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2017/06/23 08:15:00 GMT+2

Personas refugiadas

Max Aub vivió 30 años exiliado en México tras perder la Guerra Civil. Cuando tomó tierra en el aeropuerto de Barcelona en agosto de 1969 dijo: "He venido, pero no he vuelto". Es una frase que ha estado en mi cabeza más de una vez mientras leía "Oriente Medio, Oriente roto" de Mikel Ayestaran.

El martes 20 era el Día Internacional de las Personas Refugiadas y me pilló leyendo el libro más reciente de Mikel Ayestaran, titulado "Oriente Medio, Oriente roto", donde cuenta en primera persona su experiencia como corresponsal y enviado especial en Oriente Medio desde el 2004.

Estuvo el 8 de este mes de junio presentando el libro en Donostia y una entrevista de Alberto Moyano consiguió que mis ganas de leerlo crecieran repentinamente (Mikel Ayestaran: «Creo que rompo con esa figura tan mitificada del corresponsal de guerra»).

Hay por ahí un vídeo con el acto de San Sebastián: fue en el Aquarium y charló con otro reportero amigo suyo, Karlos Zurutuza.

También este lunes escuché la entrevista de Roge Blasco. Ambos se conocen bien y el diálogo fue muy natural. Si quieres escucharles, haz clic en este enlace.

Abro paréntesis. Que alguien de Radio Euskadi le enseñe a Roge cómo insertar en un blog un enlace de modo que se pueda hacer clic, por favor. Gracias. Cierro paréntesis.

El capítulo doce se titula Refugiados y es uno de los que más me ha puesto la piel de gallina. Pasan por él personas que viven en Damasco, pero también otras que decidieron irse.

Por ejemplo, hace referencia al campo de Zaatari en Jordania. En abril de 2016, calculaba la ONU que 636.000 refugiados sirios vivían en ese país (Jordania tiene 8 millones de habitantes). En los campos de refugiados vivían más de 120.000 sirios. La frontera está a media hora y la mayoría de ellos tiene su casa a una hora de distancia en coche.

En agosto de 2016, comenzó a llegar un buen número de estas personas a Europa. A Ayestaran le tocó hacer la cobertura de su entrada por Macedonia en un momento en el que todavía eran pocos los periodistas presentes. Le había leído o escuchado a Ayestaran decir lo mal que lo pasó entonces y en el capítulo referido señala una imagen que se le ha quedado grabada: el llanto inconsolable de un bebé en un tren atestado de gente mientras su padre trata de sujetarlo en el aire y el niño se golpea contra el techo ante los continuos empujones del resto del pasaje.

Son tiempos duros y no vas a encontrar mucho consuelo en estas páginas, pero sí que te ayudará a saber algo más de una zona que hierve geopolíticamente hablando.

He empezado citando a Max Aub y cierro con la frase de un abuelo palestino que sobrevive en el campo de Yabalia (Gaza): "Cuando uno sale de su casa, en lo más profundo de su ser sabe que es para no volver".

P. S.: Hay una gala solidaria este domingo, 25 de junio, en el Teatro Principal donostiarra con el objetivo de conseguir dinero para Zaporeak.

Errefuxiatuak, apunte hau euskaraz.

Escrito por: iturri.2017/06/23 08:15:00 GMT+2
Etiquetas: zaporeak palestina siria macedonia oriente_próximo mikel_ayestaran max_aub | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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