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2010/09/13 06:05:00 GMT+2

José K, torturado se presenta el 19 de septiembre en la Fiesta del PCE en Madrid

El próximo fin de semana se celebra en San Fernando de Henares (Madrid) la Fiesta del PCE. Entre los actos previstos, el domingo 19 de septiembre, a las 12:30 horas del mediodía, los organizadores han confirmado la presentación del libro "José K, torturado".

Presentación de libro: "José K, Torturado" de Javier Ortiz

Editorial Atrapasueños

Intervienen: Isaac Rosa (escritor), Sandra Toral (actriz), Jorge del Cura (Coordinador Prevención Tortura) y Charo Díaz (compañera de Javier Ortiz).

Presenta: Joaquín Recio (Editorial Atrapasueños).

Por medio de la presente os invitamos a todas aquellas personas que queráis a que os paséis por el acto. Allí nos veremos.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2010/09/13 06:05:00 GMT+2
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2010/05/24 22:25:00 GMT+2

Javier Ortiz

Vayan por delante mis excusas, porque barrunto que este post apenas será del interés de nadie más que del mío. Como soy un desastre para las fechas, ha tenido que venir don Hugo a recordarme que ayer hizo un año que murió Javier Ortiz, dejándonos huérfanos de sus misivas diarias. La lucidez de Javier me aviva mucho el pensamiento. Su capacidad de decir mucho en pocas frases es proverbial (y hablo en presente, porque sus escritos y reflexiones de entonces permanecen tan vigentes como el primer día).

Así que esto no es una entrada de las habituales en este blog de ustedes, sino un homenaje sencillo a un hombre nada sencillo que siempre supo explicarse con absoluta sencillez. Es por él que me decidí a escribir un blog y, sobre todo, a mantenerme fiel al compromiso de actualizarlo cada día. Lo hago con gusto, pero, sobre todo, confieso que lo hago para no fallarle. A él, que igual me lee desde Jamaica.

Miguelo Arancibia. Javier Ortiz. 29 de abril de 2010.

Escrito por: Miguelo Arancibia.2010/05/24 22:25:00 GMT+2
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2010/05/22 22:40:00 GMT+2

Un año en Jamaica

Un año lleva ya en Jamaica. Sentado bajo una palmera, escribiendo frenéticamente en el portátil, con una botella de güisqui a mano y al son de la música de Emmylou Harris, como genialmente lo retrataron Ricardo&Nacho hace ahora doce meses en la tira de El Mundo. Parece que fue ayer, pero ya ha pasado un año de la muerte de Javier Ortiz, un tipo contracorriente al que daba gusto leer. Hay columnistas que se convierten en parte de tu desayuno. Te gusta leer sus textos porque siempre te aportan lucidez y te invitan a reflexionar. Ortiz era uno de ellos. Su columna bastaba para amortizar la compra del periódico en el que firmara sus artículos, ya fuera El Mundo o Público. Para quienes aún hoy usamos la brújula para orientarnos por el mundo de los blogs y las redes sociales, Ortiz fue todo un descubrimiento. No había que esperar a su columna semanal, porque todos los días colgaba una en su bitácora de Internet, esa misma web (luego renovada) que hoy siguen alimentado sus amigos. Y esos mismos amigos que este viernes han organizado un homenaje en el Koldo Mitxelena de Donostia, impulsado por Alternatiba y apadrinado por las Juntas Generales y la Diputación. Con el título de El compromiso de Javier Ortiz, se celebrará una mesa redonda (19.00 horas) moderada por Mariano Ferrer, en la que participarán la actriz Arantxa Gurmendi, el periodista Ignacio Escolar, la magistrada Garbiñe Biurrun, el escritor Rafael Chirbes y el blogger Mikel Iturria. Jabier Muguruza y Ángel Unzu cerrarán el acto con un par de canciones en directo. Salud, Javier.

Juanma Molinero. Un año en Jamaica. Noticias de Gipuzkoa. 28 de abril de 2010.

