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2001/07/26 06:00:00 GMT+2

Aznar y los GAL

El Tribunal Supremo ha corregido, aumentado y convertido en firme la sentencia contra Enrique Rodríguez Galindo y sus secuaces. A partir de ahora, en aplicación de la estricta legalidad, ya sólo cabe ejecutar lo dictado por la Justicia: confirmar la expulsión del Ejército de los convictos y mantenerlos a buen recaudo hasta el límite establecido por la Ley.

Hubo un tiempo en el que no pocos creyeron que este momento, de llegar, podría ser decisivo, porque el exgeneral no aceptaría cargar en solitario con el muerto (con los muertos) y diría todo lo que sabe sobre cómo navegó el felipismo por las cloacas del Estado. Se suponía que eso pondría en su sitio a más de uno que hasta ahora ha podido escabullir sus muchas responsabilidades.

Pero ya nadie confía en ello. El exgeneral convicto sabe que el Gobierno lo va a indultar más pronto que tarde, así que guarda -y guardará- silencio. No sólo él tiene ese convencimiento: todo el mundo da por hecho que su indulto es inminente, y hasta los hay que se preguntan en voz alta por qué no se ha producido ya.

Así las cosas, digo yo que habrá que aplicar a José María Aznar su propio sistema de razonar. Habrá que concluir que, si indulta al exjefe del cuartel de Intxaurrondo, es porque, como se identifica con los objetivos de quienes pusieron en marcha los GAL, no puede evitar hacerse cómplice de los medios que aplicaron para procurarlos. Por eso quiere anular las consecuencias legales de sus crímenes. ¿No dice él cada dos por tres que es imposible compartir los objetivos de los terroristas sin verse implicado en sus métodos?

Si indulta a Rodríguez Galindo, Aznar demostrá que es falso que sea intransigente con los asesinos. Evidenciará que, cuando alguien secuestra, tortura y asesina en favor de su causa, él se encarga de que no pague por sus delitos. El indulto del máximo responsable de la muerte de Lasa y Zabala será la prueba más concluyente de ello.

Si exonera a Rodríguez Galindo, Aznar hará patente que nunca estuvo realmente en contra de los GAL. Que de lo que él estaba en contra era de Felipe González, y que por eso instrumentalizó la lucha contra los crímenes de los GAL, pero que, ahora que su rival ya no está en La Moncloa y su puesto lo ocupa él, responde a su misma lógica siniestra.

Dejará claro que le importa poco que el entonces coronel enlodara el Estado haciéndolo funcionar como terrorista colectivo, y que con ello se conviertiera en doblemente culpable, como ha proclamado ahora la propia sentencia del Tribunal Supremo.

Aznar se apresta a echar tierra sobre la tétrica fosa de Bussot. Si lo hace, no podrá evitar que parte de aquella cal viva cubra también sus manos para siempre.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (26 de julio de 2001) y El Mundo (28 de julio de 2001). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de mayo de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2001/07/26 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: 2001 preantología el_mundo felipismo galindo gal eta diario felipe_gonzález psoe euskal_herria lasa_y_zabala aznar aznarismo euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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