cano. El apoyo público hace que se pueda ver en los escenarios una obra con una docena de intérpretes en escena.

Le escuché a Cano en una entrevista que Bernués tenía metida la espina de lo sucedido en la gala de los Premios de la Música del 2003. Él dirigió la gala en la que Fermin Muguruza subió al escenario a recoger un premio y lo recibieron con pitos. No había Twitter entonces.

Bernués recuerda que se le escaparon lágrimas de rabia en la mesa de realización.

El escenario principal de la obra es la redacción de un periódico y la columna vertebral de la misma las conversaciones entre periodistas.

Sin embargo, en primer plano se mezclan nos niveles: vemos a periodistas parloteando, pero también interrogatorios policiales. Hay dos guardias civiles interpretados por Asier Hormaza e Iñaki Rikarte. Especialmente reseñable la interpretación de este último.

Para diferenciar y unir escenas hay una guitarrista rockera que se mueve entre las actrices y los actores, invisible, pero que aparece cuando le toca. Al músico Joserra Senperena, que acudió el jueves al teatro, también le pareció muy apreciable su trabajo.

No sabía quién era la guitarrista, pero se me vino a la abril de 2016 y el concierto PochXBerrio. Pregunté después de la representación y.... ¡bingo! Ikerne Giménez. En aquel concierto tocaba el bajo, en la obra toca la guitarra.

Ikerne fue entrevistada para esta pieza de EITB Transit. Habla de sus dos lados creativos: la música (Safety Pins, pero también en la banda de Fangoria) y su labor como escenógrafa y figurinista.

Durante la primavera de 2016 hubo varios actos de homenaje a Ignacio Gasca «Poch» en el Centro Cultural Ernest Lluch, entre ellos el concierto citado. El realizador Jabi Haspi grabó las canciones de aquel concierto en vídeo (ocho según la crónica de Fermin Etxegoien). Branquias bajo el agua sonó así.

En el texto de Etxegoien se cita a los tres músicos que acompañaron a Rafa Berrio: el guitarrista Iñaki Huarte Fisuras, la bajista Ikerne Giménez y la baterista Nagore Etxabe.

Aquí tenemos la versión de ¿Quién hay?

En Twitter Carlos Gebara preguntó quién era la batería, porque la vio en otro concierto y le gustó la pasión y la alegría que transmitía.

Etxabe es de Zumaia (Gipuzkoa) y hace poco ha sido publicado un disco en el que ha participado: el álbum de Frank Blackfield. Al igual que Ikerne, su labor creativa tampoco se circunscribe únicamente a la música: estudió Bellas Artes y a comienzos de 2020 colgó sus cuadros en su pueblo natal en una muestra que tituló Retr@spektiba!.

A tenor de las fotos juveniles que aparecen en el programa de ETB que he citado anteriormente, el peinado juvenil de Ikerne recuerda al de Nagore.

Se cumplirán dentro de unas semanas cinco años de aquel homenaje a Poch. Entonces Bernués y Cano arrancaban con «Los papeles de Sísifo» y ahora podemos ver el resultado. Desgraciadamente quien será recordado en la primavera de 2021 será Rafael Berrio. Y digo desgraciadamente no porque no merezca homenajes, sino porque está muerto. Al igual que Euskaldunon Egunkaria.

Bajemos el telón por hoy con Sísifo releva a Sísifo.

Sisiforenak, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/01/31 19:15:00 GMT+1
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2021/01/27 19:40:00 GMT+1

Entrevista a Santi Carrillo, director de Rockdelux

Esta mañana he escuchado la entrevista de Oier Aranzabal y Cristina Tapia a Santi Carrillo, director de Rockdelux, en el magazine cultural diario Ispilu Beltza (DK Irratia).

La veterana revista musical finiquitó su andadura en papel en lo más negro del confinamiento, allá por la primavera de 2020.

Sin embargo, a finales de ese mismo año, con la energía generada por sus más fieles lectores tras anunciar su adiós, han cargado las baterías y han montado una edición digital con el apoyo estructural de Primavera Sound.