Escrito por: Juanma Molinero.2010/05/22 22:40:00 GMT+2
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2010/05/20 23:05:00 GMT+2

El día 365 después de

Levantarme, estirarme, hacer un pis, paseos a la cocina y encender el ordenador. Precisamente hoy hace un año que se me heló la rutina mañanera, había muerto inesperadamente Javier Ortiz. Anoche me acordaba de él con un whisky y la viñeta de Ricardo y Nacho que me dio Charo en una reunión de amigos de Madrid a los que nos unían esas benditas rutinas alrededor de la página del Ortiz. Quedan amigos y miles de palabras sensatas que Iturri sigue agitando cada día. Durante estos 365 días mi vida ha cambiado un poco, un trabajo nuevo y una hija aún sin nombre en camino que me hacen un poco más… diferente, un poco otro eltransito supongo, y sin embargo cada día ante cada titular desasosegante que nos arrincona a hostias sigo haciendo lo mismo, perguntarme que diría sobre esto JOR. Desde Jamaica.

Luis Eltránsito. El día 365 después de. 28 de abril de 2010.

Escrito por: Eltránsito.2010/05/20 23:05:00 GMT+2
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2010/05/19 22:05:00 GMT+2

Para Javier Ortiz: elegía-pendiente de cerezas

Mi querido amigo, Javier Ortiz:

El viernes 30 de abril se celebró en San Sebastián un homenaje en tu honor; homenaje que casi coincidía con el aniversario de tu muerte.

De izquierda a derecha, tu querida hija Ane, tu amada Charo, María Jesús Aramburu, Rafaela Romero y Mariano Ferrer. Foto: Carmen Montalbán

El 28 de abril del año pasado te marchaste a empezar otra partida. Me quejé ─¿no te acuerdas?─ de que no hubieses dejado escrita tu elegía como dejaste escrito tu obituario. Pues bien, un año después, me pasa lo mismo. Desde el día de tu homenaje, ando con la locura en la cabeza: si escribo o si no escribo; si recuerdo o no recuerdo. Ya no sé si me explico. Tú me conoces: nunca tengo tiempo para andar con prisas y mis plumas de níquel vuelan muy despacio. Cuando quise darme cuenta, los días se habían ido sin que tú vinieras a azuzar mi agenda, como hacías las vísperas de los cumpleaños. Eso no volverá a ser. Además, estaba esa otra memoria, que apuñala. Tú eres, todavía, una herida abierta; y, yo, a veces, me callo. No quiero repetir lo que está dicho. Sólo que mi silencio, esta vez, era pura elegía y me tenía vencida, sin vencerme. Más fácil habría sido permitir que mi voz saliera al aire libre, pero ese cuerpo tuyo iba por ahí, sin sombra todavía, y te juro que yo no sabía qué hacer. ¿Tenía derecho a asaltar tu insustancial Jamaica con un ímpetu mío en carne y hueso? ¿Hasta dónde me agradecerías el empleo de la nostalgia? ¿Iba a dejarte a gusto recibir una carta, como ésta, sin despedida?, ¿o sería, para ti, como un zarpazo?

¡Cuánta presión, la hostia!

Podeis seguir leyendo Para Javier Ortiz: elegía-pendiente de ... cerezas en el blog de la autora, Carmen Montalbán. 18 de mayo de 2010.

Escrito por: Carmen Montalbán.2010/05/19 22:05:00 GMT+2
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2010/05/11 15:00:00 GMT+2

Javier Ortiz sigue por Jamaica

Parece mentira, pero si, ya ha pasado todo un año desde que, con un nudo en el estómago y en el corazón, tuve que escribir un post que ojalá jamás hubiera tenido que escribir. El que siempre será un maestro de periodistas se había largado a Jamaica, así, casi sin avisar. Evidentemente, estoy hablando de Javier Ortiz, el que siempre será una referencia ineludible cada vez que me siento ante un teclado para comentar algún aspecto de la actualidad.

