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2009/02/16 10:00:15.917000 GMT+1

Más allá de Chávez

Los defensores de la revolución bolivariana tienen razón cuando afirman que la reelección indefinida existe en países como España, y que Venezuela probablemente sea el país donde más procesos electorales se han desarrollado en los últimos años. Lo que se votó ayer en Venezuela es una enmienda a la constitución que deroga la limitación de la elección del cargo de gobernadores, alcaldes y presidente a dos legislaturas, y a los parlamentarios de cada estado y nacionales a tres. Sin embargo, de nuevo nos hemos encontrado con un referéndum sobre los diez años de presidencia de Hugo Chávez y la posibilidad de que continúe ocupando el puesto por otros diez años. Y no sólo porque lo planteen así los medios corporativos y la oposición venezolana.

El argumento electoral podrá servir para denunciar las mentiras de quienes afirman que en Venezuela existe una dictadura. Pero para poco más. Sí, en Europa encontramos presidentes de gobierno (estatal o subestatal) que se han mantenido en el cargo durante lustros o incluso décadas, y partidos políticos que han perdurado en el poder, pero si en nuestro continente ello es objeto de crítica no veo por qué no debe serlo en el caso venezolano. Conviene, pues, salir de una vez por todas de una dialéctica futbolística (chavista versus antichavista) y considerar el proceso venezolano en el marco de la crítica general a las democracias liberales, a la propia representación y dentro de la reflexión de izquierdas sobre la construcción de una sociedad democrática diferente.

Hace tiempo que la cuestión de la supervivencia del proceso bolivariano ha pasado a segundo plano, pese a las recurrentes alertas -no siempre con fundamento- de "que viene el lobo" del imperialismo estadounidense. Una crítica de dicho proceso "desde dentro", es decir, aceptando la legitimidad del mismo, es posible y necesaria. No es tanto la crítica, sino el cierre de filas en cada comicio electoral, lo que puede poner en riesgo los logros que se puedan haber conseguido en los últimos diez años. Que los hay. Un informe que acaba de publicar el Center for Economic and Policy Research (dirigido por Mark Weisbrot y Dean Baker, economistas en la línea de Paul Krugman) resume así la evolución económica de la década chavista, desmontando algunos tópicos:

" * Desde entonces [febrero de 1999], el PIB real (corregido por la inflación) se ha incrementado por casi el doble, al crecer en un 94,7 por ciento en 5,25 años, lo que equivale a un ritmo anual de 13,5 por ciento.

* La mayor parte de este crecimiento se ha dado en el sector no petrolero de la economía y además, el sector privado ha crecido a un mayor ritmo que el sector público.

* Durante la expansión económica actual, la tasa de pobreza se ha reducido en más de la mitad, desde un 54 por ciento de hogares en pobreza en el primer semestre de 2003 hasta el 26 por ciento a finales del año 2008. La pobreza extrema ha disminuido aún más, en un 72 por ciento. Estos índices de pobreza están basados solamente en el ingreso en efectivo de las personas y por ende, no toman en cuenta el mayor acceso a los servicios de salud o educación.

* A lo largo de toda la década, el porcentaje de hogares en condiciones de pobreza se ha reducido en un 39 por ciento y el que se encuentra en extrema pobreza por más de la mitad.

* Se han dado grandes avances en la educación, particularmente en la educación superior, con un incremento en los índices de escolarización en ese sector de más del doble entre los años escolares de 1999-2000 y 2007-2008

* Durante la última década, el número de beneficiarios del sistema de seguridad social aumentó por más del doble.

* El gasto social real (corregido por la inflación) por persona se ha incrementado por más de tres veces entre 1998 y 2006."

Mark Weisbrot describe los avances aceptando lo que los economistas entienden normalmente por crecimiento (del PIB) o por pobreza. Pero replantearse estos conceptos, como el papel del Estado o la democracia representativa, es una tarea política impostergable, no sólo en Venezuela. La crítica al desarrollismo y a los límites de nuestras democracias deberían ir de la mano. Y aquí es donde la polarización política y la consolidación de una boliburguesía burocrática que con intereses propios que defender lo que ha impedido que se produzcan avances significativos a la hora de dotar de contenido al "socialismo del siglo XXI".

El sociólogo venezolano Edgardo Lander, en una interesantísima entrevista, aborda estos problemas con sensatez. Critica que se haya vinculado la gestión pública de asuntos clave para la población o la misma formación de los Consejos Comunales y del PSUV "a las exigencias coyunturales de la agenda electoral". Esto fue muy claro en el referéndum constitucional de 2007, que partió de una lectura errónea de la victoria electoral de 2006. Una cosa es que los movimientos populares apoyen a Chávez frente a la oposición derechista y otra que le den carta blanca para centralizar "la construcción del socialismo" sin que mejore la provisión de servicios básicos. El siguiente revés electoral fue la ambigua victoria en las elecciones regionales de 23 de noviembre de 2008, en las que la oposición consolidó su dominio en los estados más poblados, incluyendo Caracas. Lander concluye:

"El reto central es imaginar una sociedad diferente, ¿cómo podría ser una sociedad post- capitalista? Es este un reto que tiene que ver tanto con las particularidades de Venezuela, como con el cambio de época a nivel mundial. Yo creo que hay quizás dos ejes de tensión principal para pensar en un proyecto democrático alternativo para Venezuela.

