Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2003/01/26 06:15:00 GMT+1

«El sabio de Hortaleza»

Hay prestigios que me cuesta entender. El del entrenador del Atlético de Madrid, Luis Aragonés, es del mismo género que el de Manuel Fraga: tal parece que sea muy meritorio mostrarse antipático, dar grandes voces, vivir en estado de cabreo permanente y prodigar los malos modos a los periodistas, a los que responde siempre con aire de estar pensando: «No, si ya me imaginaba yo que me ibas a preguntar una chorrada así...».

Supongo que el caballero sabe de fútbol. Es lo menos que cabe pedirle, después de llevar en ese negocio desde casi antes de que se fundara el Atlético de Aviación.

Pero tampoco parece que sea tan sabio.

Todavía no ha enseñado a sus jugadores, por ejemplo, que no es buena idea comentar en voz alta cómo van a tirar los penaltis, porque puede ser que algún contrario lo oiga, se lo diga a su portero y éste detenga el tiro, que es lo que les pasó a Torres (el de los consejos), Correa (el ejecutador frustrado) y Javi de Pedro (el oyente atento) en el partido del sábado.

A juzgar por lo visto en ese partido, hay bastantes más cosas que no les ha enseñado. Entre ellas, otra bastante elemental: que los partidos duran 90 minutos, si es que no más. Con lo cual, si tus jugadores echan el bofe en el primer tiempo, luego llegan fundidos a la segunda parte.

De todos modos, no tendría el menor deseo de fustigar a este caballero, que me la trae muchísimo al pairo, si no fuera por lo que le vi hacer -o no hacer- en el partido que su equipo jugó contra el Real Madrid la semana pasada. Cuando los de Del Bosque lograron dar la vuelta al partido y ponerse 2-1, el tal Aragonés decidió repantingarse en el asiento y dedicarse a dormitar, con cara de infinito desprecio, como si la cosa no fuera con él. Resultaba directamente repulsiva la imagen del tipo, todo indolencia, pasando olímpicamente mientras sus jugadores se partían el alma en el campo tratando de remontar el resultado. Sólo cuando Burgos se rompió las narices parando un penalti y el equipo se fue aún más arriba, con rabia y con orgullo más que meritorios, se decidió a salir de su letargo, ponerse de pie y dar media docena de instrucciones (eso sí, en tono cabreadísimo). Cuando ya no hacía falta, porque los jugadores se las estaban arreglando sin él perfectamente, haciendo como que no veían el humillante desprecio con el que estaba tratándolos.

Y encima el tipo cobra una millonada por eso.

De verdad que hay gente que me excede muchísimo.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (26 de enero de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 16 de febrero de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/01/26 06:15:00 GMT+1
Etiquetas: 2003 diario luis_aragonés fútbol | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)