No he encontrado, en los medios de comunicación canarios, ninguna referencia a la siguiente noticia: el Cabildo de Tenerife aparece en la lista de contribuyentes a la Fundación Clinton que acaba de ser publicada en la página web de dicha organización. Según la Fundación Clinton, el Cabildo habría aportado una cantidad situada entre los 25.000 y los 50.000 euros.
En julio de 2005 el ex presidente Bill Clinton visitó la isla de Tenerife, invitado por el Cabildo de la isla y un grupo de empresarios, en uno de los episodios más esperpénticos y berlanguianos de la política canaria. Teniendo en cuenta el caché de la estrella, la visita no salió gratis. Costó unos 300.000 euros. Según Ricardo Melchior, todavía presidente del Cabildo de Tenerife, ninguna administración pública canaria aportó un solo euro. Pero parece que sí, que entonces Clinton sí recibió dinero público.
Vaya par. Bill Clinton y Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife, con el inevitable toque folclórico - 25 de julio de 2005. Fuente: EFE
Detrás de la "histórica" visita estaba el ubicuo Juan Verde: responsable de la delegación canaria de la Cámara Americana de Comercio en España, presidente de The Climate Project Spain -el negocio que ha montado Al Gore a cuenta del cambio climático- y asesor en las campañas electorales de los candidatos presidenciales demócratas. El diario La Opinión de Tenerife difundió hace poco un vídeo -que no cuelgo por vergüenza ajena- que muestra a un exultante Juan Verde en la noche del triunfo electoral de Barack Obama. Lo que dice no tiene desperdicio: "Estamos ante una de las noches más históricas de la humanidad. Desde luego para Estados Unidos, hacían (sic) décadas que no se veía algo así."
El objetivo de Verde y de los empresarios que jugaron al golf con Bill Clinton no es otro que vender Canarias como puerta de entrada al África occidental: una plataforma logística y de servicios que ayude a las empresas estadounidenses a hacer negocios en África, con la excusa de la ayuda al desarrollo. El proyecto más conocido es el del NAP, la construcción en Tenerife de una infraestructura de telecomunicaciones que facilite la conexión de África con
América y Europa. Sin embargo, los socios norteamericanos que participan en el proyecto hacen dudar del carácter meramente técnico de este proyecto y de su neutralidad en relación con las necesidades militares de los Estados Unidos. "Nos ayudará a situarnos en el mapa", justificó en su momento Melchior. O en el ojo del huracán. El renovado interés de los Estados Unidos por África está estrechamente vinculado con el acceso a los hidrocarburos y otros recursos naturales y está apuntalado por una estrategia militar que incluye la creación de un mando militar específico para África, el Africom. No sería la primera vez que se intenta promover Canarias como zona estratégica para el ejército estadounidense o la OTAN: ahí tenemos los intentos por implantar una lanzadera en El Hierro, o radares en El Hierro y en Tenerife.
El presidente del Cabildo correspondió la visita con varios viajes a Estados Unidos en 2006 y en 2007, para participar en sendos eventos organizados por la Fundación Clinton. Ahora promete que Barack Obama visitará Tenerife, con ayuda, cómo no, de Juan Verde, quien asegura que Obama conoce las islas gracias a él. Pero la estrategia consistente en atraer capitales estadounidenses a la isla se ha dado de bruces con la crisis financiera. Además, la cola de gente que espera un retorno de su inversión es larga: son más de doscientas mil las personas que han contribuido a la Fundación Clinton, y muchos los que han invertido bastante más de cincuenta mil euros. Dinero y viajes sobre los que el Cabildo de Tenerife debería dar explicaciones más convincentes que la ayuda al desarrollo o la promoción turística.