Un primer tema, es el tema de los límites del planeta, sobre todo pensado desde un país petrolero como Venezuela. Es evidente que la construcción de un proyecto de sociedad alternativa al orden destructor del capitalismo necesariamente tiene que representar un patrón civilizatorio alternativo desde el punto de vista de la producción, del imaginario de lo que es riqueza y buena vida, de los patrones de consumo depredadores que son hoy hegemónicos. Esa dimensión no puede ser para después, para una fase posterior del proceso de cambio. Es un asunto urgente que tiene que ver con la continuidad o no de la vida en el planeta Tierra. Estoy convencido de que si no se encuentran respuestas desde el anti-capitalismo, si no hay respuestas alternativas democráticas a la crisis ambiental planetaria, terminarán por imponerse respuestas profundamente autoritarias en una sociedad de creciente apartheid global. Los grandes muros de contención y la represión sistemática de los desplazados económicos son sólo el inicio de este proceso. Desde el punto de vista de la lucha de los movimientos campesinos e indígenas de América Latina y en muchas regiones del resto del mundo, el tema de la democracia y el de la vida, no son cosas separadas, son de modo integral parte de la propia cosmovisión y de la propia práctica. Pero los gobiernos siguen pensando (y lo que es peor, actuando) en términos de crecimiento, de progreso, de “producto interno bruto”, de “ingreso per cápita” como criterios de éxito. En Venezuela no le hemos dado respuesta a estos urgentes retos. La dependencia de la economía venezolana de la renta petrolera, lejos de disminuir, se acentúa.

Por otra parte, este modelo rentista de desarrollo genera un alto nivel de estatismo, centralización y verticalismo. Otra dimensión esencial para pensar en un proyecto anticapitalista democrático es el referido a la relación entre autonomía y estatismo. Esta tensión tiene una presencia medular en la historia de la Venezuela petrolera."

La reflexión que propone Lander para Venezuela es aplicable al sistema político y económico mundial en estos tiempos de crisis sistémica, aunque lógicamente tenga especiales implicaciones en aquellos países del sur que promueven políticas de crecimiento basados en la explotación intensiva de recursos naturales, mineros o agrícolas. Esto, y no la figura de Chávez, es lo que debería centrar la discusión.  

Escrito por: Samuel.2009/02/16 10:00:15.917000 GMT+1
Etiquetas: petróleo socialismo venezuela democracia hugo-chávez | Permalink | Comentarios (5) | Referencias (0)

Comentarios

"Sí, en Europa encontramos presidentes de gobierno (estatal o subestatal) que se han mantenido en el cargo durante lustros o incluso décadas, y partidos políticos que han perdurado en el poder, pero si en nuestro continente ello es objeto de crítica no veo por qué no debe serlo en el caso venezolano."

Samuel, con todo el respeto del mundo (me encanta tu blog, lo leo siempre aunque no esté de acuerdo en muchas cosas) aquí estás incurriendo en una contradicción muy grande. Con lo que insistes en el eurocentrismo, en no juzgar con los criterios occidentales procesos políticos de otras partes del globo, etc. me sorprende que ahora salgas con esas. Me sorprende que por una parte digas que hay que comprender a los islamistas y su contexto y por otra te parezca que hay que criticar a Chavez por las mismas razones que criticamos la perpetuación en el poder en Europa. ¿Te has parado a pensar que quizá en procesos constituyentes en la periferia quizá sea necesario un liderazgo fuerte? Lo planteo sólo como hipótesis.

Por supuesto, no estoy diciendo que estés manipulado, ni que empees criterios de los medios, ni que seas un burgués infiltrado (que te dirían ciertos leninistas). Ni siquiera estoy en desacuerdo con lo que planteas. Sólo que me parece que te contradices con la línea general de tu discurso. Todo ello también sin que ello signifique que el proceso bolivariano en general y Chávez en particular no merezcan críticas o sencillamente estén exentos de ellas.

Un saludo.

Escrito por: Jose Antonio Cerrillo Vidal.2009/02/16 13:07:1.592000 GMT+1

Con todo el respeto del mundo, lo que mucha gente dice como:

"Los defensores de la revolución bolivariana tienen razón cuando afirman que la reelección indefinida existe en países como España"

Eso es porque son sistemas distintos de votación. En Venezuela se vota por la persona, no concretamente por el partido ya que ese candidato puede representar a varios partidos, por lo que uno puede votar por un candidato y no por su partido sino por otro.

