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2013/05/03 10:05:4.085000 GMT+2

En España, hace 40 años

En julio de 1973, hace ahora casi cuarenta años, cuatro estudiantes de un centro español de enseñanza superior fueron expulsados de él por decisión de un llamado Consejo de Disciplina. Se les formularon verbalmente los cargos en los que se basaba la expulsión, que fue inmediata, sin posibilidad de defensa ni de elevar recurso de ningún tipo. En el expediente de uno de los sancionados, posteriormente publicado, se puede leer el texto de los cargos aducidos contra él.

Veamos uno de ellos: "Haber sufrido una crisis religiosa que le ha llevado a no ser católico, aunque conservando una creencia cristiana". Cualquier lector desconocedor de los detalles de este caso llegará fácilmente a la conclusión de que el citado centro de enseñanza superior no podría ser otra cosa que un seminario, una universidad eclesiástica, del Opus Dei o de alguna otra organización religiosa, o incluso alguna orden misionera donde no era suficiente la "creencia cristiana" sino que era preciso dar rigurosa profesión de fe católica. ¿Qué entidades de este tipo existían en la España de 1973? Dada la omnipresencia del nacionalcatolicismo reinante, las opciones parecen infinitas.

Para resolver esta duda conviene leer algún cargo más de los presentados contra el mismo alumno: "Amistad con universitarios, con los que habla de los aspectos reformables de la sociedad". ¡Vaya! - pensará el lector -esta acusación entraña complejos matices. Parecería tratarse, pues, de algún centro de enseñanza para personas que específicamente no desean reformar la sociedad o, si lo desean, no les conviene inspirarse en las ideas que al respecto tengan los universitarios. El enigma parece complicarse un poco más.

Otro de los cargos aducidos reza así: "Estudiar preferentemente materias económicas, en perjuicio de las materias técnicas". Esto está más claro a primera vista, ya que técnica y economía son conceptos claros para todos. Sin embargo, la preferencia que los disciplinadores muestran por la técnica sobre la economía aumenta la perplejidad sobre la naturaleza del centro en cuestión, ya que hasta los ingenieros necesitan estudiar los factores económicos relacionados con cualquier proyecto que hayan de desarrollar. ¿Tendrá esta extraña exigencia algo que ver con el catolicismo requerido? ¿Un catolicismo "técnico" antes que "económico"? Complejo asunto.

Todavía causa más sorpresa el texto de esta otra acusación: "Adquisición y lectura de libros y revistas de temas económicos, culturales y sociales". Es decir, en ese centro superior de enseñanza español, la lectura de temas económicos, culturales y sociales era motivo de expulsión, aunque se tratara de libros y revistas legalmente publicados y libremente adquiribles. ¿Qué recónditas enseñanzas podría impartir un centro que con tanta insistencia cerraba los ojos ante la economía, la cultura y la sociedad?

En resumen, la adivinanza se plantearía así: ¿Cuál puede ser el centro de estudios superiores español que en 1973 exigía conservar la fe católica, rehuir las ideas universitarias sobre una posible reforma de la sociedad, rechazar los asuntos económicos en favor de los técnicos y prohibir la lectura de temas económicos, culturales y sociales? La famosa expresión churchilliana sobre Rusia, "un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma", parece del todo aplicable a la cuestión aquí expuesta.

No tema el lector que le conduzca a un laberinto sin salida. Hay una imputación adicional que nos pone sobre la pista definitiva: "Trato de familiaridad con algunos soldados". ¡Soldados! es la palabra clave. Su presencia en el citado centro parece excluir que se trate de una entidad religiosa y apunta hacia el mundo militar. Efectivamente, en este ámbito está la solución al problema: se trata, nada más ni nada menos, que de la Academia de Infantería del Ejército Español, radicada en la bella e histórica ciudad de Toledo. Y los estudiantes expulsados eran alféreces alumnos de la citada academia.

Dejo al libre criterio del lector valorar la transformación sufrida por los ejércitos españoles en los cuarenta años transcurridos desde el hecho que aquí se comenta. Observe a su alrededor a los modernos oficiales, hombres y mujeres, que en el ejercicio de su profesión, al servicio del Gobierno legítimamente establecido, estudian, trabajan, ejercen cargos de responsabilidad y desarrollan su carrera militar ajenos a aquel absurdo pasado con el que muchos de los que les precedimos en la profesión tuvimos que convivir y que ahora parece del todo inverosímil.

Terminaré expresando mi agradecimiento al autor del libro de donde he extraído este fragmento histórico, Fidel Gómez Rosa, doctor en Ciencias Políticas, investigador histórico y subteniente del Ejército del Aire. "Los militares olvidados por la Democracia" (Ed. viveLibro, Madrid 2013), que se presentó en el Ateneo madrileño el pasado 17 de abril, es un muy documentado estudio de la Unión Militar Democrática y de aquellos militares profesionales que, arriesgando y perdiendo sus carreras, y sufriendo prisión y otras tropelías, ayudaron a marcar el rumbo por el que habrían de evolucionar los ejércitos de la democracia española.

República de las ideas, 3 de mayo de 2013

Escrito por: alberto_piris.2013/05/03 10:05:4.085000 GMT+2
Etiquetas: umd ejercitos | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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