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2009/03/15 23:55:00 GMT+1

La vuelta de Urtain

Esta noche he estado viendo la obra Urtain en el Victoria Eugenia (mañana están en el Coliseo de Eibar; tenéis la gira en la web de la compañía Animalario). Nada más entrar en el teatro, te topas con el ring, el cual ocupaba las siete primeras filas del escenario donostiarra. Así, en doce asaltos nos cuentan de atrás hacia adelante la vida de uno de los símbolos de la última época del franquismo, Jose Manuel Ibar Urtain.

¿Qué habría sido de aquel morrosko nacido en Zestoa en 1943 si no hubiera salido del pueblo? Probablemente se habría jubilado recientemente y disfrutaría de la vejez en su caserío natal. Pero Urtain no valía para eso. Le perdió el camino marcado por su padre, otro bruto que murió a resultas de una apuesta.

El actor Roberto Álamo se mete a la perfección en el papel del boxeador y está bien secundado por los otros siete actrices y actores que apenas abandonan la escena. Será de lo mejor del año, pero, puestos a poner pegas, se echa en falta el euskara. Porque no resulta creíble que Urtain hable en castellano con su padre y su primera mujer. O que el empresario guipuzcoano que le metió en el mundo del boxeo, un tal Lizarazu, hable con acento maño casi onda Marianico el Corto.

Yo apenas conocí a Urtain. Mis recuerdos me llevan a un juguete roto que aparecía de vez en cuando en los medios de comunicación. Se suicidió a las puertas de los Juegos Olímpicos de Barcelona (en julio de 1992, pocos días después de que muriera, ¡vaya coincidencia!, Camarón de la Isla).

Recuerdo también que casi todos los veranos aparecía en el cuadernillo central de El Diario Vasco ("El verano de..."). Un año antes, más o menos, de su muerte recuerdo haber leído una entrevista en la que decía lo de siempre: que estaba bien, que tenía negocios en Sevilla y Madrid, que había venido a pasar el verano al País Vasco...

...pero estaba pasando aquellos días de agosto, solo, en un piso de un bloque obrero situado al lado de mi casa, cerca del cuartel de Ventas. Yo no lo vi, pero un familiar tenía una chabola pegada a la carretera N-1. Dos tipos merendaban una tarde de verano y, por no tirar las sobras, le hicieron señas a alguien que iba andando por la carretera. Aquel desonocido era Urtain.

Creo que es muy recomendable ver la obra, pero, sobre todo, es obligatorio que la vean los aspirantes a juguetes rotos que circulan por nuestras televisiones. Cuánto aprobechategui medró a su vera y cómo se jodió la vida y jodió la de sus seres queridos.

Escrito por: iturri.2009/03/15 23:55:00 GMT+1
Etiquetas: eibar camarón donostia urtain teatro roberto_álamo animalario | Permalink | Comentarios (2) | Referencias (0)

Comentarios

La interpretación de Álamo es sencillamente espectacular. Creo que es uno de los personajes que más me han impactado en el teatro, un medio en el que nunca termino de entrar del todo...

Escrito por: El Humilde Fotero del Pánico.2009/03/16 15:25:43.863000 GMT+1
http://foteropanico.blogspot.com

Tuve la suerte de ser parte del espectáculo al estar sentada en las sillas de al lado del ring. La puesta en escena me pareció brillante, especialmente cuando hace de levantador de piedras con una bola de discoteca llenado el Victoria Eugenia de reflejos plateados. La interpretación de Roberto Alamo, impresionante, sí pero había muchos momentos en que a pesar de estar al lado, no se le entendía nada. La respiración entrecortada era estremecedora y crep qie bordó su papel. Muy acertada tu crítica a los acentos. La primera mujer de Urtain parecía gallega... Los momentos Raphael fueron buenísimos... Hasta el próximo cónclave entre cogollos y mejillones...o hasta el concierto de Joserra Senperena

Escrito por: cruz .2009/03/17 10:42:16.169000 GMT+1

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