A pelo y sin condón...

Sé que no es lo que suelo hacer en este rincón y prometo quitarlo en un par de días para que no rompa la simetría de las composiciones, pero es que no me puedo aguantar tras la urgencia de lo recién vivido.

Don Federico acababa de burlarse de los principios éticos de ZP cuando ocurrió lo siguiente: la llamada del día era para Alejo Vidal Cuadras, este respondió desde dentro del avión en el que estaba, se oía claramente de fondo los avisos para que apagaran los móviles y el comienzo de las instrucciones para despegar, pero Don Federico y contertulios lejos de lamentarlo y pedirle que cortara el móvil, le animaron a seguir, hicieron chistes fáciles sobre la censura (hasta allí llegaba la mano de Polanco) y que si podía bajar el volumen de los avisos que no se le oía bien. De hecho fue la causa por la que  cortaron la entrevista, baja calidad de sonido.

Por supuesto, la seguridad de los pasajeros pasó a quinto plano ante "la importancia de la llamada" (que, la verdad, tampoco aportó nada inesperado), pero es que además el mismo Alejo hizo un chiste sobre lo ilegal de esa llamada, ji, ji, ji, ja, ja, ja... supongo que la próxima la cojerá en el coche y con una botella de whisky en la otra mano ante las risas de todos los chicos de la COPE ¡qué divertido!.

Alguien  podrá decir que es una minucia sin importancia. Por supuesto que sí, pero en horario de máxima audiencia hay que multiplicar la minucia por cada oyente y quizás es menos minucia. Por otro lado ¿Desde cuando los principios éticos entienden de cantidad? ¿Hay que empezar a aplicarlos dependiendo de lo grave del asunto? 

Hechos. De muchas de sus opiniones hasta ahora no me fiaba, pero los escuchaba de cuando en cuando por contrastar, a partir de ahora, cada vez que hablen de principios (algo mesiánico y cotidiano en ellos) me acordaré de esta conversación que he escuchado en directo y así entenderé mejor lo que quieren decir. Los hechos aclaran el significado de las palabras, como siempre.