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2003/04/01 10:31:36.950000 GMT+1

Testimonio de torturas de Xabier Oleaga

El siguiente testimonio es parte de lo comunicado por Xabier Oleaga tras haber sido detenido e incomunicado en la operación contra Egunkaria de febrero de 2003.

«La tensión era tan grande que me hizo perder el conocimiento»

(...) Al poco rato de volver a la celda, se empezaron a oír golpes fuertes en los interrogatorios. Gritos, golpes, lamentos de los torturados...Durante toda la noche, de vez en cuando. Me tuvieron toda la noche de pie y de cara a la pared, Al siguiente día estaba destrozado de tanto estar de pie.

(...) A la mañana me di cuenta que el que estaba conmigo en la celda era Iñaki Uria. Estaba muy mal y empecé a ponerme nervioso. Empezaron a aparecérseme los primeros síntomas de claustrofobia. Tengo claustrofobia bastante avanzada. He recibido tratamiento de psicoterapia y homeopatía. En los dos últimos años no me he subido a un ascensor y nunca utilizo el transporte público cuando va lleno. A los que me detuvieron ya les dije que sufro de claustrofobia.

(...) Se oían sesiones de interrogatorios. La tensión iba en aumento. Escuché a una mujer llorando en la celda de al lado. Los guardias civiles, entre los que había una mujer, le ofrecieron tampones y compresas. Más tarde supe que se trataba de Inma Gomila. En otra celda contigua, otro de los detenidos pedía que le dejaran hablar con el juez. Empezó a pegarse la cabeza contra la pared. Los guardias civiles empezaron a ponerse nerviosos. Lo intentaban evitar de malos modos, con amenazas.

(...) En eso, no sé si por la claustrofobia o la tensión, perdí el conocimiento y me caí. No se cuanto tiempo estuve así. Pienso que unos pocos minutos. Se empezaron a poner nerviosos. Decían bastante preocupados que quizás tendrían que llevarme al hospital. Me tumbaron en la cama de la celda, que era un colchón sucio encima de una especie de cama de piedra. (...) Me volvieron a llevar al interrogatorio. Esta vez fue más fuerte. Flexiones con los muslos, gritos, golpes con algo parecido a un periódico recogido...pero no eran golpes fuertes, si más bien como simulacros.

(...) Desde que estuve el sábado con el forense hasta el domingo a la mañana, ese tiempo fue especialmente tenso. Me interrogaron una y otra vez. En uno de los últimos interrogatorios, me desnudaron y me pusieron a hacer flexiones, también boca abajo, hasta que no podía más. En esa posición simulaban empujarme o pegarme con un palo de papel, cargaban la pistola y me disparaban sin bala, a veces presionándome con el cañón en la cabeza. En la celda de al lado se escuchaban simulaciones de gritos de torturas, y me amenazaban diciendo que me iban a llevar ante esos otros, que había tenido suerte por que ellos eran buenos. Estaba temblando de miedo y de frío, con los ojos vendados, en la oscuridad, con claustrofobia...Al final, me llevaron a declarar sobre las tres de la mañana. Me leyeron mis derechos y me dijeron que detrás de mí estaba el abogado de oficio. No lo vi. Me hicieron unas 25 preguntas y yo sólo contesté dos. Se enfadaron y me dijeron que me tendrían otros dos días. Me intentaron engañar con un papel sobre eso, pero estaba claro que era mentira. Llegué sobre las seis ante el juez. Le dije cómo me habían tratado y le pregunté sobre cual era el momento para denunciarlo. Me contestó que aquel no era el momento, pero que hablara de todas formas. No me preguntó nada, ni tan siquiera mostró interés. Y no me dijo cuál era el momento adecuado para la denuncia.

Se me ha olvidado decir que cuando me tuvieron desnudo haciendo flexiones, simulando que me golpeaban, seguían el método de tortura llamado la rueda. Consiste en, de vez en cuando, hacer un ruido tremendo haciendo golpear barras de plástico duro o de metal contra una especie de mesa. A decir verdad, más que daño físico, me hicieron presionaron psíquicamente y me agotaron mentalmente. En mi caso por lo menos, simularon más que aplicaron. Me pegaron, pero sin hacerme daño físico, con la palma de la mano, con palos de papel, con pelotas de papel, me empujaban entre cuatro o cinco de ellos, pero sin violencia, más que nada para marearme. Y cuando me ejecutaban con la pistola en la cabeza, no eran muy creíbles.

Escrito por: luistxo.2003/04/01 10:31:36.950000 GMT+1
Etiquetas: tortura oleaga testimonio | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (1)

Referencias

...rturas, y me amenazaban diciendo que me iban a llevar ante esos otros, que había tenido suerte por que ellos eran buenos.” Leer el resto del testimonio de Xabier Oleaga.Xabier Alegria: “Yo estaba totalment...

Referenciado por: Â¿Qué ha sido de las acusaciones de tortura? (FAQ #7) - Juicio a Egunkaria 2009/12/07 07:05:24.714000 GMT+1

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