Hace unos meses escribí acerca de la frontera que existe en el interior del archipiélago de las Comores, en el Océano Índico, entre Mayotte -bajo soberanía francesa- y el resto de las islas que conforman un Estado, la Unión de las Comores. Mencionaba los estragos que había causado el restrictivo sistema de visados impuesto por Francia en 1995: miles de muertos, personas que intentaron cruzar los setenta kilómetros que separa la isla de Anjouan de Mayotte y a los que se les prohibió -por no tener papeles- hacer algo menos arriesgado, como tomar un barco o un avión; expulsiones masivas que se cuentan también por millares; y un centro de "retención" de inmigrantes con capacidad para sesenta personas. Un día entró una cámara y se encontró con más de doscientas personas. En unas condiciones lamentables. El diario francés Libération acaba de publicar el vídeo, grabado por un policía. Ante la difusión de las imágenes, supongo que las autoridades tomarán la decisión equivocada: ampliar el centro.
En la cultura árabe y musulmana se considera ofensivo los asesinatos, el secuestro, la tortura, el saqueo, las violaciones, los bombardeos, que te tiren abajo una casa, que irrumpan en ella armados hasta los dientes a las tres de la madrugada, que te echen de tu tierra, que te encierren en guetos amurallados, que te impidan acceder a alimentos básicos y medicinas por culpa de embargos criminales, que te humillen en puestos de control, que te llamen terrorista por tu aspecto o creencias, que a todo eso lo llamen "liberación", etc., etc.
Según la prensa occidental, son así de susceptibles. Si unos padres iraquíes rechazan el dinero que le ofrece la embajada estadounidense como compensación por el asesinato de su hijo de diez años a manos de los mercenarios de Blackwater es porque tienen un particular "sentido del honor" típico de la "cultura árabe tradicional". Extraña gente.
En cuanto a lo del zapato, creo haber encontrado un valioso documento audiovisual que ayuda a entender el "acto salvaje" (palabras del agradecido gobierno iraquí) cometido por Muntazer Al-Zeidi:
Las imágenes que muestran al periodista Muntazer al-Zeidi, de Al Baghdadia, arrojando sus zapatos contra George W. Bush, me han dejado con mal cuerpo.
Su rabia e impotencia es la del agotado pueblo iraquí: "¡Esto es por las viudas, los huérfanos y todos aquellos que fueron asesinados en Iraq!", exclamó -según el New York Times- al lanzar su segundo zapato.
En una rueda de prensa organizada para seguir vendiendo mentiras, especialmente la del recién firmado acuerdo de seguridad entre Estados Unidos e Iraq, y para despedir su infame presidencia, al-Zeidi fue el único que tuvo el coraje de recordar que el emperador estaba desnudo. Pero a diferencia del cuento de Andersen, los únicos que reaccionaron en esta ocasión fueron los guardias de seguridad, que se abalanzaron sobre el periodista y se lo llevaron a rastras.
El vídeo lo repetirán cientos de veces. Se harán muchas bromas sobre el incidente. A mí me queda la patética imagen de un hombre destrozado desplomándose ante uno de los peores criminales de la historia reciente. La hiena, fiel a su condición, no pudo evitar decir la última palabra, hacer un chiste y, cómo no, reírse de todos nosotros.
La declaración o manifiesto de Achacachi (o Jach'akachi) que se publicó durante la "guerra del gas" boliviana de octubre de 2003, es
un documento clave que simboliza el "otro mundo" que había renacido al
calor de las luchas contra el Estado neoliberal. El manifiesto, escrito
en aymara y quechua, fue discutido y aprobado por una multitud de
comunidades indígenas, como muestran los cientos de sellos que otorgan
una gran solemnidad al documento original. En él se proclama el
autogobierno indígena y el no reconocimiento del poder estatal, en un
momento en que proliferaban los cuarteles aymaras y el
Estado mayor de Q'alachaka. Lástima que no haya podido encontrar su contenido íntegro en internet.
