Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2003/02/27 06:00:00 GMT+1

Más cosas que se dicen

El ministro del Interior (¿o es el de Justicia? Sigo sin acertar a distinguirlos) ha dicho que es indignante que el Gobierno de Vitoria subvencione a ETA a través de Egunkaria.

Lo de menos es que el ministro de Loquesea (o de Loquehagafalta, que ya digo que no me aclaro) parezca ignorar que el Gobierno de Navarra, dirigido por sus amigos de UPN, también es culpable del nefando crimen de haber contribuido al mantenimiento del diario en cuestión.

Da igual, incluso, que el ministro ése desconozca que tanto el Gobierno de Vitoria como el de Pamplona han aportado tales dineros porque, veleidades partidistas y monomaníacas al margen, los poderes públicos tienen la obligación legal de prestar respaldo pecuniario al desarrollo y la normalización del uso de la lengua vasca y, habida cuenta de que sólo hay un diario en euskara -por lo menos hasta que el PP vasco se decida a sacar el suyo-, malamente podrían hacer otra cosa, a riesgo de violar lo prescrito por la Constitución y las respectivas leyes medulares de sus comunidades autónomas respectivas.

Generoso que tengo el día, estoy incluso dispuesto a no dar importancia alguna al hecho de que el tal ministro (¿cómo se llama? ¿Acebilla? ¿Michacebes?), en un momento de obnubilación tal vez chapapótica, haya pasado por alto que las acusaciones vertidas por el juez Del Olmo contra los directivos de Egunkaria se apoyan en unos papeles que la Justicia española tiene en sus manos desde hace diez años y aún más: unos papeles que ya han sido vistos y revistos hasta la saciedad por otros jueces e incluso argüidos como pruebas en sentencias dictadas en otras causas, en las que ningún juez consideró implicada a la dirección de Euskaldunon Egunkaria (*), extremo éste que aconsejaba -a él de manera especial, como gobernante- la adopción de una actitud de particular prudencia.

Da igual. Paso por todo eso.

Pero lo que no puedo aceptar, ni siquiera disponiendo para ello mis mejores tragaderas, es que el ministro en cuestión convierta en hechos probados, por su cuenta y riesgo, acusaciones que de momento no pasan del estadio de la mera presunción. Porque él está dando por cosa probada, enjuiciada y sentenciada que Egunkaria es parte de la estructura de ETA.

Ya he dicho que no sé de qué ministro se trata. Pero reconozco su voz. Es la misma del menda que afirmó hace algunas semanas que la Policía había detenido a los miembros de una célula de Al Qaeda que tenían en su poder elementos químicos y electrónicos preparados para la fabricación de bombas terribles.

Es él. El mismo que indujo al pobre Aznar a decir en el Congreso que la existencia de esa célula probaba ni se sabe cuántas cosas que justificaban ir de inmediato a la guerra contra Irak. El mismo que indujo al pobre Colin Powell a exhibir ante todo el mundo un tragicómico organigrama de Al Qaeda en el que figuraba la terrible célula española, pieza básica de la conspiración universal contra el Imperio del Bien.

Y eso sí que no se le puede perdonar al ministro en cuestión. Porque reincidir en ese género de ligerezas es imperdonable.

El ministral ya sabe que hizo el ridículo ante el orbe entero con sus precipitadas declaraciones celulares, porque ya se ha aclarado que los supuestos elementos químicos que denunció con tanto entusiasmo eran polvos detergentes. Ecce OMO, por así decirlo. ¿Cómo es que la experiencia no le ha enseñado a mantener la lengua a salvo, o sea, en salva sea la parte?

Ahora que tanto y tantas veces reforman el Código Penal, ¿no habría posibilidad de que introdujeran algo que castigara a los gobernantes que se erigen compulsivamente en tribunales sentenciadores?

-------------------------

(*) Según ha contado el abogado Iñigo Iruin, Del Olmo interpreta como referente a Egunkaria una clave (aparecida en un documento de ETA) que Garzón presentó en su día como alusiva a Egin, y que utilizó para decretar el cierre de aquel periódico. La clave, utilizada para referirse elusivamente a un solo medio de comunicación, podría referirse a Egin, a Egunkaria o a ninguno de los dos periódicos, pero en ningún caso a los dos. La actuación de Del Olmo supondría una patente violación del principio jurídico non bis in idem, que impide juzgar dos veces el mismo supuesto delito.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (27 de febrero de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 25 de febrero de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/02/27 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: iruin aznarismo diario del_olmo 2003 euskal_herria egunkaria audiencia_nacional euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)