2004/05/08 07:00:00 GMT+2
Aunque mi ignorancia sobre cómo funciona la comunidad islámica en España es enorme, me da que la idea de establecer una especie de control sobre los sermones que se pronuncien en las mezquitas es no sólo dudosamente constitucional sino también, con toda probabilidad, inútil. Dudo de que las vías de reclutamiento de las que se sirven los terroristas tipo Al Qaeda en España pasen por el adoctrinamiento del personal que acude a orar a las mezquitas. Del mismo modo -digo, por poner un ejemplo- que el IRA irlandés no captaba a sus militantes los domingos a la salida de la misa mayor. Una cosa es que algunos curas católicos alimentaran la llama republicana y otra que se encargaran de organizar comandos.
Hay que suponer que también los terroristas islámicos recurren a medios de proselitismo algo más discretos.
¿O no? De creer la versión oficial sobre la matanza de Madrid, esa gente funciona con normas de seguridad interna muy rudimentarias, prácticamente inexistentes. Un grupo como el que ha sido acusado de la autoría de la matanza del 11-M tiene que ser muy fácil de controlar, e incluso de infiltrar (no digamos para unos servicios policiales con amplia experiencia en la introducción de topos en organizaciones avezadas en las técnicas de la clandestinidad, como ETA).
Hay ahí una chirriante contradicción. Es incomprensible que una gente que actuaba de un modo tan imprudente, por no decir transparente, que iba dejando por todas partes rastro de lo que hacía, que integraba a hamponcillos, gente requetefichada y confidentes, pudiera montar semejante tinglado sin que la policía se enterara de nada. Pero aún más difícil de entender es que esa misma policía que ni había olido lo que se preparaba pudiera luego desmontar toda la trama en el plazo de pocas horas, una vez producida la masacre.
-¿Cuál es tu teoría? -me preguntaba anteayer una amiga a la que le hice un somero recuento de las incongruencias que contienen las explicaciones (y las filtraciones) oficiales.
-No tengo ninguna -le respondí.
Y es verdad. Tomo en consideración todas las hipótesis, pero no suscribo ninguna. ¿Con qué fundamento podría hacerlo? Ni siquiera descarto que haya podido ocurrir lo que de entrada parece descartable: que esa banda tan chapucera como heteróclita -en la que, por haber, había hasta fundamentalistas descreídos- fuera capaz de organizar en perfecto secreto y perpetrar coordinadamente el triple atentado del 11-M. ¿Improbable? Mucho. ¿Imposible? En absoluto. La Historia registra hechos bastante más insólitos. Ahora bien: ¿cómo negar que hay demasiadas piezas que no encajan?
Espero que la comisión parlamentaria que va a crearse al efecto se encargue de dar cumplida respuesta a todas las incógnitas. Pero recuerdo que el verbo esperar tiene dos sentidos: yo espero porque aguardo; no porque confíe.
Javier Ortiz. El Mundo (8 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 20 de abril de 2018.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/08 07:00:00 GMT+2
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2004/05/08 06:00:00 GMT+2
Ahora, cuando me acuerdo de la llamada «prueba ontológica de la existencia de Dios» ya no me da la risa. En mis tiempos de bachiller, en la época en la que me explicaron eso -en el supuesto de que me lo explicaran bien-, me pareció un sofisma de mil pares. Con la petulancia propia de la juventud, me negué a admitir la posibilidad de que la culpa de mi descreimiento la tuviera yo, por ser incapaz de abarcar la idea de Dios en tanto que ser infinitamente perfecto.
Leo ahora sobre cómo el virus Sasser puede instalarse en los sistemas operativos de millones de ordenadores a lo largo y ancho del mundo para adueñarse de ellos y ponerlos a su servicio en el futuro, y lo confieso: soy totalmente incapaz de abarcar la idea.
Compruebo cómo a través de una línea telefónica y por un sistema de transmisión binaria (es decir, de diversas combinaciones de dos dígitos) llegan a mi ordenador imágenes y músicas de increíble nitidez y perfección... y lo mismo: me confieso incapaz de entenderlo.
Si aplicara a decenas y decenas de ingenios de nuestros días el mismo principio que me llevó a desdeñar presuntuosamente la construcción mental de San Anselmo, me vería obligado a no creer en hechos cuya existencia es innegable, por mucho que yo no los comprenda.