Y afortunadamente, no soy el único que siente esta ausencia como un vacío. Su recuerdo permanece vivo a través de su blog (gracias @) y de su cuenta de Twitter (@) y hoy son muchos los bloggers que le brindan un merecido homenaje a través de unas lineas. Sentidas son las palabras de otro maestro, Javier Vizcaíno (@), que tuvo la suerte de compartir con él muchas horas de radio y, me imagino, muchas anécdotas y vivencias. También hemos leído un sentido post en el blog de Hugo Martínez Abarca y también en El Tránsito, Luis de la Cruz (@) se hace eco de esta efeméride. Seguro que serán muchos más los que hoy dediquen un pequeño recuerdo al maestro Ortiz.
Este viernes recibirá un más que merecido homenaje en Donostia, al que desgraciadamente no podré asistir. Pero animo a los que podáis a que os deis una vuelta por allí para que veáis que no se puede olvidar a una persona que siempre ha ido con la verdad por delante, que su recuerdo permanece vivo y espero que siga así por mucho tiempo. La separación es temporal, ya que estoy seguro de que algún día nos veremos por Jamaica y recuperaremos el tiempo perdido…

José Luis Salgado. Javier Ortiz sigue por Jamaica. 28 de abril de 2010.

Escrito por: José Luis Salgado.2010/05/11 15:00:00 GMT+2
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2010/05/10 13:00:00 GMT+2

Un año y un día sin Javier Ortiz

Lo malo de una columna diaria es justo eso, que es diaria; que no te puedes permitir ni un día malo. Yo hoy no tengo uno de los mejores y me acuerdo de Javier Ortiz, que incluso la víspera de su muerte, hace un año y un día, no dejó de mandar su columna a Público. Ha llovido ya mucho desde esa condena. Nos hemos arrugado tanto en doce meses que hoy me cuesta imaginar qué habría dicho Ortiz de tantas cosas. Qué hubiese escrito sobre el proceso judicial a Garzón, él, que tanto criticó al juez estrella, pero que más crítico fue aún con la amnesia de la Transición; con la injusticia de esas fosas comunes en las cunetas a las que con suerte honra, a modo de monolito, una señal de ceda el paso. Qué habría dicho sobre la absolución de Egunkaria. Qué opinaría sobre los lentos gestos de las estatuas que dicen moverse en Batasuna.

Hay muchas cosas buenas que se pueden decir de Javier ahora que él y yo, ateos ambos, estamos seguros de que no nos oye. Pero una de las fundamentales es que Javier, a diferencia de tantos, no era previsible. No es que buscase epatar, nunca fue estrambótico o genialoide, todo lo contrario. Sus artículos, una vez trazados, eran siempre tan honestos y tan lógicos que casi parecían el único camino entre dos puntos lejanos.

Javier se fue dejando también una evidencia de otra de sus virtudes: su gran humor. Por eso dejó escrito su propio obituario, para evitar que “cualquier gacetillero inútil” le arruinase su muerte. Javier se fue pero su blog, www.javierortiz.net se quedó. Hoy lo mantiene un amigo con viejos artículos, tan bien elegidos que no pierden vigor a pesar de ser descongelados. Javier y yo nos equivocamos. Hay vida después de muerto. Aunque esa vida sólo sea el recuerdo en tu memoria.

Ignacio Escolar. Un año y un día sin Javier Ortiz. 29 de abril de 2010.

Escrito por: Ignacio Escolar.2010/05/10 13:00:00 GMT+2
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2010/05/07 13:50:00 GMT+2

Jajaja :-(

Cada semana me persigue la idea de dejar de escribir esta columna al enfrentarme al odioso ritual de lo habitual: decidir qué tema derramar sobre el papel, y cómo hacerlo. Me asalta el pánico a aburrir, la fobia a carecer de punto de vista, y el vértigo a resultar tan inocuo como hollar -de nuevo- el Annapurna. Y aunque sigo defendiendo el humor como la mejor arma para descargar una idea, me he dado cuenta de que mi lucha armada es tan subversiva como una canción de Maná. Siempre he invertido en la risa, pero últimamente mi sonrisa se está invirtiendo. La obligación de sacar el periscopio para tratar de otear la realidad me pone cada vez de peor hostia. Seamos serios: la actualidad es tan gris-ceniza que los diarios deberían llevar una pastillica de Prozac al dorso. Y aunque haya kalhendaris que se empeñan en decirnos que hoy vivimos mejor que hace un año, leo que las llamadas al teléfono de la esperanza se han disparado.

