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2007/12/24 14:32:49.155000 GMT+1

Feliz desconcertante Navidad

Dentro del enorme pozo de contradicciones que soy, el asunto este de la Navidad es uno de los que más me desconcierta. O uno por los que me contemplo más desconcertante. Se me escapa el ateísmo por las orejas, pero me gusta disfrutar de villancicos -más de los sajones que de los de aquí -, poner el árbol en casa y enviar tarjetas con felicitaciones. ¿Es posible desligar estas fechas de su componente religioso? Probablemente no, pero por covenciones o por convicciones hemos determinado -o nos "han" determinado- que en estos días las familias se junten y compartan panes, peces o lo que haya en la mesa. Es un buen momento para reflexionar, para disfrutar de la compañía de personas a las que no solemos ver a menudo, para reír juntos, charlar, cantar... También es momento de añorar, de sufrir las ausencias, de enjugar los ojos en recuerdos imborrables y de palpar las instantáneas del pasado que no llegamos a revelar. 

Quizá la pena sea que marquemos unas hojas del calendario con la pinturas de la tradición,  y que el resto del año pasemos por alto los valores que ensalzamos ahora regados  en turrón, cava o sidra. Quizá la pena sea que el resto del año dejemos de lado las buenas intenciones que ahora burbujean en nuestras bocas.

El consumismo está devorando inmisericorde hasta el más pequeño y mágico de los rincones de la Navidad. Estúpidos anuncios en otros idiomas nos venden colonias;  babosas multimedia y reptiles de cloaca se llenan los bolsillos tratando de convencernos de que ellos cocinan con esa placa y con aquellas sartenes. Y la tipeja esa requeteestirada pone cara de acelga para decirme lo distinguidos que son esos bombones, en realidad grasientos, indigestos y cutres a más no poder. Será Navidad, pero se me revuelven las tripas cuando estos famosetes y personajes de la farándula despendolada se presentan en el salón de mi casa alabando las ventajas de esos miserables créditos instantáneos que acaban por destrozar las economías ya maltrechas o medio moribundas. Esos famosos anunciantes demuestran muy poca ética al vender esos productos. Algunos no necesitan hacerlo, estoy seguro, pero se la trae floja: "Con lo que me pagan"...

La semana pasada recibí en mi buzón dos cartas realmente curiosas. Una da para un artículo, que prometo subir antes de fin de año. Es de traca. Y la otra era de La Caixa, invitándome a solicitar un crédito con unas condiciones la mar de ventajosas.  Poco menos que me estaban tratando como si por ser Navidad no pudiera llegar a fin de mes. ¡Patanes! Lo que tenéis que hacer es dejar de sangrarme con la hipoteca, y dejar de cobrarme por la correspondencia que me enviáis a casa,  y dejar de cobrarme por realizar transferencias...  y dejar de cobrarme comisiones de mantenimiento. ¡Mantenimiento por tener mi dinero y sacarle jugo! De vez en cuando les devuelvo su publicidad de franqueo ya pagado con sus papeluchos y con alguno más en el que les digo cuatro cosas. Incluso cinco, que tiene una rima que da másjugo.

Planchas de cocina, bombones de pretendido gusto aristocrático, colonias y otros potingues... Será Navidad, pero en estos casos, me da por tomar buena nota y cuidarme mucho de comprar esos productos, y no digamos ya de caer en la tentación de pedir dinero a precio de oro. No vaya a ser que la estupidez sea contagiosa.

Ya está, comienzo con buenas intenciones, pero me acaba saliendo esa vena protestona. Porque,  será Navidad, pero no tengo buenas palabras para todos. Al precio al que están, yo las reservo para mis familiares, para mis amigos y para las personas a las que admiro y que no están entre los anteriores. Todas cabemos en poco espacio, lo que me recuerda la tarea de conocer a más gente en 2008.  Sé que me estoy perdiendo mucho.

Feliz Navidad

Escrito por: Jean.2007/12/24 14:32:49.155000 GMT+1
Etiquetas: | Permalink | Comentarios (3) | Referencias (0)

Comentarios

Que sigas tan encantadoramente protestón, en Navidad y en Ramadán
Mil besos

Escrito por: Marieta.2007/12/25 15:07:54.654000 GMT+1

¿Qué es la Navidad hoy en día?

 

¿Qué es la Navidad hoy en día? ¿Celebra alguien la Navidad sensu stricto? ¿Qué queda de la Navidad cristiana en la España de hoy?

Yo diría que poco, casi me atrevería a decir que nada. Para empezar, la celebración del nacimiento de Jesús es algo que ha quedado relegado a las icónicas representaciones de los preceptivos portalitos de Belén de los mercadillos de Navidad. Su significación como un supuesto hecho religioso trascendente ha desaparecido. El personaje de Jesús se ha mezclado y ha caído por debajo de otros personajes, mucho más divertidos, como Papa Noel (Santa Claus), Rudolph el reno de la naríz roja, o los “caganers” del príncipe y de “la Leti”. La tradición religiosa se ha disgregado en sus componentes más folclóricos, ya sean autóctonos o importados, los villancicos, las decoraciones, las comidas y la juerga.

Supongo que esta “banalización” crea una honda preocupación entre los cristianos practicantes, pero yo creo que es una muestra más de la total desconexión con la religión que tiene una gran mayoría de la gente. Aunque la Iglesia se empeñe en indicar que una abrumadora mayoría de la población sigue siendo católica, la realidad es muy distinta. Puede que sobre el papel haya muchos millones de católicos, pero realmente son muy pocos, poquísimos.

 

Carlos Menéndez

http//www.segurosmagazine.es

Escrito por: seguros.2007/12/26 11:01:34.797000 GMT+1
http://www.segurosmagazine.es

Gracias, Marieta. Estoy de acuerdo contigo, Carlos. La Navidad hoy en día es una experiencia comercial. Pero se puede aprovechar para otras cosas.

Escrito por: Jean.2007/12/26 12:04:55.125000 GMT+1

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