A pelo y sin condón...

Solo por un puñado de luz

se desgasta el horizonte

y eso que el día quizás o según,

¿cómo quieres que me estorbe

hacer por verte, torciendo el horario,

marcar impaciente futuros colores

en un calendario?

DIME QUE SÍ, DIME QUE SÍ,

SÉ QUE TE PASA LO MISMO,

NO CREO PODER MENTIRME EN ESTO

QUE ALGO VAMOS SABIENDO DEL AMOR,

POCO PERO ALGO, POCO PERO ALGO.

Alrededor de la soledad

como miedo queda lejos,

tengo y conozco en quien confiar

y con quien llegar a viejo,

que nunca se sabe pero me imagino

charlando de cosas, tranquilo en la tarde

brillando contigo.

Es una suerte espiritual,

si es que cambia es mejorando,

en cada abrazo da un poco más,

yo encantado con su encanto

y veo en tus ojos lo bien que acaricia,

me cura y me entiende, sin fondo es un pozo

de buenas noticias.

Una de las experiencias que nadie te puede contar y que nadie puede entender si no la ha vivido, es enamorarse. Más que una experiencia es un ejercicio de baja probabilidad, la persona adecuada en el momento adecuado, no es sencillo. Pero la probabilidad desciende más aún si uno desea que el amor sea recíproco. Me encuentro entre los afortunados a los que les ha tocado esta lotería y deseo a los que esto leen, al menos lo mismo. Si quieres escucharla, aquí (()).