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2004/01/28 06:00:00 GMT+1

Resumiendo

Resumiendo, y no sólo porque ese asunto me pone de los nervios, sino también porque -para completar el panorama, supongo- esta mañana, según me he puesto delante del ordenador a muy primera hora, he descubierto que tenía una poderosa invasión de virus que abarcaba al conjunto de mi pequeña red doméstica (o sea, a los tres ordenadores disponibles), lo que me ha hecho perder un taco de horas de trabajo que necesitaba para otros menesteres.

Resumiendo, digo -vuelvo a decir-, porque tampoco es cosa de perder todavía más tiempo dedicándolo a polemizar sobre lo obvio.

Carod cometió un error, de acuerdo. Debió informar a Maragall de su cita con ETA. Debió hacerlo por dos razones. Primera, porque no podía abstraerse de su condición de conseller en cap y actuar sólo en su calidad de secretario general de ERC. Y segunda, porque tenía que dar por hecho que este tipo de cosas es dificilísimo mantenerlas en secreto.

¿Ingenuidad? Tal vez, en parte. También irreflexión, sin duda. Y puede que más. Alguien que lo conoce bien me comentó ayer que no hay que descartar tampoco un exceso de soberbia, dictada por la serie de éxitos que le ha acompañado en los últimos meses. ¿Por qué no iba a conseguir él, él que tuvo un papel decisivo en el cese de la actividad violenta de Terra Lliure, algún avance en la pacificación en Euskadi?

Vale, de acuerdo. Pero estaremos en todo caso ante errores políticos; no ante crímenes. Y en una sociedad en la que la mayoría de los dirigentes políticos tienen bajo la alfombra kilos y kilos de basura -y con frecuencia más de un cadáver en el armario- los meros errores deben ser puestos a su escala y juzgados con la debida distancia.

Hay un tópico muy propio de la casta dirigente francesa que no recuerdo a qué Richelieu se atribuye. «C'est pire qu'un crime; c'est une faute», dice. «Es peor que un crimen; es un error». Jamás lo aceptaré. Sólo un esteta de la política puede dar más importancia a los errores que a los crímenes. Que Rodríguez Zapatero se ponga dar lecciones de ética --él, que se abraza amorosamente cada dos por tres a cuanto teórico o práctico de los GAL se le pone por delante- es, sencillamente, como para mandarlo al guano y pedirle que no regrese en su puñetera vida, el maldito hipócrita.

Y paro, que ya digo que voy mal de tiempo y no quisiera cansaros con mis evidencias.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (28 de enero de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 7 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/01/28 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: psoe apuntes cataluña zapatero aznarismo carod eta euskal_herria 2004 maragall aznar euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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