Hablar de multitudes no es gratuito: en las revueltas de 2000-2005 convergieron
comunidades, ayllu-marka, sindicatos cocaleros, organizaciones
gremiales urbanas, juntas vecinales, regantes del agua y otras
organizaciones, todas ellas atravesadas por las cuestiones étnica y de
clase. El sociólogo aymara Pablo Mamani habla de la constitución de auténticos microgobiernos indígenas y locales, desde los cuales "estos movimientos sociales lograron fracturar la autoridad y el poder del Estado y de las élites dominantes de Bolivia" y plantearon "la gestión del asunto común".
Atrás quedan manifiestos como el de Pulacayo,
escrito en castellano, con un concepto de clase preciso y aprobado de
manera centralizada por la dirección de la Federación Sindical de los
Trabajadores Mineros de Bolivia en 1946. En Achacachi, en cambio, no se
pide nada, sino que se emite una declaración de guerra que pone de
manifiesto la comunidad que se había transformado. Las comunidades no
buscan la centralización, no hay representación, no hay Estado. Su
autonomía, por tanto, es bien diferente de la reclamada por las clases
dominantes en las provincias de Oriente.
Según Raúl Zibechi, los principales cambios que acaecieron entre la
revolución nacionalista encabezada por los mineros y la revolución "indigenista" que precedió la elección de Evo Morales como presidente de Bolivia fueron los siguientes:
Las formas de lucha: de las huelgas y los mítines a los
cortes de carretera y las marchas multitudinarias, que incluyen no sólo
hombres, obreros en lucha, también mujeres y niños. El corte indígena
es diferente a la barricada clásica europea: se dispersan muchas piedras, el
ejército llega y las quita, sólo para encontrarse con un nuevo corte
unos metros más allá. La lucha es más integral, ahora lo cotidiano pasa
a formar parte de la lucha.
Formas de organización: antes el sindicato obrero o minero
era la organización fundamental. El sindicato tradicional era un
aparato aglutinador,
fuertemente masculinizado, separado de la vida cotidiana. Pero en
formas
sociales sin una división del trabajo tan marcada la cotidianeidad se
integra en los
mecanismos de lucha. En las asambleas participan todos y todas, y se
decide por consenso, que puede costar semanas para obtenerlo. La
rotación y el turno comunitario o individual, empleados originariamente
para el riego, pasan a emplearse en la lucha, especialmente durante los
bloqueos
de carreteras. Un primer día bajan al corte familias de una veintena de
comunidades. Al día siguiente bajan otras comunidades. Al cabo de unos
días le vuelve a tocar a la primera comunidad, pero a familias
diferentes. En estas circunstancias, el liderazgo es muy relativo.
Felipe Quispe anunció muchas veces bloqueos que no se realizaron, y
hubo bloqueos que no precisaron de convocatoria formal. La dispersión,
no la unificación, es aquí la norma. Según Mamani: "pareciera
que los indígenas han puesto en movimiento una lógica diferente, porque
sus movimientos sociales tienen múltiples centros diseminados en muchos
lugares para desde allí producir múltiples articulaciones territoriales
entre sí, o entre sus fragmentaciones, con el objeto de resquebrajar al Estado-gobierno."
El papel de las mujeres: las mujeres adquieren un nuevo protagonismo. La política también se hace en los
mercados, en los espacios tradicionales de los sectores populares donde
la presencia femenina es decisiva. Y en las marchas y bloqueos las mujeres pelean junto a sus maridos, se organizan y ganan espacios frente al machismo dominante.
La cosmovisión: reconocerla no tiene por qué entrañar necesariamente, como sostiene un escéptico Marc Saint-Upéry,
una visión
idealizada de lo indígena ("el buen salvaje" colonial), como algo
estático y ajeno a
influencias exteriores. No se trata de buscar "lo auténtico"
(aproximación, es cierto, muy común entre muchos bienintencionados del
hemisferio norte) sino de constatar la pervivencia de una
visión integral de la vida diferente al modelo occidental dominante,
aunque no sea esta una visión homogénea sino diversa, maleable y
permeable. En Bolivia conviven lógicas y racionalidades diferentes, con
frecuencia de manera contradictoria, como sucede en otros escenarios
(post) coloniales. Simplificando, podemos decir que la racionalidad
occidental se basa en tres principios básicos: principio de no contradicción, principio de identidad y principio del tercero excluido.