Aun así siempre hay algún lector que me anima diciendo que le arranqué una sonrisa. Ahora soy yo quien demanda unas risas a crédito. Curiosamente, la última sonrisa me la ha prestado la muerte. El viernes pasado acudí a un divertido y sentido homenaje póstumo al columnista Javier Ortiz, a quien descubrí en la red apenas dos años antes de su muerte viaje a Jamaica. Y digo yo que ya podían resucitarlo por esas tierras de vudú. Porque aunque personas como mi amigo Iturri mantienen viva su memoria, no es suficiente. Necesitamos más resentidos sociales con humor. Todavía quedan algunos, pero éstos no están en los medios sino en los bares.

Siempre que me preguntaban por mi columna de cabecera respondía que mi favorita es la columna jónica; como buen columnista diletante, carezco de caprichos intelectuales. Ahora tengo uno: Javier Ortiz. Basta el ejemplo de cómo se despidió el muy cabrón. Hasta en la última línea de su obituario dejó un mensaje cachondo: "En fin, otro puesto de trabajo disponible, algo es algo". Algo ya es mucho, Javier.

Angel Aldarondo. Jajaja :-(. El topo (Noticias de Gipuzkoa). 6 de mayo de 2010.

Escrito por: Angel Aldarondo.2010/05/07 13:50:00 GMT+2
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2010/05/06 06:01:00 GMT+2

Un viaje en patera

Desde que Javier falleció, este blog –al de Jean Valjean, a la celda, me refiero- no es el mismo. Fundamentalmente porque yo, que soy quien lo alimenta, no soy el mismo. No tengo la misma ilusión ni la misma energía. Ni siquiera tengo tiempo. El estrés del día a día impone su dictadura y deja poco espacio para la reflexión. Para escribir hace falta reflexionar; si no, pasa lo que pasa y, vale, encuentras trabajo en los intereconomías de turno, pero tampoco es plan. El fin no justifica los medios. Me morderé la lengua y sangraré, pero saborearé mi sangre sin recurrir al vampirismo.

Javier, no en pocas ocasiones, me animó a seguir manteniendo con vida este lugar. Pero, sobre todo, Javier me empujó, aun sin saberlo, a fertilizar mi espíritu crítico, a cuidarlo, a levantar la voz y discrepar, a mostrar mi malestar, a refunfuñar, a reflexionar. Al hacerlo, durante estos últimos años, –o al intentar hacerlo, que no siempre lo conseguí- , me he ido encontrando con todo tipo de escenarios, por los que he pasado con la vitola de “polemista”, “pesimista”, “fascista”, “comunista”, “etarra”, y no sé cuántas lindezas más. Quizá la única expresión que he recibido y aceptado con naturalidad sea la de “resentido”, porque no puedo negar que, con los años, me he convertido en un resentido social. Con esta definición, Javier Ortiz mantuvo su blog a diario, sin descanso ni pausa hasta su adiós definitivo. Diseccionó la realidad como si su pluma fuese un bisturí, acometió la escritura con inteligencia y con una criticidad providencial.Fue, sin pretenderlo, mi gran maestro. Y ahora que no está, me doy cuenta de que aprendí más bien poco. Es lo que tiene ser un alumno sin fuerza de voluntad ni constancia. No sé si volveré a recaer en la ilusión escrita, pero ahora, hoy y aquí, ando flojo de fuerza para tratar de cambiar nada mediante un discurso. Cuando tanto se manosea el sentido de la palabra Libertad, cuando tanto se zarandea la palabra Democracia, uno acaba por apartarse y dejar que en el camino sigan sobándolas y manipulándolas quienes se han apropiado de la política, de nuestra política. Ellos se reparten las ganancias, el pescado. Pues buen provecho. No seré yo quien eructe sobre las cenizas de la ética.

Cada día paso por el lugar donde estuve con Javier por última vez charlando. Cuando lo recuerdo ahí, sentado conmigo, siempre me asalta un sentimiento de absoluta e inconsolable impotencia. Confieso que ya no sigo sus escritos en la web. Cuando lo he hecho me he sentido frustrado, dolorido. Siento rabia por su ausencia. Me duele leer a Javier. Me duele. Supongo que algún día aprovecharé mi escaso tiempo libre para releer su obra y volver a paladear la grandeza de una mente privilegiada, pero ahora no puedo. No tengo a quién pedirle explicaciones por la desaparición de Javier; ya me gustaría poder echarme a alguien a la cara y ajustar cuentas, pero mi imaginación no me da para la fe. Ni siquiera el miedo.

