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2004/03/31 06:00:00 GMT+2

Otro que tal baila

En la segunda vuelta de las últimas elecciones presidenciales francesas, Jacques Chirac alertó contra «el inminente peligro» que representaba el «arrollador avance» de la ultraderecha y pidió que toda la Francia «libre y republicana» respaldara su candidatura para «cortar el paso» a los lepenistas. Lo cierto es que el avance de la extrema derecha era más aparente que real: había desbordado a los partidos de izquierda únicamente porque éstos se presentaron a las elecciones muy divididos. De hecho, a la hora de la verdad, la ultraderecha no rebasó en gran cosa los límites porcentuales que ha venido teniendo en las urnas francesas desde los lejanos tiempos del general De Gaulle.

Ha pasado el tiempo. Han llegado las elecciones regionales. Y, de improviso, el paladín de «la Francia libre y republicana» descubre que el «peligro inminente» ya no es la extrema derecha, sino la izquierda, y llama a la formación de una especie de unión nacional anti-izquierdista, en la que reserva un lugar de honor para el ultraderechista Frente Nacional.

La ambición del personaje no conoce límites. Vapuleado severamente en las urnas, ha decidido mantener en el cargo de primer ministro a Jean-Pierre Raffarin, impopular donde los haya, tan sólo para que acabe de quemarse rematando la reforma de la Seguridad Social y deje el camino expedito a sus nuevas aventuras presidenciales. No le importa si con ello ahonda aún más la crisis de los partidos del centro y la derecha, hasta el punto de hacer segura la victoria de la izquierda en las siguientes elecciones legislativas.

Lo más chirriante no es que sólo piense en sí mismo, sino con qué descaro demuestra que sólo piensa en sí mismo. Ni siquiera respeta las formas más elementales de la hipocresía.

Chirac ha descubierto la antítesis del gaullismo: allí donde el general De Gaulle se revestía de impostada grandeur, él exhibe con plena impudicia su cutre minceur. Ha convertido la política en el reino de la pequeñez y la mezquindad. Eso, en una sociedad como la francesa, tan apegada al cultivo de las formas, es todavía peor que un crimen.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (31 de marzo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 14 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/03/31 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: francia chirac elecciones apuntes 2004 | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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