El músico donostiarra Rafa Berrio me sorprende con una reseña del primer libro de relatos de Juan Velázquez, "Secundarios de lujo". No lo he leído, pero de la lectura de la página web de la editorial Erein deduzco que el prólogo es de un poeta local, Karmelo C. Iribarren.
Rafa alimenta regularmente una especie de blog (no se puede seguir vía rss) en su página web donde cuenta las vicisitudes de un músico outsider. Esta reseña del libro no tenía sitio entre sus reflexiones musicales y decididó abrir un nuevo blog en la comunidad donostiarra gugara.
Os dejo con la reseña.
Secundarios de lujo, por Juan Velázquez
He estado leyendo durante las tres últimas noches el libro de Juan Velázquez Secundarios de lujo, y ahora que lo he terminado, repasando las solapas, mirando los últimos resquicios legibles, tal que el copyright o los datos de imprenta, después de desnudarlo de tapas y comprobar el lomo interior inscrito y una vez leída y releída la halagadora dedicatoria firmada por el propio autor a mi persona, cierro el volumen y, ensimismado, evocando las escenas con una sonrisa reminiscente, comprendo que acabo de poner fin a una Excelente Obra, opera prima para mayor mérito.
Y sin embargo todo comenzó con un malentendido, pues comprometí injustamente la obra juzgando por el primer relato, al que achaqué, en una primera impresión, un naturalismo excesivamente crudo en la forma y por el contrario una encarnadura de los personajes un tanto rígida y estereotipada, sin caer en la cuenta, como más adelante hice, de lo premeditado de este planteamiento.
Ya la primera noche pensé vagamente en Kafka y entonces comprendí el sentido: Yo sospecho que Juan Velázquez ha creado de manera deliberada para sus relatos unas figuras humanas semejantes a fantasmas sonámbulos y las ha hecho poblar, como destino forzoso, un universo que es a la vez tan alegórico como real y efectivo; un universo siniestro y cotidiano, reconocible y extraño a un tiempo, al modo de los anagramas o los emblemas, y es precisamente del resultado de esta combinación paradójica, curiosa mezcla de verismo y simbolismo, donde se fundamenta el gran acierto de esta manera de contar y alcanzar lo que se persigue, que es indudablemente Transmitir y Conmover. Y verdaderamente lo logra. Uno tras otro los relatos se suceden con una riqueza visual admirable y con un lenguaje de claridad meridiana, pero el poso que dejan es el de los sueños raros. Para aumentar la extrañeza, la acción temporal se sitúa, en muchos casos, en unos remotos años 70 que parece mentira que hayamos vivido; muy significativos, desde luego, para mí, y para esta generación mía del hombre en la luna.
Hay 18 relatos. Pero Juan Velázquez ensaya, a la manera obsesiva de los buenos escritores, repetidamente el mismo relato. La preocupación por los conflictos de familia, por poner un ejemplo, es evidente. Los niños desamparados, los viejos solitarios, los cuarentones en crisis... todos estos personajes, generosos y bienintencionados en su mayoría, se mueven como autómatas hacia una fatalidad irreparable, muchas veces tragicómica y en todo caso funesta; pero Velázquez no es Cioran, y sólo por esa ternura agridulce y esa comprensión hacia ellos que el autor siente, queda el lector a salvo del desconsuelo.
En el relato Cerrado por jubilación, dos espectros conversan rodeados de sombras crepusculares, quizá sean hologramas proyectados en el aire, pero lo llamativo son las palabras que emplean; conceptos tan acostumbrados como Benidorm, Gin-tónic o concurso de televisión.
En El espíanos encontramos nuevamente con una historia, si se quiere, de aparecidos: Un fantasma doméstico habita aquí, no una mansión, sino un adosado con garaje, y observa con indolencia la vida pequeñoburguesa de sus moradores, no menos almas en pena que el protagonista.
En El peluche de Adela, quizá el relato más conseguido a mi juicio, con un certero retrato de la psicología femenina, se fríen chuletas de cerdo en la cocina como si nada pasara, en tanto que el cadáver oculto en el armario próximo se empeña en desplomarse. Por el narrador en primera persona sabemos que esta situación es en realidad una pesadilla recurrente, mil veces repetida, y carente de sentido.
En El último trayecto, la realidad se impone y mancha de sangre la calzada. No obstante el relato se sitúa compasivamente en una época mitológica ligada a la memoria colectiva.
En Incertidumbrese regresa de nuevo a la ambivalencia de realidad y sueño: Sólo una puerta cerrada separa ambos mundos para la heroína, amante digna y deshecha en lágrimas del lado de dentro (el último refugio), o más bien ramera y cenicienta del otro lado. Un relato excelente.
Con una anécdota mínima y muy ingeniosa, en LaCalabaza se construye una historia trepidante que curiosamente sucede durante el tiempo muerto de un atasco. Los personajes son conocidos: Por un lado, en el bastidor del pequeño escenario, el sentimental, grotesco y embrutecido Polichinela, que ahora se mete rayas de cocaína y conduce coches tuneados; y por el otro, la dulce y sufrida -sólo en apariencia- Colombina.
Mi padre y yoes una cálida historia donde un niño relata con lucidez una fantasía de raptores piratas y corsarios que ya no son de este tiempo.