En las culturas americanas originarias, en cambio, nos encontramos con principios
diferentes: complementariedad de los opuestos (lo que dificulta la
asimilación de la dialéctica de clases), principio del tercero
incluido, principio de reciprocidad. Algunos de ellos aparecen
recogidos explícitamente en la nueva Constitución boliviana. Pero lo
más importante es la ausencia de relación sujeto-objeto, con las
implicaciones que ello tiene en la relación con la naturaleza. Existe
una pluralidad de sujetos, y la cultura es eminentemente relacional.
Diferencia: no se trata simplemente de luchar contra algo, sino de reivindicar la diferencia.
Objetivos: no hay un programa preestablecido, una Idea que materializar. Saben lo que quieren cuando se sublevan, y eso les basta.
La sacralidad: la vida es algo sagrado, y el ser humano debe alinearse con el orden cósmico.
Para mí, lo fascinante del caso boliviano es cómo se rompe con el
tópico eurocéntrico del enfrentamiento entre tradición-modernidad y
cómo las comunidades en movimiento expresan otra
modernidad con un "lenguaje" diferente al del poder constituido. Una
circunstancia que me parece que se repite, de otra forma, en otras
regiones de occidentalización fallida.
Algo ha llovido desde
2005. ¿Cómo ha afectado a estas comunidades y grupos sociales el
gobierno del MAS, atrapado entre el objetivo de reconstituir el Estado,
la lógica dispersora de los movimientos, y los ataques de la
oligarquía? Dejo la opinión de Raúl Zibechi en una entrevista realizada
en Brasil este verano, justo antes del referéndum revocatorio del 10 de
agosto.
Por el mundillo digital francófono circula un vídeo musical casero que se burla de la intervención policial en relación con los inculpados de Tarnac, sobre los que se mantienen las acusaciones aunque hayan sido liberados o sometidos a libertad vigilada. La autora es la Parisina Liberada(el nombre parodia el título de un conocido diario de París). Me he permitido hacer una traducción de la letra.
Izquierda Última Híper Total
texto y música : la Parisina Liberada
¿Quién la ha tomado con la eseeneceefe [SNCF, la Renfe francesa]?
¿Quién ha declarado la guerra a las catenarias?
Allo estudios, estoy en la oficina
donde se interroga al terrorista del UHT :
Izquierda Última Hyper Total
A izquierda de la izquierda de la izquierda
De la extrema izquierda
Mucho peor que la izquierda de la izquierda de todas las izquierdas
Según el informe elaborado por la comisión de investigación del Parlamento Europeo, unos 125 vuelos operados directa o indirectamente por la CIA, con personas detenidas o secuestradas en Afganistán y Pakistán, habrían hecho 68 paradas en al menos 10 aeropuertos españoles, durante los gobiernos de José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero, ay, las palabras las carga el diablo, y el Sr. Ministro, en su comparecencia en el Congreso, se refirió únicamente a los vuelos militares que autorizó el gobierno de Aznar para trasladar prisioneros talibanes o de Al Qaeda a Guantánamo. Moratinos nos asegura que ningún vuelo militar con tan delicada mercancía hizo escala en ninguna base militar estadounidense.
De lo demás, no sabe no contesta, ni ganas. Porque cualquier diputado con un mínimo de curiosidad, y cualquier periodista con un mínimo de memoria podría haberle preguntado por los aviones privados, no militares, que hicieron escala en aeropuertos civiles como el de Los Rodeos en Tenerife en dirección a Guantánamo o a otras prisiones, con detenidos ilegalmente, muchos de los cuales ni eran talibanes ni de Al Qaeda.
