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2005/06/10 06:00:00 GMT+2

El techo de Rajoy

La derecha española está saliendo del armario. Es de agradecer. Resultaba grotesco ver a derechistas consumados fingiéndose modernos y tolerantes, haciendo como si fueran acendrados defensores de los derechos de las nacionalidades -hablando catalán en la intimidad y hasta soltando algunas cosillas en vascuence, fuera de zulo, talde, herriko taberna, kale borroka y otros términos consagrados por la Real Academia de la Audiencia Nacional-, dándoselas de partidarios de la plena igualdad entre los sexos, de la aconfesionalidad del Estado, del pleno reconocimiento de los derechos civiles de las y los homosexuales, de enemigos mortales de la xenofobia... En fin: travestidos con las señas de identidad de la España desafecta.

Están más propios así, en su salsa, manifestándose en contra de esa marranada del matrimonio homosexual, clamando contra el diálogo como fórmula de superación de la violencia, sosteniendo que quien pacte con nacionalistas de la periferia acabará quiera que no poniendo bombas y vendiendo a su propia madre, negándose a dar los buenos días en euskara incluso en un centro de enseñanza de esa lengua -lo hicieron en Navarra hace pocos días varios representantes de UPN: con un par, como Dios manda- y oponiéndose a las listas electorales paritarias, por mucho que las Ana Botella, las Esperanza Aguirre y otras Margaret Thatcher hayan demostrado hasta la saciedad que la presencia en la vida política de mujeres de su estilo no pone en peligro el orden establecido, sino todo lo contrario.

Durante años se ha dado por supuesto que la derecha pura y dura tiene en España una existencia casi marginal, intrascendente. Es falso. El franquismo no constituyó un fenómeno superficial, episódico. Fue la expresión de una corriente social de hondas raíces históricas. De unas raíces que nadie ha arrancado y que, aclimatándose a los nuevos tiempos, siguen empujando hacia la superficie. Y aflorando.

La derecha española recalcitrante existe, y tiene un peso social de primera importancia. Se manifiesta con particular transparencia en aquellos aspectos que cree menos politizados: en sus preferencias culturales y artísticas, en sus forofismos deportivos, en sus querencias mediáticas.

Es de agradecer -ya lo he dicho- que haya decidido manifestarse sin tapujos. Y que los líderes del PP encabecen el movimiento.

Merecen gratitud no sólo por el valor de su sinceridad, sino también porque, situándose en el campo de la derecha pura y dura, recolectarán los votos que tiene en España la derecha pura y dura. Que son muchos, pero no dan para gobernar.

En tiempos se toparon con lo que se llamó «el techo de Fraga». Lograban los votos de la derecha tradicional, pero no más. Ahora van camino de alcanzar «el techo de Rajoy». Aunque no creo que Rajoy aguante para verlo.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (10 de junio de 2005) y El Mundo (8 de junio de 2005). Hay algunos cambios, pero no son relevantes y hemos publicado aquí la versión del periódico. Subido a "Desde Jamaica" el 21 de octubre de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2005/06/10 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: pp apuntes fraga derecha preantología 2005 rajoy el_mundo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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