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2002/07/01 06:00:00 GMT+2

Y de postre, propaganda imperialista

Ví ayer en Canal + una película titulada Reglas de compromiso. Un producto bien hecho, bien escrito, dirigido con ritmo e interpretado por actores de primera: Tommy Lee Jones, Samuel L. Jackson, Guy Pearce. La revista de Canal Satélite Digital la describe así: «Intenso drama judicial que gira en torno al consejo de guerra en el que se ve envuelto el coronel Childers (Samuel L. Jackson). Childers era responsable de una importante misión que acabó en tragedia, al intentar proteger la embajada norteamericana en Yemen del acoso de miles de manifestantes y salvar la integridad del embajador y su esposa».

La historia puede describirse más fielmente de otro modo. La embajada de los EEUU en Yemen es cercada por una multitud desarmada de manifestantes y por diversos francotiradores, que comienzan a disparar según llegan el coronel Childers y sus marines para rescatar al embajador. Los francotiradores matan a tres marines y entonces Childers ordena a los soldados que disparen contra la multitud. Ametrallan al gentío, matan a 83 personas y hieren a un centenar más. Entre los muertos y los heridos hay, por supuesto, gente mayor, mujeres y niños.

A partir de ahí, se monta el consejo de guerra. Queda claro que Childers dio esa orden saltándose todas las normas sobre el trato que debe darse a la población civil. Para mejor perfilar su retrato, se nos hace saber que ya durante la Guerra de Vietnam mató con sus propias manos a un prisionero de guerra (aunque, eso sí, siempre para proteger a «sus hombres»). Durante su interrogatorio en el juicio, el coronel llega a decir que, cuando se trata de defender la vida de un soldado norteamericano, él no se para a pensar en «las jodidas leyes».

El defensor (Tommy Lee Jones) no trata de refutar los hechos. Concentra su alegato en que, gracias a la orden dada por Childers, no murió ningún soldado estadounidense más.

El jurado pronuncia un veredicto de «no culpable», Childers queda en libertad y todo el mundo es feliz.

No voy a insultar vuestra inteligencia desmenuzando los componentes de esta repugnante pieza de propaganda imperialista, destinada a entronizar el principio según el cual cualquier medio es bueno si el fin está amparado por la bandera de las barras y las estrellas. Ni siquiera me indigna que en EEUU se rueden películas como ésa, destinadas a justificar las razones por las que la Administración norteamericana se niega a admitir la autoridad del recién creado Tribunal Penal Internacional.

Lo que más me repugna es que el Canal + de la muy «políticamente correcta» empresa de Polanco emita aquí bodrios como ése los domingos después de comer, cuando pueden ser vistos por niños y niñas que tal vez aún no tengan demasiado definidas sus tendencias fascistas.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (1 de julio de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 6 de junio de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2002/07/01 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: 2002 diario | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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