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2005/09/21 06:00:00 GMT+2

Ojos que no ven

«Ojos que no ven, corazón que no siente», dice el refrán.

Hay refranes para todo. Para cada cosa y para su contrario.

Siempre recuerdo a la gente refranera que «al que madruga Dios le ayuda», pero que «no por mucho madrugar amanece más temprano», y que «sobre gustos no hay nada escrito», pero que «hay gustos que merecen palos». Etcétera, etcétera.

En lo de los «ojos que no ven» también cabe un viaje de ida y vuelta.

«Ojos que no ven». Cierto. Ahí están los ojos que no ven que en el mundo mueren de hambre no sé cuántos niños (y niñas, y adultos, y adultas) por minuto. Y los ojos que no quieren ver que la culpa es nuestra, porque no exigimos que haya un reparto racional de los alimentos, porque haberlos haylos, y son suficientes para todos.

Y los ojos que no ven quién fabricó, quién compró, quién distribuyó y quién colocó por medio planeta las minas antipersona que siguen matando a diario por decenas, incluso cuando ya se han perdido en el olvido las guerras que pretendieron justificarlas.

Y los ojos que prefieren no reparar en que quien prohíbe a diario a los demás hacer esto o lo otro hace eso mismo sin pestañear, cada minuto.

Bah, para qué seguir recordándolo, si lo sabemos de sobra. Todo. Todos.

Es cierto: ojos que no ven, corazones de piedra.

Pero también es verdad lo contrario. Porque ¡qué fácil es solidarizarse con el pobre periodista chino al que no dejan hablar y se resiste, pero qué difícil resulta respaldar al de Segovia -digo, es un decir- que no logra que le publiquen lo del escándalo del íntimo de su jefe, y que se juega los garbanzos insistiendo en que esa vergüenza hay que sacarla a la luz, por razones de principio! ¡Y qué estético queda echarse las manos a la cabeza porque vejan terriblemente a los detenidos en la Cochimbamba -y vaya que sí lo hacen-, pero qué feo, qué inoportuno y qué desagradable resulta constatar con pesadumbre que la tortura sigue siendo una realidad en España, y que está probado, y que tanto los verdugos como las víctimas tienen nombre y apellidos! Recordemos al superhéroe y superjuez Baltasar Garzón, ahora en funciones de becario estadounidense, que fue capaz de escarbar en todos los crímenes de las dictaduras sudamericanas, por remota que fuera su comisión -en aquellos casos nunca se olvidó de que los crímenes contra la humanidad jamás prescriben-, pero que se mostró incapaz, ay, de investigar ni un solo crimen de la dictadura franquista, tan cercana ella, por claro que estuviera y por activos que siguieran sus autores y los muchos que les sirvieron de cómplices.

Y es que están los ojos que no ven porque lo que hay que ver les pilla muy lejos, pero también los ojos que no ven porque no miran. Porque desvían la vista.

Hay quien ignora porque no ve y quien se las da de ignorante porque prefiere hacer como que no ha visto nada de lo que pasa.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (21 de septiembre de 2005) y El Mundo (22 de septiembre de 2005), salvo la post data, la cual únicamente apareció con el apunte. Hemos publicado aquí la versión del periódico. Subido a "Desde Jamaica" el 22 de septiembre de 2017.

Post data.- Todo tiene su explicación. También este apunte: ayer leí una columna de Rosa Montero.

Nota de edición: seguramente, el artículo de Rosa Montero sea este titulado Gracias y es curiosa también la referencia a Baltasar Garzón, porque luego sí que tuvo problemas al investigar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo. De todas maneras, Javier escribió en noviembre de 2008 Garzón se luce de nuevo.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2005/09/21 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: periodismo apuntes rosa_montero 2005 baltasar_garzón antología ddhh el_mundo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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