Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2005/05/11 07:00:00 GMT+2

Las igualdades desiguales

En los años sesenta se produjo en las paredes de algunos barrios de Barcelona un tira y afloja más bien cómico entre diversas pintadas clandestinas. Algunos pintaban con grandes letras: Volem bisbes catalans! («¡Queremos obispos catalanes!»), tras de lo cual llegaban otros que rectificaban las pintadas, dejándolas en No volem bisbes! («¡No queremos obispos!»).

El embarazo de la Princesa de Asturias parece haber puesto en un brete al Gobierno de Rodríguez Zapatero, que ha prometido promover la reforma de la Constitución para que ésta deje de establecer la relación de prelación del hombre sobre la mujer en la línea de descendencia de la Corona. El presidente quería introducir ese cambio a la vez que otros referentes al Estado de las Autonomías y a la Constitución Europea. Verse obligado a acelerar el primer aspecto presentaría para él dos graves inconvenientes: primero, que los otros cambios no están todavía maduros, y segundo, que precipitaría el fin de la legislatura, con el consiguiente riesgo de perder las siguientes elecciones. Ante lo cual ha optado por decir que el primero de los cambios no corre prisa porque, aunque naciera primero una niña y acto seguido un niño, la reforma podría aplicarse de modo retroactivo. Lo que no he visto que nadie haya explicado es cómo se las arreglarían para que esa retroactividad no implicara también la pérdida de derechos del Príncipe Felipe en favor de su hermana Elena.

A mí, con este asunto de la discriminación de sexos en la línea de acceso al trono, me viene a pasar lo que les sucedía a los rectificadores de las pintadas catalanas que antes he mencionado. No siento ningún deseo de defender que las mujeres de sangre real tengan los mismos privilegios que los hombres de su misma sangre, sencillamente porque no deseo que haya privilegios. No tengo interés en discutir quién debe tener más derechos para acceder a la cabeza de la Monarquía porque no quiero que haya Monarquía.

Dicho lo cual -que a alguna gente le parece inadecuado y no veo por qué: es de eso de lo que se está hablando-, añadiré que me parece una broma de mal gusto que se pretenda rectificar ese aspecto legal para atender el principio constitucional que prohíbe la discriminación por razón de sexo y se haga la vista gorda ante el hecho de que el artículo de la Constitución que establece tal prohibición, el artículo 14, la hace extensiva a cualesquiera otras circunstancias personales o sociales, con alusión prioritaria y directa a la discriminación «por razón de nacimiento». Que a determinadas personas se les otorgue unos derechos superiores al resto de la ciudadanía por razones de cuna -base misma de la institución monárquica- representa una violación igual de flagrante del mandato igualitario de la Constitución.

Habrá que entender que hay igualdades más desdeñables que otras.

Javier Ortiz. El Mundo (11 de mayo de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 2 de mayo de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2005/05/11 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: igualdad españa cataluña felipe_vi elena_de_borbón 2005 iglesia letizia ddhh monarquía el_mundo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)