Carrillo dice que en un mes nos hemos registrado 12.000 personas. Si te registras accedes a 5 artículos gratuitos al mes; si decides suscribirte, hay dos opciones: a) la mensual, 3,99 euros al mes; b) la anual, 40 euros al año.

Para mí fue una revista que compraba regularmente en la década de los 90. Luego me cansé y solo acudía al kiosco una vez al año para comprarla (normalmente, aquella en la que aparecían las listas anuales hechas por los colaboradores).

He decidido suscribirme anualmente, entre otras cosas porque me gustó mucho la entrevista con John Carlin. Y aunque en su momento me cabreé más de una vez por su soberbia, también es cierto que siempre me han abierto puertas y ventanas en lo musical.

Allá va la charla. Podéis escucharla aquí a partir de los 13:25 minutos.

Oier Aranzabal: Egun on, Santi.

Santi Carrillo: ¿Qué tal? ¿Cómo va?

OA: Aquí andamos. Para nosotros no ha cambiado tanto desde la última vez que hablamos, pero parece ser que para ti sí.

SC: Bueno, pues sí. Como habréis podido comprobar Rockdelux está en activo, en este caso no en papel, pero sí online, disponible para toda la gente que quiera suscribirse. Es una web de pago, en la que te tienes que registrar primero para poder acceder a todos los contenidos, a un precio muy asequible, y estamos ofreciendo contenidos diarios de la música y de otras ramas de la cultura pop que siempre hemos tocado.

OA: Cuando hablamos anteriormente, ya nos adelantaste que si había demanda os plantearíais una edición digital. Y parece ser que ha habido demanda.

SC: Como sabéis, la despedida fue muy emocionante y muy sonada, porque la gente nos conmovió con tantas muestras de afecto después de tantos años. Hemos tenido la oportunidad de aliarnos con el Festival Primavera Sound, que nos ha facilitado la logística para hacer todo esto (oficinas, infraestructura, servicios...) y ello nos ha dado la oportunidad de volver.

Como ya dije en su día, si volvíamos sería de forma digital, pero con el compromiso de que la gente tenía que pagar por esos contenidos, porque no todo puede ser gratis siempre.

Cristina Tapia: ¿Hemos aprendido o vamos a aprender que no todo es gratis?

SC: Yo no lo sé, porque nos hemos malacostumbrado a pensar que en internet todo tiene que ser gratis. Y ya lo he dicho más veces, lo dije aquí también: internet es un medio, no un fin en sí mismo. Entonces, internet te facilita muchas cosas, pero todos los contenidos que se pueden consultar y disfrutar en internet los tiene que hacer alguien. Y ese alguien tiene que cobrar por esos contenidos. Es así.

OA: ¿En qué difiere una redacción digital de una de papel?

SC: Más o menos es una estructura similar. Nosotros, como te he explicado antes, nos hemos integrado en la infraestructura del Primavera Sound, con la gente que trabaja en comunicación, algunos de los cuales ya eran colaboradores de Rockdelux (Joan Pons, Marta Pallares, Aleix Ibars y Víctor Trapero). También con la gente que trabaja en Radio Primavera Sound, donde también hay gente que es colaboradora de la revista como Marta Salicrú... Más los colaboradores externos, tenemos una pequeña estructura allí establecida e intentamos gestionar los contenidos.

Intentamos centrarnos en la música, que es nuestra especialidad, y abrirnos a libros, series, cómics o películas como antes. Pero también a campos que hasta ahora no tocábamos, porque pensamos que es un buen momento para aportar nuevos enfoques: la tecnología, los deportes, la moda incluso, pero desde un punto de vista muy Rockdelux, sin perder el criterio que siempre nos ha caracterizado.

CT: ¿Contáis con algunos de los miembros de la redacción impresa?

SC: Sí, por supuesto. De hecho empezamos a mediados de diciembre con el plato fuerte de Rockdelux, que son las listas del año. Ahí participaron un centenar de colaboradores nuevos y antiguos. Seguimos contando con todo ese caudal de conocimiento de estos colaboradores que nos han permitido sobrevivir más de 35 años.

