Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

1993/08/04 07:00:00 GMT+2

Elena Sánchez

Jueves pasado, 3 de la tarde. Había preparado una ensalada. Acababa de sacar del microondas una pechuga de pollo de dudoso aspecto gastronómico. Me senté a comer. Encendí la televisión. Elena Sánchez iniciaba el telediario de la primera cadena pública. Se la veía contenta y sonriente: «Suspiro de alivio en los mercados monetarios europeos. El Bundesbank ha rebajado el tipo de interés lombardo en medio punto». Vaya, así que todo resuelto. Mi perplejidad se volvió infinita. En todas partes, todos los analistas estaban diciendo que la decisión del Bundesbank era decepcionante. De hecho, el caos monetario alcanzó niveles sin precedentes entre ese mismo día y el siguiente. Pero TVE había decidido que teníamos que estar contentos y aliviados, y ahí estaba Elena Sánchez para cumplir con su misión. Con sumisión. Me quedé, cual Hamlet ante la famosa calavera, mirando una hoja de lechuga prendida del tenedor: «¿Incompetencia o manipulación?». Me pareció que la hoja de lechuga sonreía, burlona, como reprochándome el carácter retórico de la pregunta.

Lunes 2 de agosto. Mismo escenario, misma hora. Nueva ensalada de lechuga, esta vez seguida de filete con patatas. Elena Sánchez lleva ya un rato hablando, y yo estoy a punto de terminar la ensalada. «Gran Bretaña puede ya ratificar sin problemas el tratado de Maatricht», oigo que dice, sobre poco más o menos. «El "euroescéptico" lord Rees-Mogg ha decidido retirar el recurso judicial que había presentado para invalidar el proceso de adhesión». Y cambia de noticia. Nuevo ataque de perplejidad frente a la ensalada. «¿Es posible, oh lechuga, que esta mujer sea capaz de no explicar que el lord en cuestión ha retirado su recurso porque considera que los acuerdos adoptados el domingo en Bruselas eliminan de hecho la posibilidad de que se adopte una moneda única europea, que es lo que él trataba de impedir con su acción judicial?». Sí; era capaz. Aunque eso desnaturalizara la noticia. Aunque cambiara su sentido. Tal como la presentó, parecía que lord Rees-Mogg se daba por vencido, cuando lo que hacía era cantar victoria. Pero se ve que Elena Sánchez está dispuesta a sembrar el telediario de optimismo y buenas nuevas europeas, aunque no las haya, en aplicación del principio «No dejes que la realidad te estropee una buena noticia».

No le echo la culpa a Elena Sánchez. Es muy probable que ella no redacte lo que lee. Que alguien se lo escriba, y que sea ese alguien el que esté empeñado en pintar de rosa el actual panorama europeo, considerablemente sombrío. Puede. De todos modos, me parece recordar que Elena Sánchez estuvo presente en un acto electoral de apoyo a Felipe González. Y Felipe González tiene mucho interés en convencernos de que el proyecto de Unión Política y Monetaria de la CE es ideal y va viento en popa.

No sé. Lo mismo las dos cosas tienen algo que ver. Se lo preguntaré mañana a mi lechuga.

Javier Ortiz. El Mundo (4 de agosto de 1993). Subido a "Desde Jamaica" el 7 de agosto de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1993/08/04 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: periodismo 1993 el_mundo televisión felipismo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)