En Pobres diablos, otra de las mejores narraciones del volumen, dos sombras entrecruzan las siluetas desdibujadas de su vida y mantienen coloquios de tres al cuarto. A pesar de su final sorprendente, nada ocurre, y las sombras se desvanecen... pero una melancólica comprensión de la pobretería de la existencia permanece en el lector al término.
En Un cuento de Navidadla acción nos sitúa en uno de los círculos concéntricos del infierno por donde vagan arrastrando su carne mortal los condenados. Muy por debajo de los villancicos que suenan incesantemente, se escucha un débil clamor de redención. El relato posee un final memorable como respuesta a ese clamor.
De nuevo, en el diálogo de Una tarde cualquiera, el péndulo oscila entre la apariencia y la realidad estéril; entre la máscara y la calavera: Ambas exánimes.
Con una pequeña novedad en la técnica, Línea 24es el relato del primero y último acto libre y voluntario de un hombre sin rostro. Por ello, y a pesar del suspense, es fácil entender que esté narrado desde una sala de juicios y ese hombre sea el reo de justicia.
En Buenos propósitos, dos hombres de rango desigual se ajustan las cuentas de un pasado abominable en el jardín de un asilo; pero el desequilibrio de fuerzas es sólo aparente y la revancha se hace imposible.
Una noticia inesperada sacude, en La vida esmaravillosa, la rutina de hierro que los días tejen. La araña insignificante enseña con cautela sus patitas, y tras comprobar que todo está en perfecto orden, regresa a su madriguera.
Con Príncipe de Gales, llegamos a uno de los relatos más conmovedores del libro. Las obsesiones de nuevo se repiten; el baile de máscaras da comienzo con sus cambios veloces de pareja, sus equívocos y sus camelos. Finalmente el vals aminora la marcha, la música se difumina... El artificio queda de manifiesto y sin embargo (así es la vida) nadie parece sentirse engañado.
El relato Un día de campo retrata con certera puntería el amargo desencanto de los que ya han cumplido los cuarenta. Hay un matrimonio entre dos perfectos desconocidos y unos hijos que inflan globos de chicle estúpidamente. La acción transcurre en una galería de espejos deformantes y siniestros.
Los tres últimos relatos que cierran el volumen son una muestra “hard boiled” del género negro y aunque intensos y bien construidos, se desorbitan un poco de la integridad del conjunto. Siguiendo la huella de Carvalho (pero del otro lado de la ley), quizá pudieran ser el punto de arranque de una colección futura.
Sonia, mi actual amante, ha cogido el libro de mi mesa de escribir y lo ha colocado sobre su bendito lado de almohada. A ella no le gusta que le lleve ventaja con la lectura, y se ha propuesto empezar Secundarios de lujoahora mismo. La he mirado mientras se desvestía y ha sido rápida, pues sólo tenía que quitarse el albornoz y las zapatillas chinas. De reojo la he vuelto a mirar desnuda y he sentido por un momento (...) una extrañeza y un escalofrío, algo así como una deslocalización de mi propia persona. Lo he dejado pasar porque ya me conozco y eso me ocurre a menudo. Ahora, cuando termine, me espera una siesta dulce con Sonia a mi lado. Soy un hombre con suerte. La vida es maravillosa.
La primera vez que vi a Riki López
fue como a finales de los noventa, en un teatro de la ciudad.
La segunda, en mayo de 2005 en el Festival de Teatro de Bolsillo, en
un bar de Amara.
La tercera fue el 16 de mayo, en Fiestas de Ondarroa, en la Plaza Roja de Artabide,
donde apenas nos juntamos un centenar de personas.
Por aquí es relativamente conocido porque actúa con una cierta regularidad.
Ahora, de repente, le ha llegado la fama a cuenta de que los jugadores de la selección
española de baloncesto cantaban "El busto es mío" para calentar
el ambiente.
Han sido años de carretera y manta y le deseo que disfrute mientras le dure.
Eso sí, rezo para que no se convierta en un opá.
Murua es uno de los mejores
periodistas políticos vascos del momento y tiene un blog recomendable, pero escribe en
euskara y por eso no se le presta atención fuera del universo vascohablante. El
pasado 28 de agosto, el diario Berria publicó una interesante
entrevista que le hizo al antropólogo Joseba Zulaika. La traducción
es mía.
Joseba Zulaika, antropólogo: “ETA
es el mayor suceso de nuestra generación y necesita un buen final”
Joseba Zulaika da por seguro que el tiempo de ETA ha terminado y que ese
final será el inicio de otro ciclo político. Sus reflexiones han sido
publicadas en el libro "ETAren
hautsa".
El antropólogo Joseba
Zulaika (Itziar, Gipuzkoa, 1948) reside en Reno (Nevada, EUA), pero su
mirada está dirigida siempre hacia el País Vasco. Por sus orígenes, pero
también por su trabajo, porque como director del Basque Studies Center tiene sobre la mesa
temas de investigación relacionados con el País Vasco. Ha publicado muchos ensayos
sobre el bertsolarismo,
el servicio militar, la caza, el museo Guggenheim (pdf)
y la violencia política, a veces en euskara, otras en inglés o castellano. Ha
elegido el euskara para decir que el tiempo de ETA ha terminado, con un trabajo
que comenzó un año antes de que la organización armada declarara el alto el
fuego pero que acabó tras dicha declaración. Respondió a las preguntas de Berria la víspera de tomar el avión con
destino a Reno.