OA: Es una noticia muy buena poder disfrutar del contenido de Rockdelux en formato digital. Santi, vamos a tomarnos un descanso y te vamos a pedir una canción.

SC: Muy bien. Pues ya hablando de las listas del año, escogimos la canción de Bob Dylan, este manifiesto de diecisiete minutos espectacular, es como una leyenda Bob Dylan en sí mismo, por el hecho de continuar en activo después de tantos años y para demostrar que sigue siendo uno de los valores más importantes de la historia de la música. Con la cantidad de canciones extraordinarias que ha hecho a lo largo de su carrera, en el año 2020 atreverse a hacer un monumento de canción que, probablemente, esté entre sus cinco mejores canciones. Y lo bárbaro que es eso teniendo en cuenta todo lo que ha hecho y demostrar que sigue siendo una voz única con este Murder Most Foul.

OA: Ahora que se ha puesto de moda vender los derechos de las canciones. Hemos visto en los titulares a Neil Young, al propio Bob Dylan, al fondo de inversión Hipgnosis. ¿Qué opinión te merece todo esto?

SC: Supongo que es el fin de una época y ellos mismos imagino que también se ven al final de sus días y quieren sacar mayor beneficio y tajada de su enorme caudal artístico. Es una gran despedida, un testamento en vida para tener más dinero del que ya tienen. Yo lo veo bastante humano y como una recompensa a toda una vida de esfuerzo.

OA: En la anterior entrevista ya comentamos que Rockdelux tuvo algunas propuestas de grandes editoriales. ¿No sé si os habéis casado con algún medio?

SC: Bueno no. Nos hemos casado con el Festival Primavera Sound, quien intercedió para que intentásemos seguir y es lo que estamos haciendo con ellos para concretar un proyecto que estimamos que tiene que tener dos o tres años de recorrido para ver cómo se establece y se desarrolla. Aspiramos también al mercado latinoamericano, intentar conectar con gente más joven... En fin, todo esto es un proceso largo que vamos a ir desarrollando los próximos meses.

CT: Comentabas que te parece humano que haya fondos de inversión que compren derechos de canciones y que vosotros en Rockdelux os vais a adentrar en terrenos no explorados como el deporte, la moda... ¿Es el fin de una etapa en muchos ámbitos y el comienzo de algo totalmente nuevo?

SC: Quizá la música se vive de otra manera. Es evidente que, después de tantos años haciendo revistas, lo notas. Antes la música era algo transformador para la gente, porque podía agarrarse a artistas que dirigían, en cierta manera, ideológicamente su vida en cuanto a comportamiento, en cuanto a actitud.

Ahora la música se consume de otra manera: la gente joven la consume de una manera más rápida, quizá más superficial, pero al mismo tiempo muy intensamente. Porque probablemente ahora es cuando más música se escucha. Entonces hay que llegar a ese público de una manera aproximada a como ellos lo entienden y también buscar estos elementos nuevos que pueden relacionarse con la música, porque es también como lo viven ellos (la moda, la tecnología...) y por qué no mezclarlo con el gran conocimiento que tenemos de cultura pop para intentar llegar a ese público y no solo al público veterano que nos seguía comprando.

CT: Y tú como responsable de la revista Rockdelux, una de las revistas más importantes del sector en España, ¿cómo has vivido ese cambio? ¿qué ha sido Rockdelux hasta ahora y qué va a ser a partir de ahora para Santi Carrillo?

SC: Pues imagínate. Empecé a colaborar en Rock Espezial, una revista previa que luego desembocó en Rockdelux. Ya fui director siendo muy joven. Digamos que ha sido mi vida, porque mi vida personal muchas veces también ha estado ligada a Rockdelux. Hemos pretendido -no solo yo, también la gente que me ha ayudado como Juan Cervera, Francesc Vaz y la cantidad enorme de redactores y colaboradores que ha habido a lo largo de todos estos años- hacer un producto donde la gente pudiese sentirse bien, sentirse reflejada en unas músicas que probablemente no sonaban en las emisoras comerciales y en los programas de televisión más habituales, intentar aportar un conocimiento que les diese pistas y que pudiesen utilizar para desarrollar artísticamente un punto vital, que en sus vidas se rodeasen de libros, de música, yo qué sé, un punto cultural.

