Viernes por la tarde. A las 19:00 horas hay convocada una manifestación a favor del Gaztetxe Kortxoenea. Cruzo la ciudad en bici desde el Antiguo hasta Gros. Veo a decenas, centenares de donostiarras y visitantes que pasean por la ciudad. No, la inmensa mayoría no tiene ni la más remota idea de que la propiedad esa mañana ha decidido desalojar Kortxoenea.
El Ayuntamiento (tras las elecciones de mayo, el gobierno está en manos de PNV y PSE) ha hecho pública su postura esa misma mañana (El derribo de Kortxoenea deriva de un proyecto urbanístico aprobado durante la pasada legislatura) y EH Bildu le ha dado la réplica de manera inmediata (EH Bildu denuncia el comienzo del desalojo de Kortxoenea). Todo muy previsible.
Como ciudadano, me gustaría que los partidos y las instituciones rompieran el guion (ahora sin tilde, si no recuerdo mal). Un ejemplo. Vayamos al inicio de Buenawista.
"En el año 1992 el Ayuntamiento de San Sebastián, a través de un acuerdo verbal con la Concejalía de Urbanismo, representada entonces por el señor Gregorio Ordóñez, confirmó la cesión del local Mogambo (una antigua discoteca, situada en C/. Azkuene en Trintxerpe, que estaba desocupada y que desde entonces se ha venido dedicando a la organización de conciertos), no presentándose así mismo ninguna objeción a la permanencia de nuestra Asociación en el edificio de la Tenencia de Alcaldía".
Rewind. Sí, has leído bien: gracias a un acuerdo con Gregorio Ordóñez, concejal de Urbanismo en 1992, comenzó la andadura (hoy vigente) de Mogambo. El Ayuntamiento y las y los jóvenes se salieron del guion. ¿Bien, no? Para mí, perfecto.
Hoy, sin embargo, veo una Donostia, una San Sebastián muy-muy-pero que muy oficial y me da miedo: Donostia Kultura, todas las instituciones que se reunirán en Tabakalera (Festival de Cine, Filmoteca Vasca, Instituto Etxepare, Kutxabank...) y Donostia 2016.
Y la ciudad necesita y debe cuidar espacios como Kortxoenea. C-U-I-D-A-R. Debería dar una alternativa a esas personas y colectivos que vienen trabajando allí desde el 2010. Porque estoy seguro de que habrá opciones y Kortxoenea debería también trabajarlas y pillarlas al vuelo.
Que yo recuerde he estado, al menos, dos veces en Kortxoenea: un frío enero, en la presentación de Biodiskografiak del trío formado por Iban Zaldua, Xabier Montoia e Ibon Rodríguez; un septiembre festivalero en una mesa redonda de Anari, Bassmatti y dos personas más que ahora no recuerdo (espero que me perdonen).
Y vosotras ciudadanas y ciudadanos que seguís con vuestra rutina, estad tranquilos: todo va bien.
Gustuko dugun oro ez da ofiziala, apunte hau euskaraz.
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