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2001/08/28 06:00:00 GMT+2

La salud de Fraga

Manuel Fraga aspira a ser reelegido presidente de la Xunta de Galicia y tal parece que su estado de salud es motivo de controversia. Algunos de sus oponentes pretenden que está enfermo y él responde exhibiendo certificados de buena salud. Física.

Ignoro por qué los rivales políticos de Fraga ponen tanto interés en su salud. Yo no deseo a nadie que sufra padecimiento alguno -solo los médicos hacen carrera con las enfermedades ajenas-, pero, si constato que alguien hace mal las cosas por sistema, tampoco me lamento demasiado si enferma: cuanto menos trabaje, mejor.

Siempre me ha sorprendido -y molestado- la insistencia con que la oposición gallega se refiere a la ancianidad de Fraga. En las anteriores elecciones, Xosé Manuel Beiras, candidato del BNG, se refirió al PP como «el partido del viejo y de la puta», en alusión a Fraga y a una seguidora suya que regentó una casa de lenocinio. Me pareció fatal. A la gente cabe reprocharle aquellos aspectos de su personalidad que son de su libre elección. La edad no forma parte de ellos. Ho Chi-Minh dirigió al pueblo de Vietnam en la guerra contra los Estados Unidos cuando era todavía más anciano que Fraga, y venció. ¿Llamaría Beiras al Vietcong «la guerrilla del viejo»? Es como cuando algunos aludían despectivamente a Franco llamándolo «enano». Valiente sandez: ir a vituperar a un asesino... ¡por su altura! Por lo demás, ni los enanos tienen culpa de su altura ni ser enano es nada malo.

Pasa lo mismo con Fraga. No hay nada que impida a un viejo ser un buen gobernante, pero hay muchos motivos, diferentes de la edad, que descalifican a Fraga no solo como gobernante, sino como mero ciudadano. Fue miembro prominente de la dictadura franquista y tuvo un papel activo en crímenes que, de no haberse hecho borrón y cuenta nueva en 1977, habrían dado con sus huesos en la cárcel. ¿Que aquéllas son viejas historias? Tal vez cabría tomarlas por tales, si por lo menos hubiera mostrado arrepentimiento. Pero no: se declara orgulloso de su trayectoria. Y ha seguido fiel a ella, adaptándose más o menos, eso sí -a la fuerza ahorcan-, a las nuevas condiciones. Ha continuando dando muestras del mismo autoritarismo, del mismo nepotismo, del mismo caciquismo. Tanto en sus juicios sobre los asuntos estatales -sus propuestas sobre cómo afrontar los problemas de Euskadi son siempre de aurora boreal- como en su modo de gobernar Galicia, sobre la que dispone como si fuera el patio trasero de su pazo.

Concéntrese la oposición gallega en la denuncia de los actos de Fraga, que materia tiene de sobra en ellos para reclamar su relevo, y deje en paz su edad y su salud, que maldita sea lo que pintan.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (28 de agosto de 2001) y El Mundo (29 de agosto de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 31 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/08/28 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: pp el_mundo karina_falagán fraga beiras 2001 galicia vietnam bng franquismo franco | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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