Desde ese punto de vista ha sido una cabecera peculiar, porque siendo una empresa pequeña, independiente, sin estar acogida dentro de un gran medio editorial, hemos sobrevivido durante muchos años y con un montón de fans que cuando nos despedimos estaban emocionados y muy agradecidos por el trabajo realizado. Y ahora intentamos seguir, pero de otra manera. Por eso nuestro eslogan ha sido «Igual pero diferente». Es decir, el mismo espíritu pero llevado a otro estadio.

OA: Sin lugar a dudas Rockdelux consiguió en su etapa de papel ser referencia de la excelencia en la música independiente. Era un claro referente para todos los grupos, porque todos ellos querían salir en Rockdelux. ¿Aspiráis a mantener esa misma proyección?

SC: Hombre, evidentemente nos encantaría ser una referencia como lo fuimos, seguir siendo la referencia de la actualidad musical para todos los grupos que vayan surgiendo y de todos aquellos que se mantengan con un pasado que ya conocemos. Bueno, ese es nuestro objetivo: seguir en la cresta de la ola y ser hábiles para descubrir las cosas más interesantes, seguir también criticando discos -que es una de las funciones de Rockdelux-, ser un filtro para que la gente consiga orientarse dentro de toda esa gran avalancha de cosas que están en la red. Intentaremos hacer esa función de la mejor manera como lo hemos hecho hasta ahora.

CT: La estrategia de conectar con los jóvenes, ¿va a implicar tomar otro rumbo que haga que se pierda la esencia?

SC: Evidentemente es un reto difícil, porque hay que buscar un equilibrio entre la gente que ya nos conoce y la nueva gente que quizá nos conoce como marca, pero no se había acercado a Rockdelux. Es un proceso largo y nos hemos marcado dos o tres años para ir desarrollándolo. Como decía, el público latino es un gran contingente de potenciales consumidores de Rockdelux, porque ya lo era de papel cuando se distribuía allí y queremos que también lo sea en digital, porque es mucho más fácil y más directo.

OA: ¿Qué opinas de la música urbana? ¿Eres consumidor? Ahora se ha puesto de moda, ciertos festivales han abrazado la música urbana.

SC: Bueno, la música es una constante mutación desde el origen: el jazz, el blues, el rythm & blues, el soul, el rock & roll... Cada estilo que nace hibrida con otras cosas que ya las habíamos escuchado y deglutido, y crean nuevos elementos. La música urbana -que viene del rythm & blues clásico implementado con electrónica, con hip-hop, con músicas latinas, con el reggaeton, con lo que sea...- es el nuevo vehículo que la gente más joven consume y con el que más se identifica. Como en todos los estilos, hay cosas buenas y hay cosas malas. Vamos a estar ahí intentando aportar nuestro granito de arena para, con nuestro criterio, seleccionar lo que nosotros consideramos mejor.

CT: Nos vamos a tomar otro descanso, Santi. ¿Qué nos puedes pinchar ahora?

SC: Ya que habláis del boom de la música urbana, podríamos poner la que hemos elegido como mejor canción nacional: ha sido un ex aequo de C Tangana con dos canciones. C Tangana está ahora en un punto en el que ha variado su componente y aspira a llegar a más público. Y sus dos últimas canciones -las últimas que sacó en 2020 porque ahora ya tiene otro nuevo tema- Demasiadas mujeres y Tú me dejaste de querer, son dos canciones que se orientan hacia el folklore español de una manera muy digna, con coherencia y aportando ese punto de vista actual y contemporáneo que ha convertido a C Tangana en un artista a seguir, como va a pasar ahora con su nuevo disco que está a punto de salir y donde colaboran muchos artistas latinos de diversos países. Por ejemplo, en Tú me dejaste de querer colabora Niño de Elche y es una gran canción; para mí una de las mejores del año pasado.

