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2011/01/24 09:25:38.251000 GMT+1

Una lupa sobre la juventud

Fondapol es el acrónimo de la Fundación para la innovación política (Fondation pour l'innovation politique), un centro francés de análisis políticos, que acaba de publicar lo que denomina "Una encuesta planetaria sobre la juventud mundial 2011". En su página web se califica a sí misma como "un think tank [sic] liberal, progresista y europeo". Tratándose de una institución radicada en un país, como Francia, tan preocupado por la pureza de su idioma frente a la penetración de los anglicismos, sorprende el uso de la expresión inglesa, por habitual que sea, para referirse a lo que tanto en francés como en español es un grupo de reflexión.

La encuesta se realizó a mediados de 2010 con la participación de 32.714 personas de edad comprendida entre 16 y 29 años, en veinticinco países. No es una encuesta verdaderamente "planetaria", como se anuncia en la portada del documento; más bien responde al carácter europeo de la fundación, pues de los veinticinco países incluidos trece son europeos (incluida Rusia) y tres están muy vinculados a la UE (Israel, Marruecos y Turquía). Asia sólo está representada por China, India y Japón, y del continente americano se ha sondeado la opinión de jóvenes en Brasil, Canadá, EEUU y México. Australia y Sudáfrica completan la lista.

Otra restricción del ámbito de la encuesta es su realización por correo electrónico, lo que presupone un cierto nivel cultural y económico. A pesar de todo, los resultados presentan un innegable interés, principalmente en el ámbito europeo.

La idea de Europa no motiva a la juventud de nuestro continente. Sentirse europeo es uno de los tres factores que menos influyen en su identidad (solo un 48% lo estiman), seguido por la etnia (45%) y la religión (35%). En cambio, un 90% de los jóvenes marroquíes valoran la religión como elemento esencial de su identidad; el marcado contraste merece una interpretación más detenida.

Entre los jóvenes europeos, son los rumanos, húngaros y polacos, por este orden, los que más estiman su "europeidad", aunque en todo caso nunca la anteponen a la nacionalidad (en Polonia, el 77% se siente más polaco que europeo).

Entre el 70% y el 80% de los jóvenes chinos, brasileños o indios piensa que el futuro de su país es prometedor. Esta cifra se reduce drásticamente en los países europeos, cuyo promedio es del 27%. Españoles, franceses, griegos, húngaros e italianos son los más pesimistas (solo un 20% de los jóvenes españoles ve con optimismo el futuro de su país). La juventud mexicana, japonesa y estadounidense no muestra mayor optimismo. Sin embargo, cuando se trata de valorar el futuro personal, las cifras no son inferiores al 50% en la mayoría de los países. Aún allí donde la situación es más angustiosa, los jóvenes confían en que ellos sí sabrán salir adelante a pesar de las dificultades.

Algunas oficinas de reclutamiento europeas van a tener problemas en los próximos años: el 59% de los jóvenes de la UE se declara contrario a morir en guerra defendiendo a su país. Destacan los españoles (75%), italianos (72%) y alemanes (65%). En el extremo opuesto se hallan los griegos, finlandeses y polacos; son países que han sufrido agresiones de sus vecinos en épocas recientes. Los jóvenes más dispuestos a morir por su patria no están en la Unión Europea: son los indios, chinos, turcos, marroquíes e israelíes. Dejo al lector que extraiga las consecuencias más apropiadas.

La confianza de los jóvenes en los ejércitos -aunque ellos, personalmente, no quieran morir por la patria- es por lo general mayor que en otras instituciones del Estado. Por otra parte, si la juventud china, marroquí e israelí expresa altos índices de confianza (superiores al 50%) en sus Gobiernos y parlamentos, menos de un 20% de los jóvenes mexicanos, franceses, griegos, españoles e italianos es de la misma opinión. El análisis de la encuesta revela que son muchos los jóvenes que en esto coinciden con sus mayores.

Donde la encuesta muestra mayores discrepancias entre jóvenes europeos y extraeuropeos es, como no podía ser menos, en su opinión sobre la integración de los inmigrantes. Chinos, mexicanos, brasileños, polacos, indios, sudafricanos y marroquíes piensan en su mayoría (por encima del 60%) que los inmigrantes deben conservar sus señas culturales propias. Por el contrario, los jóvenes europeos -entre los que destacan españoles, alemanes, franceses e ingleses, con parecidos porcentajes- apoyan la plena integración.

Nada extraordinario revela, en suma, esta encuesta, y más bien sirve para corroborar las tendencias generales de los países donde se ha realizado. Pone también el dedo en la llaga allí donde existen cuestiones candentes no fáciles de resolver: el incierto futuro de la Unión Europea, la desvinculación popular de la política, los efectos de los movimientos migratorios y el cambio de valores experimentado por la juventud en los últimos decenios. Los sociólogos han advertido otras tendencias, que no cabe citar en este breve comentario, en el vasto conjunto de datos recopilados, que el lector interesado puede consultar en: http://www.fondapol.org/etude/2011-la-jeunesse-du-monde. Recomiendo vivamente su lectura.

Publicado en CEIPAZ el 24 de enero de 2011

Escrito por: alberto_piris.2011/01/24 09:25:38.251000 GMT+1
Etiquetas: juventud | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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