Ayer sábado por la mañana, en Valencia, se encontraron seis mujeres, una de ellas periodista y las otras cinco, otras políticas.
El doble sentido del enunciado del encuentro es tan didáctico como obvio: otro tipo de políticas + otras mujeres políticas.
Los días anteriores se ha barruntado o inventado, que se trata de "la plataforma de Yolanda". Tales simplezas son las que la prensa maneja con tanto desdén como automatismo. Me recuerda otra simpleza de hacia 1996, cuando se hablaba por estos pagos de "la escisión anguitista". Reducciones a la caricatura de todo lo que no se quiere asumir por ser revulsivo. Las grandes empresas de (des)información siempre con sus matasellos para sacudirlos sobre todo lo que se mueva, si se mueve hacia la izquierda.
Hoy he podido ver un youtube que, pese a tener algunos cortes, oirse no muy bien y estar mal sincronizado, muestra casi la totalidad del, digamos, evento en el Olympia. De las dos horas de video la primera media es solamente el cartel. De momento está en este enlace https://youtu.be/A6Vg8PqkaFs
También he podido leer las páginas 18 y 19 de El País de ayer día 13, donde, tras la tópica introducción y bajo subtítulo de "Nuevas visiones de la izquierda" y titular "Vamos a hablar del proyecto de país", las cinco mujeres políticas otras, reunidas "por causa" y "en terreno" de una de ellas, publican cinco textos muy dignos de ser leídos. Yolanda Díaz "Un nosotras a favor", Mónica Oltra "Las otras", Ada Colau "¿Cómo nos vamos a rendir nosotras"?, Mónica García "Un nuevo ciclo" y Fatima Hamed Hossain "Cuando los zapatos de los demás aprietan". Recomiendo las cinco lecturas, en que de hecho hay también comentarios y frases hechos y dichas durante la charla. También comento que puede accederse a los contenidos gratuitamente con un enlace de eBiblio, cosa que, dicho sea de paso, los miembros del club más grande de Catalunya, el de usuarios del Consorci de Biblioteques de Barcelona, tienen a su alcance en todo momento, aunque la mayoría no lo sepan.
Bien, visto y oido el video, leídos los cinco apuntes, solo me queda hoy por hoy recomendar que se divulgue y se propagande todo lo que estas cinco mujeres dicen. Feminismo, municipalismo, entusiasmo, cuidados, escuchar para entender, destapar falsedades y combatir odios, ilusionarse por cambiar las formas, las maneras, las economías, las sociedades, las políticas... Si añado algo será el próximo domingo, cuando haya digerido el chute de esperanza que un pentagrama así me genera. Sin tonterías ni inocencias, pero realmente si hay un camino para evitar el desastre, es creer en quienes pueden evitarlo.
Solo pongo un contrapunto, y es que no hay playa sin chapapote. Dos mujeres (populatas? peponas? peperas?), antes María José Català, definiendo el encuentro como akelarre, y después Bea Fanjul, con un tuit tan borde como zascable, son ejemplos de las 'otras otras', que siendo negación negada, se quedan en nada, o en nada más que sebo de shopping con tanto plástico en la cartera como en las meninges.
En fin, vuelvo a lo dicho: Otras. Como estas cinco otras y muchas otras. Son necesarias. Como otros también, pero a su sombra y no al revés. Pese a los personalismos que conlleva cualquier nueva forma de organización política, porque formas impersonales o no las hay o no cambian nada. Se puede y además ya toca. Y eso, no por "ganar". Por no perder lo poco ganado, al menos.
Debe ser eso y nada más. El caso es que, como bien me apuntaba alguien, la mayoría llevábamos año y medio sin ponernos pachuchos. En los entretiempos, si acaso eso aun existe, lo habitual es pillar un trancazo -lease catarro- de vez en cuando. El que gira hacia el cuarenta de mayo avisa de lo de no quitarse el sayo. En cambio no hay fecha para ponérselo de nuevo, y como me debe haber pasado a mí, he pecado de confianza en la manga corta. Cuerpo que no cuidas, te mete goles.