Tras su desvergonzada intervención, el Sr. Ministro se dirigió a la Casa América para celebrar el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El evento contó "con la presencia de destacadas personalidades en el ámbito de la defensa y protección de los Derechos Humanos". Nadie abucheó.
Este año se ha hablado mucho de la memoria de los derrotados. Empezamos 2008 bajo los efectos de la Ley de Memoria Histórica aprobada a finales del año 2007. Luego los medios se volcaron en la celebración de Mayo de 1968. Después se recordó al Che Guevara. Y la breve aventura judicial de Baltasar Garzón volvió a mostrar que la memoria es una sustancia más resbaladiza de lo que parece a primera vista.
Existe un estimable esfuerzo por salirse de la amnesia forzada de la Transición española. Pero muchos de los supuestos beneficiarios de estas iniciativas de recuperación de la memoria no están nada contentos. Para unos son claramente insuficientes, otros piensan que llegan tarde, y los hay mosqueados que se quejan indignados por la forma en que el gobierno y algunos intelectuales están construyendo una Memoria Histórica con mayúsculas. Memorias hay muchas y difícilmente pueden limitarse a la contabilidad de los muertos.
Los titubeos españoles contrastan con la fuerza del debate argentino, seguramente porque las cicatrices son más recientes. En Argentina el kirchnerismo, al pretender restablecer la paz social luego de las revueltas de 2001-2002, hizo de la reivindicación de la memoria y el enjuiciamiento de los militares de la dictadura una de sus prioridades. En España resulta inconcebible que el jefe del gobierno se dirija a los militares en un acto solemne para decirles "no les tengo miedo", como hizo el presidente Néstor Kirchner en mayo de 2006. Esta posición explica los elogios, allá de los colectivos de madres y abuelas de mayo, acá de las asociaciones de desaparecidos y por la memoria histórica.
Pero como dije, algo tiene el reconocimiento oficial que deja un regusto amargo. Sobre todo cuando disecamos la memoria en el formol de las conmemoraciones. Será porque los hechos objeto de memoria perviven en el presente, no ya por culpa de los vivos, sino por su ramificación en los hechos de ahora. ¿No resulta irónico que quienes celebraron Mayo de 1968 llamen ahora "radicales" a los jóvenes griegos que queman coches y algún que otro árbol de Navidad? Cuando miramos hacia el pasado lo hacemos siempre pensando en el presente y tal vez en el futuro. Lo hace el Estado y los herederos de insurrecciones pasadas, no siempre capaces de extraer lecciones valiosas. La memoria es siempre selectiva. ¿De qué memoria hablamos entonces? O dicho de otro modo, ¿qué memoria es la que vale la pena?
Es lo que se pregunta Luis Mattini, ex líder del PRT argentino (grupo de ideología guevarista, que a principio de los setenta se apuntó a la lucha armada), que acaba de publicar en La Fogata un artículo sobre este asunto, con el significativo título de "Sobre historia, memoria y otras yerbas". Mattini no se reconoce en el revisionismo histórico del peronismo actual. Para no alargar en exceso este post, incluyo solamente la parte final del texto:
[...]
"Le guste o no le guste a más de uno, sobre todo a los que llegaron tarde, en la Argentina de los sesenta-setenta hubo un movimiento revolucionario. Y lo digo con todas las letras, r-e-v-o-l-u-c-i-o- n-a-r-i-o. Pero aclaremos: no lo fue por sus doctrinas, que eran diversas y las más de la veces difusas, sino porque su mayor virtud fue la decisión del hacer, no de "mandar a hacer" o "pedir que se haga", no de vivir con petitorios, no de reclamar a otros, no de pedigüeñar al Estado, sino del hacer, de tomar en manos propias los asuntos políticos y sociales y, claro, también de intentar tomar el poder con sus manos porque lo creíamos necesario. Todo eso conforma lo revolucionario, hechos, no programas en el papel ni ideologías borrachas de palabras. Hechos, los "setentas" fueron hechos. Podemos admitir que esos hechos a veces intentaban ser explicados con largos discursos, para que la trascendencia de la oralidad justificara la inmanencia del accionar. Pero no dejaban de ser hechos.
