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1995/07/28 07:00:00 GMT+2

Esa maldita opinión pública

Tanto Felipe González como Joaquín Molins lo tienen muy claro: la gente es que es muy suya. González habló de «pérdida del sentido común». Molins, de los extraños mecanismos por los que la opinión pública se empeña en pensar por su cuenta, al margen de las mayorías parlamentarias. Se ve que el personal no está a la altura de las circunstancias y es incapaz de entender las exigencias de la gobernabilidad.

Quizá el problema de la opinión pública es que se deja influir excesivamente por esa futilidad que llamamos hechos. Oye a González decir que el Estado no ha tenido nunca nada que ver con las actividades de los GAL y, en vez de hacer como el señor Molins y creerle, se acuerda de que cuatro geos fueron pillados en Francia cuando pretendían secuestrar a un militante de ETA, y que el Gobierno les dio amparo, y recuerda que Lasa y Zabala fueron secuestrados en Francia y asesinados en España, y recuerda que hay un porrón de responsables políticos de la época y de altos funcionarios policiales que reconocen que participaron en el secuestro de Segundo Marey y que ese secuestro se financió con pesetitas de los fondos reservados del Ministerio del Interior, y recuerda que hay un periodista que cuenta que el propio presidente del Gobierno le anunció el nacimiento de los GAL, y recuerda que hay un ex lehendakari que relata que González le hizo una apología de los Escuadrones de la Muerte de Carlos Andrés Pérez... y va y no le cree. Y cuando escucha al jefe del Gobierno preguntarse en voz alta: «¿Tenía alguna lógica poner en marcha acciones ilegales en territorio francés?», refiriéndose a las condiciones de 1984, le responde: «Pues no sé, chico, pero a los geos aquellos alguien tuvo que enviarlos, y no parece que fueran Aznar y Anguita».

Tienen razón: la opinión pública es muy influible. Y eso lo explica todo. La opinión pública se deja manipular muchas veces por los medios de comunicación. Y eso es lo que explica la historia de estos últimos trece años. Gracias al hecho de que el felipismo ha contado con el entusiástico apoyo del conjunto de las cadenas de televisión, de la casi totalidad de las emisoras de radio y de la gran mayoría de los periódicos, ha podido un individuo de la catadura moral de González aparecer como un gran estadista y como un adalid de la democracia.

Pero incluso la capacidad manipuladora del aparato de propaganda tiene sus límites. Mucha, muchísima gente tiende a ser crédula e ingenua. Pero estúpida al cien por cien hay muy poca. Antes o después -casi siempre después, por desgracia- la mayoría acaba por ver las cosas como son. Y son como González y Molins no quisieran que se supiera.

Javier Ortiz. El Mundo (28 de julio de 1995). Subido a "Desde Jamaica" el 25 de octubre de 2012.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1995/07/28 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: 1995 el_mundo molins felipismo cataluña felipe_gonzález gal pujolismo ciu lasa_y_zabala marey españa | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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