Quiero escribir hoy domingo, aunque sean cuatro tontadas en dos párrafos, por no perder la costumbre. De hecho si persiste mi moquera que persistan también mis narices. Prometo más músculo para el próximo catorce, pero por hoy me quedo hecho un siete, me tapo bien y mañana será otro día, el quinto de la semana preceptiva de esas cosas que se curan, con o sin medicación, en una semana. Optimismo ante el trancazo, ante todo. Que el test de coronavirus me sale negativo, así que aun gracias que solo sea un golpe y no un susto.
Alguna vez he comentado aquí mi costumbre de desayunar mirando las primeras páginas de la prensa diaria en webs como kiosko.net o lasportadas. No es una dieta sana pues la prensa generalmente carga ya desde sus titulares y sus fotos escogidas con altas dosis de tergiversación, propaganda indisimulada y favores a la plutocracia y a su nómina de clientes y promotores. No es un desayuno saludable e incluso a veces es directamente nocivo por la mala onda que se traen y que provocan.
En cierta forma, una manera de compensar ese golpe diario de los así llamados diarios, es repasar cada año el Anuari de Mèdia.Cat (Observatori Crític dels Mitjans). Ahora tengo en casa, en papel, el que trata el 2020. Desde hace una década, la publicación impulsada por el Grup Barnils le da un repaso crítico y, en el buen sentido, radical, a la prensa del sistema o del régimen o 'la voz de su amo' o como queramos definir a los mass-media, vaya.
Mèdia.cat se considera heredera de Contrastant.net, de la cual afortunadamente aun sigue accesible su hemeroteca desde 2001 hasta 2007, en la que apareció varias veces alguna columna de nuestro añorado Javier Ortiz. Es un repositorio muy interesante, pese al paso del tiempo. Me trae también a la mente los buenos ratos pasados en la gestación o/y digestión de lo que dimos en llamar FSComu -y cuyo blogspot congelado mantengo con saudade en la columna lateral de este espacio de ugrafías.
Volviendo a lo actual, El Anuari dels Silencis Mediàtics, se presenta como "un proyecto de periodismo de investigación que cada año presenta una selección de reportajes en profundidad sobre temáticas que durante el año anterior no han sido portada de ningún periódico ni han abierto ningún informativo". Ahora bien, la "mirada crítica" ya no es solo hacia los silencios sino también hacia los ruidos. Paulatinamente, lo estruendoso de las noticias falsas es casi o más pernicioso que el mutismo encubridor de corrupciones e impunidades. La versión online está, con sus artículos, infografías y dossiers, en media.cat/anuari/anuari-2020/
El pasado año, con el covid poniéndonos ya otra mordaza adicional, varios fueron los asuntos. No encuentro una versión en castellano pero al menos queda el consuelo de que la versión accesible en pdf está completa. Recomiendo muy mucho su lectura, en cualquier caso. Distintas firmas, mayormente bien jóvenes y bien afiladas, presentan en un formato ligero pero contundente distintos temas. Podría destacar alguno pero me parecería injusto con los demás. Es un buen remedio ante lo enfermizo de la tristemente buena salud que siguen teniendo las que llamábamos en tiempos "brunetes mediáticas". Quisiera animar también a colaborar con el Observatori y con el anuario próximo.
Terrenales y también necesarias. Esta pasada semana en Barcelona se celebró la séptima reunión del MUFPP - Milan Urban Food Policy Pact (Pacto de Milán de política alimentaria urbana), acuerdo firmado en octubre de 2015 y cuyo texto puede leerse, también en castellano (aquí el pdf) en la página de la propia entidad internacional. El primer punto del compromiso es
[Trabajar para desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar comida sana y accesible a todos en un marco de acción basado en los derechos, con el fin de reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar y adaptarse a los efectos de los cambios climáticos]
Se plantea un marco estratégico y una serie de 37 acciones recomendadas en 6 categorías. Alcaldes y representantes locales de, de momento, 211 ciudades signatarias, están trabajando en ello -o al menos a eso se comprometieron esos ayuntamientos al firmar el pacto.
Pues bien, en la clausura del foro Adriana Bertran Anía recitó un poema suyo, "Common ground", de unos 9 minutos de duración, que me ha tocado la fibra y por ello quiero compartirlo aquí en estas ugrafías. El texto entero, también en castellano, puede leerse en su página en Wordpress y en Youtube está la grabación del momento en que interpretó el texto, hace hoy tres días.