En realidad, se me hace más sencillo creer en la existencia de Dios que en la de algunas tecnologías de las que me sirvo a diario. La idea de Dios me resulta muchísimo más abarcable. A fin de cuentas, lo absoluto no tiene matices. Una vez que lo aceptas, todo se vuelve simple. En cambio, para alguien de mi (falta de) formación, tratar de entender el modo en que funciona una línea RDSI, por ejemplo, es empresa imposible.
La idea de Dios es humana. Está hecha a la medida de las mentes humanas.
Aunque quizá ésa sea la prueba definitiva de que Dios no existe. Nada que en el fondo es tan humano podría ser verdaderamente divino.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (8 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/08 06:00:00 GMT+2
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2004/05/07 06:00:00 GMT+2
Hay días en los que me pongo trascendente y me da por pensar en lo intrascedente que soy. En lo perecedero, quiero decir.
No acaba de gustarme, claro.
No me ha gustado nunca. Recuerdo la primera vez que me dio por pensar que llegaría un mal día en el que desaparecería del planeta y me volvería nada. Acababan de matar a Lee Harvey Oswald, yo tenía 16 años y estaba sentado en una butaca del comedor de la casa de mis padres. Casi me veo.
Me entró mucha angustia.
Ahora, cuarenta años después, ese pensamiento me produce más extrañeza que angustia. Me pregunto cómo puede ser que demos tanta importancia a todo. ¿Por mero instinto de supervivencia? Es curioso que tengamos tan arraigado un instinto tan destinado al fracaso. La vida no es más que un esfuerzo constante por aguantar otro poco.
Por regla general, estos pensamientos se me disipan a la misma velocidad con que me vienen. Pero no se marchan sin dejar un cierto poso: cada vez tengo menos interés en las supuestas glorias inmortales y disfruto con más ganas de cada pequeño gozo del presente, efímero como yo mismo.
Ah, el progreso: tantos siglos más tarde, me inclino ante la sabiduría del viejo Horacio, que tan bien cantó las virtudes del hedonismo sujeto al control de la razón.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (7 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/07 06:00:00 GMT+2
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2004/05/06 06:00:00 GMT+2
Avanzo que mi ignorancia sobre cómo funciona la comunidad islámica en España es enorme, pero me da que la idea de establecer una especie de control sobre los sermones que se pronuncien en las mezquitas es no sólo dudosamente constitucional sino también, con toda probabilidad, poco práctica. O el recién estrenado ministro del Interior se ha dejado llevar por su fervor ordenancista o ha sentido la necesidad de que la opinión pública crea que tiene nuevas propuestas para combatir el terrorismo, aunque estén traídas por los pelos.
Dudo de que las vías de reclutamiento de las que se sirven los terroristas tipo Al Qaeda en España pasen por el adoctrinamiento en las mezquitas. Del mismo modo -digo, por poner un ejemplo- que el IRA irlandés no captaba a sus militantes los domingos a la salida de la misa mayor. Una cosa es que algunos curas católicos alimentaran la llama republicana y otra que se encargaran de organizar comandos. Hay que suponer que también los terroristas islámicos recurren a medios de proselitismo algo más discretos.
¿O no? De creer la versión oficial sobre la matanza de Madrid, esa gente funciona con normas de seguridad interna muy rudimentarias, prácticamente inexistentes. Un grupo como el que ha sido acusado de la autoría de la matanza del 11-M tiene que ser muy fácil de controlar, e incluso de infiltrar (no digamos para unos servicios policiales con amplia experiencia en la introducción de topos en organizaciones realmente avezadas en las técnicas de la clandestinidad, como ETA).
Hay ahí una extraña contradicción. Es incomprensible que una gente que actuaba de un modo tan imprudente, por no decir transparente, que iba dejando por todas partes rastro de lo que hacía, que integraba a hamponcillos, gente requetefichada y confidentes, pudiera montar semejante tinglado sin que la Policía se enterara de nada. Pero aún más difícil de entender es que esa misma Policía que ni había olido lo que se preparaba, pese a su abracadabrante chapucería, pudiera luego desmontar toda la trama en el plazo de pocas horas, una vez producida la masacre.
Si el señor ministro me permitiera un consejo, yo le sugeriría que se olvidara de hacer la exégesis de los sermones que se oyen en las mezquitas y que invirtiera sus esfuerzos en averiguar qué tiene dentro de su propio Ministerio. O lo que hay en las dependencias de sus vecinos.
Seguro que acabaría sabiendo más. Y evitando más.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (6 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/06 06:00:00 GMT+2
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2004/05/05 07:00:00 GMT+2
José María Aznar se empeña en plantear la actitud hacia la política exterior de George W. Bush en el terreno de la consideración histórica. «Hoy muchos aborrecen a aquellos que les liberaron no de una, sino de dos tiranías», dijo el lunes en la presentación del libro Ocho años de Gobierno.
