Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2004/03/22 06:00:00 GMT+1

ETA y el 14-M

El análisis de los resultados de las elecciones generales que ETA dio a conocer ayer no tiene el más mínimo interés. Como tal análisis, quiero decir. Recolecciona media docena de lugares comunes sobre los que, por lo demás, tampoco aporta ningún enfoque digno de mención.

En lo que todo el mundo ha reparado, y con razón, es en la invitación que hace a Rodríguez Zapatero para que tome una iniciativa «fuerte y valiente» en relación a eso que en este género de comunicados suele definirse como «el contencioso». Le dice que tiene que plantearse la necesidad de reconocer al pueblo vasco el derecho de autodeterminación y que, si entra por esa vía, ella también pondrá algo de su parte.

Supongo que a la dirección de ETA no le habrá sorprendido que el PSOE haya desdeñado su vaporosa -y nada novedosa- oferta. Tampoco le habrá asombrado, imagino, que casi todos los demás partidos, incluyendo los que defienden el derecho de autodeterminación, le hayan respondido que se deje de comunicados prometedores y adopte resoluciones prácticas encaminadas a la pacificación.

Siempre contestan así. Lo que vale la pena subrayar es que las respuestas de ese género son cada vez más sinceras. Que reflejan con creciente exactitud lo que los partidos piensan realmente.

El PSOE se ha sentido incómodo y disgustado por la valoración positiva que ETA ha hecho de su victoria electoral. En la situación presente, la más mínima alabanza de los dirigentes de esa organización se convierte en una puñalada trapera. El vía crucis sufrido por Carod Rovira tendría que haberles hecho reflexionar. Deberían haberse dado cuenta de que, cuando de verdad quieran ayudar a alguien, lo mejor que pueden hacer es no hablar de él, por lo menos para bien.

Habrían de reflexionar también, ya de paso, sobre el patético retrato que esa realidad hace de su propia situación.

ETA no presta atención a la política. Si lo hiciera, se daría cuenta de que, tal como están las cosas, el PSOE no está actualmente en condiciones de tomar ninguna iniciativa en ese terreno. Para llegar a esa meta -si es que llega- habrá de recorrer varias etapas intermedias. Antes habrá de distanciarse del PP y recomponer, así sea en parte, sus relaciones con los partidos nacionalistas. Sin eso no hay nada que hacer. A partir de ahí, podrá plantearse alguna iniciativa de consenso. Pero eso siempre que ETA asuma que ella no pinta ni podrá pintar nada en ninguna negociación política. Que eso corresponderá, en todo caso, a quienes gozan de representatividad política, legal o legítima. Que a ella sólo le corresponde negociar las condiciones materiales de su disolución.

Javier Rojo ha dicho que el PSE quiere volver a los planteamientos del Pacto de Ajuria Enea. En relación al punto en el que los socialistas están ahora, eso representaría ya un buen avance: primero, porque aquel fue un pacto transversal, mano a mano con los nacionalistas; segundo, porque allí se hablaba de una salida negociada; tercero -y tal vez principal- porque reconocía que Euskadi no sólo tiene un problema de pacificación, sino también de normalización política. De hecho, ése era el nombre oficial del Pacto: «Acuerdo por la Normalización y la Pacificación de Euskadi».

Visto desde esos ángulos, las bases del Pacto de Ajuria Enea son la antítesis del actual Pacto Antiterrorista suscrito entre el PP y el PSOE.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (22 de marzo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 14 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/03/22 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: elecciones apuntes eta 11m madrid pp zapatero psoe 2004 rajoy españa | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)