Los seis capítulos del ¿speech? son 0:20 primer capítulo : el jardín del edén 1:20 segundo capítulo: parásitos 4:20 tercer capítulo: hadas 5:40 cuarto capítulo: el mercado se regula solo 6:50 quinto capítulo: la carta de disculpa 8:00 sexto capítulo: territorio común
Como diría Bernd Schuster, no hace falta decir nada más. Creo que es un mensaje contundente y ágil, reflexivo, entusiasta y digno de difusión.
Será por el tono o será por el fondo, o seguramente por las dos cosas, que me recordó cómo me impactó también otro video relativamente breve, a finales de 2007, titulado "The story of stuff", traducido aquí como "La historia de las cosas" (aunque stuff no sea lo mismo que things). Annie Leonard hablaba ahí, y divulgaba también, sobre lo que se da en llamar "La economía de los materiales" y su linealidad: extraccion -> produccion -> distribución -> consumo -> desecho. Me quedó muy claro lo único resaltado en color: la flecha dorada del consumo ("el corazón del sistema, el motor que lo mueve") y también lo de que no hay plan(eta) B.
El video traducido al español está accesible en internet. Revisitando la página del proyecto, compruebo que han producido, desde entonces, un buen fajo de piezas, imagino que igual de interesantes y divulgativas. Tendré que encontrar momentos para ir viéndolos, pero seguramente valdrá la pena. También constato, y me alegra, que en la página de Adriana hay mucho más por leer y escuchar, también. Y lo mismo.
Indirectamente, debería mencionar también que donde descubrí el poema de Adriana fue en la cuenta de Instagram de Ada Colau. Difícilmente lo hubiera encontrado en la cuenta de la Ayuso. Entre otras cosas porque ni sé si tiene ni me se ocurriría suscribirme. Y es que hay para dónde mirar y para dónde no, no sé si me explico.
Hace casi dos meses escribí aquí refieriéndome a un libro. Vuelvo ya descansado ahora y lo hago refiriéndome a otro. Se trata del estudio publicado por Julia Ramirez-Blanco sobre "el 15M", que subtitula así: El tiempo de las plazas.
Este pasado mayo ya esbocé un post bibliugráfico titulado Libros y demás sobre el 15M. Es un concepto cuyos límites temporales son muy relativos. Hay quien lo circunscribe solamente a las semanas en que hubo acampadas, hay quien lo extiende al otoño siguiente y hay quien lo estira hasta el cambio municipal de 2015 o incluso hasta la actualidad diluyéndolo en algunas formaciones políticas.
En cualquier caso una década ya nos da perspectiva y encuentro muy interesante el enfoque de la autora desde el ámbito académico de la Historia y ligando el asunto a los cruces entre arte, utopía y activismo. Hoy ha caído en mis manos un ejemplar, que ya puede reservarse en algunas bibliotecas, y me gusta cómo se estructuran sus partes. Cito textualmente de la introducción: "Según avanza el texto, evolucionan las vidas de ciertas personas que compartieron sueños poderosos a lo largo de los años. Esta es también la historia de cómo dichos sueños toman una forma visible y de los modos en que los ideales se sumergen, se disuelven, se desvían o se transforman en su camino hacia lo real."
Interesante definir también lo que es actividad performativa o política prefigurativa, así como los repertorios de prácticas. Muchas cuestiones y muchas relaciones, en todo el entramado de lo alternativo y de la resistencia al neoliberalismo, tienen tangencialidades, lemas comunes y nada sutiles divergencias, todo a la vez. Intuyo que será una buena lectura y ya de entrada me asombra la abundancia de citas, referencias e imágenes que el libro contiene.
El tiempo de las plazas, como subtítulo, me recuerda aquello de 'take the square'. En las lenguas latinas la plaza es, cuadrada o redonda, porticada o abierta, lo que es: lugar de encuentro. En inglés lo de 'places' se refiere más o menos a sitios en abstracto, incluso a los sitios de cada uno, pero a lo que llamamos nosotros plaza le llaman 'cuadrado' (square), y también se usa el vocablo para referirse a una manera de pensar conservadora (o de cabeza cuadrada, diríamos).