Convendrá empezar por precisar que este Bush no ha liberado a nadie de nada, así sea por meras razones de edad. Del mismo modo que a nadie cabe reprochar los crímenes cometidos por sus mayores -los alemanes de hoy no son culpables de la existencia del III Reich, por ejemplo-, tampoco es lícito atribuirles los eventuales méritos adquiridos por sus ancestros.
Pero es que, además, Aznar reclama unos agradecimientos que no se deducen de los hechos históricos que invoca.
Hablemos de la derrota del nazismo. Hitler se hundió como resultado de dos ofensivas militares combinadas: la del frente occidental, en la que las tropas norteamericanas tuvieron sin duda un papel clave, y la del frente del Este, que corrió en lo esencial a cargo del Ejército Rojo. ¿Deberemos considerar desagradecidos a los europeos del Este por haberse vuelto con el tiempo en contra de sus libertadores soviéticos?
Se me replicará que lo hicieron en función de hechos posteriores.Y así es. De la misma manera que otros han criticado más tarde a EE.UU. respondiendo también a hechos posteriores.
Tras la II Guerra Mundial, muchos europeos tuvieron serios motivos para odiar a los gobernantes estadounidenses e ingleses, que se repartieron con Stalin el Viejo Continente a su conveniencia, burlándose de la soberanía de los pueblos. Se atribuyeron los países como si fueran los lotes de una herencia. ¿Merece eso gratitud?
Pongámonos en el caso de España. Hoy en día está de sobra establecido -por documentos desclasificados del propio Pentágono- que EE.UU. no sólo se negó en los años 40 a provocar la caída del general Franco, sino que le ayudó a mantenerse. Incluso sofocó las disensiones que surgieron dentro del propio Ejército español en contra del Generalísimo. Washington consideró que el papel de la dictadura franquista le resultaba conveniente y, en función de ello, se avino tranquilamente a que nuestro pueblo padeciera casi cuatro décadas de tiranía. ¿De qué necesario agradecimiento habla Aznar? ¿Del de los franquistas?
EE.UU. no ha ayudado al pueblo español a liberarse ni de dos tiranías, ni de una, ni de media. Pero vuelvo al comienzo: la Historia ni impide nada ni obliga a nada. Las alianzas del tiempo actual deben establecerse con criterios del momento presente.
Y ahí está la cosa: que había que oponerse a la Guerra de Irak por razones de ahora mismo, al margen de los agradecimientos o los agravios históricos que cada cual deba o guarde. Y de los que Aznar parece saber tan poco.
Javier Ortiz. El Mundo (5 de mayo de 2004), basado en el apunte publicado el mismo día y titulado No hay gracias que dar. Subido a "Desde Jamaica" el 20 de abril de 2018.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/05 07:00:00 GMT+2
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2004/05/05 06:00:00 GMT+2
José María Aznar se empeña en plantear las relaciones con los EEUU, en general, y la actitud hacia la política exterior de George W. Bush, en particular, en el terreno de la consideración histórica. «Hoy muchos aborrecen a aquellos que les liberaron no de una, sino de dos tiranías», dijo el lunes en la presentación del libro Ocho años de Gobierno.
Convendrá empezar por precisar que el equipo de George Bush Jr. no ha liberado a nadie de nada, así sea por meras razones de edad. Del mismo modo que a nadie cabe reprochar los crímenes cometidos por sus mayores -los alemanes de hoy no son culpables de la existencia del III Reich, por ejemplo-, tampoco es lícito atribuirles los eventuales méritos adquiridos por sus ancestros.
La superficialidad de la lógica de los agradecimientos históricos que pretende aplicar Aznar queda rápidamente de manifiesto si se examina con alguna atención los propios hechos históricos en que se apoya.
Detengámonos en la derrota del nazismo. El régimen expansionista de Hitler se hundió como resultado de dos ofensivas militares combinadas: la del frente occidental, en la que las tropas norteamericanas tuvieron sin duda un papel clave, y la del frente del Este, que corrió en lo esencial a cargo del Ejército Rojo. ¿Habremos de considerar desagradecidos a los polacos, los rumanos, los ex yugoslavos, los búlgaros, los checos, los eslovacos y la mitad de los alemanes, entre otros, por haberse vuelto con el tiempo en contra sus libertadores soviéticos?