Imanol Murua Uria (IMU): En su libro, da por acabada a ETA. ¿Está
seguro?
Joseba Zulaika (JZ): La cultura de ETA, esa cultura del sacrificio,
sí que la he dado por finiquitada. Cuando la misma ETA no ha matado a nadie los
últimos tres años, ahora que ha declarado el alto el fuego… es la misma ETA
quien nos está diciendo que esa fase ha terminado. Las acciones menores de antes
de la tregua tenían también un doble mensaje: por un lado, somos capaces de
generar violencia, pero, por otro lado, no queremos.
IMU: ¿Lee los comunicados de ETA?
JZ: He leído el último, sí. Es preocupante, pero mi optimismo está
fundado en la actitud tan responsable que la izquierda abertzale ha tomado
desde Anoeta. Creo que eso no está en peligro. Y también está la promesa
de Zapatero de respetar las aspiraciones del País Vasco. Ha de haber
ambigüedad estratégica necesariamente y tal y como se van concretando las
cosas, las crisis son obligadas. Me parece normal que haya disputas y que cada
uno use sus tácticas.
IMU: La actitud de la izquierda abertzale le da confianza, por lo tanto.
JZ: Es lo que me dice la conducta de Otegi. Están haciendo un
trabajo muy atrevido. Siempre hay pasos atrás, entre su gente también habrá
desacuerdos y posturas diferentes, pero la izquierda abertzale está demostrando
que es capaz de cambiar. En estas situaciones, las dos partes enfrentadas deben
entrar en crisis. No hay posturas intocables. Ambas partes deben adaptarse a la
nueva situación; quizá le toque a la izquierda el trabajo más difícil y creo
que han comenzado a hacerlo con valentía.
IMU: Dice en su libro que el nacionalismo vasco ha de actuar como el
futbolista Telmo Zarra,
que se negó a meter un gol porque el portero estaba lesionado.
Es decir, ¿hay que renunciar al objetivo?
JZ: Lo de Zarra responde al concepto de la auto-delimitación.
Cuando los dos extremos son tan diferentes, cuando los intereses del
nacionalismo español y del nacionalismo vasco son tan contrapuestos con
respecto a la soberanía, después de la crisis hay que ir hacia una solución, un
punto de encuentro, algo que pueda ser aceptable para ambas partes. Cada lado
ha de hacer algo parecido a una auto-delimitación, dejar de meter ese gol de
más, renunciar a esa victoria absoluta. El gol de Zarra significa que por
encima de los objetivos partidistas hay algo más, algo bueno para el conjunto
de la sociedad. No hemos de sentir que hemos perdido si no metemos todos los
goles. Hemos de meter sólo los goles que nos conviene, pero puede que no sea el
momento de meter ese gol definitivo.
IMU: Por tanto, según su punto de vista, todas las partes deberían
renunciar a ese último gol, no sólo el nacionalismo vasco.
JZ: Eso es, para llegar a un punto intermedio. Y ahí es necesaria la generosidad
de ambas partes.
IMU: En el libro dice que una de las iniciativas más interesantes
posteriores a la tregua ha sido el colectivo
Ahotsak. ¿Por qué?
JZ: Porque está por encima de los partidos. Los partidos
pueden convertirse en obstáculos, grandes obstáculos, para la normalización,
porque cada uno quiere mantener su sitio tras la solución. Los partidos pueden
tener dudas: ¿qué es lo que queremos? ¿que no se arreglen las cosas y
mantengamos el poder o que cambie la situación y nuestro poder esté en
entredicho? En el movimiento Ahotsak una socialista y una representante
de la izquierda abertzale se han puesto de acuerdo en algo: están de acuerdo en
que el País Vasco decida. Esa es la actitud y eso ha de empujar a todos los
partidos, más allá de las crisis que haya, a la búsqueda de ese objetivo.
IMU: Las discusiones diarias entre los diferentes partidos acerca del
derecho a decidir y de la territorialidad, ¿le dicen algo?
JZ: Es obvio que esto es complejo. La gente normal y corriente no
seguimos las implicaciones de todas esas posturas. En una situación política
compleja, todas esas cosas pueden tener su importancia, pero teniendo claro que
no hay nada absoluto y que todas las partes han de llegar a una nueva
situación, que no hay un lado inamovible y todos los demás sí. Cuando decimos
que algo es inamovible, significa que no entendemos la situación en la que nos
encontramos.
IMU: Dice que nos encontramos en un tiempo post-ideológico.
¿Pero la lucha ideológico-política sí parece tener sentido?
JZ: La mayoría de mi generación, en la década de los 60, estábamos
metidos en la religión, el nacionalismo tradicional o el obrerismo, creíamos en
el socialismo… Hoy en día, muchos de mi generación nos sentimos no
definitivamente distanciados de esa ideología y de esa forma de vida, pero sí
que nos sentimos post. Es decir, ya no creemos de la forma en la
que creíamos cuando éramos jóvenes, ni en la religión, ni en el nacionalismo,
ni en el socialismo. Estamos post, pero en ese post tenemos el
reto de actualizar lo más valioso de esas tradiciones. Quienes somos abertzales
no somos abertzales aranistas. Con respecto a ETA, pues tampoco podemos aceptar
esta última ETA.