El caso es que tres lustros después de las sentadas en las plazas por el derecho a vivienda, y dos lustros después de la oleada de primaveras revulsivas de aquel 2011, siempre es bueno, ahora que parece que desescalamos, repensar tanto en las ágoras posibles como en las más complejas de realizar aunque no imposibles.
Continuará, mientras tanto, la idea de llegar lejos, por más que sea yendo despacio.
Poco antes de inaugurar mis vacaciones he leído un breve ensayo de Miguel Ángel Hernández titulado "El don de la siesta. Notas sobre el cuerpo, la casa y el tiempo." La ley del mínimo esfuerzo me lleva a dejarlo ahí sin mucho más que añadir. Feliz vaguedad en tres, dos, uno.
(Foto)copio en todo caso un párrafo de su autor en un artículo de revista, que fue lo que me animó a merendarme el librito. Da qué pensar. Y es este...
A caballo de los dos siglos (1992-2006) en la calle Praga en el barri del Guinardó, relinchó un bar musical de nombre Badlands y de apellido Bar S.L. Sin trampa ni cartón disfrutamos de la música con la excusa de las copas, y viceversa.
Cada jueves, desde noviembre de 1992 a diciembre de 1997, recuperando una costumbre del anterior dueño de la licencia, ofrecíamos sesiones monográficas donde poder escuchar, disfrutar, descubrir y departir, siendo la clave un artista o una banda o un tema en concreto. Desde 1998 las sesiones especiales ya no serían semanales y pasaron a ser los viernes o los sábados. Hasta finales del año 2000 rifábamos durante las sesiones algunas artesanales -handmade- cintas de casete y de 2001 a 2006 lo mismo ya en cedés.
En total fueron bastante más de 400 noches temáticas y casi 400 antologías musicales. Nuestros 400 golpes, podríamos decir. JCBadlands, mi blues -y no solo blues- brother, fue el responsable de la gran mayoría de ellas. Y yo de unas pocas, básicamente las últimas.
Desde hace unos años, exactamente desde que se cumplieron 25 del primer monográfico, en 2017, hasta ahora, me ha dado por 'recopilar' en la plataforma de Spotify esas selecciones. Ahí están, accesibles de momento, más de 180 listas -playlists, en la jerga. También pueden verse los enlaces y las portadas de las antologías en el facebook de Badlands Bcn.
Hoy he disfrutado especialmente montando una más. Este agosto se cumplen 25 años de aquel agosto de 1996 en que mi hermano me cedió los platos para un monográfico por primera vez en mi pinche vida. Fue en la tercera de las sesiones que dedicamos al pop-rock ibérico -de alguna forma teníamos que llamar a las músicas que pinchábamos que no venían embutidas del extranjero.
Se trataba ese agosto de 4 casetes distintos, con 8 caras, y por tanto, cada una de esas 8 pequeñas listas tenía su coherencia interna. Al montar la lista única en Spotify eso se pierde un poco, pero aun así se intuye. El orden de los factores afecta al producto, aunque no lo altere demasiado. De hecho puede escucharse todo en orden aleatorio.
De los 75 tracks de aquellas 8 caras, 58 están en Spotify. Es decir, más de tres cuartas partes, lo cual no es poco. Os invito a viajar por todo ese mundo de bandas, riffs, temazos, éxitos...
La música tiene un poder evocador que seguramente no superan muchas artes. Una canción de los Gabinete, que no es precisamente la que salió escogida, me viene a la mente... "La fuerza de la costumbre es mi guía y mi lumbre". Pues eso. Música para repartir. O compartir, incluso. Ahí están.
La portada del casete rifado era una viñeta de Francisco Ibañez sobre fondo amarillo chillón.
¿Marcando estilo? Seguramente no, que no hay que juzgar un libro por la portada, ni una playlist por su icono...
"Los únicos enemigos de un pintor son sus cuadros malos". La frase me ha gustado: está al final del guión de un largometraje de Jacques Rivette de 1991, hace 30 años, aunque yo lo he visto hoy mismo. El argumento se basa en Le Chef-d'œuvre inconnu de Balzac.
La noticia del día tiene que ver un poco también con París. El rumor de que Messi fichará por el PSG. Posiblemente Saint Germessi en dos patadas.