Se me replicará que lo hicieron respondiendo a hechos posteriores. Y yo reconoceré que así es. De la misma manera que otros han criticado más tarde a los EEUU respondiendo también a hechos posteriores.
Muchos europeos tuvieron en los años inmediatamente posteriores a la II Guerra Mundial serios motivos para odiar a los gobernantes norteamericanos e ingleses, que en las conferencias de Yalta y de Postdam se repartieron con Stalin el Viejo Continente en áreas de influencia, burlándose no sólo del derecho de autodeterminación y la soberanía de los pueblos, sino también de su derecho a la libertad. ¿Qué agradecimiento cabe exigirles?
Pongámonos en el caso de España. Hoy en día está perfectamente establecido -por documentos desclasificados del propio Pentágono- que los EEUU y el Reino Unido no sólo se negaron en los años cuarenta a provocar la caída del general Franco, sino que le ayudaron a mantenerse. En muy diversos terrenos. Incluso boicotearon las conspiraciones que tomaron cierto cuerpo dentro del propio Ejército español y que apuntaban al derrocamiento del Generalísimo. No son especulaciones, sino hechos probados. Washington y Londres consideraron que el papel de la dictadura franquista en este extremo de Europa les resultaba conveniente y, en función de ello, dieron por bueno que nuestro pueblo padeciera casi cuatro décadas de tiranía. ¿De qué necesario agradecimiento habla Aznar?
Los EEUU no han ayudado al pueblo español a librarse ni de dos tiranías, ni de una, ni de media. Más bien todo lo contrario.
Pero vuelvo al comienzo: la Historia ni impide nada ni obliga a nada. Las alianzas del tiempo actual deben ser establecidas con criterios del momento presente. Y ahí está la cosa: que había que oponerse a la Guerra de Irak por razones de ahora mismo, con independencia de los agradecimientos o los agravios históricos que cada cual deba o guarde. Y de los que Aznar parece saber tan poco.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (5 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/05 06:00:00 GMT+2
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2004/05/04 06:15:00 GMT+2
El imam de la lujosa mezquita situada junto a la M-30 en Madrid, Moneir Mahmud, se queja de cómo está el Islam por aquí. Dice: «En España hay muchos imames, pero dame el nombre de algún sabio. El sabio ha estudiado muchos años para dar las respuestas y poder dirigir el pensamiento. En España, cualquier carnicero o carpintero puede ser un imam.»
Mahmud cree que las autoridades deberían exigir una preparación titulada o alguna forma de aval a quien quiera predicar. «En el Islam, como pasa con las otras Ciencias, las Matemáticas o la Medicina, hay especialistas», argumenta.
A lo que respondo, pese a no ser especialista, que:
1º) Según se cuenta, Jesucristo fue carpintero. Dicho de otro modo: fue uno de esos predicadores sin titulación que tanto molestan a Mahmud. ¿Deberían haberle prohibido predicar?
2º) De creer lo que relatan los Evangelios, Cristo despreció a los «especialistas religiosos» de su tiempo, a los que consideró hipócritas y oportunistas. ¿Deberemos catalogarlo como precursor de los modernos fundamentalistas?
3º) ¿Qué es eso que dice: «En el Islam, como pasa con las otras Ciencias...»? ¿De cuándo a aquí el Islam es una Ciencia? ¿Quién, cuándo, en dónde y con qué autoridad lo ha catalogado como tal?
Y 4º) ¿A cuento de qué cree que debe haber gente adiestrada en «dirigir el pensamiento» de los demás?
Menos mal que éste es el aliado del Occidente librepensador, que si llega a ser un fanático...
Javier Ortiz. Apuntes del natural (4 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/04 06:15:00 GMT+2
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2004/05/04 06:00:00 GMT+2
Entra dentro de lo posible que haya en ello algo de malsano, pero lo cierto es que me encanta la autocrítica. Cuando meto el cuezo y alguien me lo hace ver con el rigor necesario -dicho sea en todos los sentidos posibles del término- me entra un inmediato deseo de comunicárselo a todos aquellos que fueron víctimas de mi metedura de pata.
Soy perfeccionista, pero eso sólo prueba una actitud, no una aptitud. De hecho, creo que tengo una idea relativamente precisa de mis limitaciones (que son muchas más y mucho más amplias de lo que me gustaría, como es lógico), aunque tampoco me apunto a esa chorrada que suelen soltar algunos falsos modestos: «Soy mi más severo crítico». Qué va. Me trato con bastante benevolencia.