IMU: En el libro distingue entre dos ETAs.
JZ: Reivindico la fuerza liberadora y revolucionaria de aquella ETA
del principio, para escándalo de algunos. Me interesa la ETA de entonces, la
que estaba más allá de una cultura étnica, contraria a reivindicar el origen
pre-indoeuropeo del euskara, contraria a la noción del Estado y que
reivindicaba la necesidad de lo universal en política, contra el sabinismo de
entonces, la ETA que reunió el pensamiento más progresista de la Europa del
momento, tanto del personalismo como del existencialismo y de los cristianos
revolucionarios. Aquella fuerza liberadora de la ETA primigenia ha de coger hoy
otra fuerza, no la de la ETA de los últimos veinte años. Desde ese lado, este
mundo post ofrece muchas posibilidades para actualizar y renovar aquel
patrimonio.
IMU: Entonces, no considera la ETA actual como continuación de
aquella primera ETA.
JZ: Ha sido una ETA totalmente contraria. Se ha convertido en
una organización incapaz de cambiar nada en su interior, que incluso ha caído
en comportamientos fascistas. La violencia contra periodistas o concejales ha
sido un desastre fascista estúpido. Ha sido una desgracia que nuestra
generación no se diera cuenta antes, que no haya dado argumentos desde la
izquierda para hacerle frente a eso. Para mí, su explicación está en un
importante concepto del psicoanálisis: la herida narcisista.
IMU: Explíquelo.
JZ: Los vascos hemos sentido que los estados nos han prohibido
nuestra cultura, nuestro euskara, y que la historia nos ha tratado mal. Y en
ese narcisismo doliente, no hemos sido capaces de percatarnos de que el
comportamiento de ETA ha sido un puro desastre, además, para nuestros intereses
políticos y nuestra cultura.
IMU: A pesar de todo, usted dice que ETA ha sido el suceso más
importante de la política vasca del último medio siglo.
JZ: Que en aquella absoluta humillación política y cultural del País
Vasco tras la Guerra Civil, un grupo joven tomara los instrumentos teóricos de
la modernidad y fuera capaz de rechazar aquella situación con una diferente
actitud ante la vida, con el peligro que conllevaba y el abismo que creaba, aquél
fue un momento liberador y histórico para el País Vasco. El nacimiento de ETA
es el suceso de nuestra generación. Y todavía estamos sin saber cómo
reconducir los últimos rescoldos, porque sería tan importante para nosotros
darle un buen final a ese hecho.
IMU: Toma como inicio simbólico de ETA la muerte de Txabi Etxebarrieta y
como final el funeral de Jokin
Gorostidi. Cuenta en el libro la emoción que vivieron quienes estuvieron en
el entierro de Gorostidi en la plaza de Deba. En su caso, ¿a qué se debió esa
emoción?
JZ: La imagen de Jokin, las imágenes de los seis condenados del proceso
de Burgos, fueron míticas para nosotros. El funeral de Jokin fue como el
cierre del viaje de Txabi Etxebarrieta, el fin del ciclo histórico. Ver a Itziar
Aizpurua con las cenizas de su marido, era contemplar el testimonio de dos
militantes que le han dado su vida a esta lucha, uno muerto y la otra con las
cenizas en sus manos. Era el testimonio de nuestro drama histórico y, estemos o
no de acuerdo, el testimonio de una autenticidad histórica. Además
significa que muchos de los nuestros todavía viven como algo propio una
realidad que se ha distanciado de la política que nos conviene. Y la viven así
porque es su vida, porque están en la cárcel, o porque tienen dentro a sus
familiares o amigos. Por ello, la tragedia de todos esos muertos es nuestra
realidad histórica, una realidad histórica que respeto de verdad y hemos de
construir nuestra realidad política encima de esa tragedia.
IMU: Ya que dice que ha pasado el tiempo de sacrificarse por
una causa, usted mismo acaba de citarlo: ahí están los presos.
JZ: Que yo piense que mi hijo ha de dar su vida por Euskal Herria,
porque aquí hay que crear no sé qué soberanía, autonomía o confederación, es
para mí un sinsentido. E igualmente lo es para la mayoría. Por un lado es un
sinsentido, pero esto ha sido básico hasta hace poco en nuestra cultura
política, en la izquierda. Entonces, es emocionante toparse con dos realidades
tan contrapuestas en el mismo pueblo o, incluso, en la misma familia. A mí me
impresiona. ¿Cómo hacemos para que se comuniquen dos sujetos tan diferentes?
Desde ese lado, mi ensayo es un intento de reconciliación.
Respetamos el sujeto político que ha sido hasta hace poco ETA, con toda su
insensatez y heroicidad, pero hoy debemos vivir en otro mundo, la generación de
nuestros hijos ha de vivir en otro mundo. La transición es difícil, pero
hay que hacerla.