En el film brilla Jane Birkin, que mucho más tiempo atrás, en mi adolescencia, se me aparecía en medio de una canción de Tequila.
Los cuadros de "La belle noiseuse" resulta que son de un tal Bernard Dufour. Y especialmente uno, uno de los malos, siguiendo el guión, es este
A veces es todo simple. Ni del todo figurativo ni del todo abstracto.
Un film, una imagen, una casualidad. Y un gran favor, alguna canción.
Se han cumplido diez años de la fusión de las dos cabeceras históricas de la prensa en catalán. El Punt y Avui se convirtieron en una sola, El Punt Avui, en el verano de 2011. Seguramente tuvo su peso la deuda, la anterior compra de una de las dos por parte de los propietarios de la otra, y que pocos meses antes aparecía también en papel el Diari Ara, que ya de entrada absorvió buena parte de clientes y lectoras.
Fue una fusión un pelín pegote, en el sentido de que desde entonces, y han pasado diez años, no han ideado ni siquiera un nuevo tercer logo. Los dos logos previos a la fusión son los mismos, solamente que desde entonces aparecen pegados. Cosas del minifundio y de la señalética del seny propiamente dicha. Asunto aparte es que el proceso de fusión ha llevado a cinco EREs, cinco, desde entonces. Pese a todo, milagrosa o/y subvencionadamente, aguantan.
Tuve bastante simpatía a finales de los noventa por el Punt (entonces solo publicado desde Girona) y durante un año, el primero en que tuvieron edición barcelonesa, me hice suscriptor de su edición en papel, en tiempos en que aquello de edición digital sonaba moderno. En tiempos del grupo patera, dicho sea de paso.
Ha llovido mucho. Diez años.
Se conmemoraba este sábado con un suplemento/separata que también se puede consultar online. "10 anys +". Se trata de 10 entrevistas dobles, previsiblemente, el resultado es un diálogo con ellos mismos, en todos los sentidos. Así encontramos, a pares, personas escritoras, cocineras, periodistas, honorables, historiadores, faranduleras, cantantes, y hasta dos 'català de l'any', de 2014 y 2015 concretamente.
Es útil para hacerse una idea del mantra que de un tiempo a esta parte copa la prensa formal o/y subvencionadamente catalanista. "Debaten", entre comillas lo de debaten, diez parejas, básicamente engarzadas entre ellas y ellos por motivos profesionales. Invito a quien quiera dar un vistazo a clicar en los enlaces. Como digo, al menos de entrada, no son de pago. Estaría feo tratándose de una celebración.
De las 10 charlas me interesaba realmente solamente una, la de Òscar Camps y Lucía Caram. Si tuviera el músculo que tiene el compatero Iturri para las traducciones, igual me ponía a ello, por compartir, ya digo, pero realmente el traductor de Google empieza a ser suficientemente fiable al menos a grosso modo. Si queréis leerla, es clicando aquí
No quiero dejar de mencionar una bonita historia que quedó en proyecto. Diari Jornada fue una experiencia de periodismo de izquierdas en 2018. Tenían calidad y alcance, pues se editaban también desde el Pais Valencià y desde Balears. Intentaban publicarse a diario en papel pero no pasaron de la fase de hacerlo semanalmente. No encontraron, se ve, ni clientes ni subvenciones. Es lo que tiene el querer vender prensa desde posiciones radicalmente de izquierda. Es difícil. Venderla, digo. Hacerse, por suerte, y tras la senda de maestros como Javier Ortiz, se sigue haciendo. Pero con cabecera propia, en los kioskos con periodicidad de diario no hay nada, tristemente.
Volviendo a El Punt Avui... ¿en inglés sonaría The point today, o quizás, más internauta, The dot today?
Finalmente han comenzado los primeros juegos olímpicos postpandémicos. Más rápido, más alto y más fuerte... Ese lema ideado por el barón de Coubertain para los de Atenas de 1896, en latín es "Citius, altius, fortius". En serias comisiones se ha decidido añadirle la palabra "communitae" (o "communiter" o "communis" en otras traducciones del 'together' en esta ocasión). Y bien, juntos, ya, pero más solos y solas que nunca, al no tener espectadores en las gradas y al ser todo un evento televisado, transmitido por más medios que nunca pero con menos aplausos que nunca, también.