En España, uno vota una plancha. Claro, muchas veces uno vota según quién la integra pero no votamos directamente por la persona. Igualmente, por poner un ejemplo, ni Zapatero ni Rajoy aparecen en la lista o plancha de otros partidos que no sean el PSOE y el PP respectivamente.

Ya queda del partido determinar si una persona sigue como presidente o no. En cambio, en Venezuela no es así ya que el sistema es precidensialista.

En cuanto a la economía, los números son muy bonitos y aquí mismo en España vemos que cada partido los "lee" a su manera, según convenga.

Sólo digo que la realidad económica en Venezuela hay que vivirla en el día a día, estar ahí para saberlo.

Del resto, me gusta tu blog y creo que has ganado a un nuevo lector.

Felicidades y un abrazo cordial.

Escrito por: FrankPereiro.2009/02/16 14:07:17.701000 GMT+1
http://frank.perei.ro

Gracias por los comentarios, Jose Antonio. No niego que incurra a menudo en contradicciones. Dudo sobre muchas cosas, y este blog es una manera de dar forma a mis inquietudes. Con ayuda de los lectores si es posible.

Con el párrafo que citas quería dar a entender cómo podía darse la vuelta a un argumento eminentemente defensivo. Un liderazgo fuerte, en Europa o en otras partes, no es malo ni bueno per se. Depende de para qué, y cómo. Y es aquí donde quería llegar. En Venezuela, de no ser por la figura carismática de Hugo Chávez, probablemente hubiera sido muy difícil articular las demandas populares de la manera en que se ha hecho. Y entiendo que hay mucho de racismo y elitismo en el rechazo a su figura. Pero un líder no es nada si está solo. Si Chávez sigue en el poder es gracias a la movilización popular que lo salvó del golpe en 2002 y que se ha expresado sucesivamente en elecciones clave. Centrar el debate político en el líder y olvidar por completo todo lo demás me parece un grave error. Otro liderazgo indiscutible es el del subcomandante Marcos, pero su subordinación a los movimientos le vuelve un líder muy diferente.

Por otro lado, la cuestión del eurocentrismo es bastante espinosa, sobre todo cuando se aspira a construir un proyecto político emancipador que de alguna manera sea "universal". Lo mismo puede servir para justificar un roto antiimperialista como un descosido relativista. Como ha escrito Wallerstein, no existe todavía un "universalismo universal" y, de haberlo, sólo se podrá construir desde abajo. En el caso de los islamistas, comprender sus diferentes corrientes y no demonizarlas a priori no quiere decir aceptar lo que diga cualquier mulá. Sino reconocer que, partiendo de una tradición y mediante un léxico religioso-cultural determinado (el "habla musulmana" que dice Burgat) pueden estar expresando asuntos bien políticos (justicia social, democracia, buen gobierno, etc.) que por supuesto pueden ser objeto de discusión y sobre los que puedo estar de acuerdo o no.

Saludos.

Escrito por: Samuel.2009/02/16 15:03:50.408000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel

Frank, estoy de acuerdo en que los sistemas político-electorales no son del todo comparables. Un sistema es presidencialista y el otro parlamentario, pero tampoco quería meterme a profundizar este tema(me habría salido una entrada ya de por sí algo extensa). Los resultados sí que pueden ser más comparables: la posible consolidación de una casta burocrática progresivamente separada de los movimientos de base y cuya movilidad social depende de un partido o líder determinado.  

Saludos cordiales.

Escrito por: Samuel.2009/02/16 15:12:13.787000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel

Hola de nuevo Samuel. En general estoy de acuerdo contigo, tanto en la doble crítica a la excesiva dependencia del liderato de Chavez como a la progresiva burocratización del proceso venezolano. Este no era el tema en realidad.

En cuanto al tema islamista, claro, no profundicé antes a fin de que el comentario no resultase muy largo. Claro que estoy de acuerdo con que hay que tener una visión más profunda de la problemática y desde luego no creernos que existe tal cosa como un islamismo así en singular. Cosa bien diferente es que pongamos encima de la mesa si debemos dejar de ser críticos con movimientos cuyo corazón intelectual es religioso (por muy resistentes que sean). Yo critico hasta a los teólogos de la liberación por esta misma cuestión. Desde luego es una cuestión espinosa y que merece un debate detenido. Por eso me ha sorprendido que no consideres el problema de Venezuela también desde esta óptica.

Claro, afortunadamente nadie estamos libres de contradicciones. Pero por desgracia en la izquierda siguen siendo pocos quienes reconocen tenerlas. Es de celebrar que tú (me gustaría pensar que también yo) seas una de esas personas. Me alegro si te he hecho pensar porque tus textos me hacen pensar muy a menudo. Gracias por un blog reflexivo, original, currado y de los pocos en los que su autor no se limita a mirarse al ombligo.

Un saludo.

Escrito por: Jose Antonio Cerrillo Vidal.2009/02/16 18:44:34.395000 GMT+1

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