CT: Vamos a escuchar a C Tangana entonces.

CT: Santi, hablabas de que los tiempos han cambiado, de que internet hace mucho es una realidad, ¿no sé si hay sitio para la autocrítica?

SC: Siempre hay sitio para la autocrítica. La autocrítica es una cosa que nos ha de acompañar para intentar mejorar. Y nosotros aceptamos las críticas porque nos dedicamos a criticar el trabajo de los demás, así que raro sería que no aceptáramos las críticas que nos hacen o nos puedan hacer.

Siempre es cuestión de mejorar y las críticas te aportan cosas positivas para intentar reconducir las cosas o buscar nuevas pistas para hacerlo mejor.

CT: En este sentido, ¿vosotros habéis detectado algo que podríais haber hecho mejor o que ahora, pasado el tiempo, lo habríais hecho de otra manera?

SC: Bueno, quizá lo que tendríamos que haber hecho es haber afrontado este proceso digital hace unos cuantos años, pero de una manera valiente, arriesgando y hacer una web como es ahora, de pago, para marcar el territorio. Lo que pasa es que quizá anteriormente no era el momento. Ahora creo que ha cambiado el paradigma: la gente es más proclive a pagar por contenidos digitales (Spotify con música u otras plataformas televisivas). Antes la gente intentaba piratear, bajar las cosas sin pagar.

Creo que estamos en un proceso diferente. Los propios periódicos se han dado cuenta de que era imposible seguir ofreciendo información de manera gratuita: todos se están reciclando, buscando esos muros de pago. Por eso creo que este ha sido el buen momento para poderlo hacer, cuando ha habido ese consenso, silencioso pero real, en que la gente ha dicho: «Es verdad. No puede ser todo gratis. Como vamos a estar aprovechándonos de estos contenidos, cuando hay gente que trabaja para hacerlos». Artistas, productores... toda esa gente tiene que cobrar, y los periodistas también, por supuesto.

OA: Como comentabas, la prensa abrazó el todo gratis en la red y ese ha sido su talón de aquiles.

SC: Yo creo que fue algo terrible por parte de la prensa el hecho de ofrecer contenido gratuito. Fue un error garrafal. Por posicionarte, por conseguir publicidad... Ahora ya se han dado cuenta. No puede ser.

OA: Vosotros habéis planteado un registro gratuito, que da acceso limitado a cinco artículos al mes, y dos suscripciones, mensual y anual.

SC: La mensual es por 3,99 €, aunque el primer mes solo cuesta 1 €, una ganga absoluta. Tienes la oportunidad de hacer una suscripción anual por 40 €, con lo cual tienes dos meses gratis.

OA: Aparte de lo digital, ¿habéis planteado algo físico también?

SC: Bueno, proyectos hay muchos, lo que pasa es que primero vamos a establecernos digitalmente. Por ejemplo, ahora estamos coordinando una lista de los mejores cómics españoles, una lista que no se había hecho, y estamos contando con más de 150 participantes: periodistas, autores, dibujantes... Todo esto va a ser un gran proyecto que estamos desarrollando y habíamos pensado que quizás podría editarse un libro, pero todo esto es más una posibilidad...

OA: Bueno, la vez anterior sugeriste como posiblidad un Rockdelux digital y ha sucedido. Por lo tanto, lo anotaremos. Santi, ¿qué tal ha sido la respuesta del público?

SC: La respuesta fue muy entusiasta. Hubo gente que incluso ya se suscribió antes de que saliésemos. Ahora mismo tenemos unos 12.000 registrados y, teniendo en cuenta que llevamos prácticamente un mes, creo que está muy bien. Se trata de que aumente esa base de registros y pasen a ser suscriptores.

Ya digo que estamos empezando y que hay que habituar a la gente: ofrecerles cosas para que les apetezca seguir.

CT: Santi, ¿tienes nostalgia de otra época?

