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2002/08/25 06:00:00 GMT+2

Balance de unas vacaciones

Hoy regreso para Madrid. Fin de vacaciones.

Repaso el mes transcurrido y me siento raro.

No recuerdo ni un solo verano en Aigües con una temperatura tan benigna: no he pasado calor ni una sola noche. Tampoco había visto jamás llover tanto aquí, ni en verano ni en invierno. Sin ir más lejos, ayer pasé media tarde rellenando una enorme grieta que el torrente de agua había abierto en el camino semiasfaltado que conduce a mi casa. Por lo que he visto y oído, nos ha caído mucho menos que a otros -verbi gratia, la última tormenta pasó por aquí de noche-, pero, comparaciones aparte, nos ha llovido la de dios.

A la rareza de lo objetivo se une la de lo personal. Pasé un breve primer tramo de vacaciones dedicado al ejercicio físico: grandes caminatas y sesiones de natación y buceo. Bien. Luego, y sin previa decisión, como si respondiéramos a un misterioso e irrefrenable impulso interior, nos entregamos como posesos a lo que llamamos, bromeando, «la reforma agraria»: hasta seis horas diarias quitando maleza a golpe de azadón y rastrillo de buena parte de los 3.000 m2 de terreno que tiene la casa. Pasamos en esa labor agotadora algo así como 15 días. 15 días en los que teníamos pensado haber hecho varias excursiones, e incluso una escapada de varios días, tal vez a Argelia, aquí tan cercana. En fin, cuando ya estaba a las puertas del último tercio de las vacaciones, que me había reservado para algunas tareas intelectuales pendientes, voy y caigo víctima de un ataque agudo de alergia que me llena brazos y piernas de un feo eczema extraordinariamente picante y, sobre todo, que me inutiliza el único ojo por el que veo aceptablemente. Como, además, me genera una espantosa fotofobia, tengo que pasarme el día metido en casa, imaginando tácticas para eludir las ganas de rascarme y esperando a que el ojo deje de picarme y lagrimear para tratar de leer o escribir algo. Un desastre cabreante y deprimente.

Y ahora que ya empiezo a estar bien, me vuelvo para Madrid.

Con todo lo cual, no tengo la más mínima sensación de haber tenido un mes de descanso.

Regreso para Madrid bastante más agobiado de lo que vine. Y con menos y peores expectativas.

Vaya negocio.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (25 de agosto de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 14 de enero de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2002/08/25 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: 2002 diario jor vacaciones aigües | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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