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1993/09/15 07:00:00 GMT+2

El lamento del zurdo

El doctor Gerard Larson, miembro del centro de investigación de la Marina de Guerra de los EEUU en San Diego (California), acaba de dar cuenta de un estudio según el cual los zurdos somos más propensos que los diestros a sufrir accidentes de todo tipo.

El Dr. Larson asegura que su investigación no debe tomarse como «la última palabra sobre la mente de los zurdos». No me cabe duda. A cambio, creo que ilustra bastante bien sobre la pobreza mental... del propio Dr. Larson.

El Dr. Larson sostiene que los zurdos tenemos un 85% más de posibilidades que los diestros de sufrir un accidente de circulación. Y se queda tan ancho. Ni siquiera se toma la molestia de precisar qué incidencia tiene en esa proporción el hecho de que tanto las motos como los coches -a excepción de los británicos, God save the Queen- estén fabricados, como si los zurdos no existiéramos, con todas las funciones principales de la conducción concentradas en la mano y el pie derechos.

La investigación del Dr. Larson le ha permitido establecer también que los zurdos tenemos muchas más probabilidades de ser víctimas de un accidente doméstico que los diestros. Otro hallazgo. Si el Dr. Larson fuera zurdo, sabría hasta qué punto todo en una casa está pensado para su utilización con la mano derecha. Desde los cubiertos y utensilios de cocina -póngase a usar una pala de pescado con la izquierda- hasta las manillas y fallebas, pasando por todos los electrodomésticos. Pruebe cualquier diestro a utilizar unas tijeras con la zurda: verá qué gozada.

Los zurdos no sólo tenemos que soportar que todo en este mundo esté pensado para las personas diestras, desde los teléfonos a las máquinas de escribir, desde los relojes de pulsera a las braguetas. Nos toca aguantar también que hasta el lenguaje se dedique a machacarnos: los que hacen las cosas bien son «diestros»; quienes son un desastre «no hacen una a derechas»... «Siniestro» equivale a perverso, mal intencionado y funesto. «Derechura», en cambio, a rectitud. Según el diccionario, lo siniestro indica «propensión a lo malo». Toma castaña.

De crío, los curas del colegio me decían que la izquierda es «la mano del diablo». Habida cuenta de que esa mano era con la que mejor hacía todo, me dio pronto por sospechar que el tal Belcebú no debía ser tan malísimo como pretendían. Luego me enteré de que no era perverso de nacimiento; de que había sido castigado a ser malo por haberse rebelado contra Dios. Ya ven. Se empieza así y se acaba... siendo de izquierdas.

El Dr. Larson dice que los zurdos somos propensos a los accidentes. Pero, ¿cómo no vamos a serlo, si de niños se dedican a traumatizarnos y luego nos discriminan y nos insultan constantemente? ¿Cómo no vamos a serlo, si las propias compañías de seguros llaman a los accidentes «siniestros»?

Javier Ortiz. El Mundo (15 de septiembre de 1993). Subido a "Desde Jamaica" el 22 de septiembre de 2012.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1993/09/15 07:00:00 GMT+2
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