De un tiempo a esta parte eso del espíritu olímpico es otra cosa. Hace ya 5 años escribí sobre 'Los juegos de mi infancia' en otro blog. Lo engancho ahora aquí y rememoro mi nostalgia.
Hace 40 veranos los juegos olímpicos fueron en Montréal... y en el balcón de casa. Sí, con unas cartulinas pintadas, mi hermano y yo montamos una ceremonia de apertura y otra de clausura. El mecanismo era bien sencillo. Media cartulina tenía forma de copa y hacía de pebetero, con su minimalista logo, una montrealense eme sobre los aros, dibujadito. La otra media cartulina tenía forma de llama de fuego y la rojez necesaria. Eran dos mitades unidas con unas tiras de celo. Aquella antorcha en papel se desplegó mientras la tele retransmitía la apertura y se apagó más o menos con la misma sencillez cuando la clausura.
Aquel verano nos habíamos preparado a fondo. Bolígrafo en mano ante el televisor o ante las páginas del diario deportivo 'Dicen', apuntábamos nombres y apellidos de atletas, gimnastas, nadadores, piragüistas... en fin, lo que fuera... Nombres rarísimos algunos y otros menos, pero de sonoridades digamos que entretenidas. Cuando teníamos bastantes nos poníamos a realizar unas fichas, también de cartulina, con diseños de colores basados en las banderas de sus países. Y sobre cartulinas bien grandes en que habíamos dibujado las pistas de atletismo, las piscinas, etc. poníamos las fichas a competir a golpe de lanzamiento de dados, con una transcripción matemática a segundos, minutos, plusmarcas, etc.
Lo más entretenido era la narración... imitábamos a los comentaristas de entonces, que no eran tan plomizamente nacionalistas como lo de ahora y que hablaban más del deporte que de las nacionalidades de los deportistas. Lo más tremendo era que, al jugar siempre el azar, un desconocido velocista búlgaro igual podía sacarle cinco metros de ventaja al favorito yanqui, o que una nadadora de la RDA casualmente se hacía con el oro a la vez en la prueba de fondo y en la distancia más breve. Las piraguas eran divertidísimas: usábamos palillos de dientes, de los planos de toda la vida, y les pegábamos las fichas de colores y a correr, a base de golpe de dado, por sus calles, dibujadas bien rectas y con decoraciones que hacían el escenario más 'natural'. Que más daba si al final ganaban los japoneses o los holandeses... Lo importante era participar.
Total, que sin internetes ni nuevas tecnologías, con lápices Alpino y rotuladores Carioca, imaginación y paciencia, mi hermano mediano, nacido el año de la olimpiada de México (dos olimpiadas antes) y yo, nacido el año de la de Tokyo (tres antes), pasamos aquel verano haciendo correr, nadar y todo lo demás a un sinfin de personas con nombres y apellidos basados en hechos reales. Nos contemplaba y a veces tiraba también los dados nuestro hermano menor, nacido el año de la olimpiada de Munich (la anterior a Montréal). Llenamos unas cuantas libretas con anotaciones de las semifinales, finales, los registros, los círculos amarillos, grises y marrones de las medallas... Mientras por la radio o la tele hablaban de aquellos históricos... Alberto Juantorena, Nadia Comaneci o Irena Szewinska... a nosotros nos iba resultando otro medallero distinto, pero claro que nos daba igual, lo imaginábamos tan posible como el de las clasificaciones finales, que después pasaron a aquel maravilloso libro de resumen que nos cayó de regalo unos meses después...
Entonces las Olimpiadas eran otra cosa. Claro que, bien mirado, de todo aquello, algo queda. El espíritu ese. Pues eso.
Divagaciones y divertimentos desde una miopía iconoclasta, escritas y perpetrados desde marzo de 2006.
Publico aquí, bastante los primeros años y luego escasamente hasta los domingos de 2021, entonces semanalmente como parte de un #heptablogging, y ahora ya no tan seguido ni tan semanal.
En sentido estricto, solamente son ugrafías propiamente dichas las entradas que se inician con la frase "nunca se publicó".