“Estamos en una situación cambiante
desde el punto de vista de la soberanía”
Dice que no ha recibido aún la opinión de personas de la izquierda abertzale
sobre su libro ETAren hautsa, pero le gustaría tenerla para comparar
«algunos puntos contradictorios, débiles o en algunos casos ingenuos» de su
trabajo.
JZ: Por una parte digo que no hay conceptos absolutos en política (independencia,
soberanía, estado…) Estamos en una situación cambiante desde el punto de vista
de la soberanía. Pero, junto a eso, si flexibilizamos nuestra identidad y
nuestros conceptos, con el empuje que eso supone, el nacionalismo vasco ha de
ir a por la mayor cota de autogobierno en el juego de la hegemonía política. Y
si puede, debe ir a por la independencia, dentro de un juego político más
flexible y rico. Ambas ideas pueden verse como contradictorias, pero no lo son
para mí.
IMU: También es discutible la interpretación que hace del Estado:
dice que los estados han dejado de controlarnos.
JZ: Mi interpretación, decir que no hay otro mayor, tiene un
punto de candidez. Pero lo hago estratégicamente, porque una gran parte de la
fuerza del poder tiene que ver con la percepción que nosotros tengamos
de él. Si creemos que el Estado español es nuestro dios, el que puede ratificar
o negar nuestra naturaleza, le damos mucha fuerza. Prefiero decir que no,
aunque me dé cuenta de que sí tiene fuerza, sobre todo desde el punto de vista
de la legalidad.
JZ: Sí, pero, al mismo tiempo, es demasiado simple pensar que el
estado tiene una capacidad unidireccional, en este juego hegemónico, de
controlar el nacionalismo. Si el Estado impone su lógica centralista a los
nacionalismos periféricos, la gente de aquí le hace frente. Si un Estado
militarizado hubiera podido destruir nuestra sociedad, lo habría hecho durante
el franquismo. Surge necesariamente una vía de dos direcciones. Y hemos
de aceptar ese juego hegemónico sin miedo. Ahora, con la nueva y valiente
actitud que ha tomado la izquierda abertzale, a las fuerzas políticas vascas
les surgen nuevas oportunidades para crear otras alianzas y una nueva fuerza
ante el centralismo.
IMU: Cuando se refiere al juego hegemónico, ¿qué es lo que quiere
decir concretamente?
JZ: Utilizo la idea bastante subversiva de Gramsci.
No hay poder que se concrete eternamente. Todos los poderes, todas las relaciones
hegemónicas, son concreciones momentáneas. No hay una hegemonía permanente.
Publicado
originariamente en euskara en la sección Loretopetik del diario Irutxuloko Hitza el 1 de septiembre.
Ha nacido la República Vasca. Tras dejar las armas y
gracias al acuerdo firmado para conseguir la independencia, algunos miembros de
the organization ingresan en la Ertzaintza. Jokin Etxaniz es un ertzaina veterano y Alexander Pedrosa es el nombre de su nueva pareja. A Jokin, sobre
todo, no le gusta la nueva situación y a su compañero le resultará difícil
trabajar con el que aún considera zipaio.
Para complicar más las cosas, a punto de cumplirse el aniversario de la independencia,
los asesinatos de la organización FUL
se multiplican. Con el objetivo de que la República Vasca vuelva a España, los fulgencios matan a varios de los
miembros de ETA que han ingresado en la Ertzaintza.
Fuera del País Vaco leí
también a comienzos del mes de agosto una
entrevista que le hicieron a la cantante Concha Buika,
músico de origen guineano nacida en Mallorca. Ha publicado ya un par de discos
y con el último ha conseguido ser más conocida. Cuando reconoció que mantuvo
una relación a tres bandas, el periodista dio prioridad a las preguntas sobre
amor, sexo, pareja y trío.
La ficción es eso,
ficción, y los papeles lo aguantan (casi) todo, incluso la República Vasca.
Pero se han terminado las vacaciones y he vuelto a casa, al tajo. Y me he
topado con lo de siempre; ni rastro de la ficción, por tanto. El proceso aparentemente está peor que
cuando me fui.
En la columna publicada el 22 de agosto en el diario Berria, Pako
Aristi decía, entre otras cosas, que cómo se podían haber ido de vacaciones los
políticos teniendo en cuenta la situación actual. Se mostraba dispuesto a
trabajar cinco años seguidos, si fuera necesario (y si fuera político, se
supone).
Yo, en cambio, me atreveré a proponer otro plan. A algunos
políticos sí que les daría vacaciones (¡menuda paz!), pero me traería por aquí
a Concha Buika para que explicara al resto las bondades de la pareja, del trío y del
ochote.
Hace un rato me he enterado, gracias al informativo La 2 Noticias, de
que hoy es el BlogDay, una especie de Día
Internacional del Blog o algo parecido.
He encendido el ordenador y he abierto mi cuenta de bloglines.com y revisado las
nuevas cargas que había. Sólo uno de los blogs a los que estoy suscrito menciona la cuestión: Processblack.
Según él, para celebrar este día
hay que hacer estas cinco cosas (copio y pego):
Encontrar 5 nuevos blogs que consideras
interesantes.
Informar o advertir a los autores seleccionados tu
recomendación para el BlogDay.
Escribir una descripción corta de cada blog y
enlazarlos.