A ellos, a esos que no realizaban una marcha todos los días, financiada con recursos estatales, para pedirle al Estado que haga tal cosa, sino que se organizaban para hacer, con recursos financieros propios (legales o "ilegales" porque nunca se creyeron en el "estado de derecho"); a ellos, que no confundían el Estado con el socialismo, a ellos que no marchaban con banderitas con imágenes del Che como si fueran a catecismo, para colmo "nacional o popular", sino que llevaban la bandera con la estrella roja de cinco puntas, cada una uno de los cinco continentes, simbolizando la desaparición de las naciones, el Estado y los caudillos de derecha o izquierda; a ellos que imaginaban en cientos de detalles como sería el soñado socialismo, desde como serian las viviendas, la forma de reunirse a comer, de vestirse, trabajar, y de la inconmensurable libertad para el arte, las formas del amor, en fin, a ellos, que hicieron de la militancia una forma de vida, una manera de vivir existencialista que ya contenía embrionariamente el comunismo; a ellos que la sufrían y la gozaban; no a los testigos que la miraban de afuera cuidando no ser salpicados, a ellos, digo, a los protagonistas sobrevivientes, se les puede preguntar por qué creen que fueron reprimidos de esa forma atroz con la institucionalización de la desaparición forzada de miles de activistas.
También a ellos se les podría preguntar cómo sienten este tratamiento jurídico y explicaciones de irracional institucionalidad a tamaña represión a esa enorme riqueza de sueños y proyectos políticos sociales.
Porque, en efecto, uno de ellos, de los protagonistas, el escritor Caparrós, afirmó hace poco que banalizar los hechos, –yo agrego demonizar a los actores–, de modo tal que decir que una banda de demonios uniformados reprimieron con bestialidad, secuestraron y desparecieron a grupos de chicos y muchachos, vírgenes e inocentes, que sólo pedían ciertas mejoras económicas o sociales, ignorando sus proyectos de sociedad, es hacerlos desaparecer de nuevo.
Entonces no es ocioso preguntarse de qué "memoria" se habla. Quizás se trata de conservar la memoria de las desapariciones. En tal caso sería como encerrar la vida de esas personas bajo la categoría de "desaparecidos". No puedo evitar pensar en mi hermano Rodolfo, además de compañero, militante del PRT, combatiente del ERP, sindicalista, de tan chispeante humor y plenitud de vida, que cuando veía una gran obra privada, un gran hotel por ejemplo, digo, esas construcciones de lujo para usos superfluos que hoy admiran los yuppies en Puerto Madero, él decía, "Fa!! Que lindo, qué maravilla!!! Cómo van a llorar cuando se lo expropiemos para hacer un hospital de niños". Pienso que ponerlo en la memoria como "desaparecido" es negarle esa potencia creadora. Como dice Caparrós, es desaparecerlo definitivamente. Así planteada la memoria es, en el fondo, admitir la derrota más absoluta. Sería memoria de la derrota. (La única virtud de la derrota es que es la madre de la victoria) pero entonces no es cuestión de memoria sino de recordar hechos con motivos pedagógicos, es decir para aprender de los mismos.
No, la memoria no puede ser una lista de nombres con la categoría de "desaparecidos" palabra que pareciera reemplazar al ataúd. La memoria sobre hechos que ya están siendo historia, no es ni esa lista macabra, ni los textos de programas ni los bla, bla de la época: La memoria no puede ser la trascendencia de esas listas, esos programas, esas ampulosas declaraciones, esas teorías, esas doctrinas, cada una válida o no, según época y sólo atendibles, recopilables, rescatables para análisis racionales y estudios específicos. No, no, de ninguna manera, la memoria deberá recopilar el recuerdo vivo de cada uno de ellos en la inmanencia de sus actos, en su "hacer", en sus pasiones, en sus "locuras", en sus sueños imposibles. Porque esa es su herencia viva, no "desaparecida", porque lo fundamental de esa época, insisto, fue la inmanencia, la acción, el hacer. Y convengamos que "el hacer" es la carencia mayor de nuestros días.
