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2003/02/14 06:00:00 GMT+1

El ejemplo de Gaspart

Los comentaristas han sido muy severos con Joan Gaspart. Le han criticado duramente por lo mucho que ha tardado en dimitir. Según ellos, debería haberse ido mucho antes, una vez que se vio más que claro el rechazo masivo de los seguidores barcelonistas a su gestión.

De veras que no les entiendo. Gaspart fue nombrado presidente tras unas elecciones legales. Estaba en su perfecto derecho a mantenerse en la Presidencia del Barça hasta las siguientes elecciones. Si la oposición no fue capaz de ponerse de acuerdo para presentar una moción de censura contra él, es culpa de la oposición, no suya.

Estaría de acuerdo con los reproches si se empleara la misma vara de medir para todo el mundo. Lo que no entiendo es que la misma gente exhiba unos criterios con él y se los guarde cuando se refiere a otros teóricos representantes que también han perdido la representatividad.

José María Aznar, por ejemplo.

Aznar tiene en contra a la inmensa mayoría de la población en un asunto que puede considerarse cualquier cosa menos secundario: se dispone a asumir en nuestro nombre una responsabilidad gravísima, que va a implicar la muerte de decenas de miles de personas inocentes. Me atrevería a decir que la cuestión es de importancia algo superior a la que cabe atribuir al lugar que el Barça ocupa en la clasificación del Campeonato de Liga.

Sin embargo, nadie exige a Aznar que cambie de posición o que dimita.

Aznar no está dirigiendo los asuntos de España con mucho más éxito que Joan Gaspart los del Barça. El balance de su gestión como jefe del Gobierno -incluso dejando de lado el problema capital de la guerra- es francamente desastroso. Veamos: lo del Prestige no es un pecadillo venial, precisamente; ha evidenciado su incapacidad para embridar la economía, que marcha a su aire; su única receta para los problemas que acaban traduciéndose en inseguridad pública es el aumento de la dureza de las leyes y la extensión de las penas de cárcel; se está distanciando peligrosamente de los países que constituyen el eje de la construcción europea, convirtiendo su viejo lema «las dificultades de Europa se resuelven con más Europa» en otro absurdo: «las dificultades de Europa, que las resuelva Bush»...

Según todos los últimos sondeos, el electorado le da un suspenso. Es decir, no aprueba el conjunto de su gestión.

¿Por qué no sigue el ejemplo de Gaspart y se va? ¿Porque el estadio no le abuchea lo suficiente? No es fácil, con sus energúmenos tapando la boca de los que disienten.

En fin, volvamos a intentarlo mañana, llenando las calles. A ver si se oye la voz del socio.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (14 de febrero de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 25 de febrero de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/02/14 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: 2003 diario gaspart fútbol fcbarcelona | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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