Publicar una entrada el 31 de agosto, el
BlogDay, mencionando los 5 blogs que recomiendas.
Love of 74. Porque ama la
música, es inteligente y cabrón a la vez y, también, porque fue uno de los
primeros en publicar las fotos ardiendo del edificio de la Hacienda Foral
de Gipuzkoa aquí.
Loretxoa. Creo que es un
periodista de Burlada (Navarra). Lo he descubierto este verano.
Interesantes apuntes sobre la Navarra de hoy.
Javier Ortiz. Por sus seis años
de reflexiones y escritos diarios en la red.
Etiam. Un blog que
normalmente está en estado de hibernación, pero cuando despierta recuerda
la emoción de aquellas entradas del verano de 2004. También porque es la
culpable del diseño de este blog mío.
Es martes y vuelvo a mi lugar de trabajo. Entre otras cuestiones recuerdo que debo llamarle a él, mi psicólogo. También recuerdo sus últimas palabras: "incorpórate un jueves y en horario reducido". Esta desobediencia me puede costar dos sesiones.
He estado en Portugal y he tomado una decisión, cambiar la "ñ" de mi apellido por "nh". El motivo es sencillo: en Portugal he disfrutado de las caricias; unas, las sucedidas entre las tres personas que viajamos juntos, otras, las del bonito hablar portugués. Podemos añadir a este motivo, la sensación de acercamiento a Ronaldinho que siente mi hijo con este cambio. Él, mi psicólogo, no lo entenderá y buscará alguna renuncia de mi pasado. Tres sesiones mínimo.
Recuerdo que en el entresuelo del edificio donde él, mi psicólogo, tiene su consulta, hay un establecimiento donde realizan masajes faciales, la cura de piedi y mani y unos tratamientos con arcilla que tienen una atractiva pinta. Con este recuerdo decido acudir al edificio de él, mi psicólogo, y quedarme en el entresuelo. Dejando las cinco sesiones anteriores para más adelante.
También recuerdo en el bajo de este edificio, "un bar de cañas". Acudo a él al terminar alguna sesión, nunca antes de ellas.
Realizo la petición de un tratamiento "posvacacional" por teléfono. Esta segunda desobediencia me lleva al entresuelo.
Acudo al entresuelo. Me acomodan en una "super-silla-camilla", me colocan una túnica a lo Demis Roussos, reducen la iluminación y empieza a sonar una suave música. Una voz advertida anteriormente de mi sordera me susurra: "començamos en un momenthino". ¡Maravilloso! Esa voz era portuguesa.
No recuerdo el tiempo transcurrido, pero me encontraba totalmente arcillado cuando alguien me habló: "¿qué tal la vuelta al trabajo?.
Era él, mi psicólogo.
Me incorporé vestido de Demis Roussos y con la cara arcillada y mirando a los ojos le dijé: "Martes" y él dijo, "suelta, suelta, Fernandinho".
Quedamos para el martes siguiente y acordamos saltarnos las dos primeras sesiones.
Me vestí, bajé al bar de cañas y en una servilleta escribí Pinheiro. Tomé el vaso y con el primer sorbo empezó a sonar:
Gaztelumendi nos ha puesto un bonito ejercicio: que pongamos por escrito las lecturas veraniegas. La cosa es que este año he leído bastante más que los anteriores (tenía ganas, simplemente). Eso sí, cada vez la memoria me juega peores pasadas, porque apenas retengo de qué van los libros leídos.
A comienzos de julio leí la última novela de Pedro Ugarte, Casi inocentes. Le conozco, sobre todo, por sus colaboraciones en prensa y radio, aunque también me he leído un par de novelas. Ésta, sobre la familia, los hijos y la pareja, me ha gustado. Incluso más que las anteriores.
Benjamín Prado y "A la sombra del ángel. 13 años con Alberti". Prado cuenta en este libro, con formato de crónica, sus buenos (y malos) momentos con Rafael Alberti. Los malos tienen que ver con la viuda y el círculo más cercano al final de la vida del poeta.
Joseba Zulaika ha escrito en euskara ETAren hautsa. Este antropólogo residente en Reno mantiene la tesis de que ETA es un producto de su generación (próximo a los 60 años) y de que necesita un buen final. Hay una buena entrevista en euskara, hecha por Imanol Murua Uria y publicada en Berria. Espero traducirla al castellano próximamente.
Juan Kruz Igerabide y Hauts bihurtu zineten. Es su primera novela para adultos. Lo pillé porque vi que le dieron un premio. Se lee fácil y el autor te lleva bien por donde él quiere: una población rural guipuzcoana allá por los años en que surgió ETA.
José Javier Abasolo y El aniversario de la independencia. Novela negra. Ha nacido la República Vasca y cuando se acerca el aniversario de la independencia, se intensifican los asesinatos cometidos por los fulgencios. Se ceban en antiguos militantes de ETA que han ingresado en la Ertzaintza. Lo que quiere el FUL es que el País Vasco se reintegre en España. ¿No dan ganas de leerla?
Toni Strubell y Un català entre bascos. Mi primer libro en catalán. El prólogo es del director de Berria, Martxelo Otamendi. Va dirigido a los catalanes a los que les interese el País Vasco. No nos mete mucha caña, exceptuando el último capítulo (aunque sean pequeñas dosis). Y esa es la parte del libro que más me ha gustado.
