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2009/03/31 23:45:18.247000 GMT+2

Sólo tengo una pregunta para usted

No me convenció Mariano Rajoy. Ni como espectador, ni como homo sapiens. Ni sus tics ni su empalagoso hablar evitaron que terminara mi noche entre bostezos. Don Mariano resulta demasiado previsible. Pero me gustaron sus recaditos al aznarato y sus secuaces. El jefe de filas de los populares rompió el cascarón, algo que no entraba en los planes del resentido y remilgado ex presidente de bigotín surrealista. Rajoy hace esfuerzos por resultar creíble, pero podrían darle el premio Mr. Antípodas. Mariano, el designado a dedo (es de suponer que un dedo índice con bigote) trata de mantener la calma en un gallinero de gallinas mutantes, que ya son casi gaviotas, con aguijón, escamas y que echan fuego por la boca. Esperanza Aguirre tiene su cuadrilla en el gallinero, incluso una cadena de televisión propia en la que se pierden los huevos y las noticias y en la que el periodismo es un cacareo adulador en technicolor. La señá Aguirre ha dejado en bragas a las malvadas de la factoría Disney. En esta historia de gaviotas bicéfalas, Rajoy podría ser Blancanieves, y Aguirre la malvada bruja, pero la peli sería gore fashion total y no muy apropiada para niños. Porque no es que haya una manzana prohibida en el gallinero popular, es que el manzano está podrido desde la raíz.

Y luego viene Gallardón, escondido entre las sombras. Gallardón es casi una sombra. El señor de las sombras (y de  los parquímetros) anda estos días de gira mundial a cuenta de los Juegos Olímpicos, que como no se los den a Madrid  un siglo de estos,  la cosa (y las giras) le va a salir a los madrileños por un pico.

Rajoy es el político pasmado, el parlamentario eternamente exhausto, el hombre extraviado, el buscador de oro que se equivocó de sitio y que en lugar de llegar a California apareció en Dos Hermanas. Busca y busca el Dorado, don Mariano, pero en el capítulo equivocado. Cuando le toca hacer de Pilatos, se le entrecorta el habla; cuando le gritan “Barrabás, Barrabás” desde sus filas, le entra el hipo y amaga con irse, con lanzarse a las vías del tren, pero entonces saca ese chirimiri temperamental, se sacude la melena – es un decir- y le arrea un inmenso corte de mangas al del bigotón surrealista. Después, se eleva cual gaviota pura para otear las fincas de la Derecha a través de los cristales de sus gafas y acabar aterrizando en un plató de televisión donde la España de clichés, la España del variopinto reparto, le somete a una partida simultánea de ajedrez que se juega con las fichas del parchís.

Yo tengo muchas preguntas para usted, don Mariano, pero todas se resumen en una: ¿Cómo demonios se las apañó para que Aznar lo eligiese a usted?   

 

Escrito por: Jean.2009/03/31 23:45:18.247000 GMT+2
Etiquetas: pp esperanza_aguirre gallardón mariano_rajoy blancanieves aznar disney | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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