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2019/12/04 20:00:00 GMT+1

Indurain

El periodista Carlos Tigero publicó en 2018 un libro donde narra, con el apoyo de un buen número de fotografías, la carrera deportiva de Miguel Indurain: «La estela de Miguel en 101 imágenes».

Os voy a poner aquí dos o tres píldoras y un vídeo para que os entren ganas de comprarlo y leerlo.

Antes de todo eso os diré que ha contado con un buen número de testimonios de rivales (Gianni Bugno, Claudio Chiapucci, Tony Rominger, Marino Lejarreta), compañeros (Pedro Delgado, Pruden Indurain, Julián Gorospe, Marino Alonso) directores y asistentes (José Miguel Echavarri, Bixente Iza, Francis Lafargue, Enrique Sanz, Eusebio Unzue, Carlos Vidales), etc.

Sergi López-Egea en el prólogo De profesión, indurainista

«En la puerta de la sala de prensa de la Gran Salida del Tour del 2002, en Luxemburgo, había un joven espigado que me hacía señas. A pesar de llevar colgado en el cuello un pase VIP de la ronda francesa, regalo de Jean-Marie Leblanc, por aquel entonces director general de la prueba, no se atrevía a entrar a lo que podríamos denominar el templo de los periodistas».

(...)

«(A Carlos Arribas y a mí) no sé si inicialmente nos hizo mucha gracia. Pero todo cambió cuando paseando por las calles de Luxemburgo nos cruzamos con José Miguel Echavarri. Creímos por sus gestos que se disponía a abrazarse con alguno de nosotros. Pero lo hizo con Tigero. Arribas y yo nos quedamos perplejos. ¿De qué narices conocía Echavarri a un chaval que por aquel entonces tenía 20 años y estudiaba en la universidad?

«Enseguida Echavarri explicó que unos años antes se le había presentado en Pamplona un joven catalán que realizaba un trabajo fin de curso de segundo de bachillerato sobre Indurain. Echavarri lo fue a buscar a la estación de tren, lo llevó a su casa y respondió a todas las preguntas que le formulaba el desconocido estudiante. Por supuesto, Tigero aprobó el trabajo».

«Y fue el mismo Carlos quien al cabo de un tiempo envió una carta a Leblanc diciéndole que la ilusión de su vida era ir a la salida del Tour para conocer los secretos de la carrera. Le explicó que era un estudiante de Barcelona y le pidió si podía conseguirle algún tipo de acreditación. Tal fue la sorpresa de Leblanc por la carta recibida que le asignó un pase VIP».

«(En el 2003) Camino de París, Tigero contemplaba las señales de tráfico que indicaban los pueblos de las salidas de la autopista. "Aquí se escapó Indurain en el 89". "A 50 kilómetros de aquí estaba la salida donde el ONCE puso en jaque al Banesto en el 95". Aproveché una parada en una área de servicio para sacar un libro de estadísticas que llevaba en el maletero. Y era verdad. No se inventaba nada».

1. Elda, 1983

«Miguel viste el maillot de campeón de España amateur en la cronoescalada al alto de Agina, en la Vuelta a Navarra de 1984, un jersey que consigue once meses antes al batir en Elda a Jokin Mujika, el mejor ciclista amateur del momento. Mujika cruza la meta de Elda pegando puñetazos sobre su manillar tras ser derrotado por un chico de 18 años, mientras Bixente Iza, masajista del nuevo campeón, le consuela.»

«-¿Cómo me ha podido ganar este? ¡No puede ser! ¡No puede ser!»

«-Pues prepárate porque te va a ganar muchas carreras de aquí en adelante...»

101. Puerto de Artesiaga, 2017

«Con 53 años, Miguel sigue rodando con su Pinarello, ahora monocasco de carbono, marca de la que es embajador mundial (...) Su hijo Miguel detalla su plan de entrenamiento: "Sale un día y hace seis horas, y al día siguiente descansa; al otro seis horas, y al siguiente descanso de nuevo; y así sucesivamente. Entrena muchísimo y siempre sale solo. Se coge un par de barritas y con ellas aguanta todo el recorrido, porque no es de parar mucho cuando sale en bici».

«El 17 de agosto de 2017, Miguel le dijo a su primogénito que al día siguiente iba a salir a rodar desde casa hacia Francia. Su hijo le prestó un GPS para así analizar después por pura curiosidad la ruta que había hecho. Al día siguiente, cuando volcó los datos al ordenador, se quedó pasmado. Su padre había recorrido 213,68 kilómetros en nueve horas, siete minutos y veintidos segundos a 23,4 kilómetros por hora de media, con 4.523 metros de desnivel acumulado y una potencia de 193 vatios. Miguel salió de su segunda residencia en Altzuza, cerca de Pamplona y, dirección Otsagabia, ascendió Larrau, introduciéndose por los durísimos puertos de la Selva de Irati, regresando a casa por la carretera de la fábrica de Orbaizeta para volver a subir Mezkiritz y Erro dirección Pamplona. Su hijo colgó los detalles de la ruta en la aplicación Strava titulando: "No sé qué se le habría perdido en Francia: entreno del padre".»

La música es una versión de Wilco a cargo de Mountain Man.

Y una segunda de propina, por si acaso.

Escrito por: iturri.2019/12/04 20:00:00 GMT+1
Etiquetas: carlos_tigero indurain | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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