Javier Reverte y Corazón de Ulises. Hace algunos años me leí "Vagabundo en África", que hace que quieras ir a ese continente. Este libro me lo leí en Grecia y la lectura ha sido distinta. Recomendable para quienes quieran visitar ese país, aunque no sea necesario visitarlo para disfrutar con él.
Y tengo entre manos el diario de Mihail Sebastian, escritor rumano de origen judío. A juicio de Philip Roth, "este extradiordinario diario merece compartir estantería con el de Ana Frank". Está escrito entre 1935-1945. Llevo dos años leyéndolo, porque es muy triste, sobre todo cuando comienzan la 2ª Guerra Mundial y las persecuciones a los judíos. A este paso necesitaré otros dos años más.
A finales del siglo pasado la
mayoría de los munícipes donostiarras se pusieron de acuerdo para hacer una plaza
de toros en la ciudad y nos plantaron el platillo volante de Illunbe.
Basta con entrar en google y poner Nuevo
Desarrollo de Anoeta para ver cómo fueron toreadas las leyes.
Ya me gustaría saber cuántas
veces se usa la plaza a lo largo del año. Si no recuerdo mal, en su día el plan
que se vendió preveía unos 50 usos anuales. Cuando
alguien dijo que era poco, uno de los promotores recordó que el Estadio
Anoeta se usaba menos. Y tenía razón.
Felizmente, cada vez son menos los que acuden a las corridas
y como el coso no es un sitio adecuado para conciertos, parece que el ascenso a
la liga ACB del Gipuzkoa Basketsalvará
este año la maldita plaza.
Tampoco este año he prestado demasiada atención a la Semana Grande, pero
sí que cacé un par de tertulias taurinas que las dos televisiones con sede en
Donostia ofrecieron al público. Y las seguí a pesar de lo casposas que son.
En una de ellas, Manolo Molés, el maestro Antoñete y el ganadero Victorino Martín. En la otra, en la de
Vocento, pillé la emisión cuando hablaban de alguna movilización anti-taurina.
Para darle el toque progre, el que
ejercía de presentador mentó algo dicho por Joaquín Sabina. No sé cómo decirlo,
pero no pintaba mucho allí alguien como Sabina.
He dicho que no sé de qué
hablaban, pero sí que he visto en diversas marquesinas y puntos diferentes de
la ciudad carteles con una movilización que tuvo lugar el pasado 12 de agosto. ¿Un
poco fuerte el cartel, no?
17 de agosto. Nos
hemos levantado a eso de las 10:00. Tras comprar en el Kafe MarinaNoticias y Berria, un cortado con cruasán en el Maddi
y a la playa Arrigorri (este año por vez primera). El mar estaba como una balsa
y nadar allí ha sido una gozada.
Tras una ducha en la playa, hemos subido a cada, nos hemos
puesto las ropas de arrantzale y
hemos salido nuevamente a la calle para ver en el Puente Calatrava el Sprint organizado por la peña de Orkatz
Beitia y que iba a comenzar a eso de las 12:00. El atleta Pájaro
Rodríguez le ha ganado a Orkatz. Bonito y diferente.
Rocódromo en el
Puente Viejo. El/la que se caía iba al agua. No he visto los gansos, pero me
han dicho que este año eran de mentirijillas.
Enfrente
del Alai bertsos a cargo de Unai Iturriaga e Igor Elortza. Antes han hecho lo propio
en la Alameda. Un trago y antes de las 15:00 al comedor popular de Plazagain.
Es tremendo como son capaces de dar de comer en un día como este a varios
cientos de personas. Por 14 euros marmitako, atún y vino. Los
cafés en la Alameda.
A las 17:00 daba comienzo el
festival de pelota organizado por Ordago
y pagado por el Ayuntamiento. El segundo
partido ha sido un enfrentamiento de la pareja formada por Mikel Goñi-Pinedo contra Atxa-Zezeaga.
No había visto nunca en directo a Mikel Goñi. Ha ganado fácilmente, tras los mecaguendios
y laostia de rigor, parte del espectáculo. No sé como está ahora, pero
he salido con la sensación de ver a Maradona jugando en 2ª B.
Tras ver a algunas cuadrillas
danzando y cantando, a las 20:00 el grupo metalero local Arbaso
actuaba en Kantxopi. A eso de las 21:30, quizás más tarde, los
cabezas de cartel: The
Solanos.
Este año también ha habido
problemas entre el Ayuntamiento y algunas asociaciones y agrupaciones locales.
Como consecuencia de ello, ha habido dos programas de fiestas, más el que casaba
ambos, publicado y repartido por el periódico Lea
Artibaiko Hitza.
La cosa es que la actuación de
Solanos iba a ser a medianoche en Musika Plaza, pero con
varios dimes y diretes por medio se ha cambiado de sitio y de hora. He estado
una media hora viendo el show farrero
de Xabi Solano, Oskar Benas, Sergio Ripiau y compañía. Dicen que han tenido, y
tienen, una agenda veraniega cargadita (con varios bolos incluso en Cataluña) y
se les ve en forma. Hoy estarán en Donostia, en el Peine de
los Vientos.