No sé si volveremos a vernos. No sé si Jamaica existe. Será que, como le conté a él cierto día, hoy me he levantado socrático y sólo sé que no sé nada.

Me encantaría acudir a San Sebastián a su homenaje, pero no me resulta posible. Me consuela el hecho de que cada día le rindo mi particular recuerdo. Mi reverencia diaria ante su maestría me lleva a iniciar cada sesión o viaje por Internet en www.javierortiz.net.

No sé si llegaré a abuelo, pero si tengo oportunidad, algún día le contaré a algún nieto que una vez me subí a una patera, remé junto a Javier y un buen puñado de amigos, y nunca más volví a ser el mismo.

¿Mejor o peor? No lo sé, pero distinto.

Jean Valjean. Un viaje en patera. La Celda de Valjean. 28 de abril de 2010.

Escrito por: Jean Valjean.2010/05/06 06:01:00 GMT+2
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2010/04/29 06:05:00 GMT+2

Un año sin Javier Ortiz

El 28 de abril de 2009 terminé de prepararme al desayuno y me dirigí, como todos los días desde hacía unos pocos años al ordenador. El desayuno se hacía leyendo el apunte de Javier Ortiz. El 28 de abril de 2009 el apunte publicado en el blog de Javier Ortiz era antiguo, Javier ya lo había publicado unos años antes dejando un recado: el día que me muera, intentad que sea éste el obituario que publique la prensa. Como dicen los clásicos, los apuntes en los blogs se repiten dos veces: la primera como maravillosa humorada y la segunda como puñetazo en el estómago. Aquella repetición se debía a la muerte de Javier Ortiz cuyos corazón y respiración se habían detenido, y así no hay quien pueda.

Javier Ortiz era capaz de tener pasión política y opinión distante (la lógica incómoda), lo que hacía de él un estupendo bastón sobre el que apoyarse al caminar. ¡Cuántas veces me he planteado qué pensaría Javier Ortiz sobre esto o aquello! Sin duda sobre todo lo que está ocurriendo con el procesamiento a Garzón, sobre la revuelta en torno a la Transición (acabo de escuchar en la TVE exterior a De La Vega diciendo que la Transición no trajo impunidad y sí convirtió a España en una potencia en Derechos Sociales: con defensores así la Transición no necesita enemigos). Creo que sé que sería tremendamente escéptico sobre los pasos de la izquierda abertzale hacia la paz y sobre sus posibilidades a largo plazo sin que los gobiernos vasco y madrileño muevan un músculo, aunque probablemente nos diera alguna información para entender lo que se mueve. Sobre el gobierno de Patxi López intuyo qué pensaría, porque Javier tenía pensamiento propio pero no era un pensamiento estrafalario, sino racional: la razón sabe que de la nada, no sale nada, así que sobre el gobierno de Patxi López pensaría nada.

Durante este año la página de Javier se ha ido actualizando todos los días, con apuntes que muchas veces permitían analizar perfectamente la actualidad, seguramente porque él quita o añade alguna coma o algún adjetivo desde Jamaica. Es lo que tienen los tipos coherentes: que no necesitan del detalle concreto del día para decir una cosa o su contraria; anecdotas livianas como la propia muerte no son suficientes para que el pensamiento propio se moldee. Dentro de un par de días se celebra un homenaje en Donostia al que iría si no estuviera en Berlín (¿alguien puede sustituirme?)

Javier Ortiz era la lucidez. Tuvo una capacidad insólita de utilizar breves textos para la reflexión. Estamos acostumbrados a pedantes que esconden sus reflexiones tras palabrería vacía y enormes parrafadas prescindibles y a simples a quienes el espacio de una columna les sobra para exponer su pensamiento completo. Javier Ortiz tenía esa capacidad de armar un pensamiento propio en píldoras diarias, una cada día, a la hora del desayuno. Un año después, seguimos necesitando a Javier Ortiz. Menos mal que le veremos en Jamaica.

Hugo Martínez Abarca. Un año sin Javier Ortiz. Quien mucho abarca. 28 de abril de 2010.

Escrito por: Hugo Martínez Abarca.2010/04/29 06:05:00 GMT+2
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