Lo que sí es cierto es que tanto más tiempo pasa, tantas más ganas me entran de reírme de mí mismo.
Suelto este rollo porque el otro día castigué al personal con un mitin sobre lo inadecuado que es llamar «Chequia» a la República Checa y varios lectores me han mandado correos señalando que mi perorata sobre los peligros que presenta la ampliación de la UE puede tener su fundamento, pero no así mi enfado por el uso del término «Chequia», que es correcto.
Copio lo escrito por uno de ellos (cuyo nombre no incluyo, por razones de discreción) que me parece harto contundente:
« Hola, Javier:
»Antes que nada, [quiero] comentarte que estoy de acuerdo con lo que planteas en tu apunte de hoy. Sin embargo, con la mejor de las intenciones, me veo en la obligación de discrepar de tí en cuanto a la utilización del nombre "Chequia" para referirse a la República Checa. No te escribo desde la ignorancia total, dado que pertenezco al 40% que se ha enterado de que la UE tiene ahora 25 miembros, y al 5% que conoce cuáles son. Sin embargo, pertenezco al grupo, no sé si muy o poco numeroso, que utiliza indistintamente las expresiones Chequia y República Checa.
»El argumento que voy a emplear es muy sencillo: uno es el nombre coloquial y el otro el nombre oficial. El nombre oficial de Francia es República Francesa, pero éste se reserva sólo para el tratamiento institucional, empleándose cotidianamente el de Francia. Puedes consultar el libro de estilo institucional de la Unión Europea, en el que se incluye la forma de denominar a los Estados, y en el que consta Chequia como nombre usual y República Checa como nombre oficial.
»Es más, las propias instituciones checas utilizan en ocasiones la denominación Chequia en castellano (desconozco si en inglés o en otros idiomas hay un nombre equivalente). Así, por ejemplo, en la página web de la Embajada checa en Perú.
»Tu argumento sobre la República Dominicana, Sudafricana y Centroafricana también es desmontable: la Sudafricana se denomina habitualmente Sudáfrica (aunque no Sudafriquia), la Dominicana no puede llamarse Dominica, porque ya existe un estado con esa denominación, y la Centroafricana es denominada en ocasiones Centroáfrica (yo a veces lo hago, aunque poco, por la confusión con el término geográfico África Central.)
»Con esto no intento convencerte de que uses uno u otro término (hace tiempo que he desistido de intentar convencer a la gente o cambiar sus convicciones), pero por lo menos te aporto un elemento para la reflexión.»
Pues bien: la reflexión está hecha, y la autocrítica formulada.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (4 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/04 06:00:00 GMT+2
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2004/05/03 06:00:00 GMT+2
Extraño fin de semana. Extraño por anodino.
Ha sido como cualquier otro de invierno, y ahí está la cosa: que debería haber resultado diferente. Primero, porque se supone que no estamos ya en invierno, y segundo porque otros años el 1 y el 2 de mayo suelen propiciar -sobre todo en Madrid, que el 2 es fiesta- un largo puente, que mucha gente aprovecha para poner tierra de por medio y, si se tercia, darse el primer baño de la temporada. Las carreteras se llenan de coches, el personal aprovecha para rescatar de la naftalina la ropa de verano...
Este año el 1 y el 2 han caído en sábado y domingo y, además, ya se sabía que iba a hacer un tiempo desapacible, con lo cual -por lo menos en Madrid- se ha movido muy poca gente.
Según vi el panorama del fin de semana, pensé que algunos saldrían ganando. Algunos, seguro: los que no se han accidentado en las carreteras. Hoy habrán ido a trabajar como cualquier otro lunes, quizá incluso malhumorados, sin saber que se han librado de una buena.
Se me ocurrió que tal vez se verían beneficiadas también las manifestaciones del 1º de Mayo. Año tras año, los jefes de los sindicatos recurren a la misma cantinela para justificar la escasa afluencia de manifestantes a los actos centrales de la capital del Reino: el puente, el buen tiempo... Esta vez no había puente y el sábado amaneció encapotado, pero no empezó a llover, por lo menos en mi barrio, hasta ya pasada la hora del inicio de las manifestaciones. Pese a lo cual, la manifestación convocada por eso que llaman con grandilocuencia «las dos grandes centrales sindicales» pudo hacer su recorrido visto y no visto.
