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2002/07/27 06:00:00 GMT+2

Por pura justicia

«El Mundo» me pide que participe en su sección dominical titulada En la Red respondiendo a la siguiente pregunta: ¿Debería España modificar su posición sobre el Sáhara para mejorar sus relaciones con Marruecos?

Este es el articulito que les he remitido.

Planteado así, el objetivo parece indiscutible: que España mejore sus relaciones con Marruecos.

Pero no caigamos en la trampa de las palabras. ¿De quién hablamos, cuando hablamos de «España»? Y, sobre todo, ¿de quién hablamos, cuando hablamos de «Marruecos»? Se nos dice «Marruecos», pero en realidad no se alude a la sociedad marroquí, que no tiene ni voz ni voto dignos de ese nombre, sino a la casta alauí que la sojuzga. Reformulemos, pues, la pregunta, planteándola sin eufemismos edulcorantes: ¿debería el Estado español plegarse a los deseos expansionistas de Mohamed VI en el Sáhara para tenerlo contento y sacarle determinados beneficios?

Esa es la verdadera cuestión que se está planteando. Y es a ella a la que respondo que no.

Rodríguez Zapatero, empeñado en darse aires de estadista, se ha puesto a defender ahora que el Estado español adopte una posición «más realista» ante el conflicto del Sáhara Occidental. Lo que sugiere es que el Gobierno de Madrid se avenga discretamente a la «solución» patrocinada por Estados Unidos y Francia y acepte la integración forzosa de la excolonia española en el Reino de Marruecos. El secretario general de los socialistas ha olvidado súbitamente que su partido suscribió compromisos muy solemnes a este respecto.

Dicen que el Estado español mantiene una posición «excesivamente rígida» en relación con este conflicto. Nada menos cierto. Los sucesivos gobiernos de Madrid han deshonrado de manera reiterada sus compromisos con el pueblo saharaui. Dos ejemplos: han dado luz verde a la industria española de armamento para que abastezca a bajo precio al Ejército de Marruecos y han admitido que el Ejecutivo de Rabat se lucre con la pesca en aguas saharianas, sobre las que no tiene soberanía. Lo único que el Estado español ha hecho -aparte de no boicotear la solidaridad activa de la sociedad española con el pueblo saharaui- es respaldar la resolución de las Naciones Unidas que defiende la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

En resumen: estamos hablando de una política de mínimos.

¿Que hay gente que considera que esos mínimos son máximos? Allá ellos. Otros preferimos no olvidarnos de que estamos hablando del destino de todo un pueblo. De un pueblo al que los dirigentes españoles ya han traicionado demasiadas veces.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (27 de julio de 2002) y El Mundo (28 de julio de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de julio de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2002/07/27 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: pp el_mundo diario mohamed_vi 2002 aznarismo zapatero psoe marruecos sahara aznar españa | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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