SC: Bueno no sé si es nostalgia, porque es una sensación agridulce, una sensación que te traslada al pasado, a cosas que ya has vivido, cosas que te hicieron feliz o que te hicieron sentir bien. A mí no me gusta demasiado la nostalgia, porque lo importante es el presente. Es evidente que mi aproximación al periodismo musical, al rock en sí mismo, nace de una base rock y que mis ídolos son Lou Reed, David Bowie, Bruce Springsteen, Patti Smith, los Clash...

Es un componente que ahora echo a faltar en el sentido de que no hay artistas que transformen a esa gente de la manera en que nos transformaron a mí y a otra gente de mi generación. Porque para nosotros era un espejo vital, un poco peliculero si tú quieres porque en el rock & roll hay mucho tópico ahí metido, pero era algo trascendente.

Y ahora, como ya digo, la música se vive de otra manera. Apasionadamente también, pero sin ese punto tan importante entre comillas.

Desde ese punto de vista sí que tengo nostalgia de esa sensación de cuando el rock era algo que iba más allá de la propia música.

OA: Muy bien, Santi Carrillo. Muchas gracias por atendernos y ya te llamaremos cuando haya alguna novedad, a poder ser positiva.

SC: Muchas gracias a vosotros por vuestro interés. Estaremos esperando vuestra llamada si hay novedades.

Santi Carrillo Rockdelux-eko zuzendariari eginiko elkarrizketa, eduki hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/01/27 19:40:00 GMT+1
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2021/01/23 22:05:00 GMT+1

¿Será la policía quien nos ponga las vacunas?

Eulixa najak/n (estoy mosca) cantaba Hertzainak.

En primer lugar, ya sé que no es para nada fácil gestionar la pandemia (hay que reconocerlo), pero, ¡redios!, nuestras autoridades (con muy poca auctoritas) están dando más volantazos que una cuadrilla una tarde de fiestas en una pista de autos de choque.

Y lo que más rabia me ha dado últimamente ha sido que han puesto a la policía a repartir hostias.

¿Qué ha pasado en la Parte Vieja donostiarra estos últimos días? Porque las cosas no empezaron el 20 de enero, festividad local. Se viene calentando la temperatura previamente.

Y cuando metes a la policía en el esquema, además de subir la temperatura, te encuentras con muy pocas soluciones, muchas menos con jóvenes por medio. Porque todos sabemos que mucha policía, poca diversión...

El Día de San Sebastián hubo incidentes que recuerdan otras épocas.

Al día siguiente, el jueves, salieron en tropel ante los medios el consejero y el viceconsejero de Interior, el alcalde, dos portavoces de otros tantos sindicatos policiales.... Demasiada artillería para cosa buena.

Cambiemos de plano. Miremos aquí: todas y todos merecemos el trato dado a esta familia. Porque si te juzgan por tu aspecto, por las otroramente famosas «pintas», pensaré que nuestros gobernantes son unos clasistas de campeonato.

Llevamos diez meses aguantando una ensalada de normas que no se la traga nadie. Me recuerda lo que le pasaba a aquella buena mujer, ya entrada en años, que estaba aprendiendo euskera: «todos me corrigen, pero todos diferente».

Y no es fácil vivir así, porque todos no tenemos las mismas condiciones vitales. Algunos únicamente tenemos que preocuparnos de cuestiones de salud, pero hay otros muchos que tienen problemas económicos grandes. Y así es complicado mantener la cabeza en su sitio.

Me permito traer aquí unas palabras de Rafa Chirbes, dichas en San Sebastián allá por noviembre de 2013:

«Bueno, también se escribe un poco porque si tú no te consideras muy listo, para que no te tomen por demasiado tonto. Ellos contaban una Historia de sí mismos estupenda (...) Yo veía aquello y pensaba si se creerían que me lo estaba creyendo. Pues lo único que he hecho con mis libros es que no me he creído nada de lo que han contado los últimos treinta años».

Para que la maquinaria oficial no nos tome por tontos.

«Pelotas contra civiles desarmados».

Eguraldi lainotsua hiriburuan (Día nublado en la ciudad) cantaba Fermin Muguruza...

Nork jarriko digu txertoa? Poliziak, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2021/01/23 22:05:00 GMT+1
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