Inicio | Textos de Ortiz | Voces amigas

2016/05/22 09:30:00 GMT+2

Peña Flamenca Dabadaba

Me gusta escuchar flamenco de vez en cuando. El pasado jueves, por ejemplo, Rancapino Chico y Antonio Higuero abrieron un nuevo ciclo en la sala Dabadaba de San Sebastián.

Cuando le dije que intentaría escribir algo sobre el concierto, Eduardo Ranedo me replicó: "no es fácil escribir sobre esto. Es como que te estampen contra la pared con algo tan de verdad que asusta. Rodeados de tontería, estas cosas son un bálsamo". Como tiene toda la razón, hablaré sobre ello pero sin centrarme tanto en el bolo.

Cuando lo que se ha dado en llamar Rock Radical Vasco (RRV) vivía sus momentos de gloria, había (y sigue habiendo) en la plaza Urdanibia (Mosku) de Irun un bar llamado Eskina. Si no recuerdo mal, de los cuatro socios que llevaban el establecimiento dos tenían sus orígenes en Morón de la Frontera. Cuando llegaba la hora de cerrar el garito el sábado por la noche, Tapi ponía flamenco para que la concurrencia supiera que había llegado la hora de irse. Pero a nosotros, a algunos al menos, nos gustaba mucho lo que salía por los bafles: Camarón, Veneno, etcétera. Generalmente, el hecho tenía efectos contrarios a los buscados.

Esa fue mi primera aproximación al flamenco. Luego, Radio 3 y su programa Duendeando (más conocido por el lema de "Flamencos y pelícanos"). No sé si siempre ha tenido este nombre. Ahora, lo emiten sábados y domingos a las 18:00 de la tarde.

He visto algún que otro concierto: uno memorable de José Mercé en el Victoria Eugenia (con un patio de butacas a rebosar de gitanas y gitanos en su salsa); Enrique Morente en el mismo lugar; Miguel Poveda en el Teatro Barakaldo...

En Donostia no hay muchas posibilidades de escuchar flamenco. Hasta ahora poco más que la Peña Flamenca La Paquera de Jerez (un sitio al que siempre me he querido acercar, pero al que por una cosa u otra no he ido jamás) y ahora... el Dabadaba.

Trasnoches flamencos

Fotografía: Dabadaba.

Hace unos días vi en las redes que anunciaban para el 19 de mayo a Rancapino Chico y a Antonio Higuero. Y pensé que esta oportunidad había que aprovecharla. No fui el único: porque, a ojo, unas 150 personas hicimos lo mismo el jueves al anochecer.

Rancapino Chico es joven (este año 28 primaveras) y es hijo del cantaor del mismo nombre (Rancapino: ambos son Alonso Núñez además). Una persona que no conozco presentó al dúo y llegó el momento de hincarle el diente al repertorio. Cantaor y guitarrista se subieron al escenario elegantemene vestidos: traje y corbata (si hacemos caso a Higuero, de estreno, aunque vaya usted a saber).

No tengo la suficiente cultura para conocer los diferentes palos, pero el artista habló de bulerías, alegrías, tangos, una zambra hecha por Paco Cepero como homenaje a Rancapino el viejo y tanguitos para rematar la velada.

La gente en silencio y escuchando, con respeto, algo que cada vez sucede menos en otro tipo de conciertos acústicos. Casi dos horas de cante, con una parada de veinte minutos en mitad del show (parada encima del escenario, porque ellos siguieron dándole en el camerino).

Tal y como señala Alex Dabadaba, una especie de tablao, porque los músicos están muy cerca del público. Yo creo que la mayoría se quedó muy a gusto y me da que esto tendrá continuidad en otoño, aunque previamente parece que también habrá otro bolo en junio (Antonio Reyes y Diego del Morao el 25 de junio).

Camino de casa, escuché a alguien que salía del local hablando por teléfono con su viejo diciéndole: "hemos hecho flamenco y ahora vamos a hacer rock and roll, padre". Pensé que justo lo contrario que el Dabadaba esa noche.

Dabadaba Gune Flamenkoa, apunte hau euskaraz.

P.S.: aquí tenéis una actuación en directo de Rancapino Chico. Arranca a partir de los 20 minutos, más o menos.

Escrito por: iturri.2016/05/22 09:30:00 GMT+2
Etiquetas: dabadaba rancapino_chico flamenco donostia antonio_higuero | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

Comentar





Por favor responde a esta pregunta para añadir tu comentario
Color del caballo blanco de Santiago? (todo en minúsculas)