A eso de las 22:00 pasadas, un
bocata de jamón con pimientos en el Boga Boga y el café sentaditos en el Gaztedi.
Desde allí hemos visto los fuegos (Caballer si no me equivoco). Mientras
estábamos en la terraza del Dzanga, ha pasado toda la tropa
con Leokadi para la despedida de las fiestas. (Por cierto, los
del gaztetxe recibieron por primera vez este año a Turubi,
pero ¿no tienen intención de despedirla?)
Pasada la medianoche, concierto
de Kepa Junkera en la carpa instalada
desde finales de julio en Itsas Aurre. Desde que publicó
"Bilbao 00:00", la música de Kepa me resulta repetitiva. Seguí su
actuación durante unos 10-15 minutos, pero no sabría definir qué es lo que ofrece.
Será mi propia incapacidad.
Este año
también ha habido tres o cuatro txoznas en Musika Plaza, además del bar Jai Braian.
Había una romería con música gustosamente seguida por el público de estos
recintos. No recuerdo el nombre del grupo, pero no lo hacían mal.
De allí, retirada.
Nosotros, porque se quedó mucha gente en la calle.
Nota: a ver si el próximo año no
se me olvida la cámara de fotos.
Visito
poco la web de Rebelión, pero ayer me
pasé para ver una cosa. (Ya que estamos: como web del siglo XX puede estar
bien, pero el problema es que ya estamos en el siglo XXI y todavía no dan
opciones de seguir sus novedades a través del RSS ¿Hasta cuándo?Actualización
del 20 de agosto: A través de un mensaje que Galder me ha dejado en el blog en euskara me
he dado cuenta de que también yo he metido la pata, porque Rebelión sí
puede seguirse vía RSS. No es
fácil saberlo y se agradecería que pusieran esta opción en algún sitio más
visible. De todas formas, pido disculpas a la gente de Rebelión).
"Una
pregunta y una respuesta inventada en una entrevista de la televisión pública
vasca a Silvio Rodríguez"
Según
parece, la web Eitb24.com entrevistó al cantante cubano Silvio
Rodríguez con motivo del disco que va a publicar dentro de poco y de la
gira que le traerá a escenarios vascos. Según dice Serrano, el entrevistador
añadió una pregunta y una respuesta nunca hechas sobre la situación de Cuba.
"¿Cómo
ve la situación en la isla desde que Castro delegara el poder en su hermano
Raúl?"
"Creo
que hay que esperar, todavía es pronto para hacer una valoración al
respecto, de momento prefiero no pronunciarme".
En
la entrevista
que está hoy a la vista en Eitb24.com no aparece la pregunta que cita Serrano,
pero hay dos informaciones en euskara
y castellano
que hacen referencia a lo que dice el periodista de Rebelión:
"Silvio
Rodríguez ha aplaudido la nueva situación esperanzadora que vive Euskal Herria
desde que ETA declarara el alto el fuego y ha evitado dar su opinión sobre
las consecuencias de la cesión de responsabilidades del presidente
cubano Fidel Castro".
Rebelión
ha puesto también en su web las preguntas y respuestas que el cantante contestó
vía e-mail.
La
denuncia la ha hecho Pascual Serrano (se entiende que avisado por alguien
cercano al cubano), pero ni Eitb ni Silvio han dicho, que yo sepa, esta boca es
mía.
¿Nadie
va a decir nada en EITB?
Actualización
a las 10:40:
No
vi (cosas de agosto) en la propia información firmada por Pascual Serrano que
la fuente de la noticia era Silvio.
Por
otra parte, Serrano ha publicado la respuesta enviada por Lontxo Sainz, editor de Eitb.com,
pero el medio vasco no ha dicho nada todavía en su web.
"Desearíamos
enviar estas líneas como muestra de disculpa ante el malentendido producido por
la entrevista concedida por Silvio Rodriguez a eitb24.com.
La
asociación vasca Habana Kultura propuso realizar esta entrevista a
través de Internet a lo cual accedimos entendiéndolo por nosotros como todo un
honor.
Así,
fueron remitidas 10 preguntas que amablemente y con celeridad fueron
respondidas por el cantante Silvio Rodríguez.
Días
antes de la publicación de la entrevista, se produjo el traspaso de poderes de
Fidel Castro con lo cual entendíamos que, lógico y normal, dar la oportunidad a
Silvio Rodríguez de manifestarse al respecto.
Así,
tal y como hicimos en la anterior ocasión, se remitió una pregunta a Habana
Kultura sobre la cuestión.
La
asociación entendió que no era el momento ni la entrevista para plantear la
cuestión.
Al
recibir la respuesta en eitb24.com, entendimos que había sido el propio Silvio,
a través de su representante, quien había declinado ofrecer una respuesta.
Nada
más lejos de la realidad. Ahora a través del titular de Rebelión, hemos
comprendido la magnitud del error en unos momentos delicados en Cuba.
Reiteramos
nuestras disculpas y lo que sí hubiéramos agradecido es una llamada por vuestra
parte para contrastar la información, que a nuestro humilde entender, lejos de
tratarse de una manipulación, se trata de un malentendido en el contexto de una
situación sensible".