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1996/03/10 08:00:00 GMT+2

Una salida honorable

Claves para el nuevo Gobierno. Las elecciones del 3-M han arrojado un singular resultado. Mejor dicho, han arrojado varios. Uno se lo han arrojado -con bastante contundencia, además- a Felipe González, acertándole en todo el centro de La Moncloa. Otro se lo han arrojado a Aznar. Le ha caído en la mesa, estropeándole los planes.

El resultado de estos resultados ha resultado muy resultón. Su gran beneficiado es el president de la Generalitat catalana, el honorable Jordi Pujol, al que nos hemos apresurado a entrevistar.

Le encontramos repantigado en un sillón, con la mirada perdida en las alturas y una cara de felicidad de aquí te espero, que es precisamente lo que estaba haciendo. Según empieza la entrevista, el president toma un papel en sus manos y se queda mirándolo ya todo el resto del tiempo, sin dirigir en ningún momento la vista hacia nosotros. Es una actitud que ya adoptó en la noche electoral cuando fue entrevistado por Antena 3, y se ve que le ha cogido gusto. Compatibiliza sus respuestas con una espléndida exhibición de tics, que haría morir de envidia a Narcís Serra. Tiene más tics que un reloj.

-Bon día, honorable -le decimos.

-Buenos días.

-Una curiosidad lingüística, para empezar: ¿por qué en catalán se saluda por un solo día (bon dia) y en castellano por varios («Buenos días»)?

-Ya ve usted. Nosotros somos concretos. Y ahorradores. También dicen ustedes «Navidades», en plural, y nosotros Nadal, a secas. Despilfarran. Así les va.

-Van a ayudar ustedes a cambiar ese estilo de los españoles, tan manirroto?

-No sé si será posible. Son demasiados siglos. Aunque lo intenten, les costará.

-¿Cuánto?

-Por encima del 15%.

-¿Está usted dispuesto a pactar con el PP?

-Si me pregunta usted si estoy dispuesto a pactar, le diré que no. Pero si lo que quiere saber es si acabaré pactando, le diré que sí.

-El PP dice que quiere asegurar la gobernabilidad.

-Pues, para asegurar, mejor Catalana-Occidente que yo. Yo no me dedico a los seguros.

-¿No es seguro, entonces?

-Seguro.

-¿Qué solución ofrece usted al actual impasse?

-Mire usted: estimo que lo mejor sería que pactaran el PP y el PSOE. Son dos partidos de centro, porque sus direcciones están en Madrid, y Madrid está en el centro. Eso favorece la comunicabilidad de la gobernabilidad. Un pacto PP-PSOE no daría una mayoría muy estable pero, a cambio, daría una mayoría enorme. Con lo que a mí me dejarían en paz, que bastante tengo, a mis años.

-¿Está usted cansado?

-Sí señor. Con Marta Ferrussola. Y pienso seguir estándolo. ¡Y por muchos años, faltaría más!

-Digo «cansado».

-¡Ah...! No. Hay algunos que especulan con mi edad, pero yo me siento más joven que nunca para empuñar con mano firme el timón de la nave del Estado.

-¡Caramba, qué frase! ¿Es suya, o es una cita?

-Es una cita de hace treinta años. No acudí.

-Por cierto, ¿qué opinión le merecen esos seguidores del PP que gritan «¡Pujol, enano, habla en castellano!».

-Pues que son gente muy rara. En lo que a la altura se refiere, recuerdo que muchos de ellos estuvieron encantados con un caudillo que era más bajito que yo. Y no le gritaban «¡enano!» cuando pasaba. Claro que tal vez se lo gritaron cuando yo estaba en la cárcel por antifranquista, y por eso no me enteré. Por lo demás, no sé por qué me dicen que hable en castellano. Ya lo hablo. Claro que no todo el tiempo. Sólo cuando hace falta. También hablo a veces en francés, en alemán y en inglés. Hasta ahora no se me había ocurrido que eso estuviera mal. La derecha española siempre ha creído que los catalanes hablamos en catalán nada más que para fastidiar a los que no lo entienden.

-Pero es lo que se llama «el hecho diferencial».

-Ellos preferirían que fuera «helecho diferencial»: o sea, otra nueva planta, como la de los decretos de Felipe V.

-No se lleva usted muy bien con Alejo Vidal-Quadras, ¿verdad?

-Cuando veo al señor Vidal-Quadras, si puedo, me alejo.

-¿Está usted dispuesto a hacer concesiones para facilitar la formación del nuevo Gobierno?

-¿Confesiones? ¿Por qué tendría yo que confesar nada? ¡Si soy inocente!

-No: concesiones.

-Bueno, sí: le concedo a Aznar, ya de entrada, el beneficio de la duda.

-Y eso ¿qué beneficio da?

-Da tiempo. Y el tiempo es oro. Aznar debe encontrar una solución honorable.

-¿Una solución con el honorable o una solución honorable?

-No discutiremos por preposiciones.

Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (10 de marzo de 1996). Subido a "Desde Jamaica" el 15 de septiembre de 2013.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1996/03/10 08:00:00 GMT+2
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