Oí por la radio parte de los discursos de Fidalgo y Méndez. Vi que había hecho muy bien en no acudir (aunque de todos modos no hubiera podido). Me habría puesto de peor humor del que ya suelo tener. Los dos «líderes» no sólo entonaron a grandes voces sendas sartas de tópicos carentes de interés tanto por el contenido como por la forma, sino que encima se dedicaron a festejar la presencia de «los compañeros y las compañeras» del partido en el Gobierno, a los que citaron incluso por los nombres y apodos que reciben en familia. Vaya una gran jornada reivindicativa: se pasaron el rato ofreciendo su apoyo al Gobierno y sólo de pasada le hicieron alguna tímida advertencia.
Ya sé que hubo alguna otra manifestación por Madrid más combativa que ésta -cosa realmente fácil-, pero, por lo que he oído, todavía menos concurrida.
Tengo la sensación de que el 1º de Mayo, día internacional de los trabajadores (y trabajadoras) va diluyéndose en mares de burocratismo sindical. En tiempos del régimen franquista, la festividad era llamada «de San José Obrero» y algo antes, si no recuerdo mal, «de San José Artesano». No me extrañaría nada que en un futuro próximo San José Bono, tan pío él, tan «si Dios quiere» en los discursos que pronuncia no como catequista, sino como ministro, se haga cargo personalmente de la celebración de este día y se las arregle para pasear a Fidalgo y a Méndez bajo palio.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (3 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/03 06:00:00 GMT+2
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2004/05/02 06:00:00 GMT+2
Si se hiciera hoy mismo una encuesta sobre ese particular, me juego lo que sea a que resultaría que más del 60% de los españoles no se ha enterado de que la Unión Europea ha pasado a estar integrada por 25 estados.
Y si los encuestadores preguntaran qué estados son ésos, apuesto el doble a que la tasa de ignorancia superaría el 95%.
Y si a esa cantidad añadiéramos a los que dicen Chequia, en vez de República Checa, más que nada porque no se han tomado el trabajo de enterarse de cuál es el nombre oficial de ese Estado (*), estoy seguro de que nos plantaríamos ya en los aledaños del 99%.
Y, sin embargo, nos va un montón en el cambio que se ha producido.
Se supone que deberíamos alegrarnos. Y me alegro, en buena medida. Nunca acepté ese intento de circunscribir Europa a la mitad occidental del continente: esa especie de «Norte/Sur» que teníamos, en forma de Oeste/Este.
Pero hay otros aspectos de la ampliación que me preocupan.
A ver si consigo explicarme.
No hay comité que pueda funcionar correctamente con 25 miembros. Son demasiados. No es práctico. No se puede discutir bien. No puede tener capacidad ejecutiva.
Añado a ello la ficción de la igualdad de derechos de los 25. ¿Puede aceptar nadie que Malta trate de tú a tú a Alemania y a Francia y que su voto valga igual? Claro que no.
Cuando estudié la historia del estalinismo, me llamó la atención un hecho: siempre que Stalin quería acrecentar su poder personal, forzaba una ampliación de los organismos dirigentes del Partido Comunista de la Unión Soviética. Ya no recuerdo las cifras exactas, pero creo que el Comité Central del PCUS llegó a tener algo así como doscientos miembros. Como un tinglado tan amplio era obligatoriamente inoperante, quien en realidad tenía vara alta era el Presidium. Y dentro del Presidium, los cuatro mandamases que Jósif Djugashvili, más conocido por Stalin, llevaba tiesos como velas.
Doy por hecho que, a su modo -bastante diferente, desde luego-, en la UE va a ocurrir algo parecido. Como 25 no pueden mandar a la vez, y además la importancia efectiva de cada cual es muy diferente, pronto se constituirá un poder ejecutivo -de facto o de iure, ya veremos- de muy pocos miembros. No será una «Europa de dos velocidades», que se decía antes (las diversas «velocidades» vienen dadas por la realidad, y son más de dos), sino más bien una Europa jerarquizada.
Pero, para que unos pocos puedan mandar, los demás tienen que obedecer. Y yo me pregunto: ¿hay muchos estados en Europa que se resignen a que otros manden sobre ellos, no tal día y en tal cosa, sino siempre y sobre todo?
O, dicho de otro modo: ¿aguantará durante mucho tiempo unida esa Unión Europea?
(*) Son manías. ¿Por qué se empeñarán en decir «Chequia», en vez de República Checa, y no ponen ningún interés en decir «Dominiquia», en lugar de República Dominicana? (¿O, ya metidos en gastos, «Sudafricaniquia» y «Centroafricaniquia»?)
Javier Ortiz. Apuntes del natural (2 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/05/02 06:00:00 GMT+2
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