Precisemos señores: el Terrorismo de Estado fue incalificablemente nefasto y el método de la desaparición de personas espantosamente criminal. Pero no fue "irracional", logró al menos parte de un propósito inesperado de lo pensado racionalmente, y sin embargo eficaz como objetivo reaccionario. Logró que durante décadas posteriores a la dictadura, incluso con gobiernos diversos, todo "programa", toda acción "revolucionaria", qué va!, incluso "reformista", estuviera atravesada por los "desaparecidos", por explicar perseguir y buscar "justicia" con los desaparecedores, sea ésta la cárcel o el paredón. Pero no por la decisión de hacer justicia, sino de "pedir" justicia, Así se consagró un tipo de activismo caracterizado por haber reemplazado "el hacer" por el pedir. O sea, esa "izquierda" o ese "progresismo" centró la actividad política, los programas y las acciones, no en continuar, incluso renovar, recrear, la obra de los desaparecidos, sino en su "culto". No se dedicó tanto a pelear la justicia social como habían hecho ellos, sino a pedir justicia con el destino de ellos.
Y en esa notable deformación de objetivos, es impresionante como este activismo aprendió la regla de oro de la democracia preñada de sindicalismo: (los viejos recordarán la expresión traída de la experiencia de la clase obrera inglesa: tradeunionismo): ejercer el derecho al reclamo, a la petición, a ser "escuchados". El método de lucha política excluyente es hoy el electoral y su complemento, el método de lucha social casi excluyente es la marcha tradicionalmente tradeunionista, la gran fanfarria, matizado con el corte de calles. Esta fuerte combinación es tan funcional al sistema político actual que el Estado ha creado los instrumentos para incentivar o contrarrestar, según convenga en cada caso. Es notable cómo el gobierno, al apropiarse y declamar el sentido trascendente de la lucha de los setentas, el sueño de lo imposible, o sea lo épico, espectacular, inalcanzable incentivando e institucionalizando la memoria de los desaparecidos como tales, como desaparecidos y el "castigo" a los culpables, sólo a los uniformados, claro, sin incluir a los responsables civiles del Terrorismo de Estado, logró anular el recuerdo de la inmanencia, la presencia de aquel potente cotidiano, posible, alcanzable, concreto "hacer", que fue el rasgo distintivo del guevarismo y la causa de fondo de la respuesta filicida y terrorista de las FF.AA. como instrumento de la clase dominante nacional en su conjunto. Qué "coincidencia"....el Imperio, como Poncio Pilatos hace dos mil y pico de años, se lavó las manos."
La red Migreurop acaba de publicar un comunicado de prensa en relación con la inminente aprobación de la Directiva de retorno (o de la vergüenza, como se ha popularizado con justicia), junto con un mapa que muestra la situación de cada país en relación con la aplicación de la directiva, la capacidad de acogida de los campos de detención, así como el tiempo legal que pueden permanecer presos los inmigrantes por el simple hecho de no contar con la documentación que el sistema les niega (atención a los datos de Canarias). Parece que el Consejo de Ministros va a tener además la desfachatez de aprobar la Directiva coincidiendo con el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Reproduzco un texto, escrito por las organizaciones convocantes, que espero que tenga la difusión que merece.
La directiva retorno - Directiva de la vergüenza -
votada por el Parlamento Europeo el pasado 18 de junio, está sometida a
la adopción formal del Consejo de Ministros de la Unión el próximo 8 de
diciembre.
