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1999/07/07 07:00:00 GMT+2

Dos silencios

Aquellos de ustedes que hayan seguido a lo largo de los años mi deambular por este rincón del periódico saben de mi devoción por la obra bella y honesta de Lluís Llach.

Vuelvo a ella cada tanto. Oigo sus canciones al azar: las viejas, las nuevas.

Ayer le tocó el turno a su disco Barcelona, Gener de 1976. Y me sorprendí al escuchar una vez más su emocionado y emocionante Silenci. De repente, me di cuenta de que la letra de esa canción, que Llach compuso hace más de medio siglo pensando en el franquismo, es perfectamente actual: «Si habéis de hacerme callar, que sea ahora. / Que sea ahora. / Que nada me importa tener la boca cerrada. / Sois vosotros los que habéis hecho / del silencio palabras».

Hay maneras y maneras de silenciar. El franquismo lo hacía a tortas, con barrotes, con balas. Pero también se puede silenciar provocando una gran barahúnda.

Decía Hegel, con mucha razón, que en la claridad absoluta no se ve nada. Del mismo modo, donde reina el ruido absoluto no cabe escuchar nada. Todo es estrépito, griterio: miles y miles de voces proclaman en la sociedad actual, todas a la vez, pero en mil idiomas, un único discurso. Le bastaría a Llach con invertir los términos: «Sois vosotros los que habéis hecho / de las palabras silencio».

Words, words, words. Todo el mundo habla, todo el mundo dice lo mismo, nadie dice nada. Los oídos de la mayoría están tan embotados que tampoco importa demasiado que alguna voz aislada susurre dudas o rechazos. Queda hasta estético: como prueba de que aquí hay de todo. Y si finalmente se opta por silenciarla, nadie se entera. Y si se entera, a nadie importa.

«Es que yo creo en la democracia», me dijo el otro día una amiga, en respuesta a mi queja universal. Era su modo de defender la aceptación de lo existente. Ella, una veterana luchadora de la libertad. Dudé qué hacer: si indignarme o echarme a llorar.

«Lo que tú pretendes está fuera de la realidad», insistió. Y supongo que tiene razón. Me descubro cada vez más alejado de la realidad. Me disgusta. La huyo.

¿Qué ha sido de aquel viejo impulso solidario, de aquella decencia, de aquel rechazo total de lo que es en nombre de lo que debería ser? Hubo un tiempo en el que muchos nos negábamos a aceptar las presuntas fronteras de la realidad. «Todo está por hacer y todo es posible», proclamábamos con Martí i Pol. ¿Cuántos brazos quedan para izar esa bandera generosa y noble en este tiempo de chantajes y renuncias?

Ni siquiera sé si tiene todavía algún sentido seguir clamando en el desierto.

Javier Ortiz. El Mundo (7 de julio de 1999). Subido a "Desde Jamaica" el 8 de julio de 2011.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1999/07/07 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: jor lluís_llach el_mundo cataluña 1999 preantología silencio españa | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

Ahora ya sí que parece que sí, Javier. Que la nave va. Que por fín ha llovido en el desierto. Se llama 15-M, y estamos todos metidos, incluso poniendo equis o arrobas en plan feminista ortodoxx, jeje. Ya era hora!!, me ha parecido oirte con acento caribeño. Eso sí, con un regustillo francófono que no te lo acabarás de quitar nunca.jeje. Dále al inglés, you are in Jamaica. Entenderás mejor a Emilou Harris. (Aunque para lo que dicen...)Bss.

PD.- Aupa PWJO. Aún siguen siendo sus escritos cuasi on line. Lástima de apellidos y fechas, porque todo lo demás es rabiosa actualidad. Muxus.  

Escrito por: alargaor.2011/07/08 17:29:39.252000 GMT+2
http://minombre.es/alargaor

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