Mientras que miles de ciudadanos, de ONGs, de
sindicatos, de Iglesias, se movilizaron para pedirles a los
responsables europeos rechazar un texto que banalizará y generalizará
una política de internamiento y de expulsión de los migrantes para toda
Europa, mientras que numerosos Estados de América latina y de África
expresaron con fuerza su negativa de tolerar tales prácticas hacia sus
nacionales, la presidencia francesa de la Unión Europea decidió hacer
adoptar formalmente esta directiva por el Consejo de Ministros de la
Unión en vísperas de la celebración del 60 aniversario de la
declaración universal de derechos humanos.
Además del contenido de esta directiva - renegando los
valores fundamentales de Europa - y de la fecha escogida, el método
utilizado para esta adopción es despreciativo. Cuando el proyecto tiene
como origen el consejo Justicia y Asuntos interiores presidido por el
Sr. Hortefeux, la directiva debería ser adoptada el 8 o el 9 de
diciembre durante :
el
consejo de ministros "medio ambiente" presidido por el Sr. Borloo :
¡extraña concepción de la ecología que incluye la expulsión de sin
papeles !
O
durante el consejo de ministros "transportes" presidido por el Sr.
Bussereau : ¿demostración de la voluntad de desarrollar las expulsiones
colectivas por charters ?
O
durante el consejo de ministros "asuntos generales" presidido por el
Sr. Kouchner : los Estados socios de la Unión Europea, en África como
en América latina, lo apreciarán.
Nuestras organizaciones llaman a todos sus socios,
tanto en Europa como en África y América, a manifestarse urgentemente
ante su gobierno, así como ante el presidente de la Unión Europea para
que ordenen el aplazamiento y el abandono de este proyecto de directiva.
"I'm shocked, shocked to find that gambling is going on in here!", Capitán Renault (Claude Rains) en Casablanca (1942)
Crear una comisión de investigación por un caso que lleva ya años dando tumbos por los tribunales no parece demasiado serio. Tampoco lo es la alegación de que el gobierno no tenía conocimiento del informe que ha sido filtrado a El País. De las declaraciones de los responsables del gobierno, y singularmente del Ministro de Asuntos Exteriores, cabe deducir una voluntad de no querer saber, en lugar de un firme propósito de investigar "hasta el final". El contenido del informe, no la filtración.
Desde un principio, el gobierno español se ha mostrado satisfecho con las explicaciones del gobierno de los Estados Unidos, y ha rehusado ir mucho más allá, cuando debería haber exigido las listas completas de pasajeros. Si ellos dicen que no han cometido delitos en territorio español, palabrita de Bush... Las listas de vuelos las han tenido que confeccionar pacientemente periodistas, eurodiputados y miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Cuando el gobierno español ha colaborado, ha sido a regañadientes .
Es lógico que le incomode esta papa caliente. Entre otras cosas, porque algunos de esos vuelos han tenido lugar bajo la presidencia de Zapatero, "cuando ya no podía alegar desconocimiento de la existencia de estos vuelos", como ha asegurado este mismo año el director de Amnistía Internacional en España, lo que ya es grave. Y sobre todo porque este operativo está estrechamente vinculado a la "guerra buena" a la que se ha apuntado nuestro gobierno en Afganistán, con implicaciones en Pakistán. Básicamente, son personas secuestradas en dichos países, y no en Iraq, las que han acabado en el campo de detención.
Cuando previsiblemente Barack Obama anuncie el cierre de Guantánamo y los socialdemócratas del mundo aplaudan la medida, respiren aliviados y se cuelguen medallas que no les corresponden, el gobierno español pretenderá dar carpetazo al asunto. Entonces habrá que recordarle que Guantánamo, por muy simbólico que sea, no es más que la punta de un iceberg que habrá que ver si se toca. Y cuando, por estas cosas de las luchas por el poder, se acaben filtrando más trapos sucios en relación con nuestro gran aliado y los otros guantánamos de dirección desconocida, que no nos digan que no sabían. Si no saben es porque no quieren.